Partida Rol por web

Ilsa, con renovada placidez, escucha atentamente la conversación mientras se retira a preparar algo de desayuno para los presentes y vigilar el estado de Irina, que le resulta extremadamente penoso. La rutina de los preparativos le permite distanciarse de los acontecimientos que relatan sus compañeros. Cuando regresa con la bandeja Fiannar la observa, pero Ilsa prefiere no añadir nada, así que con un pequeño gesto de hastío deja la bandeja y sirve una infusión caliente mientras espera las palabras de Diana. Su mente no está en el dinda ni en Fiannar. Está en la vista panorámica.

-¿No lo había dicho ya? Me desperté por la noche, un hombre entro en la habitación, me reto a luchar en un combate y acepte. Cuando iba perdiendo apareció Stepjan y se abalanzo sobre el con un... cuchillo, creo. Esa fue la oportunidad que use para atacarle por la espalda, y huyo. Pero dijo que volveríamos a encontrarnos y que esa vez si que ganaría.-empezó a relatar de la forma mas corta posible. Se gira hacia Fiannar y hacia Biza.-Y el resto ya lo sabeis, pedi ayuda y aparecisteis. Eso es todo.

Las palabras de Diana no aportaban nada nuevo a lo que ya sabía Biza. No dejaba de sorprenderle el hecho de que aquella centauro estuviera a punto de ser derrotada por el asaltante. Sin duda áquel debía ser un buen luchador para vencer a Diana. Además parecía muy seguro de sus habilidades. Debía ser un mercenario a sueldo, alguien entrenado duramente para este tipo de cosas. ¿Quién lo contratariá?. De todas formas, Biza no confiaba plenamente en la centauro, había algo que no encajaba.

¿Y qué quería? No me digas que entró aquí en mitad de la noche simplemente para retarte a un duelo. preguntó con curiosidad

Nuevamente, el soldado respalda la pregunta de la aprendiz del Gremio de Encantadores.

- Y, ¿por qué ayer estabas tan segura de que no era un noble, pese a llevar una espada forjada para los señores de Dindavara? - pregunta con voz seria. - Creo que nos está ocultando algo, y permítame recordarle que no está en situación de entorpecer una investigación de la guardia. Pese al apoyo de la maestra Svletana, aún puede acabar el día en prisión.

Nuevamente, su voz parece severa y el gesto decidido de su cara queda ensombrecido por su expresión mientras frunce el ceño.

-Dijo que quería matarme.-respondió a Biza con naturalidad, como si no le importara demasiado aquel dato.

-¡Y porque estoy segura de que no es un noble!-exclama Diana girándose a Fiannar apretando los puños.-Llevaba una espada dinda, si, pero no creo que sea suya. Puede que se la haya robado a un noble, que haya comprado una... ¡yo que se!-responde alzando los brazos, cada vez mas harta de que tuviera que responder preguntas y que no quisieran contestar a la pregunta que ella les había formulado al principio.

¿Y por qué no iba a ser suya? Biza no entendía el razonamiento de Diana.

Hablas de la certeza de que no es un noble, pero no das ningún dato. Cuentas que ese hombre se ha colado en esta casa para retarte a un duelo. Que quería para matarte. Matarte a tí, una extranjera que lleva apenas dos días en la ciudad. la aprendiz comenzaba a enfadarse visiblemente.

Es posible que ese mercenario sea el responsable de la desaparición de Jezzabel y las heridas que casi acaban con Rhenar. Es demasiada casualidad que te esté buscando y que además Alex, tu compañero, haya desaparecido sin dejar rastro. No nos tomes por estupidos Diana. Tu seguridad pende de un hilo. Si Svletana te retira su protección, no tendrás absolutamente nada.

-Creo que aunque Diana oculte algo (cosa que me parece natural, por cierto), la realidad es que el dinda quería matarla. Un solo individuo es más efectivo para infiltrarse en una casa y atacar. Pero no le veo sentido a que se detenga para iniciar un "noble duelo". O estaba tan seguro de sus posibilidades que no le importaba, o tenía algún tipo de deuda o compromiso con la dama Diana que le obligó por honor a un duelo -dice haciendo un pequeño gesto de respecto, para disculparse por hablar de ella en tercera persona-. Creo que lo conoces, Diana.

El golpe que le propinó a Irina, la sirviente, no tenía la intención directa de matarla, y podría haberlo hecho, sin lugar a dudas, si Biza está en lo cierto respecto a su habilidad. Pese a que Diana lo niegue, yo no veo tan descabellado que se trate de un noble, puesto que tiene una espada y un comportamiento ciertamente noble en combate, aunque padece algún tipo de trastorno. También me arriesgaría a añadir que no es el "conspirador" principal, cosa que no tiene sentido, a mi juicio, y lamentablemente creo que poco podremos averiguar si lo atrapamos. Trató de huir de Biza, pero solo dejó a Diana después de prometer que regresaría, y la única explicación es que su tarea afecte exclusivamente a nuestra invitada. Un mercenario noble de dindavara puede sonar extraño, y quisiera oir la opinión de Diana al respecto. Aunque quisiera que fuéseis más objetiva en vuestro juicio, puesto que todo apunta a que se trata de un individuo especial. Además, si preguntáis tanto por el aspecto que tenía (que es lo único que habéis preguntado, Diana, desde ayer noche), ¿acaso es porque creéis que existe otro dinda aparte del que se enfrentó con Biza en aquella otra ocasión y ayer noche? ¿Por qué preguntáis de nuevo por su aspecto hoy? La única explicación lógica que se me ocurre, como he dicho antes, es que lo conozcáis.

Por otro lado, todavía no sé qué hacíais, Biza, en mi casa. ¿Cómo llegásteis en el momento oportuno para intentar salvar la situación de nuevo? ¿Quién os avisó? ¿Y por qué creéis que no sólo está relacionado con la desaparición de Jezz y el ataque de Diana, sino también con Alex? No lo habéis aclarado.

Y respecto a vos, mi impaciente sargento, ¿podríais verbalizar qué inquietud os causa la mención de la noche en la que Biza tuvo ese encuentro?

Si sumar hechos tenemos que: a Jezz la atrapó alguien y se la llevó, no dejaron el cadáver simplemente, y ello porque querían algo de ella. Su acompañante está desaparecido, y a Diana intentan matarla. ¿Por qué? Creo que Diana ha sido y es más difícil de mover que una pequeña hechicera alada, así que la única opción es matarla para que quien sea no se arriesgue a que revele alguna noticia. ¿Por qué tratar de matarla cuando el Consejo no le hace caso? ¿Y si no saben realmente qué información tiene Diana, y prefieren arriesgarse a matarla a cualquier precio antes de que pueda revelar algo peligroso para "ellos" (quienes sean)? ¿Qué os parece, Biza?

¿Qué estás insinuando Ilsa? no había nada que pudiera frenar el enfado de Biza. Nada.

No vine a vuestra casa directamente. Solo fue una casualidad. Salía de la casa de Rowan y vi a la guardia. La seguí hasta vuestra casa y obviamente me preocupé. Veo que mi gesto ha sido retorcido por vuestra prepotencia. tuvo que hacer una pausa para moderar el tono después de todo debía cierta obediencia y respeto a la Maestra.

En cuanto a como realcioné el ataque a Jezz, el de Diana y la desaparición de Alex... No creo que haya que ser muy inteligente para hacerlo. Simple y llana deducción.

Es la segunda vez que faltais a mi confianza y os aseguro que será la última. para Biza no había más que hablar. Todo estaba dicho y no había vuelta atrás. No consentiría que aquella mujer le volviera a faltar al respeto por muy superior que fuera en la jerarquia del Gremio.

Sargento podreis disponer de mi y de mi testimonio en mi casa. No esperó la respuesta de Fiannar para salir de allí. No pisaría aquella casa nunca más.

Ilsa observa la escena con cierta estupefacción por la reacción de Biza. Después de que salga por la puerta observa a los presentes y pregunta con una displicente sonrisa:

-¿Y bien, alguien más desea marcharse? ¿O prefieren responder? -Ilsa mira alternativamente a los presentes- ¿Diana...? ¿Fiannar?

Biza abre la puerta y sale de la casa, para encontrarse cara a cara con Eric subiendo rápidamente por las escaleras de acceso a la mansión.

- No te vayas todavía - dice sin fijarse en su gesto indignado. Su propia expresión muestra una profunda preocupación y el observador soldado no parece percatarse del estado de ánimo de su cuñada.

A grandes zancadas, entra en el recibidor de la casa del que aún no habéis tenido tiempo a moveros. Saluda pecipitadamente al sargento que se cuadra al llegar su superior, sin plantearse siquiera el motivo de su presencia en la casa.

- Anoche atacaron una posada en los barrios medios. El cerro de oro. - Dice a toda velocidad. - Alguien se encargó de dos asesinos en una de las habitaciones. Lo más interesante era el huésped que ocupaba ese dormitorio. Un joven delgado de rostro afeminado... Alex Vangrant. Desgraciadamente, él y su misterioso salvador escaparon poco después del ataque. Estamos intentando seguirles la pista.

Cuando termina de hablar, mira alternativamente a Ilsa y al sargento Fiannar, fijándose por primera vez en sus rostros. Se vuelve hacia la puerta para buscar a Biza con la mirada. - ¿Ocurre algo?

No acabo de enterder lo que me dices Eric. comentó Biza enojada porque Eric interrumpiera su acción.

¿Quien atacó a quien? ¿Que tiene que ver Alex Vangrant? Explícate. aunque por un instante pensó en ignorarle, recapacitó despues de que le picara la curiosidad de saber sobre el paradero del acompañante de Diana.

Eric aprovecha para recuperar el aliento. Al parecer ha venido casi corriendo.

- Lo siento, - se disculpa mientras reestructura sus pensamientos. - Veamos, he recibido un aviso de la guardia esta mañana. Esta noche, alrededor de las tres de la mañana, se ha alertado a los cuarteles de los Barrios Medios: Dos hombres encapuchados han asaltado una habitación en la posada El Cerro de Oro. El huésped de esa habitación corresponde a la descripción de Alex Vangrant, el hechicero que acompañaba a Diana. Alguien ayudó al joven y dejaron los cadáveres de los asesinos en la posada antes de escapar.

Pese a que intenta serenar el tono, se nota que aún está algo alterado.

- Mis hombres están tratando de seguir la pista del hechicero y su acompañante, pero de momento no sabemos nada más.

Biza cierra la puerta y se va sin decir nada.

- Pero, ¿¡qué demonios le pasa ahora!? - pregunta Eric. - Ilsa, ¿qué ha ocurrido?

-Biza se ha sentido vejada por mis palabras. -Responde Ilsa.- Le pregunté que por qué estaba cerca de mi casa cuando ocurrió el ataque contra Diana, y ha debido entender que yo insinuaba que de algún modo ella era responsable. Así que después de una teatral despedida ha salido justo cuando tú llegabas con estas noticias. Pero eso es indiferente ahora mismo. Creo que debemos saber cuánto tiempo llevaba ahí escondido Alex, porque puede que se esté moviendo de un lugar a otro desde que llegó, o tal vez estaba ahí desde el principio. Sería interesante saber su rutina de salidas y llegadas, si se veñia con alguien en la posada y si dejó alguna noticia interesante. Además, me interesa mucho ese salvador en particular.

Por otro lado, nos habíamos quedado a la espera de que Diana respondiese nuestras inquietudes respecto a su relación con el atacante. A nuestro juicio, Eric, Diana ha dado más que evasivas respecto a este particular, y dado que nuestro nivel de suspicacia parece elevado, quisiera que clarificáseis, -dice ahora dirigiéndose a Diana- como he dicho antes, ese interés en la apariencia del dinda y el continuo intento de negar su condición noble. ¿Qué más sabéis de él?

Pero además, Fiannar -dice señalando al apuesto sargento- estaba también a punto de indicarnos qué reservas parece albergar relativas a alguna "pasada noche". Espero que no sean relativas a la diligencia de la guardia de la ciudad, que yo puse seriamente en duda, y por lo que os pido disculpas si ha llegado a ofenderos. -indica con un pequeño gesto.

Pero, tampoco me importa -sentencia sin ninguna piedad-. Aquí de lo que se trata no es de herir nuestros delicados y prescindibles egos, sino de la integridad de Uldnacht. Lástima que no todo el mundo lo entienda así.

Te alejas de casa de Ilsa. Tu enfado con ella no ha disminuido, si bien ha quedado relegado a un segundo plano tras las noticias que os ha dado Eric. Por un momento te sientes mal por haberle dejado así, yéndote sin decirle nada más, pero ahora no es lo importante.

Caminas hacia los barrios Medios. No conoces esta parte de la ciudad tan bien como los Centrales, pero preguntas un par de veces por el Cerro de Oro y no te cuesta demasiado llegar allí. La posada hace esquina con una pequeña calle lateral y parece un edificio sólido y bien cuidado. Tiene un viejo cartel en el que está su nombre escrito con letras amarillentas. Sendos dibujos indican que tienen habitaciones y comida disponibles en el lugar.

Te diriges a la entrada y echas un vistazo antes de pasar al interior. Un pequeño recibidor con una barra de servicio da paso por la izquierda a una gran habitación que supones es el salón. A la derecha de la barra, unas escaleras suben al primer piso, donde suelen estar las habitaciones. Tras el mostrador, un hombre con gesto preocupado habla con un guarida haciendo grandes aspavientos con los brazos.

Fiannar se vuelve indignado hacia Ilsa.

- Mis "sospechas", señora, las acaba de confirmar usted misma. Aún no hace 48 horas que una hechicera desapareció en los Barrios Medios, como parece que ustedes saben perfectamente, y, que yo sepa, la guardia no tiene información sobre ningún testigo del asalto. Es el único momento en las últimas semanas en el que se ha reportado una "explosión de hechicería" - Cita las palabras de Biza mientras mira a Eric. - Si la señorita Carkenna estuvo allí, espero que haya informado a los responsables de ese caso...

Se encoge de hombros, dando a entender que sólo tiene un interés limitado en ese tema.

- Pero esa no es mi investigación. - Añade volviéndose a la centauro. - Y el testigo del asalto que realmente me incumbe aún no ha contestado nuestras preguntas... - Su gesto serio expresa disgusto. No le hace mucha gracia que Biza se haya ido pero, como dijo ayer, ella llegó después que sus propios hombres, por lo que no está involucrada en su caso más allá de poder identificar al asaltante.

Cada vez le gustaba más a Ilsa la indignación del sargento. De no ser por la molesta respuesta de Biza casi se habría divertido ante la situación, pero no estaba realmente de humor. "Qué extraordinario especímen de militar uldnachiano: riguroso, formal e incluso inteligente"

-Creo que estamos esperando, Diana.- Dijo con toda seriedad.

Diana escuchaba a todos, sin atreverse a decir nada, prefiriendo esperar el final de las discusiones antes que intervenir, pero con la mirada baja.

-Tienes razón. Le conozco personalmente y por eso se que no es un noble.-empezo a decir en voz baja.-¡Pero no tiene nada que ver con los Truil ni con las desapariciones!-aclaro alzando la cabeza y cambiando la posición de su mirada cada ciertos segundos para observar la reacción de los presentes.