Partida Rol por web

Polvo de Escorpión

4. Llegada a Bastión Celeste

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19/05/2018, 10:01
Nekaua

El exabrupto de Daha sorprendió a Nekaua. No esperaba que la alcorita tuviera algo así dentro. No con ella, al menos; si hubiera esperado esa reacción si hubiera estado discutiendo con Corianne.

Tuvo que apretar los labios para aguantar la risa. Le sucedía cada vez —casi cada vez— que una persona pequeña hacía algo así. Todo el esfuerzo que hacía para enfatizar sus palabras, levantando la voz y gesticulando con vehemencia, solo conseguía que se distrajera de lo que decía realmente, y que fuera más difícil aguantarse.

Así que se quedó en silencio unos instantes. Volvió a respirar con normalidad y trató de recordar todo lo que había dicho la semielfa.

Pretendo cumplir mi compromiso, replicó. De lo contrario, lo más probable es que hubiera dejado al grupo el día anterior, y estuviera en ese momento lejos de allí, de camino a Ark Durandor, cargando con su hermana. No les había contado todo, pero creía que entendían su dilema.

No parece que el Encinar esté lejos, dijo, señalando a los vigilantes con un ademán de la cabeza. Ninguno de ellos parecía preparado para un viaje. Tampoco el mediano con el que se habían cruzado antes de entrar al pueblo. Y ella, añadió, señalando a Corianne, ha sugerido que les esperáramos en la taberna. Si voy con ellos, no vamos a perder tiempo, sino a ganarlo.

Y quizás a salvar vidas. Esos hombres y mujeres no eran cazadores, y un lobo que andaba sin manada y atacaba a humanos era una anomalía, y con seguridad un peligro real que habría desgarrado la garganta de alguno de ellos antes de que consiguieran matarlo.

Si queréis partir sin demora, puedo viajar durante la noche, ofreció; os alcanzaré antes del alba.

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19/05/2018, 12:28
Biff Mason

La mención a la República llamó la atención de Biff.

¿Veiner?—preguntó—¿Stephen Veiner? ¿El ministro principal?

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19/05/2018, 12:29
Clea Stenon

Clea fulminó con la mirada a Daha cuando mencionó a Veiner. 

Sí, el mismo. Un encargo personal, nada oficial—dijo resolutivamente desviando la atención—. Pero se ve que una reunión en su despacho da las suficientes ínfulas como para creerse estar representando a la República.

Desviada la atención miro al grupo de aventureros.

Fue vuestra decisión traer a Balaka y con ella no podemos continuar el viaje, así que vosotros sabréis. Los caminos no son seguros así que no vamos a dividirnos.

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19/05/2018, 12:31
Kifel Robbarth

Si para ti el deber es más importante que salvarle la vida a un amigo es que tienes un problema—le dijo cruzado de brazos—. Y ya estamos perdiendo bastante tiempo.

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19/05/2018, 12:49
Biff Mason

Badulion, Marcel, Tara. Llevaos a la goliath. Recordad lo que os he dicho. Los demás marchad a la salida norte y esperad allí, ¿entendido?

Los vigilantes siguieron las órdenes d Biff y en un momento el jefe se quedó a solas con el grupo de aventureros.

Hay una diferencia entre no querer ayudaros y no poder hacerlo—dijo mirando a Corianne un momento—. ¿Habéis visto a mis chicos? ¿Creéis que puedo prescindir de alguno de ellos para cazar a esa bestia? Aun así, si habéis pensado que no quería hacerlo os pido disculpas.

Biff se tiró se la barba, pero había algo visiblemente distinto en él. Sin la presencia de los otros vigilantes parecía mucho más viejo. Como si delante de ellos se esforzase en parecer una persona que ya no era.

Vamos a hacer las cosas como Nihal manda—dijo más para sí que para los demás—. Veréis, esto no puedo decirlo delante de los chicos, pero si van al Encinar no volverán todos. No están hechos para estas cosas, al menos no todavía. Vosotros en cambio sois de otra pasta. Ayudadme y os daré alguna cosa de mis tiempos de aventurero. Podéis venderla y repartiros el dinero. Pero esto tiene que quedar entre nosotros. ¿Os parece? Será más provechoso que esperar en la taberna.

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19/05/2018, 21:26
Corianne

Corianne se cruzó de brazos y levantó las cejas en un gesto a medio camino entre la indignación y la incredulidad.

—Tengo entendido que 'hola, buenos días' es el saludo habitual por estas tierras y no 'no vamos a ayudaros'. Ni siquiera 'no podemos ayudaros'. 

Bufó haciendo vibrar sus labios y echó a andar. Mientras lo hacía le echó una mirada aniquilidora a Nekaua.

—Será mejor que acabemos con este asunto lo antes posible si te vas a poner terca como una mula —dijo y se detuvo junto a ella para mirarla desde abajo—. Pero te lo advierto, no vas a jugar a los caballeros en cada jodido rincón de Rhovesia. Tenemos cosas más importantes que hacer.

Dicho eso, continuó con zancadas enérgicas en dirección al Encinar.

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20/05/2018, 11:20
Daha Phiatabel

Aquella goliath empezaba a convertirse en un incordio más que en una ayuda. Ahora les desviaba bastante del rumbo y les hacía perder unas valiosas horas hasta llegar a Mena de Oro. Ya habían tenido que cargar con su hermana hasta allí y aunque no se lo reprochaba, pues desde un principio había entendido sus motivaciones, no dejaba de ser una molestia en el viaje.

No obstante, Corianne también a aceptaba ceder ante la insistencia de Nekaua. Kifel ya se había pronunciado al respecto y Clea… Bueno Clea les dejaba bastante a su elección el que hacer con su tiempo. Aunque algo tenía muy claro, no debían dividirse y en eso Daha estaba de su parte. Tan solo Iskal quedaba por pronunciarse frente a aquella encrucijada, aunque la mayoría ya la tenía asegurada la cabezota de la goliath.

- Está bien… - Daha suspiró. – Os acompañaré al Encinar. Clea tiene razón. No debemos dividirnos. – Afirmó rotunda.

Entonces se aceró a donde se encontraba el pelirrojo. Había tenido unas palabras duras con ella y para nada quería que creyera que era una mujer insensible. Si era tan importante para él le ayudaría a traer consigo de vuelta a aquel mediano y a su loba, o lo que quedara de ellos.

Entiendo Kifel, que quieras ayudar a un viejo amigo. – Le dijo agarrándole de las manos. - Más teniendo en cuenta, que si lo que Mason ha dicho sobre la profesionalidad y aptitudes de sus hombres es cierto.

Fue entonces el turno de Biff Mason. Era cierto que se trataba de un pueblo de unas mil personas, pero Bastión Celeste merecía una guardia digan que pudiera resolver sus problemas de seguridad. Sí el jefe Mason sólo había encontrado a cuatro desarrapados para formar una milicia decente, era la República quien debía hacerse cargo de proporcionar los médios adecuados a Bastión Celeste para formar una guardia adecuada. Ella se encargaría de comunicarlo así a su regreso a la capital. Lo que estaba pasando allí era inaudito. 

Señor Mason, creo que es el momento de buscar reclutas en condiciones. No creo que sea tan difícil encontrar hombres y mujeres válidos en la República. Y es la República quien debe proporcionarlos y velar por la seguridad de todos los ciudadanos que están bajo su protección. – Habló muy segura de sus propias palabras. - A mi regreso trataré de que eso cambie. Tenga por seguro que lo haré...

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20/05/2018, 15:55
Iskal

Iskal suspiró con resignación para sus adentros. Con tanta acusación moral y tanto cambio de parecer según viniera mejor había dado por imposible intentar entender aquello. Y para colmo les volvían a restregar por la cara de un modo más bien desagradable que no representaban a nadie. Así daba gusto intentar ayudar desinteresadamente a la República.

Menos mal que le constaba que no todos los humanos eran tan raros... ¡o se los iba a quedar quien los entendiera!

Vio marcharse a Corianne y, como le zumbaban ya las orejas de tanto exceso de explicación, terminó por levantarse y saltar agilmente del carromato para ir tras ella.

Hago esto para que la gente que no tiene nada que ver y no puede defenderse sola no salga herida, por nadie más.

Terminó por alcanzar a la humana aunque tuvo que agachar la cabeza para poder susurrarle al oído. Cosas de tener las orejas a los lados de la cara y no encima.

Míralo por el lado bueno—intentó animarla dándole un par de palmaditas en el hombro—. Podrás exigir esa cerveza gratis en la taberna por las molestias. Es más, exígela con una de esas sombrillitas de madera.

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21/05/2018, 01:04
Nekaua

Nekaua se resistió a soltar la cuerda que la unía a su hermana hasta el último momento, una vez hubo explicado a los tres vigilantes que no debían soltar los nudos, que usaran cadenas si disponían de ellas y que, una vez encerrada, no debían abrir la puerta. Tenía miedo de que, aun herida, se liberara y matara a aquellos muchachos —aunque ninguno de ellos debía ser más joven que ella misma— al escapar. Tenía miedo de que, al regresar, ya no estuviera allí.

¿Como comer... ostras?, respondió a Corianne.

Aunque a regañadientes, todos iban a dirigirse al Encinar. No era parte del cometido, pero era lo correcto. Ella no sabía sobre la historia de las tierras bajas más que lo que le habían contado en la granja. Y la mayor parte de ello le había sido tan ajena durante tanto tiempo, que lo había olvidado. Pero observar los lugares de los que había oído hablar iba avivando su memoria. Antaño, aquel poblado había sido la cuna de los Custodios; había visto el baluarte en ruinas de camino a Puerto del Amanecer. Hubo una batalla en ese pueblo, cuando los kurnitas tomaron Rhovesia. Probablemente habían matado a la mayor parte de hombres y mujeres en edad de combatir. Los vigilantes no eran ni más ni menos que lo que se podía esperar: escasos, demasiado viejos, y demasiado jóvenes.

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21/05/2018, 08:32
Corianne

Corianne volvió a bufar cuando Iskal trató de animarla. Estaba tan de mal humor que ni siquiera le hizo sonreír la mención la sombrillita de madera.

Desde luego que pienso cobrar por esto. 

Cuando escuchó la réplica de la goliath, la miró de hito en hito. Se preguntaba si debía hacerle a Nekaua, de una vez por todas, un disparo de advertencia. La ingle sería un lugar adecuado.

—Eso lo dije para después de la misión. Des-puuu-és —silabeó como si le estuviera explicando a un niño. 

Torció su gesto en un ademán de desprecio.

—Aunque se me están quitando las ganas a pasos agigantados.

Así de voluble era Corianne en sus caprichos amorosos.

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29/05/2018, 09:52
Narrador

Una fina lluvia caía tres horas después cuando el grupo regresaba a Bastión Celeste. En el Encinar y con la ayuda de Iskal, no tardaron de encontrar el rastro de Rommel, pero todo se precipitó cuando encontraron el cadáver de Ismail Braxxen. A partir de ese momento encontraron una hilera de violencia y animales muertos: conejos, zorros, aves, cervatillos... Todos muertos pero ninguno realmente devorado.

Siguiendo raudamente ese rastro no tardaron en dar con el mediano. Y fue una suerte porque justo en ese momento un terrible lobo enorme, se avalanzaba contra él. No era como los lobos normales, sus ojos parecían llamear y tenía un pelaje más grueso y encrespado. Todos reaccionaron de la misma manera lanzándose a combatir a la bestia, que superada numéricamente no tardó en caer. Rommel estaba vivo, pero no Serenya, la loba había corrido la misma suerte que Ismail.

De vuelta en la aldea, los aventureros fueron invitados a comer y beber en El Caldero Cantarín como agradecimiento. Sin embargo el ambiente en la taberna no era el más animado. Los Braxxen acababan de perder un hijo y eso emborronaba el día.

A mitad de la comida el jefe Mason entró en la taberna y tras presentar sus respetos a los Braxxen les entregó de forma discreta a los hombres del ministro una capa. «Tiene la capacidad de protegerte cuando más lo necesitas» fueron sus palabras. Después se despidió y salió del local.

El jefe Mason hace entrega de una Capa de Resistencia +1

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29/05/2018, 15:08
Daha Phiatabel

Daha miró aquella capa con cierta curiosidad. Si lo que Mason decía era cierto, sin duda aquel objeto podría revenderse a un muy buen precio. Aunque lo cierto era que dividirlo entre todos los componentes del grupo no les reportaría demasiado beneficio. Tampoco podían dividir la capa en una serie de pañuelos y repartirlos entre todos. Eso haría que todo el poder mágico que podía albergar, fuera disipado.

Sin duda alguna, a ellos poca o ninguna falta les hacía esa capa. No supondría un gran cambio para ninguno, ni sería algo decisivo a la hora de concluir con éxito la misión que les había sido encomendada. Lo mejor que podían hacer con aquel objeto era un acto de misericordia. Daha sabía muy bien quienes eran los que lo estaba pasando peor en aquellos momentos.

La semielfa llamó la atención de todos los componentes del grupo. Le fue difícil reunirlos a todos, pues cada uno estaba a lo suyo. Especialmente Corianne. Con cerveza y libertinaje de por medio se encontraba en su salsa. Pero no iba a ser ella quien la juzgase. No al menos en voz alta. No al menos otra vez.

- Sólo necesito que me escuchéis un momento. – Insistió entonces la sacerdotisa tratando de caparla atención de sus beodos amigos. – Podríamos hacer un acto de fe. Un acto que si bien no hará desaparecer el dolor de los Braxxen, si podría paliar al menos en parte su sufrimiento. – Sonrió de oreja a oreja, pues suponía en su interior que la propuesta que estaba a punto de realizar, sería del agrado de todos sus compañeros. - ¿Por qué no les entregamos la capa de Mason a los Braxxen? Si la venden podrán vivir cómodamente durante mucho tiempo. – Se puso en pie y colocó los brazos en jarra esperando a que todos la jalearan por aquella idea tan magnífica.

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29/05/2018, 16:39
Iskal

Iskal se había sentido aliviado de que en aquella taberna tuviesen jarras lo suficientemente grandes para poder meter el hocico en ellas.

Aunque no sabía muy bien qué conclusión sacar de todo lo que había pasado. ¿Un lobo asesino surgido de la nada rondando un pueblo aparentemente porque sí? Es decir, estaba claro que aquello no era normal, ni  si quiera tenía claro que fuese realmente un lobo en el sentido literal de la palabra pues los lobos viajaban en manadas. Pero sólo esperaba que no empezaran a encontrarse bestias enloquecidas aquí y allí o comenzaría a sospechar de que algo oscuro estaba pasando. Y ya tenían suficiente con el misterio del Polvo de Escorpión.

Aunque en honor a la verdad, quien le había dado más pena era Serenya. El pobre animal había ido al Encinar sólo para encontrar una muerte horrible. Únicamente se le ocurría como razón la que ya había teorizado en un principio de los cachorros pero ahora ya nunca lo sabrían.

Y junto a todo aquello se sentía bastante decepcionado. Concretamente con la cara dura de Mason. Mucho "os daré alguna cosa de mis tiempos de aventurero" y el tipo había optado por la ley del mínimo esfuerzo: una sola cosa. Para cuatro personas que habían arriesgado sus vidas por completos desconocidos. No le importaba tanto el premio en sí, un regalo era un regalo y él lo agradecía sólo por eso. Era el gesto lo que lo desilusionaba; algo tan oculto parecía hecho por cumplir más que de corazón.

Definitivamente había humanos que parecían esforzarse por hacer perder la fé en su raza. Pero mientras quedasen de los que se esforzaban por justo lo contrario, a él le seguiría valiendo la pena.

No te ofendas Daha pero regalar un regalo es un gesto bastante feo—dijo sin hostilidad—. Y confieso que casi parece fuera de lugar dar algo material a un desconocido que acaba de perder un hijo. Puede que algo de apoyo espiritual sea mucho más valioso en estos casos... yo me temo que en eso no puedo ayudar pero tú eres clériga. Quizá podrías ofrecerte a ayudar con los ritos. O si llevan demasiado, con una oración.

Se rascó la cabeza.

—No sé mucho de vuestras costumbres así que hablo un poco a ciegas—confesó antes de mirar a Nekaua y Corianne respectivamente. Carraspeó—. Hablando de algo menos lúgubre... creo que cuando acabemos aquí deberíamos seguir hacia Mena de Oro.

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30/05/2018, 22:53
Corianne

Corianne había elegido para el grupo la mesa más alejada, en una esquina, y ella misma se había colocado de espaldas a la pared y de frente a la puerta. La bucanera había dado buena de todo lo que le habían puesto por delante: tanto comida como bebida. 

—Prrrff.... ¡ja, ja, ja, ja, ja!

Corianne manchó de vino la túnica inmaculada de Daha cuando lo escupió como un sifón al escucharla. Después se puso a reír como una loca, sin parar. 

—¡No te lo crees ni tú! —dijo lagrimeando entre el acceso de hilaridad—. Confiesa, nena. Lo has dicho porque sabías que yo me iba a negar. Mientes peor que el grumete del Despreciable haciéndose pasar por capitán. 

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02/06/2018, 11:50
Nekaua

Nekaua comió y bebió con avidez, y al terminar pidió que rellenaran su escudilla y su jarra. Las raciones fueron mayores esta segunda vez, pero incluso al acabarlas, no se sitió saciada. Hubiera repetido de nuevo, de no pensar que abusaba de la gratitud de los dueños del establecimiento.

El lobo estaba muerto, y ya no suponía una amenaza para el pueblo. Tras la cacería, estaba convencida de que, si no se hubieran ocupado de la bestia, alguno de los muchachos que ejercían como guardia del pueblo hubiera muerto. Así que estaba complacida; había obrado como debía.

El jefe les entregó el “regalo” antes de que terminaran la comida. Ella ya tenía una capa bendecida; no necesitaba otra. Tampoco se había ofrecido para ayudar en la cacería para conseguir una recompensa, así que decidió dejar la prenda a los demás.

Las ciudades aún son extrañas para mí, pero he vivido entre granjeros bastante tiempo. Muchos de ellos se tomarían lo que propones como un insulto.

Dicho aquello, se puso en pie, agarrando su bolsa y el escudo.

Voy a ver a mi hermana, y a pedir a los vigilantes que envíen el mensaje a Doña Clavilda, declaró. No tardaré.

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02/06/2018, 15:48
Iskal

Iskal asintió a Nekaua, luego bajó la vista para observar la capa que les habían entregado y se rascó la mejilla con una garra. Si la goliath no parecía interesada en ella y Daha quería regalarla...

¿Te la quieres poner tú?—dijo mirando a Corianne—. Tu estilo es de primera línea de combate, yo suelo estar algo  más a distancia de las cosas.

Y si no siempre podían ir prestándosela a intervalos irregulares.

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02/06/2018, 22:12
Corianne

La aludida se encogió de hombros y arrampló la capa.

—Vale, de todas formas a mi me queda mejor —declaró, extendiéndola frente a si para examinarla con ojo crítico—. Aunque tal vez le dé un toque personal. Tengo aguja e hilo en la mochila. 

Y entonces frunció el ceño y miró a sus compañeros.

—¿Pensáis que estropearé el encantamiento si le coso algo encima?

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04/06/2018, 09:56
Clea Stenon

No debería—dijo Clea respondiendo a Corianne—. Siempre y cuando respetéis la integridad de la prenda y si los encantamientos se hicieron como Mebsuta manda, la magia debería permanecer intacta. Yo también pienso que deberíamos partir cuanto antes ya hemos perdido bastante tiempo.

Parecía que no iba a añadir nada más cuando añadió.

Buen trabajo.

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04/06/2018, 10:06
Kifel Robbarth

Kifel apuró la jarra de cerveza de un trago.

No es la de la Estrella Caída pero es gratis—murmuró para él—.  Los Braxxen son ricos, al menos todo lo rico que alguien puede ser en Bastión Celeste. No les hace falta la capa. Además el jefe nos pidió que el regalo quedara entre él y nosotros. Entiendo que por tu fe te guste proclamar todo lo que haces, pero a veces podrías hacer uso de la virtud de la discreción.

El pelirrojo entonces pidió otra ronda.

Supongo que esperaremos a que la lluvia termine, ¿no? Vale que durmamos en suelo mojado, pero no estaría mal ahorrarnos el paseo bajo la lluvia.

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04/06/2018, 10:17
Narrador

Tras haber comido y mientras sus compañeros tomaban algunas  bebidas a modo de sobremesa, Nekaua se levantó y salió de La Marmita Cantarina. Antes de partir a Mena de Oro tenía que despedirse de su hermana y atar los cabos sueltos.

Nekaua continúa aquí. Nekaua queda fuera de escena, a partir de ahora no la marquéis en los post.