Partida Rol por web

Nunca digas lo que piensas a alguien fuera de la familia.

- El Padrino -

15 de Febrero de 1954

Un día antes de la detención.

Julietta era una mujer hecha a sí misma. Hasta su nombre, de nacimiento Giulietta, había sido moldeado por su voluntad y por su interpretación de lo que era adecuado.

No convenía dejarse engañar por su belleza y elegancia pues, tras esa fachada, se escondía una líder implacable y ambiciosa que nunca ha dudado en hacer lo que consideraba necesario para alcanzar sus objetivos.

Era una mujer muy apreciada en el seno de la familia. Y la tenía totalmente bajo control a pesar de lo que muchos pudieran creer.

Por una parte, estaban los que consideraban que se trataba de una jefa muy capaz y seguían sus órdenes. Por otra, los que creían que estaban actuando de manera independiente pero, en realidad, estaban siendo manipulados por el carisma y el encanto de Julietta. Por último, había unos cuantos que la consideraban su mejor opción para medrar, ya que nunca sería una cabeza de familia tan férrea como podría ser un hombre.

Julietta mantenía su posición bien firme merced a la habilidad de mantener contentos a los dos primeros y no sacar de su error a los últimos.

- Chicos; tengo una mala noticia. - Las conversaciones en curso se acallaron de inmediato. - Andrea Grimaldi ha muerto. Asesinado. - Hizo un gesto y las murmuraciones se extinguieron antes siquiera de iniciarse. - Tenemos que ser más inteligentes que nunca. ¿A qué me refiero? Se va a desatar una guerra interna por el control de la organización y nadie está más capacitado que nosotros para darle un nuevo rumbo. Puede que esto suscite preguntas. Tú. ¿Cómo? Cariño, el asesino estará muy lejos. ¿Quién lo contrató? Ni siquiera sabemos si eso fue así. ¿Más preguntas? ... ¿Alguna que no tenga que ver con el supuesto asesino? Bien, veo que el tema queda aclarado.

Habrá un nuevo Don. Y será un Morosini; - en voz apenas audible, tanto que no sabríais decir si fue vuestra imaginación - UNA Morosini.

Federico, que hasta el momento tenía los codos apoyados en la mesa con las manos entrelazadas, se acomodó en su asiento dejándose caer pesadamente en el respaldo. - Respetaremos la memoria de Andrea como lo que fué, un buen líder, que supo mantener a las familias unidas en pro de nuestros intereses. - Respiró profundamente mientras meditaba las opciones. - El problema de los infiltrados es de máxima prioridad. Debemos acabar con ellos cuanto antes si queremos poder continuar con el legado de Andrea. Porque está claro quién debe ser el nuevo Don.

Federico sacó del bolsillo interior de su chaqueta una libreta roja de tapas duras y un bolígrafo de plata en el que se leía su nombre grabado, se reclinó de nuevo sobre la mesa y comenzó a escribir nombres y a dibujar flechas entre ellos...

Boony quien estaba de pie y con las manos a la espalda escucho la fatídica noticia sin inmutarse.

-Bueno, tarde o temprano las hienas siempre acaban mordiendo al león. -Dejo su particular comentario, mientras era Federico quien tomaba el control de la conversación.

-¿Estas seguro de eso? Yo creo que Marcelo sera el único en empezar una guerra declarada, el resto son mas pacientes, por que no ser como ellos. -Mancharse las manos en una guerra que tarde o temprano comenzaría no le importaba, pocas cosas le importaban hoy día, pero si podían hacerlo como defensa en vez de respuesta, seria una estrategia mejor.

Con la misma vehemencia con la que terminó su discurso, empieza una despedida.

- Y ahora, os toca a vosotros dejar el pabellón bien alto. Espero que sepáis afianzar nuestra posición e incluso mejorarla de cara a las próximas fechas en las que, sin duda, habrá más que palabras para la elección de una nueva jefa. O jefe, llegado el caso, aunque no lo creo.
El hecho de que haya un posible asesino no debe preocuparnos. Caerá por su propio peso.

Se da la vuelta con elegancia, se echa el abrigo sobre los hombros y os saluda con la deferencia propia de un noble europeo, más que de un líder mafioso.

- Ciao, bambinos.

Las preguntas se amontonan pero ya no hay nadie para responderlas más que vosotros mismos.
¿Qué va a ocurrir en los próximos días? ¿Qué hacer para ganar preponderancia frente a las otras familias? ¿Cómo descubrir al asesino de Andrea?
Sin duda, el tiempo lo dirá.

Familia, amigos, la prioridad debe ser dar con los infiltrados. Me gustaría pensar que no somos ninguno de nosotros pero no me fío de nadie. 

Las palabras salieron de su boca como alfileres, intentando taladrar el cerebro del resto. Era más que una amenaza velada, era una promesa. Si algún traidor se encontraba entre los Morosini puede que su bloque de cemento no pesara lo suficiente para una muerte rápida.

La elección del nuevo líder queda en segundo plano pero no por ello menos importante. Supongo que estamos todos de acuerdo en que debo ser yo. Si alguien tiene alguna duda es el momento de decirlo. Y miró uno a uno a los ojos al resto de participantes de la reunión.

Nonna estaba pasando a limpio en un cuaderno las existencias del almacén - Ma che cazzo Reinaldo... - era todo lo que se le oía maldecir. Con una mano espantaba una mosca que llevaba minutos molestándola mientras con la otra hacía tachones sobre la lista que le había pasado su ayudante - Tutto a casaccio! Tutto! 

La elección del nuevo líder queda en segundo plano pero no por ello menos importante. Supongo que estamos todos de acuerdo en que debo ser yo. Si alguien tiene alguna duda es el momento de decirlo.

Cerró el cuaderno de golpe. Parecía endeble pero sonó como si lo que hubiera cerrado fuese una Biblia de tapas duras. Miró a su hijo y, con cierta dificultad, como si se le hubieran dormido las piernas, se levantó con el cuaderno en la mano. La mosca le siguió. 

- Figlio, Federico, que no te coma la impaciencia. Si está en un segundo plano, está en un segundo plano. - se acercó a él y le acaricio la mejilla - Tú eres un cavallo di razza, estás listo para esto. Pero no es a lo que estamos. Estamos a matar ratas, capisci figlio? Lo importante son las ratas. Aplastarlas. - terminó diciendo al tiempo que mataba la mosca contra la mesa con el cuaderno.

-No me importa la elección del nuevo Don, sea por nosotros o por el resto, al final se hara realidad lo que quiero dejar claro es una cosa. ¿Estamos todos de acuerdo que nosotros somos lo primero? Es decir, vamos a mantenernos unidos o vais a ir cada uno por vuestros propios intereses. Me interesa aclarar ese tema el primero, antes de ponernos ha hablar de algo mas serio como polis infiltrados o asesinos capullos. -Separe los labios solo para dejar claro un par de puntos, no diera nada mas hasta que el resto diera su opinion al respecto.

Mamma. Y dejó arrastrando la 'a'.  Las ratas serán aniquiladas. Y puede que algún rival también caiga por el camino. Se quedó pensativo un instante. No sabía si había dicho esto último en alto o no.

Alzó la mano para dar énfasis a sus siguientes palabras pero la mosca que había perseguido a Nonna se posó en su índice provocándole un pequeño respingo. 

Cerradura, juntos, siempre juntos. ¡Somos una familia!

Acto seguido se limpió el dedo en los pantalones. Ratas... moscas... bichos asquerosos...

- Bonny, la familia es lo primero. Las familias también, pero los Giggio, los Montesco y los Grimaldi van a protegerse antes entre ellos que a nosotros. - juntó los dedos de ambas manos apuntando hacia arriba - ¡E il sicreto de Pulcinella! Seamos astutos, esta noche alguien va a caer y no será un Morosini. Acordemos.

Nonna levantó la voz llamando a los que faltaban a la improvisada reunión.

Fagottino, Alessandro, ¿qué habeis oído de Berlus, el viejo Montesco? Está muy callado desde lo de Andreas...  Lo mismo con los Grimaldi, todos ellos.

Las palabras de mi padre me despertaron una idea en la cabeza. Desde luego, cada uno tenía sus propios intereses con aquella guerra no declarada entre las familias. Yo no tenía interés en convertirme en el nuevo Don. No era mi estilo. Tampoco tenía especial ilusión porque aquel papel recayera en alguien de los Morosini. Lo que sí podía conseguir con esta situación era un acercamiento hacia el alejado Federico. Demostrarle a él y a la abuela Isa que Alessandro no era el único capaz. 

Y el discurso de Cerradura era la oportunidad. Me acerqué hacia los presentes. -Confío en padre para liderar este caos. La familia lo primero. Pero nuestra familia -dije con énfasis. 

Federico dirigió su mirada hacia Fagottino y, con una caída de ojos y una media sonrisa le mostró su aprobación. 

- Familia, seamos sinceros entre nosotros, ¿a quién vais a votar? - Nonna parecía intranquila - no voy a dejar que caiga ningún Morosini esta noche si de mi depende. He atacado a Berlus a ver cómo reacciona, pero no tengo demasiado contra él. A la larga nos puede pasar factura votar todos a una pero... ¿no será igual lo que vayan a hacer las otras familias?

- Nonna, a mí no me gusta el padre. Sabe demasiado de nosotros. Muchos pecados absueltos. ¿Qué te dice tu instinto para creerle inocente? Tampoco me gusta Hogan pero por otros motivos. Quiere quitarme mi puesto pero no le votaré por eso. Mis prioridades somos nosotros, luego la organización y por último llegar a Don. Pero no quiero llegar a Don con infiltrados campando a sus anchas en mis dominios.

- ¡Federico! - Nonna se lleva las manos a la cabeza - ¡Sei un coglione! ¿Qué le has contado al padre? ¡Saccos di balle le contamos! ¡Stronzo di merda Filippo! - Se sentó e intentó calmarse. Se estaba pasando con el tono con su hijo - Federico fliglio, caro... a nadie con dos dedos de frente le gusta el Padre. Filippo es un pobre diablo. Un culattone... ¿Que nos está haciendo la cama? Puede, pero le acabará por perder la boca de lumaca esa que tiene. Dale margen. Y si no es un poli... ¿no crees que es el objetivo más fácil para sacrificar hoy? Los propios policías votarán por él. No queremos mezclarnos con esas ratas. 

Y respecto a Hogan, no dejes que te pierda la impaciencia. Hogan no tiene lo que tiene que tener un Don, déjale que se haga ilusiones. Y no os preocupéis por él por ahora, no le votéis aún. Quiero hablar con él a solas. 

-Debo reconocer que, al principio, mi primer instinto fue votar también por el Padre. Pero, realmente, sería una estrategia muy estúpida como policía ponerse una diana tan enorme en la frente. O eso o es un loco suicida. Que no sería la primera vez que veo uno, pero lo veo raro.

En estas primeras impresiones no se puede decir nada. No me gusta mucho Isabella, pero no se si es por su cara, por su relación con Alessandro, o por su manera de tirar la piedra y esconder la mano. De todas formas, quizá sea mejor votar a alguno de los que no ha hablado mucho. Si damos con un infiltrado que intentaba pasar desapercibido, pues bien. Si es inocente, prefiero que caiga un silencioso que alguien útil. Por poner un nombre sobre la palestra, diría a Ivanna "Madame Rouge".  Creo que hubo alguien, no recuerdo quién, que propuso su nombre para Madonna. 

Bonny asintio levemente ante las palabras de todos ellos. -Espero que sea verdad, y estemos unidos sin ningún traidor a la vista, porque delo contrario estaríamos haciendo la cama a los polis. -Dejada clara su postura quiso entre en detalles con la votación actual.

-El mas obvio es el padre, obvio para votar no como traidor. Me explico, es reacio a quedarse, a votar y sus modales dejan mucho que desear, seguramente sea el mas votado entre los que mas han hablado. Por lo que si quieres votar a alguien seguro seguramente seria una buena cabeza de turco. Por otra parte, votar en conjunto en familia tambien se espera de nosotros o de cualquiera, no seria raro votar todo Morosini a otro en conjunto. Ambas opciones son adecuadas a mi parecer.

-Haciendo memoria, he recordado que fue el Padre Filippo el que recomendó a Madame Rouge como Madonna. Al final todo revolotea alrededor de este hombre -deje escapar una risotada.

- Va bene. Dijo mientras de picaba el puente de la nariz con la mano derecha, un gesto muy suyo de aprobación con reticencias. - Insisto en mi argumento, o es muy torpe o muy listo. Mamma no le conté nada importante, algún que otro escarceo con chicas. Algún error en un par de trabajos... pecata minuta...

- Cerradura, te entiendo, yo tampoco confío en nadie, pero por el momento sólo os tengo a vosotros. Quiero creer que ningún Morossini se vendería, pero si lo ha hecho... ¡a los peces!

- Debemos ir concluyendo, estoy de acuerdo en votar en grupo a alguien de otra familia y la verdad es que los que no hablan, aunque no sean ratas, entorpecen la cacería, sin prescindibles. Ivana me parece bien, Berlus también.

Sacudió la mano derecha dando a entender que no le importaba mucho, quería acabar este día y ninguno de los dos le caía bien.