Partida Rol por web

-ay! coño con el vestido de los cojon...- pienso, me giro y veo a Carmen un poco nerviosa -Tranquila Carmen, ese no te va hacer nada... Podremos con él.- la digo guiñando un ojo con una sonrisa.

Elisabeth enarca una ceja... no parece asustada en absoluto.

¿Qué le pasa a ese?

Asegura sus dos cuchillos en las manos por si acaso y mira hacia el posible origen de la risa.

Asiente, soltando ligeramente la falda, aunque sin hacerlo del todo. Bien... lo intentaré... - su voz tiembla ligeramente, aunque trata de disimularlo.

Veo que habéis venido... sangre fresca... ¡y también ha venido mi amigo el doctor Spade! ¿O debería llamarte Jonah? Dice la voz que resuena por todo el hall.

Pasad, pasad a mi mansión, amigos míos... Dice nuevamente la voz mientras las puertas del final de la escalera se abren con un chirrido. ¡Venid a por mí, piratas de pacotilla! Si hasta les abro la puerta para que no penséis demasiado... ¡Jajajajajajjajajajajajaja!

-Tú tienes un problema mental, tio... La muerte te ha sentado fatal...-

¡¡Ahora veras...  hijo de la gran puta!! - digo como para mi mismo pero en voz alta aunque sin gritar, adelantandome al resto del grupo con la pistola en la mano- pagaras por la muerte de María aunque me deje la vida en ello, y si ya estas muerto encontrare la forma de que sufras por ello.

Vamos Vargo. Dijo Raven incitando a su compañero a seguir adelante tras Rodrigo.
El pirata extrajo el espadón de su funda y comenzó a caminar tras el oficial.

Y tras las palabras de bienvenida de Necross, tan solo queda una cosa por hacer.
Avanzar preparados para hacer lo que mejor se nos da.
Vaya si vas a sufrir.
Digo yo mientras cruzo el umbral.
Y no solo eso, disfrutaré viendo como te retuerces de dolor mientras te arranco las entrañas
Y ya al otro lado de la puerta, miro en todas direcciones buscando al enemigo.
¿A que esperas escoria?. ¡Muestrate de una vez!

Al escuchar el nombre de la pirata esesinada por uno de los hombres de ese muerto maníaco.

Hijo de puta.. - dice para si mismo mientras con una velozidad pasmosa adelanta con spada en ano a sus compañeros incluido Markus al terminar su frase.

Cubro a mis compañeros con el rifle, acercandome tras ellos.

Stan se quita el rifle de la espalda y comienza a cargarlo con parsimonia.

-¿Soy el único que piensa que eso de que nos abra la puerta es una trampa?

Me detengo un momento al oir las palabras de Stanley

Pues no... la verdad es que yo también lo estaba pensando...

¿Pero hay algún otro plan? Y no vamos a volver a ejercer de cebos.... - les mira desconfiada.

Vargo no escucha lo de los demás dicen y sigue corriendo hasta traspasar la puerta ESPADA en MANO.

Todos los piratas suben corriendo la escalera, y entran a la sala del piso superior.

Pero en ese momento, cuando todos están dentro...

¡La puerta se cierra a cal y canto y las luces se apagan de repente!

Después, todos os quedáis a oscuras, iluminado tan solo por la luz de la luna que entra por algunas ventanas...

Pero en la oscuridad... se escuchan ruidos... y podéis ver dos luces rojas que se mueven hacia vosotros...

El destello de la pólvora iluminó por un momento el semblante adusto del Doctor, cuando este, sin mediar palabra o provocación, alzó la pistola y descargó un tiro contra los ojos brillantes.

La situación se torna tensa y, mas aun, no esta exenta de cierto dramatismo.
Ahora, en medio de la oscuridad, todos podemos ver la forma difusa del ente que nos amenaza gracias al disparo del doctor.
Y yo, colocandome a su lado en posición de guardia, digo.
¡Estad atentos!. ¡No os despistéis!. Pues, de momento, aquí el peligro mas inmediato es que no acabemos hiriendo unos a aotros.

Elisabeth da un respingo cuando la luz se apaga y, todavía sin miedo, se acerca a la voz de Peter. Lo mejor era estar todos juntos lo más cerca unos de otros que podamos... si pasa algo, al menos que los demás puedan notarlo. Sujeta firmemente sus cuchillos en las manos, pero cuidando de no dañar a nadie que pueda acercarse sin saber que ella está allí.

Vargo retrocede un poco hacia el grupo con un salto cuando se apagan las luces. Pués espera tener un blanco fijo que venían a ser esos ojos.. no estaba dispuesto a herir a nadie del grupo.

Mery permaneció en todo momento con su tripulación, pero algo no le convencía de ese ambiente.
Permanecía en silencio, alerta, tan sólo mirando a su tripulación y memorizando el sitio.

Cuando la luz se apagó, no tardó en desenfundar el látigo de su cintura.
¡Rata sarnosa! ¿Acaso no eres lo suficientemente valiente para enfrentarte sin tener que recurrir al escondite? Hizo chasquear el látigo en el aire hacia delante, donde las dos luces rojas de acercaban. Sabía que no tenía nadie de su tripulación delante, así que si se estaba acercando Necros, recibiría un buen azote.