Partida Rol por web

El rostro del soldado se descompone por un momento.

- Por supuesto, mi señora. Estaba tan emocionado con la perspectiva de hacer efectiva la fusión que por un momento olvidé su pérdida... Dejaremos la reunión para cualquier momento en el que esté dispuesta, por supuesto.

Se sonroja por su error, culpándose por su falta de delicadeza causada por la emoción del momento. - Podrán econtrarnos en la calle de Curtidores - dice revelando uno de los lugares de reunión de los Soles. - La señorita Carkenna les podrá indicar el lugar en detalle - añade señalando a Kiba.

- En cuanto al oficial Rhenar, su estado sigue sin cambios. Por lo que me dijo la doctora Margaret igualmente podría salir del coma en unas horas que no hacerlo nunca. - Se queda pensando por un momento. - Desconocía que su sirviente hubiera resultado herido en combate. ¿Es grave? Yo tengo que ir al hospital a relevar a mis hombres en la guardia de Rhenar, así que si quiere que la acompañe...

Por un momento Ilsa sintió su ego reconfortado por la invitación de un oficial. Sopesó los pros y los contras de ser vista con el soldado, pero ante los violentos acontecimientos que se habían producido, consideraba que la seguridad debía primar por encima de la discreción. Lo cierto es que esos oficiales chapados a la antigua ofrecían una imagen tranquilizadora de protección.

-De acuerdo.- Más relajada, recuerda que lleva puesta la ropa de Zorya.

-Si me permite unos momentos con Zorya en privado...

En un aparte le comenta unas ultimas palabras a la anfitriona.

-Tengo que ir a casa a por algunas de mis cosas y a por Irina, ver a Stepjan y quisiera aún pasarme por el Cerro de Oro. ¿Dónde estarán Eric y Biza? -dice apenas con un murmullo. Hay que preparar... a Rowan. ¿Te encargas tú de la fiesta de mañana con los Soles Azules o prefieres hacer otra cosa?

Zorya te pone la mano en el hombro, comprensiva.

- Claro, Ilsa. Yo me encargo de eso, no te preocupes. Tú céntrate en Irina, Stepjan y Rowan, deja que los demás nos encarguemos del resto. Yo enviaré a alguien al Cerro de Oro, si es que Biza no ha estado ya allí, tú ve a casa a ver a tu sirvienta.

Sin Rowan ni el maestro Carkenna, Zorya es una de las personas que más tiempo ha pasado en Gorgonae. Pese a su actitud disipada, sabes que se debe a la causa y que ha invertido tanto tiempo como gran número de sus recursos personales en la sociedad. Es probablemente una de las grandes benefactoras de la compañía y si no se cuenta entre sus líderes se debe sencillamente a que no encaja con su carácter tomar esa responsabilidad.

- Ilsa... ¡ánimo! - dice mientras te acerca para abrazarte.

Sales de la casa de las Górgonas por última vez, pues a partir de la inminente reunión será otro de los lugares de reunión de Cerberus. Sin embargo, no es eso lo que te preocupa ahora mismo. Ignorando nuevamente el decoro, alzas el vuelo y te diriges hacia tu propia mansión.

La guardia de la ciudad ha apostado una patrulla en los alrededores de tu casa. Al fin y al cabo, ha sido atacada la noche anterior, aunque parece que hace meses del asalto nocturno. Recuerdas que Zorya había aceptado que te transladases a su propia casa y que ella se encargaría también de contratar algunos guardias para vuestra seguridad.

Cuando aterrizas junto a la puerta, uno de los guardias se vuelve hacia ti. Parece reconocerte como la dueña de la casa y hace una gesto de saludo. Te preguntas si Eric o Balder habrán tenido algo que ver con que la guardia esté vigilando esta zona.

Abres la puerta y entras con cierta sensación de inseguridad. Te tragas la rabia que te produce sentirte así en tu propia casa, pero es inevitable después de todo lo ocurrido. Si han atacado tu casa y tu maestro a muerto en su propio dormitorio, ¿dónde podrás estar segura en esta ciudad?

Sin embargo, no todo son malas noticias. Alertada por el ruido de la puerta, Irina se acerca al recibidor apoyándose en las paredes. - ¡Ilsa! - exclama con voz débil. Sin embargo, parece que se ha recuperado bastante bien del golpe recibido.

Propuesta de líneas de acción para Cerberus

1) [Incrementar Influencia].
2) Estar informado (Buscar información de la Compañía del Triángulo). Influencia+Soberanía.
3) Mantener el orden (buscar espías). Poder+Soberanía.

Irina te cuenta lo que ocurrió ayer por la noche, pero no añade nada nuevo. Escuchó el ruido de una ventana al final del pasillo y pensó que la centauro se estaba escapando. Se acercó allí, pero un hombre se abalanzó sobre ella y le golpeó la cabeza con el pomo de una espada. Después de ese momento no recuerda nada.

- No sería capaz de describir a ese hombre - dice, casi disculpándose... - Estaba oscuro y no me dio tiempo a verle la cara. Pero no era demasiado alto - añade como detalle.

Le preguntas por su estado y agita la cabeza, lo que hace que se lleve la mano a la frente.

- Estoy bien, señora. Sólo un poco mareada, pero se me pasará enseguida. He ido mejorando desde que me levanté... - Su rostro no es capaz de ocultar su preocupación al formular la siguiente pregunta. - ¿Y los demás?

Notas su evidente nerviosismo cuando le hablas de Stepjan y su gesto se entristece con la noticia de la muerte de Rowan.

- Señora, tengo que ir con Stepjan. ¡Como le pase algo a ese cabra loca...! Yo me encargaré de él en el hospital, usted vaya al gremio ha encargarse de su maestro... Ilsa - añade con el tono más confiado de la amiga que lleva toda la vida contigo, dejando de lado las formalidades de una sirvienta - lo lamento mucho... Sé cuánto le apreciabas.

Te despides de Irina, contenta de que se encuentre mejor y pueda encargarse ella de Stepjan, y te diriges al gremio de Hechiceros.

Al llegar al gremio me ocupo de sondear qué es lo que se sabe acerca de la muerte de Rowan, sobre todo de las causas oficiales. Hablo con los conocidos del gremio mientras dejo fluir la idea, mediante preguntas e insinuaciones, de que todo está ocurriendo demasiado deprisa. ¿Qué confirmación tenemos de lo que contaron Jezzabel o Diana? ¿Por qué se dirigieron a la capital, saltándose toda la cadena de mando militar? ¿Dónde se encontraban exactamente, quién era su oficial, cuál era su misión? A causa de la premura el gremio no hemos tenido tiempo de plantearnos esas cuestiones que sin duda habrán de arrojar alguna luz sobre lo ocurrido.

Respecto a Rowan, me ofrezco responsable de los rituales preceptivos para Consejeros del Gremio. De modo casi inconsciente, no puedo dejar de pensar en su sustituto, y en quiénes están en la mejor posición para ello. Y, por supuesto, evalúo mis opciones.

Pero sobre su funeral, lo cierto es que no tengo experiencia anterior, así que voy a consultar con los mayores para que me orienten. Al final, consigo entorpecer el proceso más que ayudar a los compañeros, por lo que me recomiendan irme a casa y descansar un poco. Avergonzada, decepcionada y completamente abatida, siento la necesidad sanguínea de encontrar a Merak por los alrededores y de probar de nuevo la absenta. Después de quitarme esa idea de la cabeza, me decido por fin a ir al Hospital a ver a Stepjan y Rhenar.

Le expones tus ideas a tu cuñado, que escucha pensativo.

- Sí, es una buena idea... Pero en eses caso deberíamos retrasar un par de días nuestro plan, para empezar a colocar a nuestra gente. - Se queda en silencio un momento. - De cualquier forma, no nos viene mal hacerlo, puesto que mañana tendrá que haber una reunión de los Soles y las Górgonas para ultimar nuestra fusión. Y además está el funeral de Rowan...

Agita la cabeza, agobiado. Demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo.

- De acuerdo, hablaré con algunos de mis hombres para que te ayuden. La mayoría tiene cierto entrenamiento militar, así que en este caso nos vendrán mejor que las Górgonas. Hay una cosa más que debemos decidir: el lugar. Los Barrios Centrales quedan descartados, puesto que demasiada guardia puede desanimar a los posibles asaltantes. La Periferia podría ser una opción, al fin y al cabo Diana es una extranjera. Pero puede ser un lugar demasiado peligroso... - Se encoge de hombros. - Es tu decisión, Barrios Medios o Periferia.

Escucha tu respuesta, aceptando cualquiera que sea sin ninguna pega.

- Una cosa más, Biza. Debemos mantener esto todo lo secreto que sea posible. No me importa si se lo cuentas a Ilsa o a Kiba, pero será mejor que no lo sepa nadie más... De alguna forma, nuestros enemigos parecen adelantarse siempre a nuestras acciones y la mejor forma de que no se filtre información es limitar el número de personas que la conocen. ¿Estás de acuerdo?

En el gremio no se habla de otra cosa que la muerte de Rowan. La gente se sorprende ligeramente cuando preguntas las causas, puesto que tu relación con él era sobradamente conocida y era de esperar que su alumna predilecta estuviera más al tanto de ese tema.

- Murió por causas naturales... Pobre hombre, tanta presión seguro que le causó un fallo cardiaco. - Se te revuelve la bilis del estómago al escucharlo. Causas naturales... claro. Si a alguien le cortan el cuello lo natural es que se muera...

Sin embargo, el duelo generalizado por la muerte de un importante miembro del gremio no consigue ocultar una cierta inquietud detrás de cada uno de los miembros. Rowan no era un maestro cualquiera, sino uno de los cinco Consejeros del Gremio. Su muerte deja libre uno de los asientos del Consejo en un momento en el que la nación no puede permitirse esa vacante. Sabes que tras el funeral no se tardará mucho en buscar el reemplazo y las viejas rencillas internas empiezan a florecer por todos lados.

Pese al dolor por la muerte de tu maestro, evalúas tus opciones. Lo más probable es que sea un maestro de tu escuela quien acceda a ese puesto, para mantener el status quo con los flamedancers dentro del Consejo. Al menos un miembro de cada escuela. Sin embargo, aunque todo el mundo sabe que Rowan esperaba que fueses su sustituta, nadie imaginó que tendrías que optar a ese puesto tan pronto y la mayoría de la gente te considera demasiado joven para esa responsabilidad.

Llega un momento que no puedes más. Por dominada que tengas la política, en estos momentos el dolor por la muerte de tu amigo y maestro es demasiado intenso como para seguir pensando en ello. Sales del edificio del gremio y alzas el vuelo de vuelta al hospital.

Te diriges directamente a la habitación de Stepjan y encuentras a Irina hablando con Balder. Cuando te ve, se despide del soldado y se acerca a ti.

- Balder me estaba poniendo al día... Al menos hay alguna buena noticia detrás de todo esto. - Te dice. Parece encontrarse mucho mejor que cuando te despediste de ella hace unas horas en tu casa.

Te acompaña al interior de la habitación, donde tu sirviente yace insconsciente en una cama. Te alivia ver que su pecho se mueve fuerte y rítmicamente mientras respira.

- La doctora Margaret me ha dicho que pediste que fuese ella quien se ocupase también de él. Al parecer su estado es grave, pero el pronóstico que ha dado es mejor que el de Rhenar... Con suerte en unos días se habrá despertado... - Su voz se quiebra, probablemente pensando en la alternativa.

-Stepjan, -Comienza a decir Ilsa sin saber muy bien cómo continuar. Se recuesta en el camastro y añade-...la verdad es que... No debí estar fuera aquella noche. Vosotros sois mis únicos verdaderos aliados, ahora que Rowan ya no está.

Después de decir esas palabras, Ilsa no puede evitar que una fuerte sensación de náuseas le invada. Se pone de nuevo en pié y agrega:

-Estoy segura de que se recuperará, Irina. Margaret es una excelente doctora.

Después de dar las últimas instrucciones a Irina y salir del hospital permanezco durante unos segundos fuera. Trato de focalizar el conjuro recién aprendido y observo los efectos del cambio a mi alrededor. Lo cierto es que no hay tormentas ni rayos, sino una extraña quietud nublada que deja caer apenas unas gotas. Ilsa observa cómo caen en su mano, cómo mojan sus alas que despliega lentamente, tratando de no llamar la atención a los mendigos de la Ciudad Eterna que la observan a una prudente distancia. Todos son conscientes de las consecuencias de tocar a una Maestra. Por fin, después de esos instantes de extraña felicidad, se decide a para una calesa. El cochero queda expectante, preguntando a la señora adónde se dirige. Y después de muchas dudas, al fin, se decide:

-Lléveme al gremio de Banqueros, cochero. Tengo que ver a una persona.