Partida Rol por web

Piratas: La búsqueda del Oro de los Incas.

Capitulo 3.3: "La Mansión"

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02/03/2009, 15:47
Director

Notas de juego

La mujer es una mujer. Está inconciente atada a la cama. Piensas que el perro es de ella, por que cuando te acercas ladra más fuerte, pero nuevamente, no parece agresivo, sino un ladrido de advertencia.

Deberias poder despertarla con una tirada simple de medicina.

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02/03/2009, 15:51
Dr. James Spade

El Doctor retira la pistola mientras sale de la habitación.

- Está viva. Soltad al perro, es suyo.

Se dirije a los heridos, mirando el cuerpo partido de Crow. Se arrodilla junto a su cabeza y le susurra.

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02/03/2009, 15:53
Dr. James Spade

- Si lo hago, si voy a buscarte, te estaré condenando al Infierno, Crow. No quiero tener otra alma sobre mi conciencia. No quiero...

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02/03/2009, 16:12
Stanley Westen

Stanley, fiándose del doctor abre la jaula del perro.

-Vamos chico, eres libre, vuelve con tu dueña.

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02/03/2009, 16:27
Director

El perro, una vez liberado, sale pitando hacia donde está su dueña y comienza a pasarle la lengua por toda la cara...

Lentamente, la chica va despertándose y abre bien grande los ojos, mirándolos a todos los presentes con algo de miedo.

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02/03/2009, 16:30
Coraline

Poco a poco recupera la consciencia... pero no abre enseguida los ojos. Le duele demasiado todo el cuerpo.

La causa de su despertar: lametones en la cara, que sin duda le resultaban muy familiares. De nuevo lentamente, hace el esfuerzo de abrir los ojos. Lo primero que ve, es a un lobo, negro, con ojos amarillos. Luego, dirige la mirada hacia los demás presentes. Su primer instinto es pegar un bote, olvidando que seguía atada provocando un nuevo golpe contra la cama.

Sin saber porqué, aquel lobo era el único que le producía confianza. Sin decir nada, y acurrucada como puede, pasa su mirada de desconfianza por todos los presentes.

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02/03/2009, 21:04
Carmen

Hola guapa - le sonríe - ¿estas bien? Vamos a buscar algo para soltarte, no te preocupes. Todo esto pronto terminará.  Stanley, te quedas con ella mientras busco las llaves?.
Sin esperar respuesta la mujer se levanta y comienza a revolverlo todo.

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02/03/2009, 21:17
Peter de Vries

Tras el grito de Rodrigo, yo no puedo por menos que reír al ver el resultado de mis cuidados y digo.
¡Bueno!. No era tan grave después de todo. Me alegra tenerte de vuelta Rodrigo. De momento, no te muevas demasiado. Que los torniquetes que te he hecho, son algo chapuceros.
Ahora, miro como el doctor trata de ocuparse de Crow y yo, le digo.
Suerte con nuestro navegante. Creo yo que te hará falta.
Y como de momento, no parece que pueda hacer nada mas por los heridos, vuelvo a asomarme a la sala contigua. De camino, veo como Necross se va desaciendo en un charco de escoria y yo, asiento satisfecho.
Que adecuado. Que se pudra no solo aquí si no también en el infierno.
Cuando llego a la habitación, descubro que la dama en cuestión, parece que ha recuperado la consciencia. El chucho se dedica a darle lametones en la cara y Carmen, registra la habitación buscando algo mientras Stan, permanece al lado de la dama.
Adelantandome un paso digo.
De momento, olvidad el maldito grillete. La cama es de madera, ¿no?. Pues destrozad la madera. Ya nos ocuparemos de ese grillete con unas tenazas fuera de aquí.

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02/03/2009, 21:37
Elisabeth Williams

Elisabeth sigue en la otra sala, por lo que no se entera de nada.

Sin embargo, sigue al lado de Vargo y es testigo de lo que de Vries consigue con Rodrigo. La rubia lo mira impresionada.

Vaya, maestro artillero... parece que no es hablar lo único que hacéis bien. Comenta entre sorprendida todavía y aliviada... al menos había alguien con corazón entre toda aquella tripulación.

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02/03/2009, 23:32
Peter de Vries

Desde el umbral de la habitación, escucho el comentario de Elisabeth. Por tanto, me giro para contestar.
He tenido suerte a la hora de vendarle la herida. Aunque quizás, el aroma de vuestro actual perfume ha llegado hasta nuestro oficial. En cuyo caso, se comprenderia la reacción que ha tenido al espabilarse. Podéis creerme señora. Yo hubiera reaccionado de forma parecida si llego a estar en esa situación.
Tras decir esto, vuelvo a girarme para contemplar los movimientos de Carmen y Stan.
De momento, la desconocida sigue atada a la cama.

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03/03/2009, 00:05
Coraline

Ella sigue observando a todos con desconfianza, sigue acurrucada en un rincón con la especie de perro-lobo al lado.

Cuando Carmen se dirige a ella, la mira con una ceja levantada y observa sus movimientos.

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03/03/2009, 00:07
Coraline
Sólo para el director

Notas de juego

Mastercuñao, cuando mi pj vea que alguien se acerca al baúl o cofre de Necros, saltará para avisarles, mientras tanto sigue en ese shock ^^

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03/03/2009, 09:57
Jack Crow

-Me da igual estar condenado...morir con un traje de mujer? eso es ya estar condenado...- susurro o intento decir, pero no se si llegan a salir las palabras de mis labios.

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03/03/2009, 10:37
Stanley Westen

Stan se acerca hasta la cama y observa el grillete.

-Holandés, sujeta la cama para que no me caiga encima, intentaré romper la pata de una patada. Usted señorita- le dice a Elizabeth- sujete la cadena para que no tire de la chica cuando golpée la pata.

Dicho esto espera a que todos se pongan en sus puestos para golpear la pata de madera con su bota.

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03/03/2009, 14:44
Elisabeth Williams

Elisabeth, que sigue arrodillada junto a Vargo todavía, suspira y se pone en pie.

Enseguida vuelvo... ni te muevas. Las últimas palabras las dice en un tono amenazador, dejando claro que si oía una sola palabra de sus labios o un solo movimiento, vendría a atarlo ella misma para que se estuviera quieto para recuperarse. Vargo tenía que ayudarla en una "misión" y no iba a dejar que muriera.

Empapada en ron como estaba, podría parecer una vagabunda cualquiera... pero sus formas, sus andares, y sus gestos, delatan la nobleza que tan naturalmente emana de todo lo que hace. Se acerca a la desconocida y al lobo, con una sonrisa amable en el rostro, y se arrodilla junto a ella.

No os preocupéis... parecen unos cafres, pero os sacaremos de aquí. Susurra a la chica con su suave voz, mientras sujeta firmemente la cadena con ambas manos para, como había indicado Western, que la chica no se viera arrastrada tras el golpe.

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03/03/2009, 14:45
Peter de Vries

Al oír a Stan, me acerco a la cama y miro el lugar que ocupa nuestro navegante.
Agarro la cama por el reposa pies y me coloco listo para mantenerla inmóvil.
Listo por aquí. Pero si ves que esa pata te supone un problema, se corta y listo. Otra cosa no se, pero creo que entre todos, llevamos bastante acero cortante encima.
Miro de nuevo la pata de la cama en cuestión y no, no puedo evitar añadir.
Y si la madera fuera particularmente recia, no olvidéis mi método favorito para estas situaciones.

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03/03/2009, 15:21
Director

Stanley toma carrerilla al ver a Peter y a Elisabeth coger con fuerza la cama...

El marinero corre los metros que lo separan de la cama y la golpea con todo el tacón de su bota con todas las fuerzas que pueda tener...

La madera se rompe en dos cuando su bota la golpea, haciendo que salten astillas hacia todos lados, dejando libre el grillete de la chica.

Como buen caballero, Stanley se acerca a la chica para ver como se encuentra, como siempre sonriente.

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03/03/2009, 15:27
Director

Notas de juego

Cuñadita... vamos a cambiar lo de hija por hermana perdida por que me he dado cuenta que las edades no cuadran mucho y no creo que Stanley tuviera un hijo a los 12 añitos... xD

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03/03/2009, 15:28
Director

Cuando te acercas a ella, ves que la bella cautiva tiene un medallón abierto a la mitad colgando de su cuello, la cual deja ver una foto en el interior...

La foto es antigua y el rostro de la mujer que allí se ve está muy borroso... sin embargo... crees que la conoces, aunque no sabes de donde...

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03/03/2009, 15:32
Elisabeth Williams

Elisabeth, que se hallaba cerca de la desconocida, recoge la cadena y se la entrega.

Fuera de aquí os quitaremos ese grillete. De momento, tomad. Le da el grillete que había atrapado a la pata de la cama. Vuestra libertad es vuestra.

¿Estáis bien? ¿Podéis poneros en pie? Pregunta la rubia a la morena, ofreciéndole una mano para que se levante.