Partida Rol por web

El pirata parece ser más rápido que el español, y logra esquivar su zancadilla dando una voltereta en el aire, para quedar enganchado con su mano en una de las cuerdas que cuelgan del palo mayor. Desde allí, el enemigo gira 360º sobre si mismo, sin soltar la cuerda e impacta con ambos pies en el pecho del español, que sale volando unos metros hasta terminar con la espalda en la barandilla de estribor.

- ¿Eso es todo lo que sabéis hacer? -, dice el pirata mientras ataca con su espada a la persona que lo dejó eunuco.

El filo de la espada pasa muy cerca del cuerpo del pirata, pero este no logra alcanzarlo.

Spade, completamente atónito, contempla lo ocurrido, y mira las dos armas de las que dispone: Un trozo de queso emmental algo duro y una rebanada de pan negro.

- No sabría que decir, la verdad...

como coño a hecho eso?

Basta ya de contemplciones!! ahora veras..., cargo con mi sable, ahora directamente a matar viendo que la situación puede complicarse 

El pirata intenta esquivar el sable del español con otra voltereta, aún cogido de la soga, pero su mano resbala en el último instante y el sable del español se hunde en su estómago saliendo por su espalda, quedando ensartado cual pincho moruno.

El pirata cae al suelo con el sable clavado en la tripa, pero aún así, continúa teniendo fuerzas para atacar.

Me tumbo en el suelo mirando al techo tarareando -yoho,yoho a pirate life for me.-

Apoyado a la pared y con los brazos y los piés cruzados pronuncia: - Pues que mierda.. si yo no he hecho nada.. - suspira..

Bien, vamos allá Respondió el pirata cuando Mery habló de sacar a sus compañeros del calabozo, cambiando completamente su jovial rostro. Caminó sin decir gran cosa hacia los calabozos hasta llegar allí y ser atendida su capitana por el viejo carcelero.

Markus Raven permanecía impasible tras su capitana, muy cerca de ella, de brazos cruzados y con cara de pocos amigos mientras ésta hablaba con el carcelero. Parecía mirar semi sonriente el pasillo y sus alrededores.
No dijo nada, pero frunció más aun el ceño y enseñó los dientes al viejo carcelero cuando habló de la pinta que tenía la situación de sus compañeros.

En uno de los tirones para sacar su sable Stan se echa hacia atras evitando así milagrosamente el ataque del pirata.

De todas maneras da un traspies cayendo hacia atras, incorporándose a tiempo para ver como Rodrigo le clava el sable en el pecho.

Junto a él rueda la botella de ron que han estado bebiendo antes, Stanley la coge y se dirige corriendo al pirata que todavía está en el suelo aunque con cara de pocos amigos.

La levanta... apunta... y se dispone a reventársela en la cabeza al pirata.

Stan se pone junto al pirata y levanta la botella, apunta y... ¡encesta!

La botella acierta de lleno en la cara del pirata.

La botella estalla en la cara del pirata, cortándole toda la cara en diversas partes. El pirata enemigo comienza a sangrar por varias partes de su cara y su ojo derecho, parece haber estallado al ser cortado por uno de los cristales de la botella.

Las manos del pirata van a cubrir su ojo, mientras decide huir por patas y arrojarse al mar. El pirata sale corriendo hacia estribor, intentando llegar a la barandilla antes de que lo terminen de destripar.

Saco mi pistola y le disparo antes de que salte por la borda.

Adonde vas??

El disparo alcanza la nuca el enemigo, que iba corriendo hacia la barandilla con el sable aún clavado en su tripa. La bala de plomo perfora la base del cráneo, seccionando por completo la médula espinal y dejando a todo el cuerpo del enemigo sin conexión cerebral.

El pirata, sin embargo, continúa un par de pasos más, hasta que su cerebro no puede dar más órdenes a su cuerpo y entonces, se desploma en el suelo entre estertores. Ya no puede respirar, sus músculos toráxicos están paralizados y poco a poco, la sangre inunda sus pulmones y así muere lentamente, ahogado en su propia sangre.

Stanley observa la escena impasible. Entonces está impasible un poco más... Y entonces vomita lo poco que le quedaba en el estómago.

Acto seguido va a sentarse en el mismo arcón que antes.

-Hay que limpiar eso...- dice antes de marearse y caer tumbado sobre el arcón.

Me acerco despreocupado al cadaver volviendo a meter mi "revolver"en el pantalon, cojo mi sable de la empuñadura y lo desprendo del cuerpo inerte, un gran charco de sangre se esta extendiendo por la cubierta de la nave.

Si no hubieras llevado mi sable en tus entrañas te hubiera dejado escapar, aunque no creo que hubieras llegado a ninguna parte.

Tranquilo Stanley, me encargo yo...

lo registro a ver lo que encuentro

Era muy fuerte, pero desde que se invento la polvora se acabo el imperio de los fuertes, les grito a mis compañeros desde el otro lado