Partida Rol por web

Tras abandonar la enfermería, te llega un mensaje privado para que acudas de inmediato a la sede del Komitet gosudárstvennoy bezopásnosti, la KGB a la que perteneces. No demoras tu marcha y con una excusa banal abandonas tu barracón.

Tras ir a varios edificios, por fin encuentras la sede, bastante escondida y sin nada que llame la atención. Comprueban fehacientemente tus datos y comprueban varias veces tu nombre en un viejo ordenador. Pasas otro par de controles y por fin llegas al despacho del que te han comentado que es tu superior: John Steed.

El despacho está muy bien cuidado, muebles elegantes y todo organizado y limpio. Una estancia agradable. Un hombre perfectamente trajeado te espera y te saluda al verte.

- ¡Ah! El señor John Smith supongo.- Te invita a sentarte frente a su mesa.- Tome asiento por favor. Cómo sabrá mi nombre es John Steed y si no me equivoco estaba usted asignado a la operación XJ5. ¿Quiere un té?

- Si, señor, gracias, señor. Y está correctamente informado sobre la operación, señor.- Tomo asiento de forma moderadamente marcial, y permanezco sin relajarme mucho. A pesar de la aparente amabilidad de los superiores, uno no puede bajar la guardia. Y puede que la información recuperada no sea la suficiente.

Tu superior sirve dos tazas de té. Coge la suya y toma un sorbo, saboreando.

- Bueno señor Smith, ¿qué información ha conseguido del doctor Wataba?- Te pregunta.- Y sobre todo, ¿dónde se encuentra? Lamentaría mucho el haber tenido que sacrificarle, pero ya sabe usted que el Líder no puede permitirse regalar información a nuestros enemigos...

Asiento ante las preguntas. Antes de responder, me permito también dar una sorbo al te. Me han recomendado que beba líquidos y no pienso desoír un consejo médico.

- El doctor Wataba se encuentra ahora mismo en la base, custodiado por las fuerzas militares. Sin embargo, su identificación no será posible a no ser que él mismo la revele, o con la ayuda del sargento Marshall. Actualmente responde al nombre de Ruffze Vemaukn.- Dejo pasar un segundo mientras bebo un sorbo más de té, esperando que mi supervisor asimile la información que procedo a darle.- Según se nos explicó, y pude comprobar en el acto, está utilizando tecnología alienígena para camuflarse a un nivel, tal como él calificó, biológico. Para deshacer el camuflaje debe usarse un artefacto cúbico, custodiado por el sargento, colocándoselo en su frente. Sobre la información poseída por Wataba, me temo que aun se ha reservado bastante, pero he podido conseguir datos importantes. En primer lugar, existían traidores en el pelotón en el que fue capturado, y le delataron a sus captores. A su vez, existe algún tipo de alienígenas que, de un modo u otro, parece querer beneficiarnos. Le proporcionaron el artefacto de camuflaje a Wataba, y yo mismo encontré a uno que mantenía una conversación con él. Dado que tras enfrentarnos me dejó vivo, a pesar de poder haberme matado, creo suponer que puede haber facciones enfrentadas en el bando enemigo. El sujeto huyó en una nave desde la azotea, dejando una bomba tras de sí. Mi recomendación prioritaria es que Wataba sea interrogado de inmediato. Si lo desea, puedo redactar el informe más detalladamente por escrito.

Una vez había quedado comunicado lo sucedido, me permití un nuevo sorbo de té.

- Interesante.- Dice mientras da un sorbo a su té.- Oh, por favor. No será necesario malgastar su tiempo en burocracia; lo que me está comentando ya es suficientemente bueno.

Parece que se queda pensando un segundo.

- Supongo que pronto le mandarán a otra misión. Ya recibirá las órdenes de nuestro departamento en su momento. Muchas gracias por su tiempo señor Smith.

Parece una despedida. Con amabilidad, pero despedida al fin de al cabo.

Antes de salir, bebo lo que me queda del té, tomándomelo de un trago. Dejo la taza en la mesa, y me pongo de pie.

- Solo cumplo con mí deber señor. Muchas gracias por el té.- Sin más preámbulos, dejo a mi superior en la sala y me dispongo a volver por los pasillos, de vuelta a donde supuestamente debiéramos encontrarnos con el sargento.