Partida Rol por web

Corres detras de Hike, pero el pajaro te lleva bastante delantera. De todas formas como el ha ido corriendo, perfectamente le sigues el rastro que ha dejado en el suelo de tierra con sus metalicas patas. Entro en la casa y tu haces lo mismo. Pero apenas pasas por el umbral sientes una fuerte rafaga de viento, que te levanta una humeareada de polvo, y te obliga a cubrirte los ojos.

-Coff, coff...- Jan tose y pone las gafas de aviador para protegerse los ojos.

Te colocas las jafas y ya no te molesta tanto el polvillo, aunque la humareada de tierra aun es demasiado espesa. Por lo que notas, parece provenir del suelo, por lo que procuras no moverte demasiado. Parece que el piso se ha derrumbado o algo asi. Intentas llamar a Hike pero ni bien abres la boca, comienzas a toser, por causa del polvo. A medida que se va desvaneciendo, notas un enorme hoy en el suelo.

(Fin del FlashBack)

Mientras estabas asorta observando a Hike y recuerdas el dia del accidente, sin prestarle demasiada atencion, comienzas a sentir que la temperatura disminuye.

 Brr, qué frío, de repente... Bueno, será mejor ponerse en marcha... Se pone una chupa de cuero y se va a la cocina a por una cerveza, y seguidamente se pone a hacer la mochila [lo que pone en el inventario] y a comprar la serie de billetes necesarios para llegar a Ciudad Verde, maldiciendo cada Pokeyen que tiene que invertir en su desplazamiento. También arma la Pokenav y la pone en funcionamiento, trasteando un poco hasta dar con su funcionamiento general. ¿Instrucciones? Venga ya, eso tiene letras. Una vez lista se asoma por la ventana:

-¡Hike, nos vamos!- grita, con una sonrisa sesgada, deseosa de comenzar la nueva aventura. Lo mete en su pokéball y, tras vacilar un momento se dirige a la panadería a despedirse de sus padres. Recuerda vagamente que mientras intentaba dormir esa mañana su madre había venido a verla en un ataque súbito de sentimentalismo. Tampoco quería hacerla sufrir gratuitamente. Como tenía tiempo, no le costaba nada pasarse y decir que se iba a currar.

Te dirijes a la estacion de buses del Pueblo, la verdad no es muy frecuentada, la mayoria se mueve con sus Pokemon, ya sean voladores o grandes corredores. La Region de Johto es muy montañosa y los buses son algo complicados. Llegas a la estacion sin contratiempos y adviertes para tu felicidad que dado la fiestas han reducido la salida de omnibus a dos por dia, uno por la mañana y otro por la tarde. Por suerte tu madre te habia levantado tempreano. Llegaste justo a tiempo para cojer el de la mañana, que saldra en uno cuarenta minutos. Segun una tabla de horarios, estarias en Ciudad Ecruteak para el mediodia. Ahora que estas en la estacion, con tu boleto en el bolsillo, te das cuenta lo aburrido y tedioso que es usar este tipo de transportes. Tendras que esperar a que llegue, ¡que perdida de tiempo!. Mientras miras, aburrida, la poca gente que hay alli. Te llama la atencion una suerte de mudanza que se esta llevando a cabo. Dos camiones estan siendo descargados, y de ellos, unas seis u ocho personas vestidas con el uniforme de la compañia (blanco y celeste) estan llevando unas cajas y paquetes considerablemente grandes.

Jan se acerca a los de la mudanza con las manos en los bolsillos, mientras espera a que llegue su autobús.

-Eh, gente, ¿qué es esto?-dice con tono conversacional, señalando con un gesto de la cabeza los camiones, dirigiéndose al/los más cercanos.

Te acercas al grupo que estaba descargando las camionetas, apenas te prestan atencion, ocupados en los suyo. Solo uno de ellos, que llevaba una especie de distintivo en el uniforme, algo asi como una estrella de muchas puntas o una muy extraña "A" de color blanca sobre uno de los bolsillos del pecho de la chaqueta, se acerca a ti y te dice: "Pues como veras estamos descargando una encomienda niña. Y estamos muy ocupados, si me permites debo continuar supervisando a estos holagazanes" Te mira de arriba abajo y sonriendo mientras se rasca la nariz, algo mas bulgar te dice: "Cuando terminen podriamos tener una batalla Pokemon solos tu y yo preciosa. Supongo que tiene uno ¿verdad?" Y sacandao una pokebola del bolsillo comienza a juguetear con ella entre los dedos. Notas que en uno de los costados de la bola lleva el mismo simbolo.

 -Eeeeeeh...- ¡Pollas en ollas! ¡Le encantaría echar ese combate, por supuesto! Sólo por ver qué pokémon hay dentro de esa pokéball con A y la cara de pasmo que se le quedaría a ese asqueroso tipejo cuando Hike lo machacase. "Niña" ... joder, que tengo veinte tacos, piensa. Pero... Imposible, Hike no está en las condiciones... Mierda, voy a quedar como una cobarde >.< grr. ¿Qué excusa puedo poner?

-No, no tengo ningún pokémon-dice con una sonrisa de disculpa que más bien parece una mueca de asco.Se encoje de hombros y señala con la cabeza alrededor, hacia el camión y los trabajadores.-Sólo tenía curiosidad por saber de qué clase de "encomienda" se trataba...-Esboza una sonrisa algo más agradable ¿Quién dice que a lo mejor no tengo eh... encanto femenino de ése?*

El hombre mira al cielo y guarda la Pokebola. "Ppfff y yo que queria divertirme un rato. Vale. Pues nada... llevamos cosas aburridas es todo. Si me dieras pelea y me ganaras, quizas te diria una o dos cosillas interesantes... pero ni modo. Si no tiene Pokemon, no tienes. Vaya."

Se da media vuelta y vuelve a revisar una planilla y  dar ordenes al resto de los uniformados. Te mueres de ganas de una peleita, pero sabes que es riesgoso. No solo por la salud de Hike, sino tambien porque quizas te entusiasmes si te pase el horario del omnibus. Llegas a perder ese micro y deberas cojer el de la tarde. No seria muy conveniente.

Jan echa un vistazo por encima del hombro del tipo hacia el camión, entre curiosa y aburrida. Como no ve nada interesante, se va a dar una vuelta por la estación, curioseando la gente, las tiendas (aunque sea habrá algún quiosco o cafetería)...aunque sin perder de vista el reloj. Si lo hay, compra el periódico para el viaje. No es muy dada a leer, pero aunque sea le servirá para abanicarse y para leer las tiras cómicas de la última página.

Retrasado... pues sabes tú que estamos apañados, piensa Jan, plantada delante del hueco que debería estar ocupado por su autobús, mirándolo con reproche durante un instante. A continuación se dirige a la boletería, da unos golpecitos en el cristal y dice:

-¡Eh! ¡Oiga! ¿Qué pasa con el bus? ¿Cuándo va a llegar?

Oh-oh... todo esto no me gusta nada... Jan se queda mirando recelosa el autobús negro durante un momento, luego se acerca a ver si tiene algún letrero o algo que indique quién lo manda o adónde va. Si no lo hay, asoma la cabeza y pregunta:

-¿Éste qué autobús es?

Te lo quedas observando por su majestuosidad. Y en cuanto tus piernas te responden comienzas a rodearlo, apenas consiguiendo cerrar la boca de cuanto en cuanto. Pasan unos cinco minutos hasta que finalmente terminas de rodear semejante vehiculo, y por primera se te pasa por la cabeza, en que como es que pudo llegar tal monstrosidad sin hacer el menor ruido. Hacia tal solo unos minutos estabas pendiente si veias algun bus llegar por la ruta, y sin dudas que debiste haber visto venir.

En ese momento, se abre la puerta y baja una escotilla, de la cual se asoma el conductor y dice: "Ey tu, ¿eres Jan verdad? ¿Pues que esperas? ¡Estoy aqui para llevarte a Kanto! ¡Sube!"

 O.O Jan se queda con la boca abierta mirando al conductor. Cuando consigue sobreponerse de la sorpresa su espíritu curtido en múltiples aventuras le da un aviso y le recuerda que ya que no es precavida, al menos no está de más ser recelosa:

-¿De dónde ha salido este...-mira al autobús- monstruo? ¿Y cómo... cuándo has llegado? ¿Quién te envía?-pregunta sin montarse, aunque totalmente lista, mochila al hombro.