Partida Rol por web

Comienzas a descender la montaña, con un cabreo monumental, sin importarte todos los pokémon que te miran molesto o que huyen ante tu presencia. Sweet te sigue por detrás a una distancia prudencial sin atreverse a hablar contigo, mental o físicamente. Pero ni siquiera tu enfado puede durar para siempre, sobre todo cuando tropiezas con un raíz y caes de bruces al suelo. Por suerte consigues retener el ordenador del profesor Oak a costa de unos raspones que se añaden a tu colección de golpes de ese día. 

A tu alrededor todo está bastante oscuro, el bosque se hace espeso y te rodea. El terreno es casi plano, abandonaste la montaña hace un rato. Puede que te persigan, no te has fijado. El sobreesfuerzo hace que la pierna te duela intensamente, obligándote a sentarte.

El cabrito de Mark se ha largado con el ordenador de Oak sin dar ninguna explicación, cosa de la que os dais cuenta unos instantes después de verle desaparecer en la maleza. Se ha metido de lleno en la zona salvaje, apartándose del camino, una total falta de precaución. ¿Quizás para desanimaros a seguirle? ¿O simplemente no se ha dado cuenta de su temeridad? De cualquier modo no sería imposible alcanzarle, es un tullido a fin de cuentas...

"Esto me pasa por confiar en desconocidos." Fue lo primero que pense, al darme cuenta que el "buen" doctor no solo habia desaparecido de escena, y junto el, el ordenador que necesitabamos entregar para recuperar la recompensa. No sabias las razones, quizas era por rencor a nosotros, o quizas era porque habia descubierto algo mas jugoso que la recompensa, a saber.

Ahora, lo que iba ser un trabajo facil, se habia convertido en una posible persecucion de un soldado veterano armado, a traves de campo salvaje habitado por fauna y flora depredadora. Empezaba a cuestionarme si me pagaban suficiente para esta mierda.

-Tenemos que ir tras el.- Dije, sin dejar lugar a duda para retroceder.- Sabe que lo alcanzaremos, y es posible que nos espere, no sabemos de que es capaz o si sera hostil a nosotros, asi que habra ir con sigilo y recuperar el portatil cuando mas indefenso este.- Avise, no era de los que subestimaba a mis enemigos, o tomaba la ofensiva sin un buen seguro a mano.

Tanto problema por enterrar al Seviper, problemas de bipolaridad con respecto al soldado "Venga, eso de ponerse súper melancólico al ver a un Pokemon muerto y luego ir a descuartizarlo me da igual, cada uno con sus histeriquismos.Pero luego enojarse así con todos, ni siquiera le dijeron algo." Y de repente Mark desaparecía de la vista.Con la actuación que había tenido poco le habría importado que se fuera enojado como un niño de cinco años, sin embargo el problema era que Mark tenia el ordenador.

-Bueno, tampoco es que se fuera corriendo, no saquemos conclusiones exageradas.Denle el derecho de la duda y por ahora supongamos que esta haciendo eso porque esta enojado.- A pesar de no querer ir por ese camino tan rápido, no podía desmentir que la suposición de Sasori podía ser la correcta.Después de todo no conocían mucho los unos de los otros, ¿Y si Mark si buscaba el ordenador para llevárselo desde un principio? -Vamos a buscarlo antes de que se aleje demasiado.-

Para estar seguro, Gin decidió tomar la situación con cautela como había recomendado Sasori.Lo primero que debía hacer era encontrarlo y evitar llevarse alguna desagradable sorpresa.Por ende, mientras se adelantaba hacia la zona salvaje por donde había desaparecido Mark concentro todos sus sentidos para ver si podía lograr localizarlo a el o cualquier otra cosa que podría estar allí.

El doctor se había ido solo por un camino algo peligroso aunque para alguien con su experiencia no sera muy difícil moverse por ese terreno, aun con una pierna mala no olvidemos su pasado, un soldado sabe muy bien como moverse por ese terreno comenta al ver la iniciativa de su entrenador y los demás vamos a buscarlo puedo entender que se haya molestado por la muerte del Sviper, pero usarlo como excusa para marcharse así con lo que vinimos a buscar todos juntos, poniéndonos en riesgo es una ofensa para nosotros 

Arqueo la ceja. ¡Qué huevazos tiene Doc! ¡Se ha llevado el ordenador en mi puta cara! Y yo, pensando como una necia que era legal no he hecho nada. Maldita sea, me estoy ablandando, es de Teselia, maldita sea, es un soldado. Seguramente le hayan mandado a por el ordenador como a...como a alguien que no sea Kate Manson y que trabaje para algún gobierno.

No puede ser. Me cae bien Mahler, pero tengo trabajo y no puedo dejarlo de lado. Esto de ser agente triple es agotador. Me aclaro la garganta. Voz de Kate Manson, dulce y amable. Y uno, y dos...

- ¿Y si esos tipos siguen por ahí? - pregunto preocupada -. No podemos dejarle solo

Echo a andar hacia el lugar por el que se ha ido.

- Charmander, ven conmigo - pido extendiendo la mano

Cuando me quise dar cuenta Doctor Caramelos y Sweet no estaban. El bípedo con la vara se había mostrado molesto y ofendido. Tal vez se marchó por eso. El resto da muestras de querer encontrarle, y Kate los apoya. Me llama a su lado.

Salto y correteo a su alrededor. Completamente ufano, no que haya olvidado que han enterrado la carne, pero entiendo que hay quien guarda la comida para el invierno. Aunque… creo que la carne se pone mala, y se llena de weedles y parasects. Tras dar un par de vueltas alrededor de Kate me quedo a su lado caminando. Empieza a oscurecer, no es algo que me preocupe, pero deberíamos encontrar un refugio que conserve el calor y que nos cubra de la lluvia. La lluvia es molesta cuando no puedes resguardarte.

Comienzo a husmear el aire. Aun percibo el aroma del Doctor Caramelos, cerca y lejos… es raro. Parte de su olor está cerca pero… pero no es el, es Kate… ¿Por qué huele Kate así? Aspiro cerca de ella, tratando de dilucidar como es que Kate huele así.

Con la respiracion algo agitada su cerebro comenzaba a concentrar su dolor y disminuir su enfado redirigiendolo a la pierna malherida. Decide finalmente sentarse tras la caida.

Odiaba eso, le sentaba fatal que la gente cuestionara sin saber.

Mira a Sweet que llevaba callada todo el camino. Le da una orden telepatica que mas podria interpretarse como una peticion.

"Ven"

Me teleporto junto a mark, mirándole preocupada. [B]¿Te sientes bien? [B]

Alarga los brazos casi de manera mecanica y atrae a Sweet hasta colocarla en su pecho. Puede notar todo el cuerpo del medico que rodea el pequeño fisico de la pokemon, casi como protegiendola.

"Si... ¿Sabes hace mucho hubo una guerra? Todas sus miradas... hubo gente que hizo mucho daño a pokemons, a pokemons vivos digo. Gente a la que no le importaba mandar a los pokemon a un campo de minas a desactivarlas sin mas proteccion que sus propios caparazones.

Me estaban mirando igual que miraba yo a aquella gente... solo por hacer un trabajo por el bien de todos y con un pokemon que el pobre ya no podia hacer mas y que gracias a Arceus ya no sufria."

Para ser un lisiado, Mark corre que se las pela y os toca recorrer un buen trecho siguiendo su rastro. Concretamente, casi habéis llegado a la falda de la montaña cuando algo os hace deteneros en seco; unas enormes huellas de pokémon, con tres dedos terminados en unas afiladas garras tan extensas como dedos. Para que no quepa duda, la profundidad de las huellas indica que no es un pokémon precisamente liviano.

Oís entonces un atronador rugido que os estremece hasta el tuétano, es el sonido de una criatura grande y poderosa. Y este es su territorio.

Los que estaban más cerca mío pudieron notar como expiraba con fuerza, algo muy parecido a un suspiro. Sin embargo, mi semblante no varió en lo absoluto. Aquello tan solo sucedía en ocasiones excepcionales, cuando mis oídos se llenaban de las bellas notas de algunas canciones de música clásica. Solo entonces relajaba mi rostro, sonreía y posaba los pies en el suelo.

No había hablado con ellos porque no había necesidad de hacerlo. Mis compañeros no me parecían seres especialmente inteligentes, y el más inteligente de los humanos (aunque también el más arrogante y sabelotodo) se había marchado en un gesto que era la antítesis paradójica de su comportamiento habitual junto al otro Pokémon psíquico. Y, como un auténtico rebaño, íbamos a seguir a un pastor -que, por otra parte, quizá quería que lo siguiéramos en un alarde de heroicidad y egoísmo- que llevaba un bastón que no era para guiar si no para poder mantenerse en pie y que se estaba internando en el bosque tras haberse comportado de forma nada asertiva. Y eso no había dejado indiferente a nadie. Ni siquiera a mí.

Miré aséptica a mis compañeros. Sasori parecía entender el comportamiento de Mark de la misma manera que yo (“Sabe que lo alcanzaremos”) pero no coincidía con él en su concepción de Mark como ser hostil. Si algo me había quedado claro era que “a Mark es fácil hacerlo enfadar cuando se le cuestionaba su comportamiento”, y que ama a los seres vivos casi más de lo que se ama a sí mismo, aunque aquello parecía poco probable. Era prácticamente imposible que fuera a hacernos daño, y más aún cuando compartía vínculos emocionales que, aunque débiles, existían entre él y el resto.

Si no, Kate podría hacer el resto. Ella intenta calmarse. Parece una chica maja, la única fémina del grupo de humanos. Una papeleta difícil en cualquier lugar. Pero a pesar de que la rápida marcha del médico parece haberla cogido por sorpresa y dejarla sobrecogida, ella parece reponerse con gracilidad del evento y echa a andar, siguiendo al grupo. “Como ovejas...”, pensé, mientras me alzaba unos centímetros más en el aire. No estaba acostumbrada a moverme por la maleza, aunque el suelo o el terreno difícil no era un problema para mí. “¿Por qué todos están tan raros?”, me pregunté. El único que parecía estar bien era el Charmander. El loco Charmander.

“Estos tíos son imbéciles”, pensé, mientras me elevaba por encima de la maleza y atisbaba a lo lejos. No iba a ser tan difícil dar con Mark, puesto que su velocidad era anormalmente reducida por aquél bastón, a que andaba con Sweet, que no lo iba a dejar en paz durante todo el viaje, y al hecho que, desde arriba, todo se ve mejor. Sin perder de vista a mis compañeros y teniéndolos casi en todo momento debajo de mí decidí buscar a Mark. Claro que, quizá, había una vía más fácil.

El mundo era completamente diferente cuando Gin se concentraba.La gran variedad de aromas, los incontables sonidos a su alrededor, la respiración la vida fluyendo a través de esos incontables movimientos que normalmente nadie podría percebir.Por lo menos no un humano común y corriente. ¿Como no perderse en ese Surinam de sensaciones que le llegaban? Era difícil, pero debía aislar un solo aroma en todos ellos y seguirlos.No sabia como, quizá por simple instinto integrado ya por la practica de sus facultades, logro hacerlo y por lo tanto pudo seguirlo sin problema. ¿A donde va Mark? ¿Que es lo que planea? Las preguntas no se contestaban, si no que acentuaban "¿Tenias que irte con el maldito ordenador verdad?".

La distancia que estaban recorriendo era anormal para estar siguiendo a un tipo que anda con un bastón "Esto es estupido, ¿Por que aun no lo alcanzamos? ¿Es que ese bastón es solo de decoración? Es el mismo tipo que se cayo solo en el laboratorio de Oak por el amor de Arceus, no puede ser tan rápido..." Y luego, llegaron ante esa huella y el rugido de lo que era un pokemon potencialmente enorme. "Este tipo de huella, grande, pesado, una montaña...¿Aggron? ¿Lairon? No lo se, podría ser otra cosa, pero de todas formas son malas noticias." La situación cambiaba nuevamente, el rastro de Mark lo había guiado hasta allí pero una criatura salvaje de esas características era un gran peligro. ¿Y si Mark se había encontrado con ella? No le quedaba de otra, había que comprobarlo. "Si hay peligro, debería ser capaz de sentirlo antes que ellos."

-Sea lo que sea esa cosa, quizá se encontró con Mark, así que voy a comprobar si necesita ayuda.- Observo a su Abra, pero aunque ella fuera fuerte, no lo pondría frente a un gran peligro como el que se imaginaba -Lo mejor seria avanzar con extrema precaución y estar preparados para lo peor.-

- Charmander, atento - digo con calma

Kate Manson deja pasar parte de otro yo. Un yo que sabe de estas cosas, una persona calmada, fría y profesional. Doc nos la ha liado o Doc se ha encontrado con algo muy grande y muy malo. No preparo la pipa, pero me tenso y miro a mi Pokémon, espero que se de cuenta de la gravedad de la situación.

- Vamos a ir a por Doc, ¿Alguno de vosotros sabe rastrear?

Antes de que Sweet pueda responder, mental o físicamente, un sonoro crujido desvía vuestra atención hacia un montículo de tamaño considerable que os había pasado desapercibido en la penumbra. Pero ahora no podéis hacer otra cosa que contemplarlo mientras se alza y se estira dejando ver una larga cola, su coraza de escamas verdes y un armamento imponente de garras y colmillos afilados.

La criatura se alza sobre dos patas alcanzando una altura de dos metros y emite un sonoro rugido que espanta a todos los pokémon pájaro que se posaban en las ramas cercanas. Ahora ya puedes distinguirlo con claridad; es un Tyranitar. Y por la feroz mirada que te dirige, esta claro que no eres bien recibido.

"Rastrear, si, supongo que podría llamar así a lo que hago." Las cualidades de Gin eran especiales, aun así quien creería que un joven como el era un experto en rastreo. -Estoy siguiendo su rastro desde que se fue, no hay forma de que se escape, tiene que estar por aquí.Sea lo que sea eso, parece que tendremos que trabajar en equipo.Si estan listos puedo guiarlos.-

Caminamos ladera abajo. Encontramos en nuestro camino, un rastro perteneciente a un pokémon enorme, del que podemos escuchar un bramido. Tiemblo sin poder remediarlo. Pero trato de no amilanarme, me hincho y me situó delante de Kate cuando me llama. Gruñendo por lo bajo.

Abra se eleva, miro como va ascendiendo con curiosidad. Nunca vi que se pudiera hacer sin alas. Yo también querría hacerlo, volar. Pero eso queda aún lejos, al menos hasta que evolucione. Tras esta pequeña distracción, llevo el hocico al suelo y busco el rastro del Doctor y de Sweet, o del pokémon grande para poder evitarlo.

Escuchaba a Mark con atención, pero no entendía del todo lo que decía. La manera de pensar de los humanos y los pokemon parecía no coincidir siempre y este era uno de los casos, así que no sabía muy bien qué decir. Estaba pensando en alguna cosa divertida para subirle los ánimos cuándo el rugido nos hizo trastabillar. 

Saltando de su hombro hacia atrás, cogiéndole del cuello de la camisa para tirar de él conmigo, le lancé un grito mental que seguramente resonaría en su cabeza por mucho tiempo teniendo en cuenta lo aguda que era mi voz.

"¡Mark cuidado!"

El Tyranitar se alza mientras yo intento apartar a Mark del lugar. Yo soy el pokemon, el es un humano cojo, las cosas cómo son. Si alguien tenía que proteger a alguien, ese era mi trabajo.

"Quédate atrás." - le dije una vez más mentalmente, con mi dulce y chillona voz, mientras saltaba por encima suyo y me colocaba unos pasos delante suyo. 

El Tyranitar no parecía muy dispuesto a hablar, pero por probar no perdía nada.

- Buenos días amigo, ¿qué buen tiempo, eh?  - le dije alegre, cómo si no me diese cuenta de la batalla que los gestos del Tyranitar gritaban a los cuatro vientos. Pero yo no era tonta, y a pesar de mi tono, estaba dispuesta a atacar si tocaba -  ¿Nos podrías indicar por dónde se sale del bosque, amable señor? No le molestaremos más, prometidísimo.

-Miremos el lado bueno, estoy seguro de que Doc seria una de las pocas personas, agradecidas de poder colaborar en la cadena alimenticia pokemon de manera directa.- Comente bajo el pañuelo, en el tono mas ambiguo que podia dar.

De todas maneras, la cosa no era de risa, nos estabamos adentrando directos al territorio de un pokemon depredador, y dudaba mucho que aquel rugido fuera bravado. Si ese pokemon, fuera cual fuera, nos veia, lo tenia claro, ibamos a morir entre sus garras, como el Seviper habia muerto con el charmander.

Sobra decir que me gustaban los pokemons, pero no tanto aun para fantasear con que uno me sacara las costillas una por uno del costado.

 Me agache sobre la huella, y sacando la pokedex, lo primero que hice fue fotografiar el rastro y luego buscar en la date de datos. Si estaba en la pokedex, deberia encontrarlo con facilidad, sino, me habria ganado algun plus con este nuevo descubrimiento, algo que casi me apetecia mas, asi que rezaba por ser una especie nueva.

-¿Sneasel, reconoces la huella de este pokemon?- Le pregunte a mi compañero, quizas habiendose encontrado uno similar en su camino.