Partida Rol por web

El Gimnasio Poni se encuentra en la región lejana de Alola. Aquel archipiélago estaba compuesto por varias islas y en una de ellas se encuentra el Gimnasio Poni. El líder del gimnasio era un anciano kahuna de la isla pero falleció recientemente y su nieta tuvo que heredarlo. Hela es una chica de apariencia sencilla, es callada, seria y cortante. Apenas tiene interés en conocer al aspirante y no está nerviosa por el título que acaba de adquirir.

Seguramente este sea uno de los primeros combates que va a realizar como líder del tipo tierra, pero da la impresión que lleva combatiendo muchísimos años.

El campo de batalla se encontraba en una sencilla cabaña de madera, pero en su interior se apreciaba un lugar pequeño pero con todo el suelo completamente cubierto de arena de desierto. 

Bienvenido. Yo soy Hela, la líder del gimnasio de la isla Poni. Poseo la medalla Desierto y mi objetivo es ponértelo suficientemente complicado como para que no la consigas. No pretendo dejarte vencer, ni a ti, ni a ninguno de los aspirantes que vengan detrás. Así que, si luchas contra mi, espero que lo hagas con lo mejor que sepas hacer o no conseguirás la medalla.

Por lo que veo este será tu primer combate, me temo que no has elegido un buen rival para empezar. Y ahora te lo voy a demostrar. 

¡Adelante Golurk!

Y en cuanto Hela dijo aquellas palabras. Una fuerte tormenta de arena empezó a agitar la madera de aquella pequeña cabaña.

Bjorn arribó al árido gimnasio evidentemente sudado, con el pelo más despeinado de lo normal y bebiendo desesperadamente de un coco partido a la mitad. No estaba demasiado habituado a los climas tropicales, viniendo de un sitio tan frío como lo era Sinnoh, y tampoco ayudaba que sus "instintos" lo hicieran subir la marcha de manera tan exasperada e impaciente. Entró con toda la gloria que podía relucir, pese a que la humedad y el calor lo tuvieran a él y a su Goodra en mala gana. Su entrada fue más bien extravagante, rodando por el suelo haciendo una especie de saludo dramático, que era enrealidad un mal logrado intento de intimidación animal. Una vez entendió, a duras penas, lo lamentable de su entrada, se secó la cara de sudor con el brazo y procedió a presentarse. 

-Soy Bjorn, el Señor de los Instintos, ¡Las palabras no hacen efecto, Roar!-Ruge en una profunda voz carraspeada, mientras que abre los brazos ampliamente en una clara pose que trata de ser intimidante, a la par que Klisette lo imita con una mirada de inquietud-¡Sin cuartel, la fuerza de la naturaleza me respalda!-Comentó finalmente, indicándole con exageradas poses a su Goodra para que comenzara el combate, a lo que éste reaccionaba con una profunda incomodidad.

Bjorn parecía haber ignorado casi por completo lo que había dicho la líder rival, centrado en su vociferante espectáculo, sin siquiera sorprenderse de la tormenta de arena que caía sobre él. Dedicó una terca mirada a su rival y, de un poderoso grito, ordenó su primer ataque:-¡Klisette, sumérgelo en un río de agua lodosa!

Ninguno de los dos pokemon que se encontraban en el campo de batalla se caracterizaban por una gran velocidad. Pero Goodra fue más rápido que Golurk, algo que no sorprendió a Hela y decidió atacarle con un movimiento de tipo agua. Parte del agua lanzada fue absorbida por el terreno de batalla lo que disminuyó su potencia. Aún así le hizo bastante daño, más de lo que Hela pensaba.

Al ver a su pokémon tan debilitado, Hela se puso furiosa: ¡Es hora de contraatacar! ¡No podemos dejar que ese dragoncito nos derrote! ¡Golurk, da un gran salto y golpea el suelo para que las dunas se lo traguen! Y así lo hizo. El pokémon de tipo tierra saltó y al pegarle un puñetazo al suelo un montó de grietas empezaron a mover el terreno de batalla. Goodra lo tenía todo en contra, el terreno que se movía, el clima que dificultaba sus movimientos y finalmente no fue capaz de esquivar una de las últimas grietas y ésta se lo tragó dejando completamente debilitado al pokémon de Bjorn.

¡Guau! Dijo Hela más tranquila acercándose al aspirante. Si no llega a ser por la ventaja que cree para mi gimnasio, no había sido capaz de derrotarte. Ha estado muy igualado y espero que con Giovanni tengas más suerte, aunque los entrenadores de tipo tierra somos bastante duros. Ten cuidado. Hela le tendió la mano para despedirse. Espero que tengas mucha suerte en tu camino para convertirte en un verdadero entrenador pokémon.

El Gimnasio Poni se encuentra en la región lejana de Alola. Aquel archipiélago estaba compuesto por varias islas y en una de ellas se encuentra el Gimnasio Poni. El líder del gimnasio era un anciano kahuna de la isla pero falleció recientemente y su nieta tuvo que heredarlo. Hela es una chica de apariencia sencilla, es callada, seria y cortante. Apenas tiene interés en conocer al aspirante y no está nerviosa por el título que acaba de adquirir.

Seguramente este sea uno de los primeros combates que va a realizar como líder del tipo tierra, pero da la impresión que lleva combatiendo muchísimos años.

El campo de batalla se encontraba en una sencilla cabaña de madera, pero en su interior se apreciaba un lugar pequeño pero con todo el suelo completamente cubierto de arena de desierto. 

Bienvenido. Yo soy Hela, la líder del gimnasio de la isla Poni. Poseo la medalla Desierto y mi objetivo es ponértelo suficientemente complicado como para que no la consigas. No pretendo dejarte vencer, ni a ti, ni a ninguno de los aspirantes que vengan detrás. Así que, si luchas contra mi, espero que lo hagas con lo mejor que sepas hacer o no conseguirás la medalla.

Por lo que veo este será tu segundo combate, me temo que no has elegido un buen rival para empezar. Y ahora te lo voy a demostrar. El combate será por parejas, y el primero en derrotar a ambos pokémon del contrincante ganará.

¡Adelante Golurk!

Y en cuanto Hela dijo aquellas palabras. Una fuerte tormenta de arena empezó a agitar la madera de aquella pequeña cabaña.

Sal tú también Flygon:

Ya le resultaba extraño a Joe tener que para llegar al Gimnasio tuviese que tomar un ferry. Pero por otro lado se sentía muy a gusto con aquella zona llena de islas. 

Sin embargo al llegar al sitio donde tendría su segunda batalla, le inquieto un poco el hecho de estar rodeado de tanto suelo seco, montañas rocosas y tanta arena. 

A BearBall no le gustara este lugar. Pensó mientras escuchaba a la Líder del Gimnasio. 

-Vaya. Con que una batalla doble. Es toda una sorpresa. Soy Joe y es un gusto para mi conocer estas hermosas islas. De acuerdo. Sera un placer combatir en semejantes... condiciones. Agrego mientras se desataba una espantosa tormenta de arenilla. 

El entrenador dio un  suspiro y arrojo al aire las Pokebolas de sus compañero. -BearBall. Pepa. Veamos que tal nos va lejos del océano. 

-Hela, dejame decirte que por lo general me gusta tener la ventaja climática. Y hoy creo que mas que nunca. BearBall, usa Granizo! Mientras el Walrein se preparaba, Joe pensó rapidamente que podía hacer con su pequeña gran renacuajo. -Pepa. Quiero que saltes con todas tus fuerzas y le des a Flygon un amistoso Puño Hielo!.

Siento la dura decisión que vamos a tomar. Dijo mirando a su Flygon y a su Golurk. Pero es algo totalmente necesario. ¡Flygon, golpea el suelo y dedícate a crear grietas en el campo que dañen a nuestros oponentes! Y eso fue lo que hizo el pokémon dragón provocando que todo el campo de batalla empezase a temblar y dañando así al resto de pokémon.

Tanto el pokémon de Hela como los de Joe quedaron gravemente heridos por culpa del devastador ataque. Pero ninguno de ellos cayó y fue capaz de aguantar. Por eso el aspirante decidió empezar el contraataque con la esperanza de ganar aquella medalla.

Seismitoad fue el primer en reaccionar que dando un gran salto golpeó con su puño congelado el pequeño cuerpo de Flygon.  Los ataques de tipo hielo eran terriblemente dañinos contra Flygon y con un solo impacto las alas del pokémon quedaron congeladas y éste se precipitó contra el suelo quedando debilitado. Hela se llevó las manos a la cabeza preocupada por el terrible final de su pokémon y miró a Golurk confiado en que él fuera lo que necesitaba para ganar ese combate. Pero antes de que pudiera hacer nada, Walrein modifició el campo de batalla amainando la tormenta de arena y creando una horrible ventisca.

Golurk se estremedió por el cambio de clima tan rápido, pero Hela no dejó que se rindiese. ¡Este cambio de clima no tiene porque afectarnos si actuamos con velocidad! ¡Golurk, necesito que imites el ataque de tu compañero y acabes con ellos al momento! ¡Ataca con terremoto! 

Y eso fue lo que ocurrió, el pokémon fantasma de Hela empezó a dar saltos en el ya destrozado campo de batalla y Walrein y Seismitoad ya no fueron capaces de soportarlo quedando los dos gravemente debilitados.

Hela sonrió mientras se acercaba para darles algo a los dos pokémon con los que había acabado de un golpe. Con esto recuperarán un poco la salud. Dijo con una sonrisa. Ha sido un gran combate, me lo he pasado muy bien y espero que tengas más suerte contra el líder de tipo tierra. Ha sido un combate muy duro. Concluyó estrechándole la mano.

La batalla doble había sido mas corta de lo que Joe esperaba. Tuvo un instante de esperanzas cuando Pepa derroto al Flygon de la líder y suponía que el próximo raund seria de dos contra uno. Pero nunca se espero tener que enfrentar dos ataques tan poderosos en continuado. Terrible estrategia ofensiva.

-Eso ha sido sorprendente. Lo cierto es que nunca había tenido un combate doble. Y me enfoque demasiado en el clima... Tengo mucho que aprender. Gracias. 

El joven miembro del Team Aqua estrecho la mano de Hela y corrió de regreso al Centro Pokemon. 

El Gimnasio Poni se encuentra en la región lejana de Alola. Aquel archipiélago estaba compuesto por varias islas y en una de ellas se encuentra el Gimnasio Poni. El líder del gimnasio era un anciano kahuna de la isla pero falleció recientemente y su nieta tuvo que heredarlo. Hela es una chica de apariencia sencilla, es callada, seria y cortante. Apenas tiene interés en conocer al aspirante y no está nerviosa por el título que acaba de adquirir.

Seguramente este sea uno de los primeros combates que va a realizar como líder del tipo tierra, pero da la impresión que lleva combatiendo muchísimos años.

El campo de batalla se encontraba en una sencilla cabaña de madera, pero en su interior se apreciaba un lugar pequeño pero con todo el suelo completamente cubierto de arena de desierto. 

Bienvenido. Yo soy Hela, la líder del gimnasio de la isla Poni. Poseo la medalla Desierto y mi objetivo es ponértelo suficientemente complicado como para que no la consigas. No pretendo dejarte vencer, ni a ti, ni a ninguno de los aspirantes que vengan detrás. Así que, si luchas contra mi, espero que lo hagas con lo mejor que sepas hacer o no conseguirás la medalla.

Por lo que veo este será tu sexto combate, me temo que no has elegido un buen rival para hoy. Y ahora te lo voy a demostrar. El combate será por parejas, y el primero en derrotar a tres de los cuatro pokémon del oponente ganará. Además, no están permitidos los cambios. ¿Entendido?

¡Adelante Golurk!

Y en cuanto Hela dijo aquellas palabras. Una fuerte tormenta de arena empezó a agitar la madera de aquella pequeña cabaña.

Sal tú también Flygon:

Vaya, empezamos fuerte. Dijo Ryu al ver la tormenta de arena mientras se tapaba los ojos con un brazo y lanzaba dos pokeball con el otro. De las pokeball salieron froslass y uno de los pokemon insignia de Ryu, Jumpluff. 

Froslass destruye a Fligon con rayo hielo! 

Jumpluff tu duerme al otro, intentemos que no moleste. Dijo mucho más calmado, acorde con la apariencia de cada uno de sus pokemon. 

Aún en la tormenta y oculto, Ryu rezaba por que sus pokemon fueran más rápidos. 

El combate por la sexta medalla dio comienzo y Jumpluff y Froslass se movieron a gran velocidad a través de la tormenta de arena. El pokémon planta espolvoreó un polvo adormecedor por encima de Golurk, pero el fuerte viento se lo llevó y se perdió sin hacer ningún efecto. Después, su compañero lanzó un devastador ataque de hielo que Flygon fue incapaz de rechazar.

Hela se llevó las manos a la cabeza por la brutalidad del golpe de Frosslass que dejó su dragón fuera de combate. ¡Ualah! ¡Te has pasado, tío! No tardó nada en sacar su siguiente pokéball y devolver a Flygon al campo de batalla.

Golurk, elimina a Frosslass de en medio, puede ser un hueso duro de roer. ¡Golpéale con un buen puñetazo!

El puñetazo fue tan duro como el rayo hielo que él mismo había provocado y Hela se sintió un poco mejor al haberle devuelto el golpe.

Empate a uno. Le dijo a su rival con una sonrisa de satisfacción mientras ella sacaba a su siguiente pokémon. ¡Dugtrio te toca a ti! Pero el pokémon que salió era ligeramente diferente a otros que Ryu había visto, aquel pokémon era originario de la isla poni y su desarrollo allí le había hecho convertirse en un pokémon de tipo tierra y acero.

Que desastre, pensó Ryu al ver el ataque fallido y a su su comodín debilitado, sacó una pokeball al tiempo que guardaba a su Froslass. De la luz roja salió un Mienshao, dispuesto para seguir las órdenes de Ryu. 

Estás listo Mienshao?, ataca con patada salto alta, dale a ese Dugtrio! 

Jumpluff tu sigue con somnífero! 

Jumpluff volvió a intentar que Golurk quedase dormido espolvoreando su somnífero sobre él y esta vez tuvo más suerte que antes. El gigantesco pokémon cayó al suelo totalmente dormido incapaz de reaccionar. Después, Mienshao que salió con mucha energía al campo de batalla dio un gran salto para golpear el férreo cuerpo del pokémon de Alola y debilitarle de una sola patada. 

Hela se llevó las  manos a la cabeza, realmente esperaba que pudiera hacer algo más efectivo contra su rival y no ver como uno a uno sus pokémon se iban debilitando según les sacaba del combate. 

¡Venga, Golurk, intenta despertarte! Le dijo mientras sacaba a su cuarto y último pokémon. ¡Venga Mamoswine! ¡Confío en ti!

Ryu dedicó un tiempo a pensar en el combate, lo tenía encarrilado pero su misterioso pokemon podría despertar. Tras unos segundos decidió la estrategia.

Jumpluff usa Somnífero en Mamoswine, Mienshao tu usa Patada salto alta, ¡podemos conseguirlo!, Dijo con prudencia, posiblemente este era uno de los momentos clave del combate, si Mienshao sobrevivía y debilitaba a Mamoswine, solo le quedaría un pokemon, mientras que si no, al menos estaría dormido. Ryu al ver tal criatura pensó que no podría acabar con él de un solo golpe.

Venga chicos, ¡Con todo! Dijo Ryu mientras su mienshao daba un salto y su pequeño pokemon planta sobrevolaba el campo, como cada vez que salía al campo.

El combate rápidamente llegó a su fin. Jumpluff volvió a espolvorear su somnífero sobre Mamoswine consiguiendo que quedara dormido, momento que aprovechó Mienshao para golpearle con una arriesgada pero efectiva patada súper alta. El golpe fue casi tan devastador como el que había ejecutado contra Dugtrio y al estar dormido fue incapaz de esquivarlo.

Con tres de los cuatro pokémon de Hela el combate concluyó y la pequeña mujer se acercó hasta Ryu para entregarle su medalla Tierra. Enhorabuena, has logrado vencer a tres de mis cuatro pokémon con gran facilidad, así que esto es para ti:

El Gimnasio Poni se encuentra en la región lejana de Alola. Aquel archipiélago estaba compuesto por varias islas y en una de ellas se encuentra el Gimnasio Poni. El líder del gimnasio era un anciano kahuna de la isla pero falleció recientemente y su nieta tuvo que heredarlo. Hela es una chica de apariencia sencilla, es callada, seria y cortante. Apenas tiene interés en conocer al aspirante y no está nerviosa por el título que acaba de adquirir.

Seguramente este sea uno de los primeros combates que va a realizar como líder del tipo tierra, pero da la impresión que lleva combatiendo muchísimos años.

El campo de batalla se encontraba en una sencilla cabaña de madera, pero en su interior se apreciaba un lugar pequeño pero con todo el suelo completamente cubierto de arena de desierto. 

Bienvenido. Yo soy Hela, miembro del Alto Mando. Poseo la medalla Desierto y mi objetivo es ponértelo suficientemente complicado como para que no la consigas. No pretendo dejarte vencer, ni a ti, ni a ninguno de los aspirantes que vengan detrás. Así que, si luchas contra mi, espero que lo hagas con lo mejor que sepas hacer o no conseguirás derrotarme.

Por lo que veo este será tu primer combate, me temo que no has elegido un buen rival para empezar. Y ahora te lo voy a demostrar. 

¡Adelante Golurk!

Y en cuanto Hela dijo aquellas palabras. Una fuerte tormenta de arena empezó a agitar la madera de aquella pequeña cabaña.

Será un combate individual con tan solo dos pokémon sin cambios permitidos. ¿Entendido?

Viajar a Alola fue algo que alegró al joven Tarako, allí su piel morena no desentonaba en absoluto. 

Su confianza para la batalla estaba por las nubes tras haber logrado la octava medalla, ni siquiera que su primera contendiente del Alto Mando fuera la nieta del antiguo Kahuna le amedrentó.

Mi nombre es Tarako. Se presentó el joven. Así son los retos que me gustan, si me lo pusieras fácil no merecería la pena la victoria. Dijo el muchacho sonriente en respuesta a las duras palabras de la chica. 

Tarako agarró una pokéball y la mostró frente a él. Podemos ganar a cualquiera. Yo te lo demostraré a ti. Dijo confiado.

Lanzó la pokéball y un Weavile surgió de ella. ¡Adelante Bled! Gritó Tarako animando a su pokémon.

El joven aspirante se tensó para la batalla sin perder su gran sonrisa. Que no te asuste el tamaño Bled, tu eres más veloz. ¡Comienza con Chuzos!

Weaville empezó con gran agilidad y potencia confiando en que su movimiento de tipo hielo sería suficiente para derrotar al fantsma, pero Hela no era una líder del alto mando si no fuera porque poseyese un as en la manga.

Justo cuando la estalactita de hielo fue a impactar sobre él, éste desapareció y volvió a aparecer justo en la espalda de Weaville. Segundos después le había asestado un hábil puñetazo que drenó hasta la últlima gota de energía que tenía Weaville.

El pokémon de Tarako estaba fuera de combate, y tan solo le quedaba otro más para lograr acabar con los dos de Hela.

Tarako no contaba con que Bled fallara su ataque, ni con que Golurk manejara un movimiento tan efectivo contra él. Sin embargo, había ocurrido y tenía que sobreponerse, ya sabía de antemano que contra el alto mando no iba a ser sencillo, por lo que su gran sonrisa seguía intacta.

Bled vuelve. Dijo devolviendo al oscuro pokémon a su pokéball. Ha sido mala suerte, no te preocupes. Balbuceó a la pokéball antes de cambiarla por la de su siguiente elección.

Lanzó la nueva pokéball al campo de batalla y apareció Aerodactyl. ¡Cuento contigo Ptero! Lo animó el joven pelirrojo. ¡Megaevoluciona!

La sonrisa del muchacho aumentó, no podía ser de otra forma con semejante transformación. Se sentía orgulloso de su compañero.

¡A por él Ptero! ¡Acua cola! El campo de batalla no le iba nada mal a Aredactyl salvo por este ataque, sin embargo, era la mejor opción contra Golurk. Confiaba en que fuera suficiente.

Tarako sacó a sus segundo pokémon, que se trataba de un pokémon sumamente raro. ¡Un Aerodactyl! Y ya no solo eso, sino que encima lo hizo megaevolcionar. ¡Se nota que no en vano has llegado hasta aquí! ¡Tu M-Aerodactyl es impresionante. Entonces el pokémon fósil se movió con una gran velocidad evitando que Golurk pudiera verlo. Atacó por la espalda y convirtió su cola en agua que debilitó considerablemente a Golurk.

El gigantesco pokémon cayó al suelo y a punto estuvo Hela de devolverlo a su pokéball creyendo que había caído debilitado, pero se equivocó. El calor del desierto había frenado un poco la potencia del golpe e hizo que Golurk pudiera darse la vuelta y aprovechando que Aerodactyl estaba tan cerca le asestó un potente puñetazo que lo dejó gravemente herido. 

Después, el objeto que poseía le drenó toda la energía que le quedaba dejándolo fuera de combate.

Hela devolvió el pokémon a su pokéball para después besarla. Buen trabajo, Golurk, parece que te han subestimado. ¡Ha llegado el momento final! Dijo sacando a su último compañero: 

¡Adelante, Mamoswine!

El joven Tarako lo había jugado todo a una carta y no le había salido bien. Pensaba que Ptero podría acabar de un golpe con Golurk y no había sido así, por lo que ahora, su pokémon estaba muy mal herido.

La nueva elección de Hela no les beneficiaba, Mamoswine era un pokémon muy resistente. ¿Podría Ptero acabar con él? Sólo debían comprobarlo. ¡Ptero! ¡Repite Acoa Cola! Gritó el joven pelirrojo.

El combate se les había puesto en contra cuando Bled erró su primer ataque, solo un milagro podría hacer que le dieran la vuelta a esto.