Partida Rol por web

Ilsa se aleja con Irina para hablar de sus cosas. A todas luces parece que no se fía de ti lo suficiente como para tratar ciertos temas cerca de ti. Algo desanimada, te sientas a esperar, pero Stepjan no tarda en aparecer.

- ¡Hola! Ya tienes la habitación preparada. Es un pequeño cuarto de servicio, pero creo que será mejor si te quedas en esta planta y no subes las escaleras. Debe de ser algo incómodo para ti.

Te acompaña por uno de los pasillos y te muestra una habitación. No es demasiado grande en comparación a otras que has visto en la casa, pero sí bastante más de lo que estás acostumbrada. Stepjan ha apartado la cama a un lado y la ha apoyado en un lateral contra la pared, dejando el colchón en el suelo por si quieres dormir sobre algo blando.

Encima del colchó hay ropa limpia para tu torso. - Son de Irina, - dice Stepjan guiñandote un ojo en gesto de complicidad. - Pero estoy seguro de que no le importará que las uses. Al fin y al cabo eres una invitada de Ilsa. - Se vuelve hacia la puerta. - Si necesitas algo durante la noche, Irina y yo dormimos tres puertas más para allá - informa antes de despedirse.

Irina parece aliviada al alejarse de Diana.

- Señora, esa... centauro. Antes hizo algo así como un ritual. Dijo que convocaría a otros como ella para empezar una rebelión. - Mira al suelo, dubitativa. - No sé si termino de creérmelo, pero lo cierto es que me pone nerviosa. No me gustan los extranjeros, si fuesen de fiar se les habría admitido en los Gremios. ¿Está usted segura de querer acogerla bajo su techo?

Le preguntas sobre Biza, y eso hace que se tranquilice un poco.

- La señorita Carkenna volvió poco después de irse con Eric. No sé qué hablaría con su cuñado, pero parecía más tranquila, como si se hubiese quitado un peso de sus hombros. Me pidió que la guiase hasta la casa de los Vangrant, pues quería investigar al compañero de la mujer-caballo. El chico es otro hechicero que ha regresado de la frontera y tal vez nos sea de más utilidad que la extranjera. - Pronuncia las últimas palabras como quien formula un deseo, esperando librarse de Diana lo antes posible.

Tratas de localizar a alguien conocido en la plaza, alguien que te pueda confirmar si Ilsa y Eric han estado aquí y qué ha hecho el maestro Rowan. Sin embargo no distingues a nadie entre los numerosos grupos de gente esparcidos por las calles.

Cuando hablas con los Vangrant, Amanda te mira con gesto de sorpresa, como sorprendida de que no le hayas dicho nada hasta ahora.

- ¡Por supuesto! - dice ante la aprobación de su marido. - Si sabes dónde podemos encontrarla, por favor, llévanos ante ella. Aunque no te parezca probable, tal vez nos pueda ayudar a localizar a Alex, y una ligera esperanza es siempre mejor que nada...

Parece impaciente por empezar a caminar. Tras pasar toda la tarde en casa, la hechicera es ahora un hervidero de actividad. No puedes sino evitar preguntarte por un momento cómo reaccionarías tú en su situación.

¿Ritual?, ¿rebelión?

-Paciencia Irina, paciencia.

Ilsa se despide de Diana y se retira a su habitación con evidente cansancio. No obstante, después de dar muchas vueltas en la cama, decide vestirse y salir a dar una visita nocturna al hospital. Abre el ventanal de su habitación, que deja entreabierta y recoje algunos enseres en su zurrón antes de partir, rezando para que no ocurra nada.

Estás a punto de salir por la ventana cuando ves cómo Biza aparece en tu calle, acompañada por dos personas. Una de ellas te resulta familiar del Gremio de Encantadores, aunque en este momento no sabrías ponerle nombre. Los tres se acercan a la puerta de tu casa justo antes de que suene el timbre.

Pensando qué traerá a Biza a tu casa a primera hora de la noche, decides postponer tu vuelo al hospital para hablar con tu compañera górgona.

Biza lleva a Lazarus y Amanda hasta la mansión Svetlan. En el camino, el sol reduce su brillo dando paso a la noche. Los faroles empiezan a encenderse, iluminando las calles de los Barrios Centrales.

Biza llama a la puerta y poco después Irina acude a abrir. Ilsa se encuentra en las escaleras, son sus alas tapando la mitad del ancho de un escalón y un vestido cómodo que le permite moverse con facilidad.

-Hola Biza, pasad. ¿Qué sucede?

Pregunta mirando a los dos acompañantes. Ilsa parecere algo azorada al verla con ellos. Después de todo lo ocurrido, comienza a prepararse para más malas noticias.

Hola Ilsa. devolvió el saludo

Estos son Amanda y Lazarus. Son los padres de Alex. presentó a sus acompañantes debidamente. Están muy preocupados por su hijo como podrás comprender. ¿Sabes algo que pueda tranquilizarles? prefirió escuchar a Ilsa antes de ponerse ella a explicar todas las idas y venidas por la ciudad.

Por lo que sé, un abogado lo sacó de las celdas ya en la ciudad. No sé más. No he estado en ese asunto esta mañana, siento decirlo. Señores -Ilsa hace una reverencia. No obstante, de nuevo, por lo que nos han comunicado, no parecía estar herido. Me sorprende que sus padres tampoco sepan nada de él.

La mujer se adelanta para hablar.

- Maestra Svetlana, le ruego que nos ayude. - Al decir tu nombre la reconoces. La Maestra Straussen, compañera tuya en el gremio y hechicera danzante de fuego. Hasta ahora no la habías relacionado con el apellido Vangrant, ya que vuestro trato en el gremio es meramente profesional.

- La señorita Carkenna nos ha dicho que tal vez usted pueda saber algo sobre el paradero de la centauro que llegó a Uldnacht con mi hijo. Tal vez ella pueda ayudarnos a localizarle...

En su rostro se ve claramente la desesperación de una madre que ha perdido a su hijo.

Cuando el oficial me comentó que una abogada lo había sacado de la cárcel quise pensar que era cosa de Eric o tuya dijo algo decepcionada.

Esto huele mal. reflexionó en voz alta Parece que hay alguien operando en la ciudad para los Truil. No me cabe otra explicación. ¿No es mucha casualidad que Jezz haya sido secuetrada y ahora Alex no aparezca? Ambos son hechicero y ambos se vieron afectados en su magia por las artimañas Truil que impiden el uso de hechizos.

-Maestra Straussen. En efecto la centauro se encuentra aquí mismo, en mi casa, pero dudo que pueda arrojar luz sobre el paradero del chico. No obstante, ahora lo sabremos.

Ilsa mira un momento por los pasillos y luego llama a Irina. Cuando ésta aparece le indica que unos invitados intempestivos reclaman la presencia de Diana para un asunto particular relativo a su acompañante, el tremendamente evasivo Alex Vangrant. Le solicita que la avise de inmediato.

-Mientras tanto, siéntese aquí, señores. Iré por algo de beber a la cocina. ¿Me ayudáis, Biza?

Los recien llegados entran en la casa, e Irina acompaña al matrimonio Vangrant a la sala de estar donde estuvisteis esta tarde. Mientras tanto, Ilsa y Biza se separan de ellos, pasando del recibidos a la cocina.

-Biza, Eric y yo hemos hablado con Rowan, y nos ha indicado información muy inquietante. En primer lugar la posibilidad de que un gremio de asesinos esté implicado en la desaparición de Jezz. En segundo lugar, tampoco ha descartado que alguna sociedad secreta esté interesada en sacar provecho de la situación con los Truil. En tercer lugar, nuestros temores se han confirmado: El Consejo ha aceptado que un ejército ataque a los Truil. Los mercenarios y banqueros saldrán ganando con todo esto, como es natural, mientras nosotros somos los perjudicados.

Ilsa se da un respiro mientras piensa un poco para sí lo grotesco de la situación...

Hemos convocado una reunión mañana por la mañana de las Gorgonae para discutir la situación. Yo... no sé qué pensar de todo esto. Y ahora el chico ese desaparecido. Estoy tan confundida que pienso cosas extrañas... Tampoco quiero dejar a Rhenar desprotegido... y había pensado en ir al hospital ahora. Me has cogido de casualidad.

No quería dilatar mucho su conversación y dejar a los padres de Alex desatendidos. Miró rápidamente a Biza en busca de alguna respuesta a todas sus incertidumbres.

Lo que yo creo es que la situación con los Truil ha desencadenado ciertos acontecimientos.

Puede que sea una sociedad secreta, mercenarios, banqueros o un gremio de asesinos. No lo se, pero está claro que están operando en la ciudad para ocultar cualquier rastro de información. La desaparición de Jezz, ahora Alex... movió la cabeza de derecha a izquierda.

Tengo que hablar con Rowan recordó de pronto un hecho que creía haber olvidado.

Por cierto ¿Donde está Diana?

-Pues aquí en casa -Ilsa busca a Irina por todos lados- ¿Dónde están?

Al regresar a la cocina comenta:

-Podrás hablar con Rowan mañana.

Stepjan vuelve del ala de servicio.

- Mi señora, le he preparado una habitación a Diana cerca de las nuestras... para poder tenerla vigilada durante la noche y que Irina se quede más tranquila - añade en un susurro. - También le he dejado algo de ropa limpia y le he preparado un baño en la misma alcoba. Supongo, ¡espero! que en estos momentos, si no está ya acostada se esté aseando...

Mira vuestro gesto de preocupación.

- ¿Desean que la vuelva a llamar? - Sonríe pícaro. - A Irina seguro que le encantaría importunarla.