Partida Rol por web

Acceder al gimnasio noche no era tarea sencilla. Resultaba tan complicado como hacerlo para ir al gimnasio sombrío. Parecía que los entrenadores de tipo siniestro ponían sus ubicaciones en los lugares más remotos y lejanos. Para viajar hasta allí había que comprar un pasaje de avión y dirigirse a la región situada más al norte. Una vez aterrizados había que subir a lo alto de una montaña para después descenderla y llegar a un agujero situado en el valle.

En el lugar jamás llegaba la luz del sol, primero porque estaban tan al norte que las noches duraban meses, y segundo porque cuando tocaba que los días durasen lo mismo que las noches, las montañas hacían sombra. Así que a aquel agujero nunca llegaba la luz del sol.

El aspirante temía haberse perdido pues llevaba días de viaje hasta que encontró el letrero que indicaba que era por allí. Llegó a un agujero que había en el suelo junto a una escalera de mano para introducirse en él. Sacó su teléfono móvil y alumbró el lugar dándose cuenta que efectivamente, todo aquello tendría que ser porque el gimnasio era de tipo siniestro.

Cuando llegó al final de la escalera, siguió un pasillo sin salida para llegar, ¡POR FIN! a un campo de batalla de escasa iluminación. De pronto una mujer apareció con el pelo plateado y vestida de colores claros. Sacó su teléfono móvil para iluminar su cara dándole un aspecto aún más siniestro por la inclinación de la luz.

Veo que si has llegado hasta aquí es porque de verdad quieres esforzarte en conseguir la medalla sombra. El primer reto lo has superado, pero el segundo es derrotarme a mi y a mis compañeros. Soy Karen, la líder del gimnasio Noche y no tengo intención de ponértelo nada fácil.

Tras aquellas palabras apagó la luz del móvil y solo las luces de emergencia iluminaban el lugar dejándolo todo en una horrible penumbra que dificultaría de forma soberana el combate allí.

El combate lo haremos doble. Usaremos cuatro pokémons, no podremos hacer ningún cambio y el ganador será aquél que derrote a tres pokémon del rival. ¿Entendido? 

Y tras aquellas palabras, Karen sacó a sus dos primeros pokémons:

¡Adelante, Umbreon y Houndoom!

Toshio había llegado por fin al gimnasio noche. El viaje hasta el último confín del mundo, o eso le había parecido al entrenador, fue largo y algo tedioso. Le dio tiempo a confraternizar algo más con su equipo y preguntarse qué pokémon de tipo Siniestro tendrías guardados la líder Karen.

Cuando por fin llegó y pudo "ver" el gimnasio y a su líder, Toshio sintió un escalofrío que le recorrió toda la espina dorsal. La falta de luz jugaría un papel muy importante en este combate, por lo que no podía permitirse ningún descuido. Cada turno sería clave.

Al ver aparecer a los dos primeros pokémon de Karen, Umbreon y Houndoom, Toshio tragó saliva. Admiraba y temía a partes iguales a ambos pokémon. Así que eligió cuidadosamente a sus pokémon:

- ¡Aegon, Mordisquitos, el momento ha llegado!

Toshio liberó de sus pokéball a Hydreigon y a Feraligatr. El pokémon dragón parecía estar cómodo entre tanta oscuridad, hasta se mostraba relajado. Mordisquitos por su parte estaba casi tan tenso como su entrenador.

- Centrad vuestros esfuerzos en golpear a Houndoom. Aegon usa Tierra Viva, Mordisquitos utiliza Hidroariete. ¡Tumbad a esa amenaza!

El combate del Gimnasio Noche daba comienzo en el momento en que Hydreigon comenzó a reavivar la tierra que golpeó de pleno en el pokémon de tipo fuego causándole un gran daño que lo dejó totalmente debilitado antes de que pudiera hacer nada. Houndoom era un pokémon muy poderoso pero con una floja resistencia y eso causó que fuera eliminado en el primer ataque.

Feraligart continuó con el combate y como Houndoom había caído dirigió su cuerpo hacia Umbreon. El pokémon siniestro fue enviado varios metros hacia atrás por culpa del impacto, pero fue capaz de aguantar el golpe y así contraatacar siguiendo las órdenes de Karen. ¡Umbreon, véngate del daño que acabas de sufrir! Los ojos del pokémon se tornaron rojizos al igual que su cuerpo y saltó contra Feraligart para golpearle con aún más fuerza.

Karen sacó su tercer pokémon sabiendo que ya iba un paso por detrás del aspirante y temiendo que aquel combate lo fuera a perder. Por eso tanteó sus opciones para sacar finalmente a la última incorporación de su equipo:

¡Adelante, Weavile!

- Bien hecho chicos, ahora taca neutralizar a ese Weavile. Centraos en él y golpead con Pulso Dragón e Hidroariete una vez más. - Sin duda Karen acababa de soltar a un pokémon poderoso que resultaba ser una auténtica amenaza, sobre todo para su Hydreigon. Toshio no estaba del todo seguro si Aegon llegaría a moverse antes que ese Weavile. Pero tenía que intentar tumbarlo cuanto antes.

Cuando Weavile salió al campo de batalla se empezó a mover con gran velocidad. Si a eso le sumábamos la escasa luz del gimnasio, resultaba muy complicado verlo. Karen eso lo sabía y silenciosamente le dio la orden para que Toshio no lo viera venir y pudiera golpear a su Hydreigon. Aprovechemos tu velocidad y su debilidad. Golpéale fuertemente con un buen chuzo. ¡Acaba con Hydreigon! Un carámbano de hielo apareció en la espalda de Hydreigon que tras golpearlo lo dejó gravemente herido y tirado en el suelo. Toshio tendría que sacar a su siguiente pokémon para continuar aquel combate que parecía haberse igualado con ese golpe.

Toshio se había dado cuenta de la poderosa amenaza que era y por eso envió a su Feraligart a atacar a Weavile, pero la oscuridad dificultó que lo encontrara por lo que no pudo hacerle nada. Finalmente Umbreon volvió a golpear al mismo adversario, solo que esta vez sin que el golpe fuera demasiado efectivo.

El Weavile de Karen demostró ser devastador y rápido. Si a eso le sumábamos que se camuflaba con la falta de luz, Toshio tenía a un pokémon muy peligroso en el campo de batalla.

- Cheeta, es tu turno. - Toshio sacó a su siguiente pokémon, Infernape. Con la esperanza de que éste fuese más rápido y aprovechando sus dos tipos, muy efectivos contra Weavile, Toshio pasó a la acción.

- Tenemos que centrarnos en ese Weavile antes de que sea demasiado tarde. Cheeta, utiliza Ultrapuño. Mordisquitos, remata con Hidroarite. - Neutralizar a Weavile era su mayor prioridad. La noche es oscura y alberga horrores, pensó el entrenador...

El combate continuaba con una intensidad alta. Toshio había decidido sacar a su rápido Infernape, un pokémon contra el que Karen iba a tener muchos problemas si no gestionaba bien sus siguientes movimientos. Por fortuna para la líder, su Weavile era aún más rápido que el pokemon de fuego del aspirante y atacó en el mismo momento en que entró en el campo de batalla.

¡No podemos dejar que dure demasiado ese pokémon luchador, Weavile, ya sabes lo vulnerables que somos ante ese ataque! ¡Así que actúa con la velocidad que te caracteriza y encájale un golpe desde el aire! El golpe fue brutal, pero aún así, Infernape fue capaz de sobrevivir a él y devolver el ataque.

Pero el campo estaba demasiado oscuro, por lo que los golpes que Toshio mandó hacer a sus compañeros fallaron impidiendo que estos fueran capaces de acertar.

Aquello fue lo que necesitaba Umbreon para tomarse un descanso y aprovechar la luz de la luna y recuperar sus energías.

Ese golpe de tipo Volador fue algo que Toshio no vio venir. Su Infernape había aguantado por poco, pero debía rematar la faena antes de que fuera demasiado tarde. 

- Cheeta, repite tu ataque Ultra puño contra Weavile. Mordisquitos, usa Danza Dragón. - Feraligatr debía ganar velocidad si o si, así como potencia bruta, si quería derribar a Umbreon más tarde. Pero lo más crítico ahora era derribar de una vez por todas a ese Weavile...

Karen no esperaba que Cheeta se fuera a mover más rápido que su Weavile y aquél movimiento fue justo lo que necesitó para quitarse a su rival de encima. Se quedó pensando en qué pokémon iba a sacar mientras continuaba desarrollándose el combate. Feraligart aprovechó aquel pequeño respiro que le había dado la ausencia del pokémon de hielo para empezar a bailar y aumentar así su fuerza y velocidad. ¡Aprovecha sus bailes para acabar con él, usa vendetta sobre Feraligart! ¡Hay que acabar con él de una vez por todas! Karen pensaba que Feraligar atacaría a Umbreon, y así su movimiento sería más fuerte, pero se había equivocado una vez más. Por suerte, el golpe le había pillado en mitad del baile y fue suficiente para acabar con él.

Te recuerdo que el combate acaba cuando uno de los dos derrote a tres de los cuatro pokémon que estamos usando. ¡Confío en tu velocidad, Houndoom!

La decisión de Toshio ahora mismo sería más importante que nunca. Tenía a Infernape demasiado debilitado para continuar y Karen en cambio tenía a dos de sus pokémon prácticamente intactos. Aquel combate se resolvería en los próximos turnos, donde la velocidad de los pokémon sería la clave de la victoria.

El combate dio un giro muy inesperado, pues no contaba con que Umbreon tumbase a su Feraligatr. Tenía que centrarse al máximo y trazar una estrategia rápidamente. Ambos estaban empatados y el primero que tumbase a un solo pokémon más, se alzaría con la victoria.

Además, Toshio partía con la desventaja de tener a Infernape bastante débil. El próximo turno sería todo o nada. Y además está la falta de luz... - pensó mientras escogía a su siguiente pokémon. Escogió la pokéball y la lanzó al campo de batalla

- Tenacitas, es el momento de darlo todo. Vamos chicos, centrad vuestros esfuerzos en Houndoom. ¡Tenacitas, ataca con tu veloz Puño Bala. Cheeta, tienes que darlo todo con un buen A Bocajarro!

La velocidad y la oscuridad fueron la clave de aquel combate. Los pokémon de Karen se hallaban en una clara ventaja sobre los de Toshio. Ellos eran capaces de ver en la oscuridad lo que les favorecía su ocultación. Por otra parte, los pokémon de Toshio eran ágiles y muy fuertes, estaba claro que los había entrenado muy bien y que el combate podía dar un giro inesperado en cualquier momento.

Fue Scizor quien comenzó ese último asalto, apareció de la nada y se movió a una gran velocidad sobre el campo. Pero Houndoom, un pokémon también muy rápido, lo vio venir y fue capaz de esquivarlo en el último segundo. Ambos pokémon se quedaron mirando directamente a los ojos. Esa breve distracción fue la que Infernape necesitó para poner el broche final al combate. 

El pokémon bautizado como Cheeta dio un gran salto sobre Houndoom y empezó a golpear una serie de puñetazos consecutivos. Uno detrás de otro iban haciendo más y más mella en el pokémon siniestro que era débil ante ese tipo de golpes. Cuando Karen quiso darse cuenta, Houndoom había quedado totalmente derrotado, y aunque Umbreon aún seguía en pie, el combate finalizaba en cuanto alguien derrotase a tres de los pokémon del rival.

¡Jo! ¡Vaya paliza le acabas de dar a mi Houndoom y a los demás! Karen salió corriendo para abrazar a su pokémon y de rodillas estiró el brazo para hacerle entrega de la medalla Sombra. Supongo que te lo mereces. ¡Me has derrotado justamente y esto es para ti!

Acceder al gimnasio noche no era tarea sencilla. Resultaba tan complicado como hacerlo para ir al gimnasio sombrío. Parecía que los entrenadores de tipo siniestro ponían sus ubicaciones en los lugares más remotos y lejanos. Para viajar hasta allí había que comprar un pasaje de avión y dirigirse a la región situada más al norte. Una vez aterrizados había que subir a lo alto de una montaña para después descenderla y llegar a un agujero situado en el valle.

En el lugar jamás llegaba la luz del sol, primero porque estaban tan al norte que las noches duraban meses, y segundo porque cuando tocaba que los días durasen lo mismo que las noches, las montañas hacían sombra. Así que a aquel agujero nunca llegaba la luz del sol.

El aspirante temía haberse perdido pues llevaba días de viaje hasta que encontró el letrero que indicaba que era por allí. Llegó a un agujero que había en el suelo junto a una escalera de mano para introducirse en él. Sacó su teléfono móvil y alumbró el lugar dándose cuenta que efectivamente, todo aquello tendría que ser porque el gimnasio era de tipo siniestro.

Cuando llegó al final de la escalera, siguió un pasillo sin salida para llegar, ¡POR FIN! a un campo de batalla de escasa iluminación. De pronto una mujer apareció con el pelo plateado y vestida de colores claros. Sacó su teléfono móvil para iluminar su cara dándole un aspecto aún más siniestro por la inclinación de la luz.

Veo que si has llegado hasta aquí es porque de verdad quieres esforzarte en conseguir la medalla sombra. El primer reto lo has superado, pero el segundo es derrotarme a mi y a mis compañeros. Soy Karen, la líder del gimnasio Noche y no tengo intención de ponértelo nada fácil.

Tras aquellas palabras apagó la luz del móvil y solo las luces de emergencia iluminaban el lugar dejándolo todo en una horrible penumbra que dificultaría de forma soberana el combate allí.

El combate lo haremos individual. Usaremos máximo cuatro pokémons, podremos hacer un único cambio y el ganador será aquél que derrote a tres pokémon del rival. ¿Entendido? 

Y tras aquellas palabras, Karen sacó a su primer pokémon:

¡Adelante, Umbreon!

Era la oportunidad de obtener otra medalla, Yoh no podía perder por lo que tras llegar al Gimnasio y saludar a la líder no dudo en usar su mejor carta.

Llama sal de allí utiliza Danza Aleteo.

Karen y Yoh decidieron por usar una estrategia más defensiva. El primero de ellos decidió potenciar las estadísticas de su pokémon realizando una hermosa danza. Mientras tanto, Karen ordenaba a su rival lanzar un potente ataque tóxico que iría debilitando poco a poco las energías de su rival.

Una vez realizada su danza y listo para empezar su ataque, Yoh recuerda su experiencia en el combate anterior, esta vez atacaría principalmente con movimientos del tipo bicho pues son la principal debilidad del oponente.

Llama utiliza Zumbido en Umbreon tu puedes.

Con un poco de suerte ese ataque dejaría a su oponente cerca de estar debilitado, eso si la oscuridad no jugaba en contra.

Karen estaba dispuesta a luchar con uñas y dientes y su Umbreon también. Por eso cuando Volcarona empezó a hacer que sus alas vibrasen para generar un poderoso zumbido, Umbreon hizo que el aro de su frente brillase para después emitir un brillo que lo protegió del impacto.

Sin duda, el pokémon había optado por una estrategia sumamente defensiva y estaba dispuesto a dejar que Volcarona cayese gravemente intoxicado.

Tomando en cuenta la ventaja de tipo Karen estaba actuando de manera inteligente, permitiendo que el envenenamiento de Volcarona fuera más efectivo cada vez, Hao empezaba a preocuparse, no le gustaba ver como su pokemon estaba cada vez más débil debido al veneno en su cuerpo, aun había tiempo para luchar pero cada vez era menos y debía actuar rápidamente, tenía a su favor el ataque tipo insecto y era lo que quedaba utilizar.

Llama vamos de nuevo, utiliza Zumbido en ese Umbreon, tu puedes!!!

Se notaba la preocupación en su tono de voz, ojala ese ataque fuera suficiente esta vez!

Karen sabía lo arriesgado que iba a ser usar de nuevo el movimiento protección, pero si no lo hacía corría el riesgo de que Volcarona liquidase a su pokémon de un solo impacto. ¡Sé que puede que no funcione, Umbreon! Pero inténtalo de nuevo y protégete del ataque. 

El movimiento de Umbreon no sirvió de nada y tal y como había calculado Karen falló, pero por suerte, la oscuridad del gimnasio en el que se encontraban hizo que Volcarona también fallara el golpe dando de nuevo una oportunidad a Umbreon.

^{Sin duda esa oscuridad era muy molesta y hacia muy bien su efecto en batalla, sólo quedaba volver a intentar el ataque, llama no falles tu puedes, zumbido en ese Umbreon!!}

¡Sigue así, Umbreon! ¡Continúa usando la técnica del desgaste! Dijo Karen viendo como Umbreon volvía a protegerse del movimiento de Volcarona y éste recibía una vez más los síntomas provocados por la intoxicación. La estrategia de Karen no era la más limpia, pero era la única que podría servir para enfrentarse al pokémon bicho de Yoh.