Partida Rol por web

Federico te ha hecho llegar una nota para confirmar su presencia en la reunión a la que la invitaste.

Según habíais acordado, Federico se une a Estefano en una reunión privada en una cafetería de carretera, alejada del área de influencia de las familias.

Federico entra a regañadientes en la cafetería. Localiza la mesa donde se encuentra Estefano. Se acerca, se quita el abrigo y el sombrero y se sienta enfrente de él.

- ¡Hasta dónde me has hecho venir! Bautista se ha perdido tres veces. Me tomaré un café sólo, bien caliente.

- Hola Don Federico. Estéfano se aseguró de remarcar bien la palabra Don, y dejó una pequeña pausa para que el capo se regodeara con el trato que le estaba dando, luego se aproximó a Federico y tomó su mano derecha para besarla en señal de respeto y lealtad.

- Permítame lo primero agradecerle que esté aquí. Que un hombre tan atareado como usted, sobre todo por las noches, se haya tomado la molestia de acudir a la cita es todo un cumplido. Estéfano asintió con la cabeza a la camarera que le ofrecía un café después haber servido a Federico. Confío en que el 'suo figlio' le transmitiera mi mensaje, la familia Grimaldi se viene abajo como un castillo de naipes y sin duda no hay nadie que haya demostrado merecerse más el puesto que tistemente Don Andrea ha dejado vacante. Sepa que puede contar con mi apoyo cuando llegue el momento.

Estefano dio un silencioso sorbo al café y continuó hablando.

- Pero bueno, no le he hecho venir hasta aquí para hacerle la pelota y decirle cosas que sin duda ya sabía. La razón principal es acercar posturas, ya que en el Ristorante he tenido la sensación de que se tomaba mis palabras como si pretendiera cuestionar sus acciones y nada más lejos de la realidad. Lo que ha hecho con el inútil de Tony ha sido sencillamente brillante, y deja muy claro que usted está al tanto de todo lo que pasa aquí, allí, y diría que incluso más allá. Cogió de nuevo la taza de café permitiendo que el capo le interrumpiera, oprtunidad que el hombre no aprovechó, por lo que después de dar un nuevo sorbo continuó hablando. - Entiendo y comparto su manera de pensar, o estás con la Familia o no vales y fueran lo que fueran Tony y Melissa es evidente que ni estaban ni servían. Si algo bueno tiene esta situación es la considerable purga que se está realizando desde abajo hasta arriba, lamento sin embargo, que esto le haya costado la vida a la sua Mamma, y lamento también que la culpa sea, si se confirma la advertencia de Jackie, de la increíblemente estúpida Melissa Wolff. Espero que Estacado se equivoque y que esta noche hayamos desenmascarado al poli restante, o al menos al soplón que intuyo ya han reclutado, pero mucho me temo que el joven Jackie tenía razón, en cualquier caso, mañana el Mediatore nos despejará las dudas.

- Imagino que de una manera u otra, usted conocerá en breve la lista de esta noche de Berto, si es que no la conoce ya, ¿sabe? he llegado a pensar que era usted mismo el que le hacía llegar esos nombres al, permítame que lo diga, enormemente inepto de Berto. Nuevo sorbo de café. Ese hombre es tan inútil que no reconocería a un poli ni aunque durmiera con él, si no fuera por sus famosos telegramas, sería un candidato idóneo para acompañar a Tony. Los Grimaldi no generamos mucha confianza, y a tenor de los acontencimientos no me extraña, pero si no le importa compartirla conmigo, agradecería mucho no ser esta vez el último en enterarme.

- Cambiando de tema. La idea de poner a los polis a pensar si Berto estará protegido o no, también es buena, aunque sinceramente, si yo fuera poli o el dueño de la licorería, no arriesgaría lo más mínimo, mi objetivo sería sin lugar a dudas Berto Montesco. Y hablando de la licorería, anoche estuve hablando con Eduard y algo me dice que podría ser él nuestro protector, otra razón más para confiar en él, al menos en lo tocante a la investigación, si hablamos de posibles candidatos a Don, creo que el único con capacidad para enfrentarse a usted es él. Cuando hubo acabado de hablar cogió por última vez la taza de café y bebió de un trago lo que le quedaba. La dejó de nuevo sobre el pequeño plato sin hacer ningún ruido, y con la misma suavidad alineó de forma exageradamente meticulosa la cuchara sin usar perpendicularmente al borde de la mesa más próximo a él. Finalmente apoyó ambas muñecas sobre la mesa y miró a Federico con el gesto imperturbable que le caracterizaba.

Federico se acomodó es su asiento. Dió un sorbo al café y tomó la taza con ambas manos para calentarlas.

- A ver cómo te digo esto Estefano. Me das bastante grima. Supongo que esto para nuestro trabajo es bueno, pero no me agrada tu compañía. He aceptado a venir por lo bien que me ha hablado Fagottino de ti.

Federico llamó a la camarera y pidió que le rellenara el café y un sandwich club, o como ellos decían clab sangüis.

- Voy a ser claro. Tienes hasta que me acabe la cena para decirme algo interesante que me haga cambiar de opinión.

Dió otro trago al café americano, era agua sucia, esta gente no sabe hacer café.

- Sí, me haces la pelota y no entiendo por qué, no soy más que cualquiera de mis compañeros, aunque lo aparente. Lo llevas claro si después de lo hablado con Berto en Il Ristorante, piensas que voy a darte la lista. Y lo de acercar posturas. Esto es lo más interesante. Haces unos informes detallados, demasiado profesionales. Normalmente haces comentarios acertados, y tu votación de anoche me chirría, pero me chirría más que dejes caer mi nombre como quien no quiere la cosa en comentarios no muy faborables. No te hagas el tonto, no cuela. No sé lo que duraré entre los libres pero el tiempo que me quede lo voy a disfrutar.

Estéfano no torció el gesto ante el comentario despectivo de Federico sobre su aspecto, era evidente que estaba más que acostumbrado a ese tipo de situaciones.
- Don Federico usted tiene especial aversión a los estúpidos como Tony y yo la tengo con las niñatas engreídas que van de sobradas y que se creen por encima de todo y de todos, como para no participar de ninguna manera, ni en privado ni en público, el día en que se decide entre ella y Vittorio, pese a haberle insistido repetidas veces. A todo el que quiso escucharme le dije que Vic me parecía más sospechoso que Ivanna, pero no podemos pedir a la gente que hable, se defienda, opine y se involucre y luego ignorar lo que dicen o en este caso no dicen. Ocurre lo mismo con lo que ha dicho hoy Jackie, tiene muchísimo sentido pero todo el mundo le ha ignorado.
- No busque enemigos donde no los hay, durante al menos dos noches estamos libres de polis así que relajese y disfrute, y por favor no me insulte con una falsa modestia, usted y yo sabemos que anhela el cargo de Don, y su ego le hará luchar por él incluso a costa de cargarse por el camino a "inocentes" como Tony y Melissa, sí ya sé que ambos pueden ser polis, pero en el fondo eso a usted le da igual, cuando todo esto acabe quiere asegurarse de que nadie abiertamente contrario a usted queda en pie para oponerse y a buen seguro que lo está consiguiendo, yo estoy de su lado, si me acepta.
- No me de la lista, ya la dirán mañana supongo, no deseo causar problemas

Llegó el sándwich a la mesa. Federico lo observó, le abrió las tapas y asintió. Todo parecía a su gusto.

- Si está tan rico como parece habrá sido un acierto esta reunión - se dirigió de nuevo a Estéfano.

- El puesto de Don, me lo estoy planteando seriamente. Hay mucho inepto en la cúpula. Veremos si puedo hacer una buena limpia o hay que promover una escisión. Esto último, como todos sabemos, supondría una guerra entre familias por el negocio, y hay que intentar evitarlo. Si cuando acabe todo ambos seguimos aquí y quieres seguir a mi lado, claro que me interesará tenerte. Aunque soy perro viejo y tener a gente tan preparada a tu cargo requiere de mucha confianza, esa hay que ganarla.

Dió su primer bocado al sándwich y lo paladeo con gusto. Efectivamente, estaba bueno.

Esta vez tampoco con cambió su expresión al recibir el halago de Federico.
Bueno, te diré lo que sé y lo que intuyo. Primero los confiables, creo que tú eres un hombre muy espiritual, en alguna ocasión has insinuado sentir a la Nonna, y te has jactado de tener oídos en todas las casas, no sé, puedo equivocarme pero no lo creo. Melissa es sin duda la ejecutora, la más torpe de la historia por matar a tu Mamma, pero ejecutora al fin y al cabo. Creo que Eduard es inocente y puede protegernos por las noches de los polis, es un tipo inteligente y atento. Confío en Fagottino, aunque algo menos desde anoche, antes pensaba que él tenía el contacto del abogado, pero ahora pienso que es Bonnie, aunque es más una suposición que una certeza. Entre los que quedan, Isabella, Berlus, Salvatore, Jackie y Rodgers, hay un poli y dos soplones. Del que más sospecho es de Berlus sus votos y participaciones son cuanto menos extrañas. Rodgers y Salvatore podrían ser los soplones, y Jackie un mafioso normal posiblemente enamorado de alguien de otra familia. Isabella no sé si es una ingenua o se lo hace

Federico llevaba la mitad del sándwich. Soltó los cubiertos y sé limpio la boca con la servilleta.

- No son malas apuestas. Pero son distintas a las mías. Yo creo que Melissa y Jackie son los enamorados. Ed efectivamente es el dueño de la licorería, me lo ha confesado esta noche. Al principio no le creía, pero luego me ha demostrado que sí. Fagottino y Bony son intocables, pese a no tener ninguna habilidad o contacto están bajo mi protección y gozan de mi confianza. Yo creo que el ejecutor es Isabella o Berlus. El indulto creo que es Joe. Me quedan Berlus, Isabella, Michael y tú... ¿que mal no? ¿Hay algo que puedas decir que te exculpe?

- ¿Eduard diciéndote a tí que tiene las llaves de la licorería? Me cuesta creerlo, la verdad. No estará intentando jugar conmigo ¿No? ¿Federico?. Sus conjeturas, no puedo evitar decirlo, son bastante curiosas. Creo que no se fía de mí e incluirme en una lista de sospechosos con Berlus, Isabella y Michael es como poco insultante, pero bueno no fingiré sentirme ofendido, ambos estamos curados de espanto, por desgracia no todos tenemos un papel importante en la organización que nos libre de toda sospecha, así que dejamos que nuestros actos hablen por nosotros. Mi trayectoria es intachable incluso el voto a Ivanna que se empeña en cuestionar tiene su motivo. ¿Qué pasa si yo tengo razón y Tony y Melissa son inocentes y usted los ha quitado del medio? ¿Le convierte eso a usted en policía? No lo creo pero no puede pedir explicaciones de cada voto viendo los suyos tampoco son siempre acertados.
Con sinceridad, no se cree ni usted la lista que me ha dado.

Volvió a coger los cubiertos y continuó comiendo. Entre bocado y bocado hablaba con Estefano.

- No sé a qué juegas tu. Te sorprende más que Ed me cuente sus jugadas a que yo te las cuente a ti. Está claro que no merece la pena que comparta mis impresiones contigo. Pregúntale tú mismo, verás lo que te dice.

- Tienes la conspiración metida en tu cabeza, esto sólo te hace parecer más culpable. Los inocentes somos más y estamos más tranquilos, los infiltrados deben estar cagados. Máxime con la lista de esta noche de Berto.

- Mañana va a ser una reunión divertida.

- Ayer estuve hablando con él y no me pareció un tipo que compartiera esa información alegremente, pero no es eso sólo lo que me extraña, es el empecinamiento con Melissa de hoy y que ahora diga que simplemente está enamorada de Jackie, no me cuadra, creo que no está siendo del todo sincero. Pero bueno, si ahora ser conspiranoico me hace parecer culpable, no voy a cambiar ahora, mi forma de actuar me ha traído hasta aquí y me voy a tomar su discurso como que simplemente no se fía de mí y eso le convierte a usted en alguien tan paranoico como yo, y me gusta.
- Realmente sí creo que Eduard es nuestro ángel de la guarda, pero como ya he dicho me extraña que se lo diga a usted, no le crea y él se tome la molestia de demostrarlo, ¿puedo preguntarle cómo exactamente se puede demostrar algo así?

- Estéfano, he dicho por activa y por pasiva, que la voto por motivos personales. 

- Con respecto a Ed. Si... supongamos esta noche me hubieran protegido, yo lo sabría y él también. Y se llevaría una buena charla por no haber protegido a Berto. No quiero decir que haya pasado... sólo es un supuesto.

Los interlocutores deciden dar la reunión por terminada, pues ven que el amanecer está cerca y aún ha cosas que hacer antes de volver al restaurante.

Me gustaría hablar con Berlus en el vis-a-vis y con Eduard en privado.
 

Recibido.

Como en la ocasión anterior, Eduard se une a Estefano en una reunión privada en una cafetería de carretera, alejada del área de influencia de las familias.