Partida Rol por web

"Ese Okri... ¿Quién es exáctamente y donde está? Conocia al viejo mago, pero siempre supuse que había otro."

- “Quizás no sea urgente ahora mismo. Os preguntaré más adelante de los medios de que os proveía el tabernero.“

“Okri es un herrero enano, tiene bastantes enanos trabajando para él en su forja, o como la denominan ellos el techo del mundo, no te puedo decir mucho más ya que mis encuentros con él fueron bastante fugaces.

Anoto y comparo con informaciones o rumores anteriores.

“Antes de que terminemos nuestra amena charla me gustaría tener unas palabras contigo a solas...Si no es menester...” -le digo al Mesías.

Me giro hacia el jefe.

-¿Ya estamos con los secretitos, Baäl?

"No nos gustan los secretos. El sargento se quedará." - Le responde a Baäl

Levanto mis brazos en señal de indiferencia y me quito la capucha.

“Bueno, cómo puedes observar conseguí mi objeto...Aunque perdí bastante a cambio.” -rápidamente cambio el tema- “No voy a hacerte perder el tiempo así que voy a ir al grano...Estaba pensando si por casualidad ¿No tendrás alguna escoria o estorbo en los calabozos y que necesites deshacerte? ¿Uh?” -cuando estoy diciendo esto empiezo a mirar mis dedos esqueléticos.

“Nos vendrían muy bien en futuras misiones...No sé si me entiendes” -digo mirando fijamente al Mesías

Una vez se quita la capucha ves lo que realmente es Baäl: un no-muerto, una repugnante abominación. Guardas silencio mientras Akal habla.

"Te dije que no tenía problema con tu condición, no te dije que tenías carta libre para realizar tus retorcidos hechizos aquí. No necesito que desmoralices a mis soldados levantando a sus camaradas o que traigas a un séquito de carne podrida y huesos a la fortaleza."

"No te impediré que uses tus artes oscuras, pero no quiero verlas aquí ni delante de la tropa."

El mesías saca una bolsa de su capa y la deja en la mesa.

"Espero que haya quedado claro. ¿Puedo continuar o tenéis algo más de lo que hablar?"

Vuelvo a ponerme la capucha y guardo silencio.

-A mí me gustaría comentar algo. Verá, estuvimos antes en la armería, ya que no tengo el valor de volverle a pedir su daga... -muestro mucho arrepentiemiento- y tenía pensado aprovisionarme con alguna otra daga de cierta calidad, pero el ser que trabaja ahí se negó a entregarme una injustamente. ¿Estaría en su mano dotarme de armamento adecuado? Esta vez prometo que no lo perderé y lo usaré bien.

"¿Injustamente? Lo dudo. Iré a ver a Tel en persona y veré que ha ocurrido realmente."

Akal se levanta y se dirige a la salida de la habitación.

-Dirá que intenté robar o algo así. Es algo paranoico. Por cierto, aún no sabemos cómo ayudarte.

Al levantarse Akal Zaus me levanto inmediatamente.

- "¿Ordenas algo, Mesías?"

Akal se apoya con una mano en el marco de la puerta y suspira.

"No juegues con mi paciencia. Tú quedate, Ssirt, presta atención."

El mesías vuelve a la mesa y abre la bolsa. Saca dos pequeñas pirámides y las deja delante de vosotros.

"Necesito que hagáis una misión sencilla, los tres. Tengo un viejo aliado que sin duda nos prestará su ayuda para enfrentarnos a Sakka'ra, ya lo ha hecho varias veces. El problema es que he perdido el contacto con ellos hace dos días, desconozco el por qué. No debería de haber problema alguno, una simple misión de reconocimiento, restablecéis la conexión y de vuelta a casa."

Akal os acerca la pirámide negra.

"Nuestro aliado es el emperador, el soberano de ese mundo. Tiene un colgante característico, como este."

"Os transportaré cerca de su colgante, probablemente acabéis rodeados de guardias a punto de mataros... decid que venís de mi parte. El emperador puede ser alguien muy severo, pero así es su mundo; sin su mandato todo se descontrolaría. Con que le digáis que sois mis consejeros será suficiente para que os escuche. Enseñadle esta pirámide, la conectará a una fuente de energía que hay en su sala del trono y os abrirá un portal de vuelta, restableciendo la conexión."

"Tenía un grupo allí por si ocurría algo parecido, pero por lo que tardan parece que no pueden arreglarlo. Asistidles en todo lo que necesiten. Si el emperador os pide algo espero que lo cumpláis, es orgulloso y no se tomará bien vuestra negativa, además de que me representáis, así que cuidado con lo que hacéis."

"Si todo está listo os mandaré inmediatamente."

- ''¿Hay algún saludo o protocolo que sea adecuado emplear a nuestra llegada?''

-La pregunta es: ¿Y si han perdido contacto con vos voluntariamente?