Partida Rol por web

El gimnasio Olivo tomaba el nombre de la ciudad en la que se encontraba y su líder era Yasmina. El edificio no tenía nada reseñable, salvo como cabía esperar porque estaba hecho con múltiples metales de varios tipos y en cuyo techo parecía haber placas solares para abastecerle de energía. El edificio no era excesivamente amplio y para llegar al campo de batalla tan solo habría que cruzar un par de puertas.

En la segunda se hallaba Yasmina que saludó con una tímida sonrisa. Hola. Se atrevió a decir. La chiquilla era joven y apuesta, pero parecía muy tímida y no muy segura de si misma. Bienvenido a mi gimnasio. ¿Esta es tu segunda medalla, verdad? Ya veo que has conseguido la medalla Sabio, así que has debido de derrotar al Profesor. ¡Enhorabuena! Pero derrotarme a mi no te será tan fácil. Este combate será por parejas, así que el primero que logre derrotar a los otros dos pokémon ganará el combate. Dijo sin mucho ánimo y como si aquella frase se la tuviera más que aprendida de memoria. Daba la sensación de que no llevaba mucho tiempo siendo la líder de ese gimnasio.

¡Adelante! Dijo sacando a un gargantuesco Steelix y a un brillante Skarmory.

Al llegar a la ciudad la nariz de Erol se vio golpeada por el olor al mar, se sentía nostálgico, su casa en Ciudad Trigal no estaba muy lejos en barco, se planteo la idea de ir visitar a sus padres, pero había venido aquí por una razón y no era para andar haciendo visitas, puso rumbo al gimnasio pokemon.

El gimnasio no era nada especial en cuanto a diseño, pero el interior estaba tapizado con diferentes tipos de metales, eran tantos y tanto variados que Erol no podía identificarlos, tras pasar un par de puertas se encontró frente a frente con el líder de gimnasio.

Erol había oído hablar de ella y había visto varias fotos, pero al verla en persona lo dejo sin habla, era más hermosa de lo que decían y las fotos no le hacían justicia, su actitud tímida no hacían más que potenciar ese efecto.

-¡U-un placer! S-si logre derrotar al profesor, pero fue solo suerte- Erol estaba nervioso -S-soy Erol de Ciudad Trigal, hare mi mejor esfuerzo- añadió rápidamente dándose cuenta de que no se había presentado.

-¡Baki!-

-¡Cera!-

Una vez que el combate parecía empezar Erol se concentro en ello, este iba a ser un combate duro, frente a sus ojos aparecieron un Steelix y un Skarmory, Erol dudo un momento, pero recobro la compostura.

-Solo tenemos que atacar hasta que caigan, primero ese Steelix ¡Cera, Llueve hojas! ¡Baki, Gancho alto!- Erol dio la orden de atacar a Cera y Baki.

Yasmina sonrió al tímido muchacho y también se sonrojó. Había librado varios combates ya, pero aún así siempre le costaba relacionarse con la gente.

¡Encantada, Erol! Espero que nos lo pasemos muy bien en este combate.

Serperior se movió a tal velocidad que ni Yasmina ni su Steelix fue capaz de verlo. Se había movido a gran velocidad y antes de que se diera cuenta había proyectado un ciclón de hojas a través de su cola. El golpe fue crítico pues Steelix no fue capaz ni de moverse para mitigar el golpe. Yasmina se quedó boquiabierta al tener que enviar a su Steelix al campo de batalla tan rápido. No esperaba un resultado así. Segundos después, Kommo-o ya estaba dando un gran salto para golpear a su Skarmory que estaba sobrevolando el terreno. Skarmory tuvo que posarse en el suelo un momento para recuperar el aliento y después mirar a Yasmina a ver que hacía. La líder del gimnasio Olivo se sentía confusa ante la velocidad de su rival, y sin saber si eso serviría o no, le ordenó que golpeara fuertemente a Kommo-o. ¡No nos queda otra, si atacamos con pájaro osado no resistirás ni un golpe más! Y si generamos una avalancha, aunque dañemos a los dos, no nos servirá para derrotarlo. Así que lo único que se me ocurre es que golpees con todas tus fuerzas al dragón. ¡Usa cabeza de hierro!

El pokémon fue enviado con tanta potencia que se quedó ligeramente aturdido sin saber como reaccionar en el siguiente asalto. Quizá eso sería lo único que podría darle una posibilidad a Yasmina para evitar que Erol se llevase la medalla mineral.

La mirada de Erol, y su aura en general, había cambiado, su habitual nerviosismo se había ido, era una persona diferente, estaba tan concentrado en el combate que apenas podía pensar en algo más.

Cera y Baki se movieron como Erol esperaba de ellos, sabía que su mejor baza contra los poderosos pokemon de tipo acero sería la velocidad de sus pokemon, hasta Erol se sorprendió cuando Cera fue capaz de derribar al Steelix de Yasmina de un solo golpe, acababa de capturarla no hace mucho y aunque sabía que era fuerte, esto había sobrepasado sus expectativas, bien hecho.

-¡Baki!- grito Erol como una orden para que Baki cambiara de objetivo, el ataque había sido un éxito, habíamos logrado derribar a uno de los pokemon de Yasmina y herido al otro, pero Baki había recibido un golpe que lo había sacudido, por suerte se recupero rápidamente de el.

-Bien hecho Cera, ahora usa tu Poder Oculto. Baki, re-matalo con un Gancho alto-

Yasmina se tapó los ojos cuando vio como Serperior volvía a atacar a su Skarmory, esta vez Serperio lanzó una esfera de múltiples colores evitando así que la líder supiera qué tipo de ataque era ese. Cuando abrió los ojos pudo ver como Skarmory, muy debilitado respiraba hondo tratando de obtener algo de oxígeno, pero aún seguía en pie dispuesto a seguir peleando por la medalla mineral.

¡Por todos los minerales del mundo, Skarmory, qué resistente eres! ¡Cómo me gustas! ¡Ahora sigue aguantando así y golpea al dragón de nuevo con tu cabeza de hierro!

El pokémon dragón lo único que pudo hacer en ese momento fue avanzar para volver al campo de batalla, lo cuál aprovechó Skarmory para volver a golpear con su cabeza. Aún así, el golpe seguía sin ser lo suficientemente poderoso como para derrotarle. 

Erol quedo impresionado por la fuerza de voluntad del Skarmory de Yasmina, había logrado mantenerse en pie después del ataque de Cera y había vuelto a atacar a Baki, que no pudo hacer nada más quedo aguantar estoicamente el golpe, al parecer el anterior golpe lo había dejado algo aturdido, pero logro soportar este segundo ataque muy bien.

-¡Nosotros tampoco nos dejaremos caer! ¡Cera! ¡Baki! ¡Acabemos con esto de una vez por todas!-

Comprobando que Baki podía seguir en pie, Erol dio la orden de acabar este combate.

-Cera, Pulso Dragón-

No había necesidad de sobre exigirle a Baki, estaba herido y era seguro que Cera podía ponerle fin a este combate con su velocidad y poder.

Skarmory no tenía nada que hacer, como mucho podría esquivar el golpe realizado por Serperior, pero estaba tan gravemente herido que no tuvo suficientes fuerzas para intentarlo. Así que Erol pidió a su pokémon que realizara un último movimiento para acabar con él y derrotar así a la líder del gimnasio Olivo.

Enhorabuena. ¡Lo conseguiste! Exclamó recogiendo su pokémon y devolviéndolo a la pokéball. 

Eso significa que acabas de obtener tu segunda medalla, la Medalla Mineral. Toma. Dijo haciéndole entrega de ella.

Espero que los combates triples se te den también como éste. Concluyó sonrojándose pues había hablado ya más de lo que era habitual en ella.

-¡Lo hicimos!- Erol estaba muy feliz por haberle ganado a Yasmina, corrió y abrazo a sus pokemon, ellos le habían dado estaba victoria, junto a ellos su sueño de ser un maestro pokemon no parecía imposible.

Cuando Yasmina se acerco a felicitarlo y hacerle entrega de la medalla, Erol se puso muy nervioso, era muy bonita y le daba pena estar junto a ella, ademas se sentía avergonzado de haberle ganado, tal vez ahora lo odiaba -¡m-muchas gracias!- con esas palabras Erol salio corriendo del gimnasio pokemon, huyendo de su vergüenza.

Ya en el exterior y más tranquilo, decidió que lo mejor era entrenar un poco, el siguiente combate seria una batalla triple, lo mejor sería mejorar su trabajo de equipo y el entrenamiento no le vendría mal al nuevo pokemon que había capturado antes.

El gimnasio Olivo tomaba el nombre de la ciudad en la que se encontraba y su líder era Yasmina. El edificio no tenía nada reseñable, salvo como cabía esperar porque estaba hecho con múltiples metales de varios tipos y en cuyo techo parecía haber placas solares para abastecerle de energía. El edificio no era excesivamente amplio y para llegar al campo de batalla tan solo habría que cruzar un par de puertas.

En la segunda se hallaba Yasmina que saludó con una tímida sonrisa. Hola. Se atrevió a decir. La chiquilla era joven y apuesta, pero parecía muy tímida y no muy segura de si misma. Bienvenido a mi gimnasio. ¿Esta es tu primera medalla, verdad? Temo decirte que el tipo acero es uno de los tipos con menos debilidades y que derrotarme no te será nada fácil. Este combate será individual, así que el primero que logre derrotar al otro ganará el combate. Dijo sin mucho ánimo y como si aquella frase se la tuviera más que aprendida de memoria. Daba la sensación de que no llevaba mucho tiempo siendo la líder de ese gimnasio.

¡Adelante! Dijo sacando a un gargantuesco Steelix. Los datos de la pokédex lo definían como un pokémon aún más grande que los de su especie.

Zakkai siguiendo el consejo de Lario fue al Gimnasio Olivo a enfrentar al otro líder que se especializaba en Pokémon de tipo acero.

Al llegar Zakkai sentía que esto podría ser un nuevo comienzo para su camino como entrenador Pokemon y poder superar sus anteriores derrotas y mejorar,al ver que la líder de gimnasio era bastante joven y al parecer poco experimentada,el joven retador no pudo evitar sentirse identificado con ella afirmando con el mismo entusiasmo -Si vamos a combatir-.

Zakkai no tardó en sacar a Iron para empezar con el combate contra el tipo acero,pero no solo el entrenador estuvo sorprendido al ver el descomunal Steelix de Yasmina.

A pesar de la primera impresión que tuvo Zakkai agitó su cabeza y empezó con la primera orden para empezar el combate -Iron usa Puño Drenaje.

La velocidad iba a ser clave en aquel combate. Ambos pokémon eran especialmente lentos y también muy poderosos. Cuando salieron al campo de batalla se quedaron fijamente mirándose a los ojos, como contemplándose las almas y siendo capaces así de saber cuál iba a ser el movimiento del otro.

El primero en reaccionar fue Kommo-o que tras recibir la orden de su entrenador impactó un duro golpe en el metálico cuerpo de Steelix A pesar de su tamaño y su gran defensa el golpe fue lo suficientemente duro como para no ser capaz de resistir otro igual. Yasmina se llevó las manos a la cara pues el movimiento de tipo lucha sabía que le iba a doler y ella podía sentirlo. ¡Aguanta, el golpe, Steelix, y congélalo con tu mordisco! Si eres capaz de hacerlo, habremos ganado el combate. Pero no fue así, la potente mandíbula enganchó al dragón y sus colmillos de hielo le provocaron una gran herida, pero aún así él también fue capaz de sobreponerse y resistir. Ninguno de los dos ataques había sido suficientemente devastador como para derrotar al otro, pero muy probablemente todo se vería resuelto en el siguiente asalto.

Zakkai se sorprendió al ver que ese gran Steelix podía usar un movimiento como lo era colmillo hielo que pudo afectar bastante a Iron,la batalla hacia que su sangre hirviera de la emoción.

El joven retador estaba emocionado ambos Pokémon habían intercambiado potentes ataques pero la batalla aún no había terminado a lo que no pudo evitar gritar emocionado a su Kommo-o -Vamos Iron usa Puño Drenaje y derrotarlo antes de que use su colmillo hielo o podría ser peligroso.

Ante las indicaciones de su entrenador Kommo-o salto abalanzandose con un potente Puño Drenaje contra Steelix.

El pokémon de Yasmina fue mucho más lento que Kommo-o y aquello fue lo que necesitó para Zakkai para derrotarle. El fuerte puñetazo del dragón no solo sirvió para debilitarle por completo, sino también para recuperar gran parte de su energía. 

El gargantuesco Steelix cayó al suelo creando un gran temblor en el gimnasio y Yasmina lo devolvió rápidamente a su pokéball. ¡Guau! ¡Ha sido un combate muy intenso! Pero lo cierto es que te mereces la medalla Mineral. ¡Has hecho un gran trabajo! ¡Enhorabuena! ¡Espero que tengas la misma suerte en el resto de combates! Toma, esto es para ti

El gimnasio Olivo tomaba el nombre de la ciudad en la que se encontraba y su líder era Yasmina. El edificio no tenía nada reseñable, salvo como cabía esperar porque estaba hecho con múltiples metales de varios tipos y en cuyo techo parecía haber placas solares para abastecerle de energía. El edificio no era excesivamente amplio y para llegar al campo de batalla tan solo habría que cruzar un par de puertas.

En la segunda se hallaba Yasmina que saludó con una tímida sonrisa. Hola. Se atrevió a decir. La chiquilla era joven y apuesta, pero parecía muy tímida y no muy segura de si misma. Bienvenido a mi gimnasio. ¿Esta es tu primera medalla, verdad? Temo decirte que el tipo acero es uno de los tipos con menos debilidades y que derrotarme no te será nada fácil. Este combate será individual, así que el primero que logre derrotar al otro ganará el combate. Dijo sin mucho ánimo y como si aquella frase se la tuviera más que aprendida de memoria. Daba la sensación de que no llevaba mucho tiempo siendo la líder de ese gimnasio.

¡Adelante! Dijo sacando a un gargantuesco Steelix. Los datos de la pokédex lo definían como un pokémon aún más grande que los de su especie.

Llegó al gimnasio después de preguntar a unas cinco personas distintas. Las indicaciones no eran lo suyo definitivamente. Aún así tuvo que mirar dos veces que estaba en el lugar correcto. El gimnasio se le hacia como una de esas grandes compañías de negocios que había visto alguna vez en la tele. Inspiró hondo y empujó la puerta, sintiendo el corazón latiendole en los oidos, y con la pokebola de Shiro firmemente apretada en su mano libre. "Mi primer gimnasio...".

Las luces lo cegaron momentaneamente y se detuvo para recuperar la visión, dirigiendo su mirada hacia la voz que le había recibido. Sonrió ampliamente al enfocar a la chica y alzó su brazo con entusiasmo a modo de saludo. -Hola! - Su grito inintencionado resonó en las paredes del gimnasio - Wooow - musito girando sobre si mismo para ver el lugar completamente. Su corazón salto al reconocer al pokemón que la muchacha había llamado "Steelix!" Había visto muchos en las montañas, ahora se sentía más confiado que antes.

-De acuerdo, hagamoslo! Shiro! - Lanzó su pokebola al aire y su Charizard se materializo surcando el aire antes de aterrizar pesadamente en la arena.

-Shiro usa lanzallamas! - Gritó sin perder el tiempo con su vista fija en el combate.

Arahel sacó a Charizard que sobrevoló el campo de batalla. Yasmina se preocupó, temía soberanamente los pokémon de tipo fuego. Por suerte sabía técnicas especiales que le ayudaban contra él, pero por desgracia Charizard era invulnerable a los movimientos de tipo tierra lo cuál le ponían en una clara desventaja.

Yasmina sabía cuál iba a ser el resultado de aquel combate antes de que supiera, pero confió en que aún tuviera una oportunidad.

El pokémon de fuego sobrevoló el campo e impactó con una potente llama en el gigantesco cuerpo de Steelix. El enorme pokémon no fue capaz de resistirlo y al ser tal vulnerable cayó en el mismo asalto antes de poder absolutamente nada por esquivarlo.

Yasmina parecía triste por perder y no por el estado de su pokémon. Sabía que era fuerte y sobreviviría a aquel combate. De hecho su pokémon era mucho más fuerte que ella. Toma. Esto también es para ti. Te la mereces. Dijo haciendo entrega de la medalla mineral con muy pocos ánimos.

El gimnasio Olivo tomaba el nombre de la ciudad en la que se encontraba y su líder era Yasmina. El edificio no tenía nada reseñable, salvo como cabía esperar porque estaba hecho con múltiples metales de varios tipos y en cuyo techo parecía haber placas solares para abastecerle de energía. El edificio no era excesivamente amplio y para llegar al campo de batalla tan solo habría que cruzar un par de puertas.

En la segunda se hallaba Yasmina que saludó con una tímida sonrisa. Hola. Se atrevió a decir. La chiquilla era joven y apuesta, pero parecía muy tímida y no muy segura de si misma. Bienvenido a mi gimnasio. ¿Esta es tu tercera medalla, verdad? Ya veo que has conseguido dos medallas. ¡Enhorabuena! Pero derrotarme a mi no te será tan fácil. Este combate será triple. así que la primera que logre derrotar a los otros tres pokémon ganará el combate. Dijo sin mucho ánimo y como si aquella frase se la tuviera más que aprendida de memoria. Daba la sensación de que no llevaba mucho tiempo siendo la líder de ese gimnasio.

¡Adelante! Dijo sacando a un gargantuesco Steelix, a un brillante Skarmory. y un Ferrothorn

Chartreuse gustó mucho del gimnasio. Las instalaciones se veían fuertes y rudas, hecha de raros metales. Seguro que se enfrentaría a alguien con inigualable fuerza y dureza, por eso se llevó una máxima sorpresa al ver a una chica tímida detrás de la última puerta.

-¿Tú eres la líder Yasmina? -Fue una pregunta más bien dirigida a sí misma, cuestionando la realidad, pero la actitud de la entrenadora en cuanto escuchó a la líder decir que sería una difícil batalla... por más practicado que se viera su discurso-. ¡Entonces daremos todo de nosotros! 

Chartreuse lanzó a las tres pokebolas en el campo dejando salir a los peleadores.
-Laura, vamos a corresponder la bienvenida, ¡haz Sorpresa! -Volteó a ver al kindgra-. Alonso, ese steelix se ve seco, vamos a refrescarlo con Cascada -Por último, señaló al ludicolo-. De hecho, todo el lugar se siente muy seco, hay cambiar eso, Danza lluvia.

El combate entre Yasmina y Chartreuse daba comienzo. Esta vez los pokemon de la aspirante eran muchísimo más rápidos que los del rival. Toxicroak salió de la pokéball justo detrás de Skarmory que le metió un susto, no muy impactante pero sí lo suficiente para que se asustara y se refugiara detrás de Yasmina. Después Kingdra lanzó un fuerte chorro de agua contra Steelix que poseía una gran defensa y fue capaz de aguantarlo. Y por último, y como ya era tradición en Ludicolo, comenzó el combate cambiando el clima a uno más favorable para su equipo.

Mientras tanto, Yasmina no se anduvo con contemplaciones y ordenó a su Steelix golpear el suelo para generar un grave terremoto que dañaría a todos sus oponentes y tan solo haría unos rasguños a su Ferrothorn. Rasguños que además no tardó en sanar gracias a las drenadoras que había lanzado sobre el dragón de Chartreuse.

El combate había dejado a Toxicroak debilitado y al resto gravemente heridos, lo que hacía que aquel combate pintase mal para Chartreuse.

Para tener la impresión de una tímida chica que no podía más que dar discursos practicados, en la batalla, la líder Yasmina parecía ser alguien totalmente diferente. Provocando que Chartreuse se quedara con la boca abierta ante la rápida estrategia que terminó por derrotar al toxicroak y dejar en mal estado al kingdra.

La joven entrenadora movió la cabeza saliendo de su estupefacción y se centro en el ahora, en primera instancia llevando al toxicroak de vuelta a la pokebola. -Hiciste tu parte, Laura. Descansa, el resto viene por nuestra cuenta -Señaló directo al skarmory con determinación-. Alonso, ese skarmory no ha hecho nada, no hay que dejar que lo haga, ¡Cascada! -Chartreuse volteó hacia al ludicolo-. Y tú, Pancho, bien hecho con la lluvia. Ya sabes qué hacer, Surf.