Aun no, esperaba poder completar la tripulación con oficiales nuevos... prefiero que se revise el barco con la tripulación al completo o al menos la plana de oficiales.
Bebe un trago de vino - Pardiez que este rioja es bueno - llama al tabernero y le pide un plato, consistente en un muslo de pollo, unas patatas y una hogaza de pan - te invito, come sin pudor en esta mesa... - y sonrío.
Acepto su invitación Rodrigo,pues veo que es hombre de buenos gustos, pero recordar que en la proxima ocasión pagaré yo-dije mientras le devuelvo la sonrisa.
Mozo, traeme los mismo que has servido a este caballero.
Según he escuchado también han destinado a un tal Bezagarroa Bildstein a nuestro barco.Cuando estuve en La Habana me comentaron que su barco fue atacado y hundido, siendo el uno de los pocos supervivientes.
Tras esto le doy un buen trago a mi jarra.Hacia tiempo que no bebía un vino tan bueno.
Aun sé poco de la historia del Barco y de vosotros, los oficiales. - le doy un tiento al muslo de pollo - la verdad es que en lo tocante a vosotros, prefiero ir conociéndoos poco a poco.
Vamos a estar mucho tiempo en el mar y no faltaran noches de historias, batallitas y anecdotas.
Por fin comida decente, ya estaba hastiandome de las malditas gachas del San Cristobal.
Siendo sincero, he de confesar, que me sorprende .Verá, hasta hoy todos los capitanes que había conocido eran individuos frios y distantes, hasta el punto de comer solos en su camara.Para quienes sus subalternos solo son un uniforme mas del que disponer a su antojo, preocupados unicamente en los ascensos y en mantener sus lujos.
Sin embargo usted me esta tratando como un igual e incluso habla de revisar personalmente las reparaciones...debio ser un buen capitán en los tercios.
La camaradería es una de mis escasas virtudes - sonrío - pero no se equivoque, si la situación lo requiere puedo ser tan duro y frío como cualesquier otro capitán que haya conocido, o aun más.
- doy otro trago de la jarra y me escancio un poco más - En los Tercios es distinto... - y no dice más, mordiendo el muslo otra vez.
Tras la Universidad y la Academia Militar, tras conseguir el título de Alferez, decidió embarcarse y probar suerte en la Armada Española que tantos éxitos había brindado a su familia.
Unos meses después fue llamada para formar parte de la Tripulación del Arcángel, barco a las órdenes de sus Majestades y dispuesto de nuevo para surcar los mares, tran un tiempo en dique seco.
Se trataba de tareas de vigilancia, nada interesantes y cerca de puerto.
Pero para Isabel era toda una aventura, se había vuelto muy fuerte y decidida, y no quería quedarse en casa como su madre, quería ver mundo, si empezaba solo por un barco viejo, pero lleno de historias, ya tendría tiempo de ir más lejos y visitar el Nuevo Mundo.
La llegada al Barco fue como el primer día de colegio... mucha ilusión, todo novedad... Era un día de invierno, no hacía mucho frío en la bahía, pero el vierto era fuerte y cortante.
Subí al barco, perecía que era muy temprano porque no había nadie en cubierta.
Hola! hay alguien??? comento en voz alta sin gritar demasiado
Un rostro risueño aparece de repente detrás de unos barriles que hay apilados de mala manera en la parte izquierda de la pasarela de ascenso a la fragata, tal vez a la espera de que una mano amiga los haga descender hasta la bodega. Hola, ¿desea algo?
Al observar el baúl que acompaña a la recién llegada, se acerca solícita, ¿vos sois la nueva a bordo? ¿la que conseguirá que esta perla del mar no se venga abajo con sus solícitos cuidados? Te estrecha la mano con entusiasmo, un placer... yo soy, Catalina, la navegante. Después se acerca al baúl, Os ayudaré con esto... y si lo deseáis, os presentaré también las tripas de este viejo cascarón.
Se queda mirándote llena de expectación, sonriente y complacida de observar que ya no será la única mujer abordo. Parece agradable, su gesto no es austero, ni su porte estirado, sin dejar de sonreir se muerde el labio inferior con suavidad mientras te observa.
Oh si, por supuesto, no lo pongo en duda, solo pretendía decir que existe cierta indolencia entre muchos de los capitanes de la Armada.
¿Quienes son el resto de oficiales que van a embarcarse con nosotros?
En unos días los conocerás... - comento sin perder de vista la jarra de vino - Ahora bebamos y no nos preocupemos dello.
Por mí fin de la escena.
Si, teneis razón, dejemos esto para su debido momento y aprovechemos la breve calma que precede a la tempestad.
Por favor ponedme al dia sobre las comedias de Don Lope de Vega....
Termino mi vino y pido una jarra mas.
Por mi también.
Buenos días! se sorprende de encontrar una mujer a bordo, no es lo habitual, pero se alegra sobremanera. Encantada, le da la mano y sonrie alividada e ilusionada por la nueva aventura. Alferez Santamaría a bordo, señora. y sí, como puede observar por mi equipaje soy la carpintero del barco, y por lo que veo voy a tener que trabajar duro para no hundirnos. Se relaja con la broma y le da una palmadita en la espalda a la mujer, parece simpática y sencilla, mejor. así nos llevaremos bien.
Gracias por la ayuda, qué tal si dejamos esto en el cuarto donde pueda trabajar y el resto en mi camarote y después me enseñas al pekeño.
Jajajajaajajaja... sí, tendréis bastante trabajo... Espero que seáis paciente, creedme si os digo que la paciencia será vuestra mejor herramienta. Se vuelve a reir, se aparta a un lado y te ayuda con el equipaje, es por aquí a la derecha... permitidme que os haga de cicerón. Una vez dejado el equipaje va enseñándote la fragata y contándote cosas sobre el barco.
Tras un rato de cháchara animada y cordial, en la que responde a todas las dudas o preguntas de la recién llegada y cuando ya ambas mujeres se encuentran en cubierta contemplando la inmensidad azul en la que se adentrarán en un breve lapso de tiempo, añade: bueno, contadme... ¿Cómo nació en vos la pasión por el mar? Sonríe complacida ante la nueva tripulante, contenta.
Tras la impresión inicial y una larga conversación de mujer a mujer, se creó un vínculo especial entre las dos mujeres que quizás más adelante desembocara en cariño y amistad, pero que de momento sentaba bases para una buena convivencia y compañerismo, imprescindibles para la vida en el mar.
Pues, la verdad, Catalina, no siento nada por el mar... lo siento, la gente se suele enfadar cuando lo digo, pero para mi es la forma de ser libre, de vivir mi propia vida y poder tomar mis propias decisiones... Apenas he ido en un barco más de 3 semanas seguidas, mi padre siempre se la arreglaba para que en la Academia me destinaran a tierra, pero ahora que ya soy Alferez no puede hacer nada, por fin he conseguido librarme de sus lazos, siempre atados en corto. Aunque el mar es algo que me fascina, pero no he tenido la oportunidad de conocerle bien todavia, y bueno, espero que llegue pronto esa pasión por él...
Y tú? dime hacia que rumbo lleva tu brújula en la vida????
Pues no hallo la razón de su enfado... decís que de momento no sentís mucho por él, pero que es para vos la libertad; bueno, pues ya es más de lo que significará para alguno de esos mentecatos de los que se enfandan... Se ríe, te mira de frente, ¿sabéis qué? Que hemos empezado con buen pie porque he de decir que comparto ese significado con vos, para mi es también la libertad... y he de añadir que en un primer momento lo odié, que casi me engulló, de hecho, engulló el barco en el que viajaba y a mi familia, desde aquel momento estoy aquí... su mirada se pierde en la línea del horizonte y su sonrisa se ensombrece, pero luego aprendí que no fue su culpa, sino de algun barco de esos como con los que quizás nos tengamos que enfrentar que hundió aquel en el que navegábamos... Vuelve a sonreir y a mirarte a los ojos, después, con el tiempo... su brisa me curtió la piel y ahora ya presiento que forma parte de mi.
Lamento escuchar eso de su familia, Catalina, pero me alegro que esté aquí será de gran ayuda para mi. Como le he indicado no me es familiar la estancia en alta mar, pero soy muy trabajadora y constante, y tarde o temprano... este barco será todo mio jajajajaj... dijo guiñandole un ojo, y haciendo de las dos aquella complicidad.
alguien mas que haya que conocer antes de que llegue el capitan?????
o podemos decir ya que pasa el tiempo y llegan nuevas misiones para el Arcángel?
Se ríe, ladea la cabeza y ambas mujeres continúan departiendo durante un buen rato. Parece un buen comienzo, no, mejor dicho, lo es. Sus risas, cháchara y alegre tono de voz, resuenan sobre El Arcángel llenando de vida la cubierta de esa fragata añeja y con solera, que las mantiene sobre el mar.
Por nosotras yo creo que ya se ve el tipo de relación que van a tener los pjs, muy maja, jajajajajajja
Yo creo que ya podríamos pasar a postear con el resto, sí.
tu misma que se supone que les conoces más, puedes empezar y así pues me presentas. vale??
Pues cuando nos diga el capi que adelante, yo te presento a quien haga falta, no problem, faltaría más... jejeejjejeje, el caso es que de ellos yo sólo conozco a Juan Diego y a Diego, me parece, por lo que han ido diciendo por ahí y a Diego lo conocemos las dos, aunque parezca que no jur jur jur.
ah ok. pues ya estoy atenta y me avisais cuando se pueda entrar en escena.
Apenas ha amanecido cuando Don Rodrigo llega al puerto de Cadiz, acompañado del resto de oficiales que ha reclutado, a su diestra el contramaestre y a su izquierda el maestre de artillería.
Siguiendolos a corta distancia va el cocinero, un individuo grande, con una oronda barriga que camina pesadamente.
El cielo está despejado y pronto el sol comenzará a enardecer los cuerpos con sus divinos rayos. Pero aun está despertándose.
El bajel se encuentra en el último de los muelles, una zona vieja, deslustrada con la mitad de su construcción podrida y muy deteriorada por el tiempo que lleva en uso. Casi parece hecho a posta para que quede en armonía con el barco. El cual es, bastante antiguo, más de treinta años de servicio.
Antes de subir, Don Rodrigo y sus oficiales echan una ojeada al exterior. El barco parece en buen estado, aunque aun se observan zonas donde se están haciendo reparaciones, reforzando con planchas de hierro y madera recia el casco. El calado es profundo, la manga amplia, y para ser una fragata -y de hace treinta años - es grande y resistente.
Ambos intercambian palabras de aprobación y sugerencias sobre éste o aquella zona.
Finalmente suben al barco tras admirar el mascarón de proa. Ya les estaban esperando, lo que conlleva una bienvenida calurosa y que los recien llegados se lleven una grata sorpresa.
Estaria bien que os presentaráis y nos diérais la bienvenida para poder presentar yo a los oficiales y luego ya hacer la revisión del barco.
Echad un ojo a este link para cuando hagamos la revisión:
Barco de linea español
NO marqueis a lope ruiz ni a leonardo Santamaria aun.