Partida Rol por web

Esta vez Estéfano decidió pedir un café, la noche prometía ser larga y quería tener la cabeza despejada y activa.
- Hola Eduard, creo que no eres de esos que necesitan recibir el pésame, pero bueno, siento la pérdida de tu hombre, espero que al menos sirva para dar un paso adelante hacia el final de la purga.
- Esto se nos está yendo de las manos, la sangre llama a la sangre y la gente ya ve con buenos ojos matar a un inocente si con eso se aseguran cazar a un poli, no sé, yo no lo veo acertado.

- Buenas noches Estéfano – "Una birra por aquí" – No te preocupes demasiado, considero a Rodgers una pérdida sin mucho valor. Este tipo no me valía ni para atracar un estanco – niega sin mucho drama - Y bueno, ante su silencio me decanto por un policía o un soplón no reclutado, aunque tampoco descarto un mafioso totalmente despreocupado.

Enciende un cigarro - En cuanto a la doble ejecución es un riesgo a estudiar pues nos puede matar las cuentas antes de tiempo, pero es una opción más, Estefano. Cazamos dos sucias ratas, dos, y tras dos noches sin detención no tenemos constancia de si estamos cruzando un campo de rosas contra una, o metiéndonos en un berenjenal contra tres - contra dos...? ¿Tony? - Matar a Jackie y Fagottino no puede ser, pero podemos tantear una doble ejecución entre uno y el más sospechoso de la próxima lista de Berto. Siempre claro, dependiendo del resultado de Michael - añade - Acertar bajaría las marchas.

- Si te lo preguntas, de paso, por lo que a mí respecta no desconfío de ti más de lo debido. Al menos, no más que de Joe y Jackie, o en caso obligatorio, de Fagottino - Mike rules - A Isabella la estoy descartando, ya pensando que no hay que traer mujeres a reuniones de hombres.

- Próxima lista de Berto: Michael, Cerradura y Jackie.

- Perdona Eduard, esta noche estoy un poco más disperso de lo normal. Gracias por compartir la información conmigo, la verdad es que la lista tiene poca miga, al menos hasta dentro de unas horas que sepamos si Rodgers era o no poli/soplón. Lo que sí hace es descartar como sospechosos a Fagottino y a Cerradura, cabría la remota posibilidad de que Fagottino fuera el poli de la lista anterior y que por tanto Cerradura fuera la de esta, pero sinceramente, no lo creo.

- Siguiendo con mi razonamiento de hoy y siempre dando por supuesto que Michael es un poli o un traidor, tendríamos fuera de sospecha a Jackie, Fagottino, Cerradura y Federico. A Berto no le incluyo porque doy por hecho de que si aún queda un poli suelto él será el escogido para ir al trullo esta noche. Eso deja a sólo 4, Isabella, Joe tú y yo. Personalmente me inclino por Joe, ya que tú has demostrado estar más participativo y activo contra  las ratas. De Isabella en principio no sospecho, salvo que el tiro a Joe saliera rana que entonces mi mirada y mi dedo acusador apuntarían a ella, y felicitaría tanto a ella como a su difunto padre por la fabulosa jugada de despiste.

- En cuanto a lo de forzar un empate... sigo sin verlo, es cierto que puede asegurarnos la victoria en términos numéricos, de mafiosos contra polis, pero si echas cuentas, ¿cuántos hemos perdido nosotros y cuántos han perdido ellos? ¿Querrías ser tú uno de los 'sacrificados'?

- Permíteme una pregunta directa, no respondas si no quieres. ¿Te debe Henrietta Grimaldi un gran favor?

La noche no da para más. Los interlocutores se retiran para seguir con sus quehaceres y, con un poco de suerte, descansar algo.

Eduard te ha hecho llegar una nota para solicitar que te reúnas con él en cuanto puedas.

Informado.

Vuelves a tu hogar después de una larga e incierta noche.

La conversación con Eduard te ha abierto una nueva esperanza que hasta entonces no tenías. ¿Sería verdad? ¿Sería Eduard capaz de conseguirte el indulto de la viuda Grimaldi? ¿O habrían terminado de ese modo tan abrupto tu misión y tu vida?

Subes las escaleras de tu edificio contando los peldaños y al llegar a tu vivienda metes la llave en la cerradura temiendo que esta haya sido forzada y la puerta se abra sin necesidad de girar el pomo.

La puerta no cede, está cerrada con llave. Respiras aliviado, la abres y entras. Caminas al interior de la sala de estar y, a contraluz con la pobre iluminación de las farolas en el exterior, percibes lo que parece ser una silueta.

Por un momento habías llegado a albergar esperanza...

Enciendes la luz de la estancia para descubrir que la silueta era tu otro abrigo colgado en el perchero junto a la butaca. La tensión te está jugando malas pasadas.

Parece que al final vas a ver amanecer un día más.

Sueltas una risa histérica y, en ese momento, un objeto contundente te golpea en la cabeza con un golpe sordo haciéndote perder el conocimiento. Lo último que alcanzas a ver antes de desplomarte es a Il Mediatore, que había salido de detrás de la puerta para golpearte.

Te despiertas tirado en un embarcadero, atado y amordazado. Il Mediatore preparar una lancha en la que ves un saco grueso una cuerda y unas piedras grandes. El hombre trabaja en silencio.

La sangre que resbala desde la herida de la cabeza te nubla la visión del ojo izquierdo, pero piensas que no se siente como una herida mortal. Parece que no has tenido suerte y vas a morir ahogado, o quizás de una forma aún peor.

En cierto momento Il Mediatore se gira y descubre que te has despertado.

Vaya, vaya... Te has despertado antes de tiempo. Bueno, no es que haya ninguna sorpresa esperando. Creo que ya sabes qué viene a continaución, ¿verdad?

Te irás al fondo del lago y yo entraré en tu vivienda y rebuscaré tus secretos hasta encontrar algo que me diga quién eres en realidad.

Pero ya que estás aquí, no hay motivo para que no nos divirtamos un poco antes de tu último viaje - Dice esgrimiendo una sonrisa sádica y desenfundando su temida navaja de barbero.

El hombre avanza hasta ti con la navaja en la mano. Las primeras luces del alba tiñen su rostro haciéndole parecer alguien demoníaco.

Il Mediatore interrumpe su avance y mira más allá de tu hombro. Te retuerces intentando girarte a mirar sin éxito, pero al poco, demuestra ser innecesario.

Una voz resuena en el embarcadero. Desde tu posición no alcanzas a ver su origen, pero reconoces el timbre. Es Henrietta.

¡Giovanni! Detente.

Il Mediatore camina junto a ti saliendo de encuadre llevando aún la navaja en la mano. No oyes ni escuchas nada más en un rato largo.

Al cabo Il Mediatore regresa llevando aún su navaja.

Es tu día de suerte, sicario.

Te acerca la navaja a la cara sin ningún tipo de cuidado y te realiza un corte rápido en la mejilla. El tajo se lleva por delante tu mordaza, pero también te atraviesa la piel marcándote una línea rosada que sabes que dejará huella de por vida.

Sientes un dolor agudo y la sangre resbalar por mejilla y cuello.

El hombre corta las ligaduras que te mantienen inmovilizado con la misma herramienta y, aparentemente, el mismo cuidado. Sin embargo su gesto no añade nuevos cortes.

Evalúas la situación: Una cicatriz en la mejilla y un feo golpe en la sien. Parece un precio bajo por seguir vivo.

Il Mediatore no pierde un segundo más y se larga de la escena allí dejándote sólo, en el frío amanecer, a escasos metros de donde descansan tus compañeros.

Quiero hablar con Eduard

Otra noche más se repite la reunión entre Eduard y Estefano; lo único que ha ido variando son los lugares de encuentro. Esta vez, un sórdido garito en el que ambos se encuentran bastante cómodos.

- Esto es una autentica locura, Estefano. Cuéntame qué va a pasar.
 

- Di TTfícil de adivinar, pero yo creo que esta noche acabará todo. Joe deja un tufo a poli que no se lo puede quitar.
- En cuanto a nosotros... A Joe le qeda un último arresto, y o mucho me equivoco o seré yo el elegido, así que aunque me he librado del Mediatore por segunda noche consecutiva me temo que esta noche acabaré en prisión.
- La votación de mañana para Don va a estar reñida, si soy yo el arrestado tienes que convencer a Isabella, cosa que no veo difícil, aunque no sé cómo se resolverá el empate, si arrestan a un Morosini, Joe nos deja la victoria en bandeja, y como ya te dije, no tengo especial interés en ser yo el nuevo Don, pero si te parece nos lo podemos jugar a los dados, ya que esta noche no hay mucho sobre lo que intrigar.

- Aún queda alguna posibilidad de resbalar, como que Joe reclute a una Bella con aptitudes de soplona, por ejemplo. Poli inicial no creo porque, coño, esta chica apunta, dispara, y a tomar por culo lo que salga – pega un trago a su cerveza.

– Y Joe, en fin... – suspira mirando el bock – Yo le di bastante por saco en casa y el final quedó en un poético “Tú y yo terminamos”, así que igual me echa el ojo - comenta - No voy a decirle nada a menos que lo requiera, pero es que nunca requiere nada, así que... la casa de los Giggio también cierra sus puertas esta noche.

- Y por cierto, esta tarde me planté en la propuesta doble para atrincherarme – dice – Isabella no podría "ayudar" a Joe, y mi mosca detrás de la oreja, visto lo escamosa que fue la mañana... era que los Morosini pudieran hacerme el lío a mí, y no a ti. Ciertamente no sé dónde vieron el final – frunce los labios.

- Para el puesto de Don, con que no nos pegues un merecido tiro a cada uno ya nos podemos dar con un canto en los dientes – supongo - Ahora, si aceptas propuestas, aquí demostramos ser todos una pandilla de simios con pistolas, que NO se juegue el puesto Don – por ejemplo.

- Posible sí, probable no tanto. Y si lo hiciera sólo pospondría el final de los polis/soplones una noche más, y como no habría arrestos tan sólo perderíamos a Isabella, que no es una pérdida para la organización pero sí para muestras aspiraciones de derrotar a Federico. También podría ser al revés, Isabella poli, y Joe el soplón pero eso lo veo menos probable, no me imagino a la hija de Hogan tejiendo los hilos en la sombra desde el inicio.
- De Joe no hay mucho que decir, como poco es un soplón, convertido o no, y apostaría un brazo a que es el poli y que Toni era el soplón.
- Tu estrategia de hoy me ha confundido bastante y si no fuera porque el Mediatore no acepta el cambio de voto y porque Federico ha decidido no liquidarme no estaría aquí. Has jugado con fuego y por poco salgo abrasado, pero bueno, bien está lo que bien acaba.
- No sé si será el cansancio, el golpe en la cabeza o el exceso de alcohol acumulado, pero no he entendido qué has querido decir respecto a la elección del Don. Mi objetivo si no ha quedado claro era sobrevivir a mis compañeros pese a haber sido el causante de esta situación, y mi objetivo no colisiona con el tuyo, que es estar en el bando ganador cuando esto acabe, así que es simple, yo apoyo tu candidatura a Don y la cosa queda como empezó, siendo el sicario del Don, sólo que ese ahora puedes ser tú.
- Una cosa más, si Henrietta se entera de que yo maté a Andrea, y que tú solicitaste su favor para perdonarme la vida nos cuelga de los huevos a los dos, ese puto Mediatore no se anda con chiquitas.