Partida Rol por web

Liz se sento, comodamente en su nuevo sillo y comenzo a ver su nueva television. Jamas en su vida habia tenido nada como eso, todo el sufrimiento que vivio, las vidas que apagó, todo eso, le era recompensado. Sonrio con picardia mientras apretaba los botones del control remoto.

Aparecieron varios programas, noticias, canales de musica, de dibujos, la lista parecia interminable y parecia no acabar nunca. Encontro un canal de noticias, en donde detallaban los mismos problemas de siempre, guerras, hambre, violencia, todas esas cosas que ya no le afectarian. Solo una noticia le llamo verdaderamente la atencion:

"El imperio Nallop ya tiene heredero". Pero era nada mas que un titular que pasaba junto a muchos otros debajo de una reportera que relataba lo ocurrido en oriente medio... ¿Acaso ya sabian que ella era la dueña de todo eso? ¿No era mas que una noticia vieja?

Tras unos minutos cambiando de canales, por fin, doy con uno de noticias. La mayoría de ellas repetitivas sobre la condición mundial, guerras en oriente y demás. Pero algo llama mi atención. Mientras la periodista habla sobre un tema que me tiene sin cuidado, debajo con fondo rojo y letras blancas aparece el titular. "El imperio Nallop ya tiene heredero".

-¿Cómo demonios lo sabe la prensa ya?, ¿Seré yo o hay algo más?... no, no puede ser...-.

Extrañada y enfadada, me dirijo hacia el intercomunicador y pulso el botón que pone "Nora". Ya me importa un bledo la hora, necesito una explicación.

Casi al instante, el intercomunicador da un chasquido y se escucha la voz de Nora Williams del otro lado, no parece dormida o descolocada, sino perfectamente alerta.

-¿Si?- responde escueta-. ¿En que puedo ayudarla?..

Al oír la inmediata respuesta de Nora, me acerco al intercomunicador y presiono el botón para hablar.

-Nora, a mi habitación, ya-.

Sin esperar respuesta, me alejo del aparato, busco la ropa que había encontrado el otro día y comienzo a vestirme.

No hubo respuesta por parte de Nora, asi que Liz empezo a cambiarse, queria respuestas y las queria ya. Dos minutos despues de cortar con la mujer, alguien toco la puerta y espero a que le abrieran o le indicaran que podia pasar.

Con todo en su sitio, me acerco al espejo y me coloco un poco el pelo.

Llaman a la puerta y me sobresalto.Puede que todo hubiera pasado ya, pero aún no me siento segura aquí. Con la mano en el cuchillo, me acerco para quitar la llave y abro un poco la puerta para ver de quién se trata.

Nora mira a travez de la pequeña rendija de la puerta, enarcando una ceja interrogativa, suspira y dice sin muchos animos para ser amable.

-¿Quiere que tengamos una conferencia asi o me va a dejar entrar?- señala detras de si agregando-. Vengo sola y tengo novedades.

Ladea la cabeza ligeramente, esperando una respuesta.

Aparto la mano del cuchillo y abro la puerta de par en par indicándole que pase. Una vez ella dentro, me asomo al exterior y vuelvo a cerrar la puerta.

-Menudos modales para ser una simple trabajadora-.

Me alejo y me siento en uno de los sillones, indicándole que tome asiento en el otro.

-Cuéntame cosas-.

Se sentó con suavidad, cruzando las piernas de forma sensual, acostumbrada a moverse con soltura y gracia. Miro a Liz y comenzo:

-Los helicopteros estan rastreando a tus amigos. Encontraron una cabaña en donde estaba el piloto herido y otro sujeto maniatado. Ambos estan muertos- no habia gracia o gozo en su voz, simplemente hablaba como un automata-. Saben en que direccion van y en que se mueven. Para esta tarde creen que daran con ellos y acabaran de una vez con el trabajo.

Asiento satisfecha ante las gratificantes noticias que portaba la mujer.

-Bien... ahora tienes que aclararme qué son las noticias que acabo de ver, con el titular "El imperio Nallop ya tiene heredero". No comprendo cómo se ha enterado la prensa y no tengo ningún interés de que se anuncie absolutamente nada de momento,  ¿POR QUÉ ESTÁ ESA NOTICIA?-

Levanto un poco la voz enfadada con las últimas palabras.

La mujer suspiro, se levanto y paseo por la habitacion buscando algo. Pero al no encontrarlo se dio la vuelta mirando a Liz.

-Tenemos a alguien en Brucelas, se hace llamar Alexander Nallop, hijo primogenito de Edgar Nallop- antes de que Liz empzara a hablar levanto una mano pidiendo silencio-. Es un impostor, un simple escudo para ti o el que llegara a reclamar la herencia. Si alguien quiere matar a un heredero, mejor que busque al falso y no al verdadero. Antes hacia lo mismo con Nallop, usaba a un sujeto que era casi identico... Edgar tuvo diez dobles en el transcurso de su vida... por aqui habia una carpeta, donde detallaba todo eso, Edgar debio guardarla en algun lugar.

Ante el nombre de un heredero directo del viejo, mis ojos se abren desorbitados y voy a comenzar a hablar, cuando la estúpida (entiéndase por estúpida a Nora XD) me hace callar con con un ademán de su mano.

-¿Quién se ha creído que es esta rata?-

Aprieto mis puños pero permanezco en silencio, mientras ella relata el resto de la explicación. Al concluir, añado en tono mordaz.

-Debiste explicarme todo esto en cuanto llegué, y no te atrevas a mandarme a callar nuevamente, guarda respeto que mi tío podrá haber tenido toda la confianza del mundo contigo, pero yo no te la tengo en absoluto-

Dicho esto, me dirijo al bar de las bebidas y escojo cuidadosamente una botella, la abro, la huelo y parece ron. Me sirvo un trago, sirvo otro para ella y regreso al sofá, tendiéndole su bebida. No pruebo de la mía hasta observar si ella bebe.

-Bien, continúa, ¿hay algo más que yo deba saber y aún no me has dicho?-

Nora sonrio con dulzura hacia Liz, asintiendo sumisa a lo que le pedia, solo en sus ojos se notaba la ira y el odio que sentia. Tenia mucho que decir, pero años de trabajar con Nallop le habian enseñado a mantener la boca callada y decir lo necesario.

-Ese tipo de medidas fueron tomadas desde antes que Nallop falleciera, el viejo siempre estaba a un paso adelante de todos- ese "todos" parecio incluir discretamente a la nueva heredera-. Ponia en marcha mas de un plan y me comunicaba solo la mitad o menos. Era el tipo de persona que no confiaba en nadie y hacia todo a su modo- sonrio como solo una vibora venenosa podria hacerlo-. Ya vio el video, incluso al borde de la muerte sonreia, como si supiera algo mas que nosotros ni siquiera imaginamos... Pronto traeran al resto y estara tranquila. Eso es todo, no hay nada mas que comunicar.

Espero a la respuesta, para luego largarse de alli. No era un secreto que ambas mujeres se detestaban.

Asiento tranquilamente con la cabeza, sin probar siquiera un sorbo de mi bebida. Sonrío falsamente a la estúpida ayudante de mi tío,

-Ya caerás ya...-

-Bien, pues si eso es todo, retírate y vuelve cuando tengas novedades importantes-.

Hago un ademán con la mano hacia la puerta, invitándola a marcharse.

Nora sonrio, dejando al copa sin tocar sobre la mesa de las bebidas. El que Liz no la haya probado le habia puesto en sobre alerta, no sabia que pretendia esa mujer implacable, quien habia vencido al inclemente tiempo de Alaska, a sus voraces animales y a mas de un competidor. Si, era la digna sucesora de Nallop... ¿Pero seria suficiente? Nora salio de la habitacion, sin agregar mas nada, dejando a Liz con bastantes preguntas y muchos futuros planes para la mujer.

Era un buen momento para comer, aunque no sabia que esperar de todos los empleados, cualquiera podria intenter envenenarla, engañarla... ¿Hasta cuando duraria ese estado de constante paranoias? ¿Dejaria de sentirse amenazada en algun momento?

Observo fijamente a Nora cuando deposita la copa sin tocar y se larga. -Será zorra... a saber que tienen todas estas botellas-. En ese instante, una idea surge en mi cabeza.

Me acerco tranquilamente al intercomunicador y presiono el botón "Cocina". En cuanto responden, ordeno que me suban el desayuno a mi cuarto.

Luego despacio, me asomo a la puerta esperando encontrar a los dos guardias.

-Enseguida le preparamos algo mi señora- dijo al voz femenida de alguna cocinera-. ¿Desea algo en especial?

Luego, mientras esperaba la comida, Liz se asomó por la puerta, a varios metros, dos guardias vigilaban la estancia. No eran los mismos que antes, lo cual era normal, pues los otros debian descansar. Habia doce guardias personales, los cuales se turnaban para resultar mas efectivos. Liz no lo sabia, pero Nallop los contrato especificamente porque solo le eran fieles a él, ni el dinero ni el podia tentarlos.