Partida Rol por web

Piratas: El precio de la libertad

El Arcángel - Fragata de la Armada Española - El reclutamiento

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20/09/2007, 08:58
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

Don Fernando arruga algo la frente, no parece complacido.
Una navegante tan joven, por mucho que diga estar en alta mar, y un barco tan viejo... habrá que verlos en acción pero así a primera vista no tiene buena pinta la cosa.

-¿El resto de tripulantes son... igual de veteranos?- dice con fingido interés.

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20/09/2007, 10:23
Isabel Santamaria

Veis llegar a cubierta una mujer alta y esbelta, muy hermosa, con la larga melena negra al viento. Lleva un vestido muy femenino y de época, pero lleva remangada las faldas de forma curiosa y se pueden ver sus botas negras hasta media pierna.

Os mira con una penetrante mirada de sus negros ojazos.
Se presenta Isabel Santamaría, Alferez de la Real Armada Española y Arquitecta especializada en construcción de barcos y carpintería, a sus órdenes. Sonríe dulcemente pero veis la fuerza de su mirada que contrasta con su tierna sonrisa, lo que le da un aire de fortaleza a la vez que calidez humana.

Notas de juego

lo siento he estado enfermita, pero que guay que ya empecemos.... a disfrutar...

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20/09/2007, 12:35
Catalina del Arcángel Miguel

¿De manera que vos sois el cocinero, señor? Uhmmm, he de advertirle que tengo buen apetito, aunque no lo parezca y un paladar exigente, me echo a reír y añado, puede usted estar tranquilo... ahora eso sí, le recomiendo que haga un repaso a la cocina en profundidad, el anterior cocinero fue designado a dedo al licenciarse Santiago y retornar a su hogar y era algo descuidado... la verdad es que sentimos mucho el cambio... alzo las cejas y respiro profundamente, en definitiva, un placer, ratifico lo dicho con un balanceo de cabeza y una sonrisa arrebatadora tratando de hacer que este hombre de dimensiones considerables, se sienta bien recibido en su nuevo "hogar".
Acto seguido, retomo la conversación con Don Fernando y clavo mis ojos verde oliva en los suyos, que por mucho que sean color hielo, no me van a intimidar, pues la mayoría de ellos tienen bastante historia en la mar, de manera que no son pocos los que hallaréis en la madurez de su vida, lo cual supongo os placerá, acoto sonriendo con cierta picardía, pero como a simple vista podrá comprobar, hay de todo en este viejo cascarón de mar... como es el caso de Isabel, sonrío a mi compañera al verla llegar, que lleva algo menos de tiempo entre nosotros... ladeo la cabeza observándole con detenimiento y continúo, el barco es viejo, señor, pero tiene solera y carisma... si se aprende su idioma, se llega a un buen entendimiento con él... se deja querer y responde bien, el viento se ha intensificado un poco, mientras hablo me voy recogiendo el pelo con un pasador que llevaba prendido de uno de los ojales de la camisa, pongo una mano en el mástil como acariciándolo y echo un vistazo lento y pausado de proa a popa, después vuelvo a fijar mis ojos en Don Fernando y mis rasgos, enmarcados ahora con un gesto de extraña ternura que resalta aún más si cabe su dulzura, acompañan mis siguientes palabras, pensará ahora usted que estoy loca... Joven y falta de cordura, ¿dónde me habré metido, pardiez? Me río y termino entre lisonjas, rélaje un poco el gesto y no nos juzgue con mucha severidad... al menos antes de tiempo, señor, mi voz es cálida y cordial.

Notas de juego

Isabel, deduzco que ya te encuentras mejor, cuídate.

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20/09/2007, 19:52
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

-Cierto... tendremos tiempo de sobra para ver de que pasta estáis hechos.- Dice mientras se repasa el bigote suavemente con los dedos de una mano. Alzando la voz y girándose ante todos dice: -Ya sabemos todos cual es mi cometido como contramaestre... impartir disciplina y hacer cumplir las ordenes. ¡Y me odiareis por ello! Y ya podéis odiarme todo lo que queráis mientras las ordenes sean obedecidas y nos movamos como un solo hombre contra el enemigo.-

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20/09/2007, 22:58
Juan Diego de Almagro y Arias

Disculpadme Doña Isabel-digo mientras le dirijo el mismo saludo dado a Catalina-decís que sois experta en construcciones navales, en ese caso he de suponer que habreis estado supervisando las reparaciones en el Arcángel,¿habeis comprobado que las nuevas obras no obstaculicen los ángulos y lineas de tiro de los cañones que se encuentran en el puente inferior?

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21/09/2007, 08:01
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

-Doña Catalina, ya que lo decís, cuando vuestra merced pueda dedicarme algo de tiempo, quisiera hacer revisión de la cocina y almacen-dice poniendose el dedo índice en la nariz y ruborizado ante la sonrisa de la marinera.

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21/09/2007, 09:32
Isabel Santamaria

Don Juan Diego, sería un placer y un honor comprobar las nuevas obras con usted y comprobar que las reparaciones no están obstaculizando ningún ángulo directo de tiro. le sonrio amablemente y me dirijo al capitán.

Señor, su usted gusta podemos revisar la reparaciones que se están llevando a cabo y comprobrar que sean de su agrado. Estoy a su disposición cuando haya revisado su camarote y el puesto de mando.

giro con gracia dejando que mi pelo ondee al viento y voy en dirección a una de las zonas en las que los marineros están trabajando con unas tablas. giro la cabeza y hago un gesto para que Juan Diego me siga si así es su voluntad. sino, iré yo sola a seguir con mi trabajo, a menos que nadie me pregunte o me indique lo contrario.

Notas de juego

sorry por el tema de palabrería marinera, poco a poco le iré pillando el truco.

disculpalme si no estoy muy inspirada, pero no estoy en buena racha personal, aun así seguiré todo lo que pueda.

Gracias y un saludo, Isabel/Darky.

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21/09/2007, 14:12
Juan Diego de Almagro y Arias

Sigo a Isabel para ver los trabajos en las cubiertas inferiores.

Notas de juego

No te preocupes estamos todos como tu.

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21/09/2007, 20:57
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

Don Fernando sigue a los dos abajo, aun no ha acabado de mostrar su desaprovación a todo, unque sinceramente espera que lo que vea le levante un poco más el decaido animo.

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22/09/2007, 01:49
Catalina del Arcángel Miguel

Me giro hacia el cocinero: Será un placer, sígame, le enseñaré sus dominios y ya de paso el resto de la fragata... No sé si será la primera vez que se embarca para una temporada, de ser así, hay muchas cosas por aquí que le resultarán curiosas. Antes de abandonar la cubierta, me dirijo hacia la otra figura que queda allí en pie, deduciendo que será el capitán del navío, señor, si desea tratar algun tema en concreto conmigo de inmediato, hágamelo saber en cuanto lo crea oportuno, ahora mismo si no tiene incoveniente, me dispongo a acompañar al interior a Don Ignacio que tan amablemente me ha solicitado que le haga de cicerón. Sonrío al capitan, hago un leve gesto de cabeza y reanudo la conversación con el cocinero, mientras nos vamos adentrando en las dependencias de la fragata.

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23/09/2007, 23:24
Lope Ruiz

Notas de juego

Señores, ya estoy dispuesto para ser rescatado de los mares infectos y poco cristianos, vive Dios...

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24/09/2007, 13:14
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

Notas de juego

Por las barbas de Neptuno! Pues que alguien de una de una descripción de algo o tu mismo puedes introducierte en una pequeña narración. Dinos dónde y cómo estás. ¿Estas dentro de una botella? o ¿estás en un yate con 5 rubias llenas de silicona? Dinos algo para que te podamos rescatar.

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24/09/2007, 16:02
Don Rodrigo Castellano Villalobos

El futuro capitán de aquel viejo barco permaneció en silencio mientras los oficiales iban presentándose y realizando sus preguntas. Esperó a que todos ellos se olvidaran de él para así poder ir uno por uno, observando su conducta, su comportamiento y su forma de pensar y de moverse.

Por supuesto, sería distinto a cómo los vería en mar abierto o en mitad de un combate... pero necesitaba algunos valores con los que trabajar.

Mientras cada oficial acompañaba a los demás haciendo una revisión exhaustiva del barco, se decidió a bajar hasta su cabina.

Que me aspen, un oficial de derrota mujer y de apenas 20 años... y una de algo más, y con conocimientos en carpintería y arquitectura. - se rasco la cabeza.

Mujeres a bordo... y demasiado jovenes, ¿qué habrían hecho? o mejor dicho, ¿qué les habría pasado para que eligieran este camino?
- siguió meditando mientras entraba a su habitación y comenzaba a explorar en busca de mapas y herramientas.

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24/09/2007, 16:04
Don Rodrigo Castellano Villalobos

Si te parece, obviamos el rescate y pasamos a la "entrevista" en mi habitación o en la habitación-comedor, acerca de tus expectativas.

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24/09/2007, 18:52
Lope Ruiz

¡Ah del barco!, pensaba Lope. Si tuviera fuerzas lo habría gritado, pero no hubo tino más que un breve intento, que por añadidura casi le mata como aún no le había matado el agua, al ver la enseña española sobre el palo mayor. ¡Perra suerte!, pensó en gritar esta vez, pero ahora sin ánimo de compartirlo. Estaba vivo, qué diantre, y o Dios era muy tunante, que nunca se sabe con esto de los dioses y sus santos, o en lugar de guasa buscaba un castigo ejemplar, nada de "dos vasitos de agua y a secarse ahí abajo, en el infierno, con los que son como tú, esto es, tontos del culo".

Al menos, en remojo desde la mitad de la noche, los restos flotantes habían despistado a los tiburones, demonios fríos de mar, e hideputas, por otra parte, que entre maderos y apetitosos cadáveres bien tiernos, no se habían percatado aún de que había uno vivo, medio encaramado a los restos de un bote puesto del revés, y con firme propósito de no moverse ni dejarse matar a las fáciles.

En estas, la puta bandera le quita al reo la alegría, pero también le aleja los dientes, y se anima a hacer señas y gestos, hasta que uno de esos desdentados medio loco exclama: ¡Ahí, ahí! Y casi agradece al cielo su suerte, cuando antes le daban ganas de coger a un arcángel por el pescuezo y darle de razones.

La sombra del navío, sea del tipo que sea el que entienda de esas cosas, ya le cubre y lo agradece, pues toda la mañana al Sol no es del agrado de nadie, no siendo en playa, calmado y con un buen trago a la mano. Total que pone gesto cansado, que para eso lo está, y mucho, y observa al gigante que se le acerca, mientras por la baranda se asoman caras a cual más fea y negra, y le tiran una escala por la que sube con los últimos restos de sus fuerzas.

Una vez logra subir, el esfuerzo final se traduce en arcadas que terminan en un vómito templado y generoso, pestilente, que ya había notado antes, en el agua, pero que se tragó una y otra vez para que no atrajera a indeseados y terminara siendo el entremés de un plato de carne a la española.

- Hostia puta - dejó escapar entre gargajos. Blasfemas a estas alturas se le daba poco más o menos un ardite.

Miró a uno y a otro como ellos le miraban a él, y luego se miró él mismo, con las ropas empapadas y hechas jirones. Habían sido de una cierta calidad, pero el salitre y la cubierta de varios meses, el escollazo que se dieron la noche anterior y la noche y la mañana en remojo fueron demasiado para una ropa destinada al paseo y un poco al lucimiento. Su cabello castaño le caía en desordenada cascada y cegaba sus ojos, con el escozor de la sal. Su cara estaba sin duda aún más agrietada que su propia piel dañada por la cicatriz que le marcaba el rostro.

- Bueno, señores. ¿Y vuestro capitán?

Esas palabras, escuetas y como de aquella manera, demuestran el curioso comportamiento del que no le importa mucho el juego, sabiendo de antemano que pocas manos va a ganar con las cartas que se le han dado hasta el momento.

Notas de juego

Bueno, ya estamos presentados, compañeros. Pasen y vean al pobre gañán de Lope, que tendido queda en el suelo, medio sentado medio despatarrado, aguardando la palabra de alguien que no habra la boca para burlarse :D

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25/09/2007, 01:20
Ignacio Baraicoetxea Azcargoitia García (El Iñaki)

-¡Que alguien le de agua a este hombre hostiassss! A que va a ser que no tenemos cirujano...

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25/09/2007, 01:48
Catalina del Arcángel Miguel

Me arrodillo rápidamente a tu lado y ves ante ti a una muchacha de rostro dulce y gesto afable, me acerco, te aparto del vómito, ¡válgame el cielo! Tranquilo, señor, ya estáis a salvo... te sonrío con calidez, mi mirada se pierde en tus rasgos con cierta tristeza y por un segundo te parece como si de verdad supiera perfectamente como te sientes, de repente alguna idea cruza por mi mente y puedes leer en mis ojos entre líneas que hay un cierto grado de preocupación, extiendo una mano, te ofrezco un apoyo para levantarte del suelo y en un tono más bajo de voz añado, ¿os sentís con fuerza suficiente para alzaros? después me giro levemente hacia la concurrencia, avisad al capitan de lo ocurrido y traed una manta por caridad, tanto tiempo en el agua te hiela las entrañas, esto no lo digo con tono de reprimenda, sino con el timbre de quien trata simplemente de animar al personal a la acción. Un marinero sale corriendo y regresa con agua y una manta, te la echo por encima, no el agua, sino la manta, ¿deseáis beber? añado cordialmente.

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25/09/2007, 12:22
Isabel Santamaria

Acompaño a Don Juan Diego a las cubiertas inmediatamente inferiores donde están guardados los materiales de las reparaciones, hay una especie de almacén de madera y diversos materiales asi como herramientas.

los cañones están guardados y cubiertos para que las obras no los estropeen.

Oimos murmullos arriba en cubierta pero seguimos revisando las reparaciones.

Notas de juego

si digo una burrada corregirme y lo edito please.

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25/09/2007, 12:24
Don Fernando de Bezagarroa Bildstein

Don Fernando se acerca a cortas zancadas a ver al naufrago. Se detiene tras la muchacha y lo examina a cierta distancia solo con la vista, para tratar de discernir que clase de hombre han rescatado.

Tras eso comienza a dar ordenes a la tripulación tronando con una voz que parece la de un negrero.
-¡Traed una manta haraganes!¡No os quedéis mirando como pasmarotes, que no se trata de ninguna sirena!-

Luego suaviza la voz y se dirige al mojado Lope de Ruiz:
-Ahora llamaré a nuestro capitán para que os reciba. Por cierto... ¿Vuestro nombre es?-

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25/09/2007, 18:07
Lope Ruiz

Lope sonrió a la muchacha mientras se asombraba de ver algo hermoso en ese lugar. Al final resulta que las sirenas están en los barcos y son los hombres los que estamos en el agua. Aceptó manta y agua, bebiendo y escupiendo un par de veces sobre la cubierta.

- Gracias, muchacha, pero curiosamente no tengo hambre, sólo sed. Y con razón la tendrías tú también en mi lugar, chica, si supieras lo a salvo que me siento.

Las palabras de otro hombre, o mejor, sus órdenes, fueron tajantes y respondidas al punto. Cosas de la escala de mandos. Cosas de la vida y la gente. Suerte, en realidad. Azar de nacimiento.

- Me llamo Lope Ruiz - respondió a la pregunta -. No soy marino, sino que viajaba en el "Cofre" bajo pago. Todo lo que tenía se ha perdido ya, así que poco puedo ofreceros excepto mi trabajo, y como no necesitéis un cirujano, creo que me voy a matar a barrer en este buque, porque no sé atar ni un mal nudo, ni entendería palabra alguna de cualquier orden que me diérais, por sencilla que ésta fuera.