Partida Rol por web

Los pathfinders pudieron al fin pisar el suelo de la ciudad inferior. Allí debía ser, como bien había dicho Klatet, donde los Derro llevaban a cabo su vil comercio de seres humanos.

Edificios abandonados de unos seis metros de alto sustentan el techo de esta enorme caverna artificial, pero en muchos lugares, su estructura se ha reforzado con pilares resistentes de piedra que sujetan el nivel superior. El suelo es el típico empedrado de una calle.

Un extraña sensación, como de abandono, y una corriente apestosa impregna el lugar, todavía son visibles los letreros de las tiendas a la luz de la antorcha que porta Maedros. Algunos se mueven como resultado de la fantasmagórica corriente.

No sabríais por donde ir en ése vecindario abandonado... si no fuera por que escucháis a lo lejos los sonidos de gemidos humanos, leves pero abundantes, en una dirección.

Decenas de pisadas humanas se distinguen en el polvo del suelo, todas en la dirección, de los gemidos.

En cuanto baja, William se pone a registrar el suelo buscando huellas. Despues de todo es un ranger y buscar a personas es lo suyo.
Cuando han bajado todos se acerca al grupo y les comenta.

Creo que la dirección es clara. Por donde se escuchan los gemidos. Hacia aquel lugar han ido muchos humanos. Imagino que los derro también.

En esta oscuridad y con luz seremos visibles desde lejos. Yo diría que los que vean bien en la oscuridad vayan por detras de nosotros en lugar de por delante. Somos un grupo más grande los que no vemos, por lo que duraremos más en la emboscada que nos hagan, y así podrán venir en nuestra ayuda.

Despues se fija bien su arco a la espalda y desenvaina su extraña espada.

Una vez abajo, Klatet embraza su escudo y espera a que bajen el resto de sus compañeros.

Te seguimos William

Con esa tirada de percepción ni escuchas ni ves enemigos o trampas... :P Y la clave es escuchar porque aunque no veas siempre podrías escuchar algo. (Y no estar desprevenido).

Y respecto a lo de las huellas, es lo que veis a simple vista los que estáis entrenados, si quieres ponerte a investigar algo más... pues puedes :)

Segun bajo preparo el escudo por lo que pueda pasar, y miro haci alos lados

hay algo extraño por aqui

Ves rastros de ratas entre las huellas de los humanos, pero no a la vez, sino que han pasado en otros momentos.

"Ratas" es un decir, porque son más grandes que tú, vamos...

Esto lo ves según empezáis a avanzar (tardas unos segundos en rastrear) vamos a dejar primero que me diga Hendrick qué hace :)

Miro la hilera de huellas que se distinguen claramente en el polvo del suelo.

- William tiene razón. Las huellas son claras, y los gemidos que se escuchan confirman la dirección - cojo la ballesta y la cargo -. Si Maedros nos sigue con la antorcha, yo abriré camino contigo, explorador.

El grupo de la antorcha empieza a abrir camino, pero al cabo de un instante, de unos pocos pasos, escuchan pasos amortiguados en la oscuridad... ¡Justo cuando ya están encima suyo!

De entre las sombras de los edificios de la ancestral Cassomir, ratas mayores que hombres surgen con los dientes afilados, ¡Las noticias que os dieron sobre ellas eran ciertas! Los dientes de la primera que carga se hunden en el antebrazo de William y le producen una tremenda hemorragia, aunque podría ser mucho peor, porque el Taldorano se protegió el cuello con él.

Alertado por el grito de su compañero, Hendrick se salva del mordisco. 

Otras dos ratas se unen a sus compañeras, una avanzando hasta el lado del explorador y otra acercándose a Klatet y Hothar con intenciones bastante claras. ¡Desgarrarles la garganta!.

- ¡Ratas! ¿No tuvimos bastante con las de aquella condenada posada?

Retrocedo un paso y disparo a la que me ha atacado, pero la sorpresa hace que no le de. Vuelvo a cargar inmediatamente.

Hendrick falla en su disparo contra la rata más cercana y se mueve para recargar, pero su pasito deja expuesto al pobre Maedros.

La rata, habiendo probado la armadura del inquisidor y encontrándola poco sabrosa se decide a encararse y morder al Hechicero que sólo puede gritar de dolor cuando los sucios dientes de la rata se le incrustan en el hombro.

Por su parte, de los animales que se acercaban por el lado de William, uno de ellos sigue su terco intento de comerse al explorador, que evita el mordisco con facilidad, y otro en su intento de rodear y encontrar otra presa tropieza con Hendrick y vuelve a morder en el sitio de la armadura que ya probara la anterior rata.

Hothar y Klatet han visto cómo sus compañeros son atacados justo delante de ellos... bueno, lo ha visto Hothar, porque Klatet sólo ve como una rata enorme trata de morderle... sin éxito. Las armaduras están salvando hoy el día.

El movimiento del inquisidor deja totalmente a merced al hechicero de los ataques y este da un grito cuando los dientes de la rata gigante perforan su hombro, casi arrancando un trozo de carne de un bocado, y llenando el suelo de sangre. Maedros apenas tiene tiempo de dar un grito de dolor y retroceder, igualmente, casi cayendo de dolor por la gravedad de la herida, colocándose junto a Mirella (para ser exactos en el cuadro superior al suyo).

En ese momento saca de su bolsa una de las pociones de curar moderadas que habia obtenido el grupo de su anterior encuentro, y se la bebe

William todavía estaba quejandose del mordisco de la rata, cuando se percata de que hay varías de ellas.

Mierda. Ratas, y enormes. Odio las ratas.

Estaba preparado para enanos, pero no para esto. Su espada falla por mucho su golpe contra la rata que tiene más cercana.
Como ve que viene otra por detras, da un paso atrás y se prepara para el envite.