Partida Rol por web

Mi alfanje se eleva en el aire, buscando su cabeza, pero cuando avanzo para atacar, tropiezo con mis propios pies y mi alfanje se me clava en un costado cortándome una de las piernas y haciéndome sangrar como un cerdo.

Alzo una ceja sorprendido al ver esta demostración de torpeza. Mientras equilibro mi sable, digo.
Una pena. No te sonríen los dioses del mar.
Descargo mi sable sobre el abdomen de mi oponente y logro tocarle. Y de inmediato, retrocedo un paso y vuelvo a mi posición de guardia.

- ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!!! -, gritan las prostitutas cuando ven la sangre que comienza a manar de la pierna del pirata enorme.

Mis brazos ya no tienen la fuerza suficiente para atacar a mi enemigo, debido a las heridas sufridas, pero aún así, ataco con todas mis fuerzas. Sin embargo, mi espada no llega a acertar en su cuerpo, y golpea en el suelo, haciendo saltar algunas chispas.

Descarga mi rival un poderoso tajo vertical. Pero es evidente su situación pues su acero, finalmente se estrella contra los adoquines del callejón.
Es una oportunidad que no he de desaprovechar.
Equilibrandome con el brazo izquierdo, lanzo un nuevo tajo y de nuevo logro alcanzar a mi oponente. Esta vez, en su clavicula derecha

Mátalo ya, Vries! mátalo! jajajajaja! - dice moviéndose de un lado para otro semidesenfundando y enfundado sus dos espadas consecutivamente..

Caigo de rodillas al suelo, soltando mi arma a un lado. Mi mano se acerca a la herida de mi clavicula, mientras que mi otra mano se desplaza hacia mi cintura, cogiendo mi pistola que se encuentra enfundada en mi cinturón.

Tan veloz como puedo, levanto la pistola tratando de apuntar a mi blanco, e intento acertar.

Pero la bala pasa demasiado lejos e impacta en la barandilla del burdel.

Las prostitutas salen corriendo despaboridas al ver como el perdigón impacta contra la barandilla.

- ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! -, gritan las chicas.

Instintivamente, agacho la cabeza al ver como mi oponente empuña un arma de fuego. Pero he aquí que el dolor y la perdida de sangre le afectan. Pues su disparo, sale muy desviado.
No obstante, al haberme desequilibrado, fallo el tajo que iba destinado a su cuello.
No puedo evitar soltar una maldición entre dientes y acabo diciendo.
¡Vamos!. Ponte en pie y trata de terminar tu vida de una manera honorable. Si es que sabes lo que es eso.

Suelto el arma, al ver que no tengo posibilidades, y caigo de bruces en el suelo, sobre un charco de agua, barro y sangre. Ya no me puedo mover, la sangre se escapa de mi cuerpo, llevándose los últimos trazos de mi vida.

Vargo se dirije corriendo hacia el moribundo antes de que se muera sólo, se agacha y le grita sin parar de moverse.. - ¡Levántate y lucha! ¡Jajajajaja! ¡Levántate!

Mi rival esta vencido. Ha caído de bruces sobre los adoquines del suelo. Me aproximo con cautela por si fuera un ardid y apoyo la punta de mi sable en su nuca.
Apenas logra reaccionar al contacto del frío acero.
Y yo digo.
¿Unas ultimas palabras?. Quizá quieras despedirte de tus compañeros.
El silencio es la respuesta que obtengo. Por tanto, tenso el brazo y mi acero se hunde en el cuello del pirata caido.
Ahora el silencio reina en el callejón. Silencio que es roto por mi voz cuando digo
Jacob. Tu hombre al menos demostró un valor del que tu careces. No negare que ha sido un combate adecuado para gentes de nuestra condición. Recuerdalo. Pues si alguna vez nos encontramos en alta mar, esta sera, sin duda, tu suerte.
Dicho esto, limpio mi sable en las ropas del caído y envaino.
Y sin perder de vista a Jacob y los suyos, retrocedo hasta reunirme con mis compañeros.
Espero que hayáis disfrutado del espectáculo.
Y dicho esto, miro a nuestra capitana y nuevamente inclino con brevedad mi cabeza ante ella.
He terminado, Capitana.

Al hundir la espada en el cuello del pirata, Vargo hace una mueca como sacando la lengua al ver como al penetrar su nuca sale un chorro de sangre que por poco esquiva por estar tan cerca..
Este va corriendo hacia Vries y le da un abrazo que lo levanta del suelo.. - ¡cabróooon! que bueno eres! jajaja.. me podrías haber dejado la guinda del pastel! jajaja.. - una vez dicho eso lo deja en el suelo para que pueda ser felicitado, o no, por sus compañeros.

Se gira hacia la trupulación del capitán enemigo dirigiéndo la mirada hacia éste y son su pulgar recorre horizontalmente su cuello para advertirlo de su inminente muerte..

Estaba pensando y me he abstraido un poco de mi entorno,dejo que mis camaradas piratas disfruten.-ummmm...podría ir a su barco y sabotearlo o robarlo...si tiene poca vigilancia...-ronda en mi cabeza

Suspiró y nego levemente con la cabeza mirando a Vargo: ése chico sangriento era un terremoto.

Le miró orgullosa, le puso una mano en el hombro y le sonrió,

Toda una demostración, has estado fantástico...aunque me temo que esa pobre alma no estaba a tu altura, lo siento  Bromeó y le dió un golpecito en el hombro. Ahora descansa, hoy lo tienes mucho más que merecido.

Se volvió hacia Jacob. Bien, parece que esta vez has perdido, sucia rata. Sonrió.

-Vamos doctor- dice Stanley levantándose copa en mano, en ese momento repara en el demacrado estado de su amigo. No es la primera vez que lo ve así- ¿Estas bien? Vamos fuera, un poco de aire te vendrá bien.

Stanley sale al exterior para apoyar a sus compañeros pero pronto pierde el poco interés que tenía en la pelea y se regala la vista con la exuberante visión de las chicas de Madame Lilian. Por desgracia el espectáculo se acaba pronto cuando las chicas salen corriendo despavoridas.

-Maldito cenutrio...- murmura Stanley mirando al enorme pirata de Jacob. Y se retira a un sitio tranquilo cerca de la taberna para ver finalizar el combate.

Cuando de Vries gana una sonrisa se refleja en su rostro. A él no le va matar, pero si tiene que morir alguien se alegra de que no sea uno de sus compañeros.

Los piratas se miran unos a otros y rápidamente recogen el cuerpo de su amigo y salen hacia el puerto. Cuando estan a varios metros de distancia de vosotros, Jacob se gira furibundo hacia la capitana y levantando un puño cerrado por sobre su cabeza grita.

- ¡Maldita zorra! ¡Pagarás por haberle hecho esto al primo de mi tio del hermano de mi padre! -

Y diciendo esto, todos salen corriendo por patas.