Partida Rol por web

Lucas cierra los ojos y suspira, mostrándose física y mentalmente cansado. Tarda en abrirlos unos segundos, y tu aprovechas ese espacio de tiempo para observar su rostro y sus rasgos. - ¿Por qué nadie cree que me la encontré por casualidad? - sus palabras no son un reproche hacia ti, tan solo un reflejo de la angustia y la soledad en la que se encuentra sumido en esos momentos. - No tengo nada que ver con ella, Kate. Te lo digo enserio.

Entonces, vuelves a mencionar a Liam, y ese muestra fugaz de dolor recorre de nuevo sus ojos. - Pero... ¿qué querías que le dijera? Es tu novio y.... mi amigo. No quiero hacerte esto Kate, no quiero incentivar una guerra en la que tú estés en medio. - de nuevo, rehuye tu mirada y la desciende hasta el suelo. - Quiero dejarte tranquila, alejarme de ti. Pero cuando estoy a tu lado... - Notas como vacila aunque finalmente parece callar sus pensamientos. - Confío en ti Kate, más que nada en este mundo. Pero ahora no puedo ser un libro abierto para ti. Me duele demasiado. Me.... - silencio. Se muerde el labio y, por un momento, crees que va a romper a llorar. Por suerte, no lo hace.

Le observo y no puedo evitar llenarme de tristeza ante sus lágrimas. Es tan sincero que me siento fatal por la decisión que he tomado, tan precipitada... solo por un puñetazo en el labio y hartarme de ser el centro de críticas.

- Lucas...- pongo mi mano en su barbilla y hago que me mire. Tan atractivo, tan sensible, tan... bueno.- ¿Qué pudiste hacer? Decir la verdad porque yo... yo me decidí porque pensé que era cierto lo que le dijiste, Lucas. Yo... de verdad que... creo que te quiero más que como amigo y ayer estaba tan confusa que no pensaba salir con Liam aún. No hasta tener claro qué era lo que sentías realmente. Pero le dijiste que daba igual y yo... ¡yo me lo creí! Y ahora todo ha salido así...- siento el impulso de abrazarle y de sentirle cerca, pero estamos en clase y lo último que me falta es que el resto de la clase me vea acaramelada con otro que no es Liam en estos momentos. ¿Qué hago? ¿Qué he hecho? ¿A quién quiero más?- Te creo si dices que te la encontraste, pero necesito que me des más información. Es importante. ¿De qué hablasteis? ¿Qué quería? Ella... me sonrío de forma burlona ayer. No me fío de ella. Y por favor... no llores porque... sufro al verte así.

Tus palabras acaban descomponiéndole del todo. - Tanto olfato periodístico para ser incapaz de ver lo más importante, parece pensar. Sus ojos recorren tu rostro de forma inquieta, intentando grabarse en su mente cada centímetro de tu piel. O quizá solo recordándola, recuperando la visión que tantas veces tuvo al alcance de su mano una vez. - Y ahora... ¿qué? - verbaliza la pregunta aunque su reacción te demuestra que era algo que no quería compartir. Por suerte continúas hablando, preguntándole sobre lo ocurrido la noche anterior. Sobre ese encuentro que, al parecer, ha hecho que todos lleguéis a cuestionaros la integridad de vuestro mejor amigo.

- Quería saber qué sabía de lo que estaba ocurriendo. Fue.... extraño - entrecierra los ojos molesto al recordar lo ocurrido. Centrar su atención en Isabella le permite dejar a un lado los sentimientos que hasta este momento le estaban consumiendo. - Estaba fuera de sí. Como si... como si creyese que iba a pasarle algo. - Se queda callado. Por su expresión, no necesitas que te diga en lo que está pensando. Tú también lo haces. En el desayuno. - ¿Te importa que salgamos? - te dice, claramente incómodo, mientras observa al resto de alumnos que hay en la clase. - No... no quiero hablar de esto aquí.

Mejorarán. reiteré, viendo como cambiaba de postura, acercándose a mí. Hizo lo propio, inclinándome en su dirección, buscando sus labios al igual que ella estaba haciendo. La besé, con ese cariño y esa ternura que nadie habría situado junto a mi nombre, con ese mimo que solo ella había conocido. Cuando nos separamos, me sabio a poco. Si de mí dependiera, lo habría repetido, allí mismo, nada mas separarme de ella. Pero su palabras dibujaron una pequeña sonrisa, al escuchar su promesa. Lo sé. Dije, simplemente en respuesta, sin apartar la mirada de ella.

No fue hasta que me pregunto cómo fue el día, que esa sonrisa se borró, volviendo la vista hacia una de las paredes, resoplando. Veamos... Hablamos en el Gran Comedor, fui a ver a Regina, y salimos al pasillo a hablar... Hasta esta parte todos estamos de acuerdo, y la sabes. Acto seguido... Me dejo caer hacia atrás, apoyando la espalda y la cabeza en la pared, lanzando un largo suspiro. Se fue a la Torre de Astronomía. La seguí. Cerré los ojos, reviviendo aquel momento como si fuera una película. Y él solo recuerdo de lo que había pasado, consiguió que se me acelerara el corazón. Cuando llegue, estaba en lo alto del muro...

La pausa, y que cogiera aire para seguir, era la antesala a preparar a Vinny para lo peor. Se tiró al vacio. Una nueva pausa, cerrando los ojos, recordando el momento en el que me lanzaba detrás, viendo esa altura, esa sensación de caída. ...y... yo me tiré detrás... transforme la varita en una escoba, y la agarré al vuelo. Esta viva de milagro... Luego llego Mat, y me dijo lo que había pasado en el Gran Comedor, lo de Isabella.

Entonces... es cuando tu y yo volvimos a vernos. Hablé con Isabella sobre lo que había pasado... Me dijo que la iban a expulsar, y me besó. Entonces... le dije que había otra. Que la competición había terminado. No le dije que eras tú, con Víctor en la enfermería tengo suficiente.

Víctor. Ese tema si era más complicado. Y... luego esta Víctor. Quizás te... sea algo difícil de comprender, pero Víctor y yo somos muy buenos amigos. Mire al techo, lanzando un largo suspiro. Así que tengo a mi mejor amiga, atacando y dejando a las puertas de la muerte a uno de mis mejores amigos. Sin contar que no solo es posible que expulsen a Isabella del colegio, si no que además, la encierren en Azkhaban.

Finalmente mire a Vinny de reojo, encogiéndome de hombros. Lo siento... pero creo que hoy te gano... Dije, con un tono irónico y sarcástico.

Tu confesión le coge por sorpresa y, durante unos segundos, se queda paralizado sin saber como reaccionar. Por suerte, no los suficientes para que vuelvas a romper a llorar desconsolada. Antes de que lo hagas te encuentras entre sus brazos. Su abrazo es fuerte, seguro y, sobre todo, acogedor.

- Lo siento mucho, Regi - te dice al fin. 'Regi', siempre te había llamado así. En el fondo, después de tanto tiempo como Josh te habías convertido en una de sus hermanas pequeñas. Unas porque, en el fondo, siempre habías estado a la sombra de Sam. Te acaricia ligeramente la cabeza y finalmente te aparta de su pecho. Sientes sus manos sobre tus mejillas sujetándole la cara y obligándote a corresponderle la mirada. - Has hecho bien, que se joda. - Su respuesta no te sorprende. Y si hubieses estado de mejor humor, tu hubiese arrancado una carcajada. Daba igual que fuese profesor. Derek siempre sería Derek.

En cuanto observó la sonrisa borrarse de su cara tuvo la certeza de que su día tenía que haber sido mucho peor para que Ryan estuviera así. Asintió cuando empezó a contarle lo que ella misma había visto de Regina, cómo habían salido juntos del Gran Comedor para hablar de lo que ella ya sabía. Sin embargo, el desarrollo de la acción la dejó totalmente boquiabierta, con los ojos desorbitados. Tuvo que hacer un esfuerzo para no interrumpirle ahí mismo y contener el flujo de pensamientos que acudían de forma insistente en su cabeza. 

Se obligó a seguir escuchando para ver como, en realidad, lo que explicó a continuación no desmerecía en absoluto a lo de Regina. Cerró la boca y la abrió repetidas veces, como si se estuviera obligando a callarse.

- Entiendo - comentó secamente dándole a entender que continuara, que no tenía nada que decir por el momento.

Acabó por escuchar como desgranaba para ella la extraña relación que tenía con Victor y como su mejor amiga había casi matado a uno de sus mejores amigos.

- Y yo me quejo de June - le fue imposible callarse el comentario en cuanto acabó pero tras eso se le quedó mirando en silencio, parpadeando repetidas veces con perplejidad. Acabó por ponerse de pie y pasearse por delante de él, como si el sólo hecho de caminar le ayudara a organizar mejor sus ideas.

- Es que no me lo puedo creer - espetó después de unos instantes en silencio -. ¿Regina está loca? - el hecho de que hubiera empezado hablando por ella era una buena señal -. Ahora entiendo lo perturbada que estaba después - se llevó la mano a la mejilla que le había golpeado, tocándose el lugar donde antes había tenido la piel enrojecida -. Está desesperada y eso la hace capaz de cualquier cosa - musitó para sí en voz alta. Tendré que andarme con ojo. Le dirigió una mirada a Ryan antes de decir -. No es culpa tuya, lo sabes, ¿verdad? - puso cara de circunstancias -. Me parece que Regina es un poco...esto...¿obsesiva? - negó con desconcierto, alucinada -. Lo de Black... - se detuvo y se llevó los dedos a las sienes, frunciendo la nariz -. Me voy a ahorrar el comentario puesto que es tu amiga - pero menuda zorra, pensó a la par que reanudaba la marcha-. Pero no me extraña que la expulsen - yo misma estaré mucho más tranquila con ella fuera, sobre todo si va detrás de Ryan, es bastante más peligrosa que Regina -. Aunque entiendo que para ti debe ser doloroso - dijo, conciliadora. No mencionó el tema del beso. El hecho de que la hubiera descartado en su favor era suficiente para ella, más que suficiente, aunque no le hiciera ni pizca de gracia -. No entiendo lo de tu relación con Victor, pensaba que os llevabais mal - dijo de sopetón -, pero comprendo tu preocupación por él, espero que se recupere sin problemas - musitó con una mirada preocupada.

De nuevo, se detuvo para mirarle, con la cabeza levemente ladeada y mirada insondable. Algo más calmada, se acercó a él y se sentó de nuevo a su lado antes de abrazarlo por los hombros.

- Me parece que me ganas con una diferencia de snitch.

Regina esta... Regina. No, no podía considerar que estuviera loca. Pero la palabra que uso Vinny me pareció la más acertada que pudiera pensar. Obsesiva. Esa era una de las principales razones por las que la había dejado. Porque simple y llanamente, no aguantaba más. Creo que la palabra más acertada que escuche jamás para definirla, obsesiva. Espero que entiendas el por qué de... su reacción. Debió darse cuenta cuando me diste un beso en el Gran Comedor. Chasqueé la lengua. No había dicho su nombre al menos para que al principio, no se llevara la peor parte, pero una vez más en el día, algo no me había salido bien.

Claro que tengo parte de la culpa, pero eso ya no importa. No me culpo, lo que hice es lo mejor. Para todos. La seguí con la mirada mientras caminaba. Por mi lado, permanecí sentado, con la espalda aun apoyada en la pared, así como la cabeza, escuchando ahora sus palabras sobre Black. Evidentemente, no me gustaba que hablara mal de ella. Era mi mejor amiga. Aparte la mirada cuando dijo que no le extrañaba que la expulsaran. No podía evitarlo. Sabía que todo seria mas "sencillo" si Bella no estaba. Parte de mi lo sabía, y quería que eso fuera así. Pero por otro lado, no dejaba de ser mi amiga, mi mejor amiga. Alguien importante para mí. No soy objetivo con lo sucedido con Isabella. Solo confió en que... reciba el castigo que merece, ni mas, ni menos. Y hasta ahí ese tema. Agradecí que dejará el tema con aquella frase, comprendiendo que era mi amiga, y que me judería. Por eso mismo quise dejarlo en un punto intermedio, aceptando el castigo que le impartieran a Isabella.

Lo de Víctor es fácil de entender... Mucha gente me odia. Somos amigos... Y simplemente, no quiero que la tomen con él. Preferiría que esto... quedara aquí, no quiero que tenga más problemas. Me disponía a ponerme en pie, cuando ella se sentó junto a mí, abrazándome.

Un abrazo que necesitaba. Poder descargar aquel enjambre de problemas, de ideas, de preocupaciones me ayudo más de lo que me gustaría reconocer. Cuando lanzo su ultimo susurro, no pude evitar sonreír, riendo incluso. ...no me hables de Quiddich, que me quedé sin los dos golpeadores, sin el buscador y sin grupo de animadoras. Bromeo, volviendo la vista hacia ella, quedándome mirándola.

Estuve en silencio algo menos de un minuto. Simplemente mirándola. Sabía que aun quedaba algo que hacer, y abrí la boca, con intención de decir algo, y gire la cabeza, apartando la vista de ella. No lo reconocería, pero me daba Vergüenza hacer ese tipo de cosas. Tras carraspear, y pensármelo, acabé por reír, negando con la cabeza. ...soy gilipoyas. Acaba por decir, entre risas. Llevo desde ayer pensando en esto, y ahora me da... cosa. Volví la vista hacia ella, mirándola a los ojos, mirándola en silencio. Vinny... Te quiero. Hizo una pausa, manteniendo la mirada, para lanzar la pregunta que llevaba rondando mi cabeza desde la noche anterior, para lanzar la gran pregunta.

¿Quieres salir conmigo?

Sigo mi camino después de escuchar a Liam, aunque este parezca estar esperando una respuesta. Pues sí que le ha costado. ¿Cómo es posible que se crea que soy gay antes de imaginarse que me gusta Kate? En fin, debería replantearme mi actitud, tal vez por eso no ligo... Bueno, eso y que soy un completo desastre con las chicas. 

-Te he dicho que no te ralles, Liam. Sé que lo que siento por Kate no es correspondido y lo sé desde hace mucho. -En mi voz se nota un poco el resentimiento al admitir lo que tanto tiempo me había costado aceptar, mezclado con el enfado por mi amigo por creer de verdad que soy gay y que me gusta él. Esto es de locos.-Ni siquiera voy a luchar con ella, este verano he decido olvidarla y lo he conseguido, pero aún no me gusta la idea de verla con alguien. Así que os deseo lo mejor, que seáis felices y todo eso. Pero por favor, ahora necesito un poco de espacio. Nos os deis el lote en mi cara, ni cosas así hasta que me haya hecho a la idea. Eso no ayudará.

Sigo andando acelerando el paso por el nerviosismo. Regina, Kate, Liam, Lucas, Isabella, Ryan, los ataques... ¿En serio? ¿Es que no se puede tener un maldito día tranquilo? ¿Se han puesto todos de acuerdo para amargarme el año del colegio o como va esto?

-Como sea. Me alegro por vosotros. En serio. Yo habría esperado un poco, por el tema de June y tal... Pero vamos, que yo no voy a ser un impedimento para la relación.-Le miro a los ojos. Se ve que me está costando decir todo eso.-No quiero perderos como amigos por algo así.

Mis ojos han ido pasando de la rabia a la tristeza. todo el mundo parece estar encontrando su sitio, pero yo... Yo sigo estancado. Miro al suelo y sigo andando, relajando el paso poco a poco.

El abrazo de Derek es cálido y reconfortante, muy distinto al de Ethan que, pese a todo, mostraba más nerviosismo, más inseguridad. Quizás por eso, en esta ocasión mis lágrimas no llegan a desbordarse. Cierro los ojos, intentando centrarme, intentando concentrarme ahora que parece que, al menos, estoy logrando controlar mi llanto. No puedo ir a clase así, en este estado. Necesito relajarme, ordenar mis pensamientos y mis ideas. Necesito afrontar lo que ha sucedido y, sea como sea, sé que no puedo hacerlo sola.

-No, Derek, no estuvo bien... He dejado a Ethan en evidencia... Encima a él... Y me siento fatal... -le reconozco, cuando me aparta de sus brazos, agarrándome la cara de aquella forma que no me da opcion a desviar la mirada para ocultar mi vergüenza. Resoplo, cogiendo aire, cerrando los ojos unos instantes, en los que mi mente no deja de dar vueltas.

-Derek... No sé que hacer ahora... ¿Cómo ha podido pasar esto? Antes de ayer estábamos perfectamente... Hasta que ella... -aprieto la mandibula, pasando de la tristeza a la ira. Una muestra para Derek de que, ahora mismo, estoy bastante inestables- No sé qué hacer... No sé como parar de llorar, cómo hacer que esto deje de doler... Necesito... Yo... Ni siquiera sé qué necesito... Sólo quiero desaparecer... Como antes, en la torre... Derek... ¿Qué puedo hacer?

Aquella confesión me pilla de sorpresa hasta a mi. Y es que, cuando comienzo a hablar, a soltarlo todo, no puedo parar. Está claro que no estoy para dejarme a mi suerte, que estoy confusa, perdida. Sin saber que hacer ni a donde ir.

Escucho a Mat, en silencio, mientras camino junto a él, ya no demasiado lejos del aula y, de repente, me siento el ser más egoista de la creación. Porque yo llevo meses queriendo a Kate en silencio pero Mat... Mat lleva siendo víctima de sus sentimientos mucho tiempo, sin hacer a nadie partícipe de ellos.

Frunzo el ceño, con una expresión pensativa, apretándo ligeramente los labios, asintiendo en silencio. Y, esta vez, cuando me dirigo a él, no hay rastro de la culpabilidad y el nerviosismo de esta mañana. No hay justificaciones. Sólo hay sinceridad.

-Mat... lo siento tío. He sido un mierdas y un egoísta... Yo jamás me lo habría imaginado... - de repente se me viene a la cabeza todo lo que le he dicho en el gran comedor, mi declaración de amor y ese beso de Kate delante de él. Ahora entiendo por que salio corriendo antes de que le pidiera salir y también por qué había salido corriendo el día anterior, cuando el conté lo de June.

-No te preocupes... intentaré que esto te joda lo menos posible, te lo aseguro... Y disculpame por el numerito de esta mañana... Ahora me siento fatal... Joder.

Resoplo, pasándome una mano por la nuca, con cierto cargo de conciencia ahora cuando me paro a pensar fríamente en las cosas. Y, cuando Mat me muestra su apoyo y me habla de amistad, acabo por sonreirle, agarrándole por el antebrazo, con el afecto de un amigo.

-Gracias, en serio. Sé que suena a topico, pero te aseguro que ahora mismo eso significa mucho para nosotros. - le digo, ante ese apoyo incondicional. Y, acto seguido, aprieto ligeramente su brazo, ensanchando algo más mi sonrisa- Eres un buen amigo y ya sabes que puedes conmigo siempre. A mi no me vas a perder.

Pronuncio estas ultimas palabras justo antes de girar la ultima esquina antes de la clase, con el barullo de estudiantes ya escuchándose de fondo. Acabo de quitarme un gran peso de encima. No hay nada como aclarar las cosas y que todo vuelva a estar en paz.

Y ahora me encuentro en un dilema. Lucas parece tener información importante sobre los ataques, pero para contármela debemos salir y quizás no pueda vigilar a June de cerca.

- ¿Salir...?

Mi mirada recorre la gente que queda en clase. No quiero apartar de mi vista a la chica, porque si es cierto que va a ser atacada, no tengo intención de dejar que lo hagan.

- Salgamos pero no quiero alejarme mucho, ¿de acuerdo?- me conoce de sobra y sabe que algo estoy tramando- Vamos.

¿Isabella asustada? ¿En serio?

- ¿Estás seguro de que no estaba actuando?

Lucas te mira fijamente con curiosidad, intentando adivinar qué es lo que pasa por tu cabeza. Después, sigue la línea de tu mirada, intentando descubrir a quien estás mirando. A quien vigilas.

- ¿Qué está pasando, Kate? - te pregunta, con la misma intensidad y urgencia con la que tú lo has hecho minutos atrás. No da ni cuatro pasos que se apoya en la pared del pasillo, complaciendo tu petición. Como siempre.

- No estoy seguro - confiesa, negando con la cabeza. - Con Isabella... nunca se sabe. - Suspira profundamente. Aunque bien es cierto que ellos han tenido que encontrarse alguna vez (es lo que tiene pertenecer a familias de sange limpia en un mundo tan reducido) Lucas nunca ha tenido gran trato con la Slytherin. Algo que siempre has agradecido. - Aun así, también me preocupa que pudiese estar fingiendo... solo lo haría por algo muy gordo - te dice al fin.

Te encuentras de pie, observando a Lucas, a apenas un metro de distancia. Un metro que no tarda en acortarse en el momento en el que el gryffindor te coge de la mano y estira de ti hacia él. Una vez a su vera, ajusta detrás de tu oreja los mechones de pelo que resbalan por tu cara, dedicándote una escueta caricia en el proceso. - ¿En qué estás metida, Kate?

Agradecida por que Lucas haya accedido a mi petición y sabiendo que tengo a June cerca y vigilada, me centro nuevamente en mi compañero.

Obviamente se ha dado cuenta. Me conoce demasiado bien. Hemos vivido demasiadas cosas, hemos compartido demasiados momentos. Y de nuevo aquí estamos, él y yo indagando como en los viejos tiempos pero ahora mismo sobre temas mucho más serios. ¿Hemos madurado? ¿O es solo que la situación así lo requiere?

- Habrá que tenerla vigilada.- comento pensativa, hablando de Isabella. No me fío ni un pelo de ella y sé que tiene algún que otro truco guardado. Luego le miro, antes de que deje que me coja la mano, me atraiga hacia él y me coloque los mechones del pelo como solo él sabe. Con suavidad y dulzura. ¿Qué estoy haciendo? ¡Estoy con Liam! Le dije que sí... pero otra vez ando confusa. Podía haber dicho que me quería antes de mentir. Eso al menos me habría dado más tiempo para pensar.- ¿En qué estoy metida?- intento parecer sorprendida pero su mirada me desarma. Suspiro. No puedo mentirle. Él ha confiado en mí y yo hago lo mismo con él. Me es imposible mantenerlo al margen por más tiempo.- Quiero dar con el atacante del tren. No estamos a salvo, Lucas, y no pienso permitir que mis hermanos o los seres que quiero estén en peligro.

Tras tu explicación asiente conforme. Por fin le has contado lo que ocurre, y para él la confianza lo es todo. - Te ayudaré con ello - concluye. No es una pregunta ni una petición. Es un hecho. Y lo sabes.

Lucas se queda en silencio, observando vuestro alrededor. Está apoyado en la pared con su pierna derecha flexionada y las manos en los bolsillos de los pantalones. Una postura que siempre le había hecho parecer tremendamente apuesto y sexy, y cuyo toque final lo presentaba la concentración y seriedad de su rostro. - Yo no tengo nada para ofrecerte de momento... - su tono de voz refleja la decepción que siente, y que intenta ocultar con una pequeña sonrisa. - Pero te informaré nada más sepa algo.

- Estos días he estado pendiente de otras cosas... - parece pensar. Pero no lo verbaliza. Se limita a mirarte, como si acabara de conocerte. Entonces, saca su mano izquierda de su bolsillo y te rodea la cintura estrechando las distancias entre vosotros e inclinándose hacia ti. Asustada y emocionada en partes iguales, esperas un beso que, para tu sorpresa, no desemboca en tus labios sino en tu mejilla. Durante unos segundos no aparta su cabeza de ti, acariciandote el rostro con la punta de su nariz y su cálido aliento.

Había escuchado en silencio la respuesta a sus reflexiones, si es que podía llamarse a sus comentarios tal cosa, abrazándole hacia el final de los últimos para expresarle su apoyo. Sintió alivio cuando le escuchó reír y bromear sobre el tema del quidditch. Ryan era una persona aparentemente fría pero eso no quería decir que no le afectaran los sucesos acontecidos en las últimas horas; simplemente no lo mostraría ante los demás. Era ciertamente halagador que se hubiera confiado a ella.

De repente, vio un atisbo de indecisión en él. Enarcó las cejas con curiosidad. ¿Qué le pasaba? La pilló totalmente por sorpresa cuando soltó una carcajada y se insultó a sí mismo. Vinny le miró, completamente perdida. Ni siquiera hizo hipótesis sobre a qué se refería, simplemente se limitó a clavar la vista en él con confusión, esperando pacientemente a que se explicara. De nuevo empezó a hablar y ella, inconscientemente, afirmó levemente con la cabeza como alentándolo a continuar. Y de nuevo esas palabras. La quería. Era tan extraño volver a escucharlo... Por algún motivo, quizás por la tranquilidad del momento, algo de lo que no habían gozado las otra veces que habían expresado sus mutuos sentimientos, se sonrojó furiosamente, algo bastante atípico en ella que no solía pasar del leve rubor.

No tuvo tiempo a responderle porque, simplemente, aquello no se limitaba a una declaración de amor, era más una declaración de intenciones. Sonrió de forma apenas casi perceptible pero en cierto modo adorable.

- ¿Te enfadas si te digo que lo había dado por supuesto? - musitó acercándose hacia él y apoyando la frente sobre la suya, rozando su nariz con la propia -. Yo también te quiero - dijo antes de fundirse en un nuevo beso, profundo y ardiente, que les llevó a ambos a estirarse, ella sobre él. Se separó para mirarle desde arriba, con el cabello rozando el rostro de Ryan -. Claro que quiero salir contigo - afirmó antes de volver a acortar las distancias y fundirse en un nuevo beso.

No sé por qué me siento tan aliviada de que quiera ayudarme y mantenerme informada. Me siento como si tuviera un equipo adicional donde poder investigar. Un compañero extra en el que poder confiar ciegamente. Y un amigo con el que, quizás, estoy empezando a engañar a Liam.

Soy una persona fiel por naturalez. Alguien leal en quien se puede confiar, pero esto me ha pillado tan de imprevisto y se ha debido a una serie de malentendidos tales, que no sé qué camino escoger. ¿Seguir con Liam aún sabiendo lo que siento por Lucas? ¿Irme en secreto con Lucas aunque solo sea investigar y teniendo que mentir a Liam? ¿Cortar con Liam después de que llevamos solo menos de un día juntos? La última posibilidad no es posible. Ya no solo porque no sería ético, sino que para que pueda continuar con la investigación necesito su confianza o me dejará fuera del grupo.

Por un momento pienso que Lucas me va a besar nuevamente y algo dentro de mí le insta a que lo haga, pero sus labios van a la mesilla y lo único que queda es mi corazón acelerado. Le miro, dubitativa. Tan cerca de nuevo de mí... empiezo a odiar a Mathew por sus tonterías. Las que me llevaron a cortar con Lucas. Termino por asentir.

- De acuerdo.- ¿por qué susurro? ¿Es quizás por la cercanía de su cara? ¿Porque me he quedado sin aliento momentáneamente? No sabría decirlo.- Yo a ti también.

Dos grupos de investigación distintos, un triángulo amoroso... muchas mentiras se avecinan. Muchos temas ocultos y por ende muchas discusiones y peleas.

June estaba decidida a mejorar sus humor, se dijo a sí misma que se controlaría, no deseaba que la tomaran por una violenta insociable machacanarices... a decir verdad tampoco le importaba mucho lo que pensaran de ella, pero había descubierto que cuando estaba tranquila hacía mejor las cosas y tenía interés en aprender algo de magia, de manera que decidió concentrarse en estudiar un poco... lamentablemente la dichosa Stark decidió quedarse. 

Cuando se fue a hablar con Lucas le dedicó una furtiva mirada de animadversión... ¿Que demonios le pasaba y que se traía entre manos? Esperaba que al menos no le dirigiera la palabra, aún tenía hinchada ligeramente la mano por el puñetazo merecidísimo que le propinó en la cara...

La cara (y los labios) de Lucas han vuelto a su posición original, pero su mano se mantiene sobre la mejilla contraria sobre la que te ha dado el beso. Os miráis en silencio y no necesitas ni un segundo para notar el cambio. La tranquilidad de su rostro, la claridad de su mirada y la fortaleza y serenidad de su 'espíritu'. Te sonríe, de esa forma que solo él sabe hacerlo: admirando cada centímetro de tu cuerpo y haciéndote sentir el centro del mundo. Pero entonces, falla. Justo en el momento en el que va a hablar, duda. Su fachada se resquebraja dejando escapar un resquicio de esa verguenza e inseguridad tan inusual en él, y que le hace ser tan adorable.

- Quizá.... podríamos aprovechar este fin de semana. Ya sabes... - niega rapidamente con la cabeza al ser consciente de lo que acaba de decir- para investigar algo. Muchos alumnos aprovecharán para ir a Hogsmeade, eso nos permitirá estar solos. - sus últimas palabras dan otro vuelco a tu estómago, y no puedes evitar sonreir al ver la pícara sonrisa que dejan entrever sus labios. En el fondo, sigue siendo Lucas.

Ahí está de nuevo, es él pero tiene algunos gestos que me hacen dudar. ¿Qué le ocurre? ¿Es debido a lo de Liam? ¿A todo el lío este? ¿O acaso tiene que ver con alguna otra cosa?

¿Poción multijugos? No. Tiene gestos que son solo suyos. Entonces... ¿Qué es? ¿Hago bien en confiar ciegamente en él? Pero... si no confío yo... ¿Quién lo hará?

Todas esas dudas y muchas más aparecen en mi cabeza en poco tiempo. Mientras le sigo mirando, de cerca, sintiendo el tacto de su mano en mi mejilla y su dulce aliento en mi rostro cada vez que habla.

Regreso a los viejos tiempos. Él hace que piense que todo es posible.

Quedar el fin de semana de Hogsmead. Por un momento pienso que sería fantástico. Investigar es realmente lo que quiero pero hay un detalle que no tuven en cuenta. Si consigo el ingrediente de esta noche podré realizar la Poción Multijugos y es algo que no quiero que nadie sepa. Nadie más allá del estrictamente necesario para conseguir los ingredientes. Si mucha gente lo sabe al final el rumor podría correrse por donde no conviene y mi plan se iría a pique.

- El finde de Hogsmead... no sabría decirte si puedo de momento.- pienso que quizás ha parecido que tengo una cita y que depende de si me falla o no y por eso corro a arreglar el posible malentendido.- ¡No tengo ninguna cita ni nada por el estilo! Quiero decir que... que no he quedado aún con nadie para nada de nada. Pero... tengo un asunto pendiente y quizás tenga que resolverlo ese día. Aún no lo sé.

No pude evitar sonreír, en cuanto la vi sonrojarse. Y se vio aun mas ampliada cuando pregunto si me enfadaría. Era incapaz de enfadarme, con ella, y aun más, en aquél momento. Eso sin contar que su respuesta fue de lo mas... encantadora. Desde la puerta del Gran Comedor, lo sé. Recordaba aquellas palabras que me había susurrado antes de marchar, aquel "quiero intentarlo" que, sin saberlo, me habían dado fuerza para mantener la entereza para todo lo que había vivido en pocas horas.

Sentir su piel contra la mía, su respiración, mirarla a los ojos en tal cercanía, en silencio, y sin que nadie nos observara, nos juzgara. En tranquilidad, solo ella y yo. Me dejé caer hacía atrás, con ella sobre mí, hasta toparme con el suelo, en un gesto lento, tranquilo e incluso delicado, sin apartar la vista de los ojos de ella, y sin poder borrar esa sonrisa, cuando no solo se declara, si no que me dice la única frase que deseaba escuchar.

Cerré los ojos y volví a besarle, bajando las manos por su espalda, acabando por abrazarla a la altura de la cintura, con una sucesión de pequeños y cortos besos, unos detrás de otros, repetidos, sin apartarme de ella. ...al final... la mañana ha mejorado ¿No? Mi mano derecha soltó su cintura, llevándola hasta su rostro, acariciándolo únicamente con la yema de los dedos, quedándome en silencio.

Estaba pensando. Hacía mucho tiempo que buscaba aquello. Estar con ella. Tanto tiempo que llevaba engañándome evitándola o enfrentándome de forma gratuita, únicamente para alejarme de ella. Porque sabía lo que quería. En aquel sitio, en aquella burbuja que era aquel sitio para los dos, solo una pregunta me vino a la cabeza. Una pregunta que traía consigo cierto temor y a su vez, esperanza. Dejé un último beso en sus labios, uno cargado de deseo, antes de lanzar aquella pregunta que me rondaba, y que esperaba que ella tuviera una respuesta.

¿Crees que algún día todo volverá a ser como antes?