Partida Rol por web

Zakkai había perdido y aunque sabía que ninguna batalla de gimnasio era fácil no podía creer que sus dos pokemones hubieran sido derrotados de una forma tan sencilla sin decir mayor palabra más que ahora despedirse del líder Zakkai abandonó el gimnasio en camino al centro Pokémon,esperando tener más suerte en el próximo destino que tomaría cuando su equipo estuviera recuperado.

 Milo suspiró profundamente en cuanto vio llegar al entrenador que tenía frente a él. El joven de pelo verde se hallaba sentado en un campo de hierba junto a una cesta y un mantel de cuadros, mirando a la puerta por la que acababa de entrar. En lo alto del gimnasio se podía ver un hermoso cielo azul con un potente sol que calentaba la piel de todos los presentes.

Bienvenido a mi gimnasio, mi nombre es Millo y este es el gimnasio Gres. Veo que ya tienes siete medallas, así que la Medalla Rama será tu última prueba antes de enfrentarte a los líderes de la liga. Entendido. Dijo poniéndose en pie para prepararse para el combate. Lucharemos en un combate uno contra uno y el que derrote a tres pokémon vencerá. Se permitirá usar a los seis pokémon del equipo y cada uno tendrá derecho a dos cambios Dijo sonriente y con buen ánimo mientras se retiraba un pequeño palito de hierba seca. Después se agachó para tomar una botella de vino y servirse una copa para finalmente sacar una única pokéball y lanzarla al aire. 

¡Bien, Whimsicott! ¡Demuestra a este entrenador de lo que tú eres capaz!

Thosio había hecho un largo recorrido para llegar hasta el octavo gimnasio. En esta ocasión tendría que enfrentarse a Millo y sus Pokémon de tipo planta. El entrenador estaba muy concentrado y barajaba todas las posibilidades que tenía a su alcance para hacer frente a aquél último reto. 

El clima era sofocante debido al sol que pegaba con fuerza. Sabía que muchos pokemon de tipo planta se beneficiaban de este clima, activando habilidades como clorofila y potenciando el movimiento síntesis, con el que se sanan mayor cantidad de salud. Pero era un arma de doble filo si su rival contaba con el fuego de su parte. 

Por lo pronto se decidió por sacar un pokemon que asustaria a ese Whimsicott. - Adelante Tenacitas. -  Su Scizor podría aguantar cualquier ataque de planta o hada y tenía intención de golpear primero y donde más le dolería - Vamos compañero, utiliza tu Puño bala! 

Millo se asustó en cuanto vio aparecer a Scizor, un pokémon de bicho y acero era justo lo que más podía temer Whimsicott. Así que, sin dudarlo ni un momento, sacó de nuevo su pokéball para devolverlo a ella y sacar un pokémon mucho más duro y pesado. Era su férreo Ferrothorn.

Scizor había salido a atacar con gran velocidad y al ver aparecer a Ferrothor trató de frenar el golpe sin mucho éxito. El pokémon logró golpear a su rival sin mucho éxito, para después recibir un duro golpe por culpa del impacto. Las púas del pokémon de Millo sumado al objeto que tenía equipado lo convertían en un pokémon difícil de tocar. Y el pokémon bicho recibió un impacto mucho mayor del daño que había causado a su rival.

Toshio apartó la mirada cuando vio aparecer a ese Ferrothorn. El impacto que sufrió su Scizor contra las púas de acero de su rival fue demoledor. Estaba claro que Millo tenía bien protegido a su equipo de los ataques físicos.

-Tenacitas, vamos a echar el freno un momento, tenemos que pensar con calma nuestra situación - y así era. Había logrado que Millo gastarse un cambio y frenase en seco su ofensiva. Pero al igual que Scizor no tenía nada que fuera especialmente efectivo contra ese Ferrothorn, su rival tampoco podría hacer mucho frente a Tenacitas. - Utiliza Respiro, te necesitamos al 100% - había llegado el momento de tantear a su rival... 

El combate había comenzado con mucha intensidad y ambos entrenadores tomaron la decisión de bajar el ritmo. En primero lugar, Toshio mandó a Scizor descansar un poco para así retomar sus fuerzas y recuperar toda su salud. Mientras tanto, Millo ordenaba a su pokémon que recubriese el campo con púas que dañarían a los posibles enemigos que salieran a combatir dándole una ligera ventaja al líder del gimnasio.

El Ferrothorn de Millo comenzó a esparcir sus púas metálicas por todo el campo de Toshio. Esto preocupaba bastante al entrenador, ya que los pokémon que saliesen al campo de batalla y tocasen el suelo, se harían daño.

Estaba claro que aquél Ferrothorn no solo había salido para frenar el potencial físico de su Scizor, sino también a preparar el terreno de combate para el resto de sus compañeros. Toshio necesitaba meter algo de presión sobre su rival. - Vamos Tenacitas, es hora de golpear y salir corriendo. Utiliza Ida y Vuelta - Scizor se abalanzaría contra esa bola pinchuda y sufriría casi tanto daño como su propio rival, pero al menos podía sacar a Scizor de aquél punto muerto sin la necesidad de gastar los limitados cambios de los que disponía.

- Cheeta, tu tomarás el relevo de Scizor - susurró a la pokéball de su Infernape que ya tenía preparada para cuando Scizor regresase...

¡Es momento de empezar a absorber su energía! Dijo Millo a Ferrothorn confiando en que su ataque drenadoras causara el daño suficiente a su rival para empezar a recuperar su salud. En ese mismo momento, Toshio ordenó a su pokémon que realizara un ataque de ida y vuelta para golpear al pokémon de Millo sin mucho éxito pero así salir del combate.

Aquel rápido movimiento y de una gran estrategia hizo que Scizor volviera a su pokéball y en su lugar saliera Infernape el cuál recibió el daño de las púas del campo de batalla y fue infectado por las drenadoras de Ferrothorn. Millo sabía que en cuanto Toshio sacase a un pokémon de tipo fuego no tendría mucho que hacer, aunque confiaba en que hubiese gastado un cambio cuando eso sucediera. Ferrothorn era muy débil al fuego, pero quizá podría causar algo de daño hasta que llegara el momento de ser debilitado.

El movimiento de Toshio había sido más o menos exitoso. Si bien había logrado sacar a Infernape a combatir sin gastar ninguno de sus pocos cambios, éste había sido infectado por las drenadoras de Ferrothorn, cuando el entrenador se esperaba que Millo siguiera poniendo trampas en su terreno. Pero al menos tenía al pokémon rival en el punto de mira y con un buen ataque de tipo fuego se lo podría quitar de en medio.

- Vamos Cheeta, es hora de acabar rápidamente con ese Ferrothorn. Usa Puño Fuego!

Millo se llevó las manos a la cara cuando vio a Infernape asestar aquel terrible puñetazo de fuego. El impacto fue demoledor, pues el clima del gimnasio lo potenció aún más. El pesado Ferrothorn fue enviado varios metros hacia atrás y Millo salió corriendo para devolverlo a su pokéball. Lo siento. Se lamentó mientras acariciaba el aparato de contención. 

El líder del gimnasio miró con el rostro serio a Toshio, aquel ataque devastador hizo que Millo frunciera el ceño y se concentrase aún más en el combate. No estaba enfadado, sabía que eso podría pasar, pero desde luego que no estaba a gusto con cómo se estaba decantando el combate.

¡Ha llegado tu hora, Jumpluff! ¡Acabemos con Infernape de un solo golpe! Le ordenó a su compañero.

-Has hecho un buen trabajo, Cheeta. - Dijo Toshio al ver cómo derrotaba al Ferrothorn de Millo. Pero ahora estaba en desventaja, ya que Jumpluff sería más rápido que su Infernape y probablemente atacaría con un golpe de tipo volador. Y puesto que Toshio no tenía ningún cambio seguro, no tuvo más remedio que dejar a su Infernape en el campo - Aunque no sea muy efectivo, utiliza Ultra puño y golpea a ese Jumpluff antes de que pueda hacer nada más. 

Millo empezaba a estar cansada por la intensidad del combate. Él era el líder de los pokémon tipo planta y era un buen estratega, pero los combates que se alargaban tanto se le hacían un poco cuesta arriba pues él estaba acostumbrado a tomarse la vida relajadamente y disfrutar de ella.

¡Venga, Jumpluff, es hora de acabar con Infernape, demuéstrale la velocidad de los pokémon planta y voladores! Y justo cuando Jumpluff iba a golpear con su esponjoso cuerpo, Infernape logró encajar un pequeño golpe en el pokémon. A penas le hizo un rasguño, pero quizá ese golpe pudiera llegar a ser determinante en algún momento.

Segundos después Infernape cayó al suelo gravemente debilitado quedando fuera de combate y restando uno a los pokémon que Toshio podría seguir usando para ese combate.

Toshio retiró a su debilitado Infernape del combate. - Lo has hecho realmente bien. Ahora tómate un descanso y deja que el resto del equipo termine lo que has empezado. - Acto seguido tanteó sus posibilidades y vio una oportunidad que no podía dejar escapar. Tomó la pokéball de Gardevoir y la lanzó con entusiasmo - Adelante Lucy. Es hora de sacar ventaja a la habilidad de ese Jumpluff.

Gardevoir salió al terreno de combate. Nada más visualizar a su enemigo y gracias a su habilidad rastro, copiaría la habilidad Clorofila de Jumpluff. Quizá no sería más rápida que el propio Jumpluff, pero si lograba derrotarlo, Gardevoir estaría en una posición muy ventajosa para el resto del combate.

- Lucy, utiliza todo el poder de las hadas y golpea con Fuerza Lunar!

Gardevoir salió al campo de batalla, clavándose las púas que Ferrothorn había lanzado anteriormente y su habilidad rastro se activó copiando la habilidad clorofila de Jumpluff provocando un aumento considerable en su velocidad. El combate estaba aún lejos de resultar decisivo y cada movimiento y estrategia podría decantar la balanza hacia un lado o hacia otro.

A pesar de ello, Jumpluff actuó más rápido que Gardevoir logrando impactar con su cuerpo al pokémon que tenía delante dejándole gravemente herido. Aún así, el pokémon psíquico se mantuvo en pie y contraatacó con un movimiento que invocaba todo el poder de la luna.

El impacto fue demoledor y Jumpluff fue precipitado contra el suelo. ¡No te rindas! Le gritó Millo confiando en que su ligero pokémon pudiera volver a salir a flote y levantar el vuelo. 

Aquellas palabras insuflaron ánimo en su compañero y Jumpluff abrió sus pequeños ojitos para salir flotando de nuevo y continuar en el combate. ¡Bien hecho!

Si bien la idea de aprovechar la habilidad de Jumpluff a su favor era buena, el pokémon rival seguía siendo mucho más rápido que su Gardevoir. 

- Lucy, sigue luchando hasta el final. Utiliza de nuevo Fuerza Lunar!

Era arriesgado, y Toshio sabía perfectamente que su Gardevoir no aguantaría otro golpe como aquél. Pero realizar un cambio y sufrir otro golpe gratuito era igual de peligroso. Más cuando no tenía a nadie en su equipo capaz de resistir el golpe de Jumplufff....

¡Una vez más, Jumpluff! Le ordenó a su pokémon para que repitiese el movimiento que había ejecutado anteriormente. El pokémon volador golpeó de nuevo con su cuerpo regordete, Gardevoir fue impactado con gran fuerza y el pokémon fue enviado avarios metros de distancia quedando fuera de combate.

Millo sonrió al ver como su Jumpluff había dado la vuelta al combate logrando eliminar a dos pokémon de Toshio. La verdad es que no estaba nada confiado en lo que podía pasar, y aún menos después de los primeros asaltos.

Ahora Millo tenía de su lado la velocidad, y eso seguramente le garantizaba un nuevo impacto contra el próximo pokémon que Toshio sacara y si a eso se le sumaban las púas del campo de batalla, garantizaban a Toshio un cuarto pokémon gravemente herido.

Thosio retiró del campo de batalla a su Gardevoir inconsciente. La idea había sido buena, pero Jumpluff de base había sido más rápido y logró aguantar el ataque de Gardevoir. Ahora solo le quedaba una opción para superar en velocidad al pokémon de Millo, y era Scizor.

- ¡Tenacitas, es hora de volver al campo de batalla. Utiliza Puño bala y deja fuera de combate a ese Jumpluff!

Toshio era un gran entrenador y no en vano era el primero en la clasificación. Sabía que si sacaba a un pokémon nuevo era muy posible que Jumpluff le encajase un nuevo golpe antes de que pudiera dañarle, por lo que sacó a su pokémon de acero con capacidad de adelantarse a los movimientos del rival por muy rápido que estos fueras.

Desgraciadamente las púas del campo de batalla hicieron que Scizor recibiera algo de daño debilitándolo aún más de lo que ya estaba, pero eso no fue suficiente para amedrentarle y con un rápido puñetazo golpeó al pokémon volador de Millo dejándolo fuera de combate e igualando el marcador.

Millo se había quedado muy decepcionado al ver aquello y tomó su cuarta pokéball confiando en las posibilidades que su nuevo pokémon tendría en aquel combate.

¡Adelante, Simisage, confío en ti!

Millo había sacado a un nuevo pokémon de tipo planta. Si bien, a priori, no parecía que tuviese algo especialmente fuerte contra Scizor, Toshio no se podía fiar del todo. Su pokémon había sufrido daño al entrar al campo de batalla y no estaba al 100% de sus capacidades. Así que lo mejor era aguantar cualquier ataque del su rival y optar por un movimiento defensivo. 

- Tenacitas, utiliza Respiro. Vamos a recuperarnos antes de pasar a la acción.

Toshio decidió usar una estrategia algo más defensiva contra Simisage y decidió tomarse un respiro para recuperar completamente su salud. Pero aquel movimiento le costó muy caro a Scizor, pues su rival, aunque no era un pokémon más rápido que él, sí que era suficientemente fuerte como para ejecutar un movimiento de tipo volador y golpear con todas sus fuerzas dejándolo gravemente herido.

Ese combate aún estaba muy lejos de ser decisivo y Millo estaba recurriendo a todas sus energías para no dejar a Toshio que ganara la medalla Rama.