Partida Rol por web

- "Todavía no se muchas cosas. La maldición cayó sobre mi justo antes de nuestro último viaje." - hago una pausa mientras pienso todo lo que se hasta ahora.

- "Esta ha sido la cuarta vez que me ha sido necesario probar la sangre. En dos ocasiones me alimenté de la mía propia. Funciona como una sed, hay un tiempo en el que no es molesto, algunos momentos en los que puedo resistir, y créeme que lo intento. Pero llega un momento en el que debo proveerme." - digo con tristeza.

- "Todavía debo probar cosas, como aguar sangre e ir alargando así el tiempo entre urgencias. O la sangre de animales, no hemos cazado apenas en nuestro ultimo viaje y no se si bastaría... no me vendría mal alguna idea imaginativa para intentar tener una alternativa"

-Pues sí, deberíamos probar alternativas porque si no eres un peligro. Pero la sangre que te has guardado, ¿no se coagula? ¿Te sigue sirviendo? ¿Y comes alimentos a parte de eso o solo bebes sangre?

En cuanto termino de registrar el cadáver me guardo un par de objetos y me pongo en pie. 

-Sigamos hablando de camino. Después de ti, sanguijuela -hago un ademán con la mano indicando que vaya delante.

- "Por lo demás mi dieta es normal. La copa está relacionada, quizás nos de algo de información más adelante. ¿Qué tomaste del cadaver? Prefiero no acercarme de nuevo. Me llamo Merebor."

“No ha sido un peligro hasta ahora Yador. No creo que empiece a serlo ahora mismo” digo mientras me pongo detrás de él “ Glorfindel, puedes ponerte detrás de mi si no te fías” y hago un ademán como si no me importara quien está detrás de quien.

“Y sobre mí no hay mucho más que decir, solo soy un humilde guerrero de la costa que trata de sobrevivir en este mundo”

-Si no había preguntado antes es porque parecías más o menos "normal". Pero me alegro de que no seais un grupito de bebedores de sangre, caníbales o algo similar. Y cogí una antorcha, unas vendas y un cuchillo. Lo demás no era muy útil, salvo una espada. Quizás a alguno le interese.

Empiezo a caminar detrás de Bael, dividiendo mi atención en vigilar el entorno y a ellos, con la antorcha iluminando el oscuro bosque.

Avanzo en una dirección distinta de la que tomó la criatura.

Observo signos que nos indiquen que vamos avanzando hacia el exterior del bosque.

La luz flotante nos va siguiendo un metro sobre nosotros proporcionando un cerco iluminado a nuestro alrededor.

Seguis avanzando por el oscuro bosque durante un buen rato. Notáis como algunos seres os rodean de vez en cuando, pero con alumbrar en su dirección huyen sin dar pelea.

Finalmente abandonáis el bosque, miráis al cielo y os dais cuenta de que en unas pocas horas va a anochecer. Un largo camino formado por el paso de viajeros se extiende hacia el horizonte. En medio de este sendero hay una carreta y un individuo comprobando el estado del animal que empuja el carro. Está a cinco minutos y no se ha percatado de vosotros.

-Algo me dice que deberíamos ir a hablar con ese individuo...

“Si tienes toda la razón,venga vamos” Me acerco a la carreta cautelosamente intentando ver al individuo que está con el animal.

-"Al final mis primeras suposiciones de que erais gente de fiar se confirmaran, perdonar mis dudas, y apoyo la mocion de hablar con ese hombre"
Le hago un gesto a Yador como de complicidad

La caminata esta siendo larga y utilizo el baston como apoyo.

- "Andemos con cuidado, un viajero solo cuando el mundo conocido está colapsando con el ataque del mesias podría no ser lo que parece"

Os acercáis al carro. Observáis que un hombre bastante enclenque y vestido con ropa vieja que esta revisando si el burro que tira del carro tiene las correas bien puestas.

Al acercaros a él por su espalda os escucha y se sobresalta.

"¡¿Quiénes sois?! ¡¿Qué queréis?!"

Mete su mano derecha dentro del abrigo que lleva.

Hecho un rápido vistazo a sus pertenencias, tanto las de la carreta como las que lleva encima.

“Tranquilo, acabamos de salir del bosque y te hemos visto. Como puedes ver uno de los nuestros está herido...Por lo que nos vendría bien que nos echaras una mano, además de decirnos donde nos encontramos”

El hombre se queda unos segundos pasmado, mirándoos de arriba a abajo.

"B-b-bueno..." - El hombre tartamudea un poco. - "No-n-no creo que pueda ayudar a vuestro am-migo, unos bandidos me at-at-acaron y tuve que sol-soltar mi carga para huir..."

Veis como está bastante atacado de los nervios.

"Pero si que-queréis puedo llevaros a la ciudad por la que iba a pa-pa-pasar... no está lejos."

El hombre saca su mano del interior de su abrigo, no ha sacado nada. Tras apoyarse un poco en el carro y dar un suspiro de alivio, recupera la compostura.

"Habéis salido del valle oscuro." - Dice mientras le da unos golpes a la mula y se sube al carro para coger las riendas.

Te asomas a la parte trasera del carro. Solo hay cajas rotas y vacias, además de telas viejas y polvorientas. Todo esto está amontonado y desordenado al fondo del carro.

El abrigo tapa todo lo que el hombre tiene. 

-¿Qué ciudad es esa? ¿Llegaríamos antes del anochecer?

"La ciudad de Morhaf. Si no nos atacan y este viejo burro deja de ser tan tozudo... Podemos llegar al ocaso."