Partida Rol por web

Tras derrotar, o más bien dejar huir a Rohkar, y rescatar a Lady argéntea, el grupo se internó de nuevo en los bosques con el fin de encontrar el origen de aquel clima invernal, asi como a las hadas y sus aliados. Para ello debían cruzar el puente de madera que se internaba en las tierras altas del bosque "Border Wood", y que salía precisamente de la logia que habian dejado atrás.

El puente estaba hecho con cuerdas y planchas de madera sobre un estrecho y profundo barranco. Estaba, ya de por sí, cubierto de hielo y nieve; y se mecía alarmantemente gracias al empuje del frío viento que asolaba a través de la garganta. Las turbulentas aguas de un rápido riachuelo surgían a través de un par de cascadas que se encontraban muy lejos, debajo de vosotros.

Layla iba bien abrigada, pero aun así tenía frio. Se habían comprometido a ellos, pero no por eso tenía que estar contenta.

¿Estaba borracha cuando acepté esto o qué?
¿Quién me mandaría meterme en este berenjenal?

Aun así callaba para guardar fuerzas. Aunque no pudo evitar preguntar a sus compañeros.

¿Tenemos algo parecido a un plan? Lo digo por saberlo. Ya que introducirnos en el bosque helado ese sin más me parece una manera bastante facil de espicharla.

El frio no disminuyó la determinación de Marissa, pero sus esperanzas de encontrar la causa de la helada eran pocas.

Al menos rescatamos a Lady Argéntea.

—No podemos tener un plan para enfrentarnos a algo que desconocemos— respondió a Layla. —Sólo podemos rogar que los dioses nos muestren el camino.

Yrian necesitaba satisfacer su curiosidad y descubrir que estaba ocurriendo en Border Wood, no podría haberse marchado nunca dejando las cosas así.

Ahora frente al puente, la decisión estaba clara, cruzarían y se adentrarían en el helado bosque.

- El plan es sencillo, descubrir que está ocurriendo aquí Layla. Para ello debemos entrar en el bosque. Así que crucemos el puente, eso si, cuidado con el hielo.

El plan mas seguro desde luego era no hacer nada... pero no hacer nada equivalia a no cobrar nada, y a Nico eso no le gustaba. Asique lo que quedaba era seguir hacia adelante, y habia 2 formas de hacer eso... como depredador o como presa. Nico preferia no ser la comida de nadie asique intento en la medida de lo posible estar atento y convertirse en el acechador. Por suerte para el jugaban con la ventaja de que sus enemigos no sabían que venían.

- Chicos, estad atentos. Nuestra unica ventaja en este momento es que no saben que venimos. Mantengamos la situación así

Nada les parecía lo suficientemente obvio como para no cruzarlo. Al fin y al cabo, hacia tan solo unos dias, el puente estaba en una garganta normal, sin nevadas y sin cambios bruscos de temperatura. Era de esperar que el puente no estuviera en malas condiciones.

A Layla no le gustaba demasiado la respuesta de Marissa, ni la de Yrian. Simplificaban todo demasiado. Nicolae era el único que tenía algo más claro. Pero como tampoco podía hacer mucho más siguió al grupo.

Bien, veamos donde nos lleva todo esto.

Marisa inspiró y con valor encabezó la marcha a través del puente, en dirección al peligro, a lo desconocido a... al frío, y esperaba que no al fondo del puente. 

—Busquemos que es lo que causa este horrible invierno. 

Yrian sacó su arco y avazó detrás de Marissa, aunque espero a que ésta cruzase ya que parecía más seguro ir de uno en uno.

- Crucemos por separado para no sobrecargar el puente, ¡vamos!

Detrás de Yriam se coloca Layla, aunque espera a que el guerrero termine de pasar para avanzar ella. No vaya a ser que el puente ceda.
Parece sólo un puente, pero nunca se sabe.

Me parece buena idea. Venga tira, que no nos podemos quedar aquí todo el día.

Nico cubrio la retaguardia mientras sus compañeros cruzaban.

A la minima que aceleraban un poco el paso el puente se balanceaba demasiado, asi que optaron por pasar despacito y de uno en uno. Finalmente, llegaron todos al otro lado.

El bosque parecia sepulcralmente silencioso en aquella parte. Continuaron andando un poco, incluso el viento estaba ahora en completo silencio y permitía oir la nieve que caía suavemente a través de las desnudas ramas de los árboles. De pronto se fijaron, huellas, de aspecto y tamaño humanoide pero extrañamente deformes, arruinaban el de otra manera inmaculado camino que se abría a través de los árboles.

Tras pasar por el inestable puente y llegar al otro lado, Layla respiró aliviada. Por un momento creía que se ibaa caer a las heladas aguas. Y en verdad parecían muy heladas.

Al encontrar las huellas, la hechicera arrugó la nariz.

Vaya. Esto no tiene muy buena pinta. ¿Creeis que son de hace mucho? ¿Estaran cerca?

—Pues no tengo ni idea, Layla. Ojalá lo supiera. Sólo espero que no nos embosquen. Yo no quiero causarles ningún daño. Salvo que se lo merezcan.

Marissa estaba preocupada. —Si está nevando a menudo, esas huellas deben ser recientes, porque si no se habrían cubierto con más nieve.

Iba a recordar a sus compañeros que estuvieran ojo avizor. Pero no iba a ser necesario, todos estaban nerviosos y alerta. 

—Podemos intentar seguir las huellas.

Nico penso que Marissa probablemente no tendria demasiado problema. Lo mas seguro es que si encontraban algun hada no iba a haber demasiadas negociaciones.

- Creo ke lo mejor va a ser seguirlas. Es la unica pista decente que tenemos... aunque todas las hadas que he visto hasta ahora, que no son muchas, tenian alas. Estemos alerta.

Tras cruzar el puente, no sin temor a precipitarse al vacío, Yrian respiraba algo más tranquilo. Sus armas y pericia podrían defenderle ya en la tierra. Ahora debían decidir si seguir el rastro de las huellas que tenían delante.

El grupo parecía querer avanzar tras ellas, por lo que el guerrero se agachó para observar mejor el rastro.

- Creo que puedo seguirlas sin problema, quizá obtengamos algunas respuestas. Avancemos con cuidado -dijo mientras colgaba su arco y desenvainaba sus armas-. Estad atentos a los lados del camino.

El grupo siguió las huellas y pronto dieron con el origen. Tras uno de los árboles, lugar por donde continuaban, se encontraron de bruces con tres horribles esqueletos. Se parecian, ciertamente, a los que habian acompañado a Rohkar en el ático de la casa, si bien estos cuerpos parecian muchísimo más antiguos.

Sin desenvainar las cimitarras que colgaban de su cinto, se abalanzaron sobre el grupo. Las garras de los esqueletos dañaron a los hombres del grupo, que no supieron reaccionar a tiempo para ponerse a la defensiva.
 

Y allí, en mitad de la nieve y el frío, en mitad de la nada, tres esqueletos, tres productos de la energía necromántica, de la no-vida, aparecieron y trataron de golpearles. 

No trataron, sino que lo consiguieron con sus compañeros.

Sólo por poner estas almas a descansar en paz ya merece la pena haber salido y pasar tanto frío. Pensó la clériga.

Y levantando su medallón... —Milani... ¡Haz que vuelvan al polvo! ¡Que sus almas se junten en el más allá, que estén enteras!— soltó una oleada de energía positiva, de poder sagrado y divino, para romper las ataduras nigrománticas de esos viejos huesos. 

Al ver a los esqueletos Layla se temió lo peor, que el cabrón del nigromante les estuviera esperando. Pero parecia no ser así. Aunque eso no quitaba que los no muertos fueran peligrosos.
La hechicera se colocó en posición y lanzó uno de los rayos igneos que eran parte de su naturaleza.