Escuché atentamente las teorías que formulaba Mattheus.
-Es cierto, suena rebuscado pero posible...
Zolgren que escuchó lo que contaba Mattheus sobre la posible respuesta a la desaparición de Anne. El hecho de que un arma ligera como un estoque parecía haber estado involucrada, podría indicar que hubo un combate entre Anne y quien quiera que fuera su atacante. En todo caso seguían siendo sólo suposiciones y deberían seguir indagando. Bien, volvamos a ver a Magissa a ver qué nos puede decir al respecto. dijo finalmente Zolgren, esperando que ese hilo les llevara a alguna parte.
-Me parece bien. Si tenemos razones para creer que Magissa se quedó con el estoque, entonces ella tendrá que responder nuestras preguntas. Vayamos a verla.
Magissa les miró atenta al volver. Su voz artificial, pero que a ellos les resultaba más natural que la del resto, sonó quizás con un deje de molestia. Estaba atareada escribiendo cuando volvieron, y dejó su pergamino, una larga lista de sumas y restas, a un lado para salir a su encuentro.
-"Ha tardado poco vuestra excursión en dar la vuelta. ¿En qué puedo ayudaros ahora? No sé qué más puede haber en mi caja de huesos que pueda ser digno de anotar."
Cuando le preguntaron si había vendido el arma de Anne sin decir nada, Magissa negó con la cabeza, acompañando su gesto con vehementes movimientos del dedo huesudo con un gran anillo de oro y esmeraldas.
-"Ni hablar, el estoque que vendí no era de Anne. Su arma no era de tanto nivel y, además, era más tipo sable de abordaje que estoque propiamente dicho, os digo que la reconocería, se la agencié yo y no soy ninguna paleta ni una lela. No soy yo de dejar en el cieno a nadie ni de cazar conejitos."
@Mattheus, he revisado esos post, y el fallo es mío. El error está en el texto de Magissa, debería haber dicho con malla, no con coraza.
Me adelanto a la pregunta que tengo clara que le haréis, para evitar pasar un turno más con ello (podéis hacer referencia a ello en el siguiente post para dejarlo claro o pedir aclaraciones extra)
Según Magissa, el sable que vendió no era el de Anne.
¿Debería creerle?
Me quedé pensativo un momento, tratando de darle vueltas al asunto.
No se que más preguntar. Jaja.
La respuesta de Magissa no fue la esperada y ahora el drow estaba algo bloqueado, pues no sabía muy bien cuáles podrías ser los siguientes pasos. Bueno... y si vamos a ver a Haim por si ha descubierto algo... sugirió, como única ocurrencia.
Por desgracia, las palabras de Magissa muestran que la teoría que tenía sobre la desaparición de Anne no era correcta pero aún así eso no significa que todo sea falso ya que estoy bastante seguro de que algo le sucedió a la pirata en la misma piedra que solía visitar. Aún así, no pienso desperdiciar el viaje a la "tienda" de la maga y aprovecho para hacer otra pregunta.
-¿Y el resto de las cosas que iban junto con el estoque? ¿Todavía las tienes? -le pregunto a la esqueleto- Me gustaría darles un vistazo -solo si esta se muestra reacia vuelvo a hablar- Nos debes ese pequeño favor después de mandarnos en busca de un muerto que ya ha sido devorado y cuyas pertenencias has comprado tu a cambio de unos fiambres, literalmente.
Independientemente del resultado, propongo ir en busca de Haim para enterarnos de que es lo que ha averiguado.
Si no podemos reunirnos con Haim, entonces le pregunto al resto ¿que hacemos? ¿visitamos el "charco" al que Bizcocho de Hígado iba para recolectar agua para sus rezos y que Kayru utiliza para beber? ¿O vamos a ver a Hargrimm para contarle lo que hemos descubierto y entregarle las astillas de hueso que junté? Con algo de suerte, puede que tenga algún hechizo que nos confirme que eran de Anne o que nos ayude a averiguar que pasó.
Magissa hizo sonar un chasquido de labios con su voz mágica.
Mattheus no necesitó recurrir a la negociación. Aunque un poco ácida y cínica, Magissa seguía colaborando, aparentemente, o al menos respondiendo a las preguntas con algo que tenía visos de verdad.
-"Lo siento, masca, la cruda realidad es que ya lo dí boleto. Pero me da la sesera lo bastante bien para haceros unos abradacabras que lo muestren." - hizo unos pases mágicos y aparecieron unas imágenes ilusorias de un estoque teñido de negro con un suave brillo azulado mortecino que no llegaba a iluminar, era más bien un reflejo. Junto a él una coraza de cuero ennegrecido, típica de asesino, con sus brazales y grebas y un capacete cerrado a juego.
-"El acero era de nivel, como veis" - la hoja era un poco más larga de lo típico, quizás 85 centímetros, y delgada como una aguja; con una cazoleta poco vistosa pero muy funcional que incluía gavilanes y un agarre de cuero para mejorar la tracción, nuevo y en perfecto estado. Parecía muy afilado y perfectamente cuidado, no emitía ningún fulgor, casi al revés, incluso a pesar de la sombra azulada que le recorría y que hablaba de magia. Una hoja encantada. Por lo demás no tenía ningún adorno típico de esas armas tan valiosas, ni joyas, ni decoraciones de materiales nobles, ni un escudo o símbolo - "un arma mágica, no particularmente poderosa, pero encantada en los Planos. No lo que lleva el típico matasietes de burgo."
-"La armadura había visto tiempos mejores" - la coraza era de calidad, resultaba obvio, el metal negro que la reforzaba parecía bueno y se habían cosido placas de cuero hasta cubrir cada zona importante del cuerpo, era una auténtica coraza no una simple chaqueta de cuero. Pero no tenia visos de magia y sí tenía tres tremendos agujeros formando un triángulo entre el pecho y el abdomen, cada uno lo bastante grande para ser causado por una lanza afilada o una espada fina, quizás un estoque grueso. Aunque más probablemente un pico o colmillo de buen tamaño. También tenía algunas marcas de garras que habían arañado la pintura, sobre todo en brazales y grebas - "pero no era mala, aunque no de nivel. Algo se podía sacar por ella."
-"También me trajo unas botas y ropa, no anoté mucho de ellas, olían mucho a fiambre y aunque no eran malas, la ropa, un mono de seda negro, estaba bastante rota, ensangrentada y sucia, el matasietes había acabado en el libro, obviamente y los mocasines acolchados aunque eran de calidad y cuidados estaban bastante usados, manchados y olían, además eran del 41, la gente que los usa suele ser pequeña. Esa ropa no tiene mucho mercado de segunda mano, sobre todo en ese estado."
-"La bolsa de calderilla también estaba bien llena. Tenía unas cuantas monedas, no muchas, pero todas de oro y algunos brillantes* cada uno de a 10. Un sueldo de masca en total. Tenía una trampa de aguja envenenada" - Magissa dejó que su voz mágica entonase una risa, probablemente para llamar la atención sobre lo baladí que había resultado la protección al acabar la bolsa en manos de no muertos.
*brillante en jerga no es necesariamente diamante, puede ser cualquier gema
Yo no confío mucho en Hargrimm. Así que lo dejaría para el final.
Magissa les mostró imágenes del equipo que había vendido, y realmente el estoque parecía de calidad. En todo caso, tampoco era una pista muy grande, el saber que había vendido un arma mágica. Vale... ¿y con tu magia podrías saber si ciertos restos de huesos pertenecieron a Anne? preguntó, esperando confirmar o no la idea.
-Sí, eso nos ayudaría mucho -secundé a Zolgren- Probaría que ella estuvo allí y que fue dañada de alguna forma...
-"No está entre mis abradacabras. Tal vez Hargrimm pudiera hacerlo, pero no pillo como podría sin cabrearla, si está apuntada en el libro. Y eso no es algo que le fuera a molar una quincalla."
Las palabras de Magissa, una vez más, me sonaron confusas.
-¿A qué te refieres? ¿Por qué le molestaría a ella que Hargrimm use su magia para identificar sus restos?
-"La cruda realidad es que cuando te apuntan en el libro que te vengan a brear es muy desagradable. Hargrimm siempre se niega a ayudar a un jodido sonao a desbarrar con alguien que es carne de la bestia, dice que es un acto de maldad ir a brear cuando estás fuera de alcance para siempre." - Magissa se encogió de hombros, dando a entender que a ella le daba un poco igual aquel acto gris - "Quizás en este caso haga una excepción, no sois unos lelos cualquiera que quieren darle a la húmeda un rato con quien han perdido para siempre ¿no?"
Al parecer, ese tipo de comunicación con los muertos, entendiéndose por muerto, bueno, los que están bien muertos, no era muy agradable para el interlocutor en cuestión.
Las cosas que se entera uno al meterse en esta clase de líos...
-Bueno, lamento que no sea agradable para ella, pero este es un asunto de una importancia que amerita tomarse algunas molestias. Y no, no se trata de conversar por conversar. Así que sí, si puede hacer una excepción sería de gran ayuda.
Sin haber conseguido nada útil y sin nada más que preguntarle por mi parte, dejo que mis compañeros se encarguen de la conversación con Magissa y espero a que terminen.
Por lo visto, ahora nos toca volver a encontrarnos con nuestro empleador, solo espero que vea la sensatez de nuestro pedido y que acceda a usar sus poderes.
Yo no tengo nada más que agregar así que por mi podemos ir en busca de Hargrimm (o lo que decida hacer el resto).
El camino volvió a perderles un poquito pero sólo hasta llegar al túnel principal. Pronto distinguieron la entrada a la cueva de Kayru y, justo al lado, a la que el Hombre de la Ceniza había ido a por agua. Una túnel más y reconocieron el amplio paso que llevaba a la Iglesia, que podía considerarse en fondo del complejo de cuevas.
Hargrimm seguía allí en la misma posición, con su báculo de cráneos de ojos brillantes. Les hizo señas para que se acercasen y hablasen.
Nuevamente me adelanto a la primera petición que sé que traéis. Aunque requiere una tirada de diplomacia llegar al punto que narramos la puntuación de Mattheus la hace trivial.
Si queréis otros servicios más invasivos puede ser necesaria una tirada mucho más difícil.
La voz de Hargrimm, ahora que habían escuchado a otros, resultaba más inquietante. Aunque era artificial y mágica, como la de Magissa, que tanto habrían apreciado Svenn y Haim, Hargrimm no tenía tono, resultaba tan ominosa como la de cualquier esqueleto por impersonal y fría, pero a diferencia de ellos, era así por propia naturaleza o voluntad del clérigo muerto viviente. Esa diatriba desapasionada hubiera sido su voz incluso si estuviera vivo.
Escuchó su petición, un tanto precavida por la predisposición que les había inculcado Magissa
-"Creo que, puesto que estáis seguros de vuestras sospechas, amerita averiguar si esas esquirlas son de Anne o no. No es mucho para concluir nada, ningún esqueleto va a morir por perder tan poco hueso, pero no es nada bueno. Supongo que Magissa esperaba que conjurara a Anne y le preguntara. No lo haré. Eso es una aberración y, aunque quisiera, necesitaría todo el cuerpo."
Tomó las esquirlas, las depositó en el altar, y empezó a hacer pases con su bastón mientras hablaba la lengua de los muertos. Tras unos segundos les siguió informando.
-"Pero hay otras formas menos invasivas, aunque más caras, de saber lo que queréis. Desde luego éstos fragmentos pertenecen a uno de nosotros. Veamos qué más podemos saber." -
Continuó sus pases mágicos y sus letanías en la lengua de la muerte, las calaveras de su báculo exhalaron nubes de maná plateado sobre las astillas que se extendieron por el altar y penetraron en los huecos craneales de Hargrimm que, de pronto, se iluminó en energía oscura durante algo más de un minuto.
Permaneció absorto, moviendo la mandíbula como en una conversación pero sin pronunciar palabra. Finalmente todo el espectáculo de luces y sombras se disipó y el clérigo se sentó en un banco, como si estuviera cansado.
-"Los restos son de Anne, no los perdió en un accidente y hubo violencia implicada en su pérdida. Anne fue atacada y ya no existe en Sigil ni sus alrededores, ha trascendido. Su atacante sí sigue fuera de los Planos Exteriores y, por tanto, está protegido por el destino de averiguaciones divinas."
-Bien, entonces ya podemos considerar a Anne como una víctima confirmada. Ahora el problema es cómo haremos para hallar al culpable. Si no está en los planos exteriores, entonces... ¿Donde lo buscaremos?
no me digan que esta en el plano material.
La visita a Hargrimm resulta ser mucho más provechosa que la que le hicimos a Magissa ya que tras hacer uso de sus poderes, el sacerdote nos confirma que Anne está "muerta" y que su atacante sigue en los planos exteriores, aunque esto último no nos ayuda en mucho...
-Lamento la pérdida de uno de los vuestros -le digo respetuosamente a Hargrimm, más como formalidad que por sentimiento- No podemos hacer nada por Anne pero si por encontrar al responsable, aunque antes deberíamos determinar si el causante de su partida es el mismo que está detrás de las otras desapariciones -agrego mirando también a mis compañeros, luego centro mi vista en el líder esqueleto- Desconozco el alcance de vuestros poderes pero ¿Conoce alguna manera mágica de averiguar por lo menos la naturaleza del atacante de Anne y así descartar que simplemente no fue una bestia de Bajosigil que salió por casualidad de los túneles? Además, ha dicho que su atacante está protegido de las averiguaciones ¿pero sería posible rastrear mágicamente un objeto? Anne estaba muy aferrada a su alfanje y este no se encontraba en la zona donde encontramos los restos.