Partida Rol por web

Raven se encaminó junto a sus dos compañeros a la puerta trasera del bar, apartando suavemente a la gente que le obstruía el paso. Salieron por aquí.

Salís de la taberna y ves a la muchacha y a su hermano, el cual no parece nada borracho ahora, dándole unas monedas a unos chicos que, al parecer, viven en ese callejón entre cajas de cartón y ratas. Los chicos visten ropas harapientas y a muchos les faltan los dientes mientras que a otros, se les nota que están enfermos de escorbuto o algo parecido.

La muchacha se gira al sentir que se abre nuevamente la puerta del bar y los mira a los tres con cara de pena, como tratando de justificar sus actos.

- Eso, id, id... - James agarra todos los vasos y botellas de la mesa - Yo me hago cargo de estos...

La escena que descubro al salir de la taberna me resulta sorprendente. Pero no por ello me descuido.
Miro a ambos lados cerciorándome de que estamos realmente solos y digo en voz alta.
Bonito espectáculo. ¿Que se supone que sois?. ¿Samaritanos?.
Y apoyo mi mano izquierda en la empuñadura de una de mis pistolas.
Extraño comportamiento en un lugar como este.
Tras mirar a Markus, me giro hacia Vargo y añado.
Adelante. La decisión es tuya.

-¡Ahh! Y yo me quedaré aquí cuidando de mi viejo amigo James. ¿Eh Jimmy?- Stan se sienta con James en la mesa.- ¿Has visto que modales tiene el soldadito de la capitana?- Le pregunta al médico, que está más dormido que despierto- ¡El borracho ni si quiera le había insultado! Menos mal que a bordo vamos tu y yo que somos personas cultas ¿eh?- Coge la cabeza del médico y la mueva para que parezca que asiente.

Una chica escultural se le acerca a la mesa al Doctor Spade. Él se encuentra un poco indispuesto sufriendo las bromas de Stanley, sin embargo, la chica se acerca hasta él y le toca el hombro para que la mire.

- Estem... me han dicho que usted era doctor y que podía ayudarme con un pequeño problema que tengo... -, te dice intentando que le prestes atención. - Por el dinero no hay problema, tengo unas monedas con que pagarle. -

Haciendo un gran esfuerzo, Spade entreabre un ojo y mira a la damisela.

- Lo siento, fulana: No trato ni purgaciones ni sífilis. Y en este momento mi amigo y yo estábamos terriblemente ocupados en... algo... Algo importante...

- No es eso... -, te dice avergonzada. - No es de eso de lo que estoy hablando... hum... tengo a mi primo que está herido de bala en la trastienda de la taberna... me han dicho que es el mejor de por aquí. -, continúa susurrándote al oído. - ¿Creía que era para mí? Yo no soy de esas furcias sucias que se lo montan con cualquiera, ¿sabe? -

-¿Pero doctor!, esta... señorita- dice sonriendo a la chica- necesita tu ayuda. ¿Como no vas a ayudarla?- mira a la escultural carta con una sonrisa.

-Me parece- le dice a Carla, y entonces se acerca para susurrarle al oído- que vamos a necesitar un poco de agua para despejarle un poco.

- Agua no... Agua no, ¿me escuchas inglés? ¡Agua no!

[Tres minutos después, en el callejon tras el local]

Spade escurre su camisa y vuelve a ponerse sobre el escaso cuerpo que tiene. Se refresca de nuevo en el cubo del que Stanley amablemente le ha ayudado a salir... tras ayudarle a entrar con cierta "brusquedad" y tras recogerse el pelo en una coleta, se gira hacia la dama.

- Bien, ¿cual es el problema, señorita?

- Mi primo ha sido herido por un salvaje en el local, y no para de sangrar... -, te dice casi llorando. - ¿Podría hacer algo por él, por favor? Está en la trastienda, si quiere le acompaño... -

- Vamos. Westen, acompáñenos. Y lávese las manos antes.

sigo a la señorita a donde me indique.

La dama te lleva detrás de la barra de la taberna donde yace un hombre tumbado en el suelo, con una herida en el hombro derecho. La herida no para de sangrar, por más que el pirata se presione con el paño sucio de cocina que le dio Bill.

- A... ayuda... doctor... me duele mucho... -, te dice el pirata desde el suelo mientras continúa sangrando. - Necesito que me cure... -

-¡Pero a mi me marea la sangre!- dice mientras mete sin muchas ganas las manos en el cubo de agua y se las frota. Un poco a malas sigue al doctor y a la chica hasta donde está su hermano.

-¡A mi no me hagas otra vez agarrar el brazo mientras lo coses, eh!

El doctor se arrodilla junto al hombre, y tras remangarse le quita el paño de la herida y mete el dedo dentro, sin ningún tipo de delicadeza.

- Voy a necesitar varias cosas: Otro trapo, ron, una cuchara de madera, una cazuela, aceite y un cuchillo. Y que usted se esté lo más quieto que pueda. Esto le va a doler como el demonio. Veamos si ha llegado al hueso...

Las manos ensangrentadas. La cabeza aún dándole vueltas. Spade trata de ser lo más profesional que sabe, pero está borracho y ssu movimientos son torpes y bruscos. Sin darse cuenta, se aparta los cabellos de la frente con la mano llena de sangre, dejandose una linea roja pintada en la frente.

-¡Vale vale!- Stan se levanta del lado del doctor y va a pedirle a Bill todo lo que necesita el doctor.

-¡Bill, Bill! Necesito un trapo, el más limpio que tengas, hombre. Dos jarras de ron, una cuchara de madera, una cazuela, algo de aceite, si ese mismo, y un cuchillo... ¡No hombre, el de abrir las ostras no! Mejor ese que parece que tiene menos roña. ¡Vamos vamos! ¿O quieres que se te muera un hombre en la barra con el Gobernador ahí sentado?

Bueno.. bien.. ¿que significa esto? quiero explicaciones.. - dice mientras se acerca a la señorita y al ex borracho con la mano derecha en la empuñadura.

- Nosotros... nosotros... -, dice titubeando la muchacha. - Nosotros ayudamos a estos pobres niños que se quedaron sin hogar gracias a gente como vosotros. Unas monedas pueden hacer feliz durante un mes a estos niños. -

- Son niños abandonados, niños huerfanos y enfermos... nada más. -, continúa la chica. - Pero si queréis pelear... estáis en todo vuestro derecho. -