Partida Rol por web

Carah corre a toda pastilla por los pasillos del colegio, evitando obstaculos rumbo a su salon de clases, intententando llegar primero que el chico de negro al que estaba espiando. Y para sus suerte asi fue, porque cuando llego a la puerta de madera que daba al salon no habia nadie cerca

Uriel vuelve con cara de asco de nuevo a las clases. Ocultando una sonrisa cínica mientras observaba a su compañera escaquearse también de las clases.

- Interesante, no soy el único que tiene cositas que esconder. Bueno, más tarde veremos quien es la ratita que se ha escabullido entre las faldas del inspector.

Se sienta con cara de asco tras las reprimendas habituales a la espera que su campaña contra Mantle empieze a obtener sus frutos. Quizás podría chantajear a la pequeña rata para que hiciera eco de sus campaña. pero por el momento tenía que primar la discreción y la prudencia. nada podía relacionarlo con todo eso.

Luego de que Bobby hablara, Carah irumpe en el salon un tanto alterada y sobre saltada, se notan las perlas de sudor en s frente lo que delata que ha estado corriedo.

Usted debe ser la señorita Dourge ¿no es asi? - le pregunta el señor Luiz. - Bueno, creo que ya tenemos a nuestra elegida para la tarea de encargado. ¿que les parece?

Dicho eso la mayoria de los presentes asintieron a gusto con la idea del profesor de ciencias.

Ahora pase señorita, que hay mucho que aprender hoy.

Señor Uriel, No estaba ustede en clases ¿ya? cuando a salido que no lo he visto.

pregunta sorprendido el profesor de ciencias, mientras le señalaba a uriel su puesto para que tomara asciento con ganas de comenzar con su clase.

Uriel sonríe con cierto cinísmo.

- La base de escaquearse sin que te apunten la falta, querido profesor, es desaparecer una vez se ha pasado lista. Por desgracia el sistema tiránico del instituto puede desperdiciar sus exiguos recursos en mantener a empleados poco cualificados, y alumnos ociosos y colaboracionistas, dando vueltas por los pasillos vacíos en busca de víctimas. Cuando tengan que cerrar las aulas de música por falta de presupuesto ya sabremos a quien culpar. Ya puede seguir repitiendo los conceptos básicos de la clase por enésima vez.

Dice al tiempo que vuelve a su pupitre tirándose sobre la silla.

Agitada y tratando de calmarme, al mismo tiempo que tratando de no dar saltitos de alegría por llegar antes que ninguno de los demás, sonreí fugazmente.

- Ahm... ¿encargado? ¿Qué? -y vi como todos asentían. ¿De qué me habría perdido?

Sin embargo, en pos de recobrar mi aliento, avancé hasta un asiento libre y tomé asiento allí. Esperaba poder encontrar a alguien que me pusiera al tanto prontamente. 

Luego, vi llegar al chico que se había metido en problemas y bajé la mirada. 

Vi que Carah regresaba junto con un joven gótico, que supuse que sería el chico que se había marchado antes corriendo. Me coloqué recto en la silla, mirando hacia delante y fingiendo interés por las palabras del señor Guzmán, e hice un leve gesto de asentimiento ante su propuesta de nombrar a Carah la encargada de clase.

No creí que mi compañera estuviera muy conforme de ser la encargada. "Aunque al menos no soy yo" pensé, respirando aliviado.

Encargada de entregar los trabajos de sus compañeros a mi persona, asi como tambien de mantener el salon lo mas ordenado posible. En pocas palabras señorita Dourge, usted es la delegada de la clase.

dicho eso, el porfesor le pide a carah que por favor no interumpa de nuevo la clase. 

Y respecto a usted señor Uriel, ¿tengo que ponerle un castigo por su manera de hablarme o ya tiene uno?

Me desplomé en un banco que estaba libre pensando "esto es lo único que me faltaba: niñera de un montón de monos mal amaestrados." Más en mi cara solamente se denotó seriedad y ni una pizca de emociones.

Me sorprendió sobremanera el léxico de aquel gótico. Siempre había un diamante en bruto que los profesores se encargaban de callar. ¿Por qué había dicho que había estado dando vueltas en busca de víctimas? Tal vez podría acercarme a él más tarde. Quería saber, a rajatabla, que tan jodido tenían el cerebro en este lugar. Aparentemente Guzmán, cuando menos, era todo un personaje.

Busqué a Bobby con la mirada y, al encontrarlo, le dediqué un movimiento de cabeza a modo de saludo renovado. Creo que con esos dos eran los únicos que no me había arrepentido de conocer en lo que iba de la mañana.

Al ver que Carah tomaba asiento a mi lado y me saludaba, le hice un saludo con un gesto de mano. Habíamos formado un buen dúo contra ese par de matones antes de entrar en clase.

Luego, volví a cruzar los brazos, aguardando a que empezara la clase. En aquellos momentos, sólo podía pensar en estar en casa, tumbado sobre mi cama y echando una buena cabezadita, aunque no iba a negar que la mañana se estaba presentando más entretenida de lo que hubiera esperado.

Era raro ese sentimiento que sentía al usar mi maquina, un repelus. Aunque estaba en clase decidí usar por debajo un pequeño walkie que había sido modificado para detectar presencias. Si funcionaba pensaba levantarme de la clase y decir que me encontraba mal.

El resto del dia de clases paso como una bala desbocada en busca de su victima, las clases pasaron con cada nuevo profesor presentandose ante los estudiantes de una mecanica y monotona.

En la hora del almuerzo Carah y Bobby trataron de ocultarse del resto de compañeros que rapidamente los apalearon a preguntas sobre su prosedencia, sobre su pasado, aquello fue demaciado para los chicos. Que decidieron tomar su almuerzo escondidos en las escaleras del campo de futbol.

Uriel, como todos los dias, se habia ido a refugiar en la biblioteca de la escuela. Un lugar al que la mayoria de los estudiantes nunca asistian, he incluos desconocian su existencia. pero aquello no fue lo raro. Lo raro fue que en la biblioteca se encontraba la ultima persona que Uriel hubiera pensado que podria encontrar alli. a Jim Tristan.

Mira, siguiendo aquella extraña corazonada de antes decidio escabullirse de la escuela para ir en busca del artefacto que habia contruido en su casa. la cual quedaba a unas pocas manzanas de la escuela. en el trayecto hacia su casa la chica se topo con un chico que jamas habia visto en el pueblo, estaba todo vestido de negro, con un extraño gorro y que algunos podrian hasta decir ridiculo. el chico se le quedo mirando de una menra intensa y ella sin darse cuenta se detuvo atrapada en aquella mirada.

- Yo-- Yo-- Sí, bueno --

Y nunca me habían dejado terminar de hablar. A Bobby y a mí nos habían hostigado sobremanera, como si perteneciéramos a otro planeta y el resto quisieran saber de qué iban nuestras costumbres. Sin embargo, aunque me sentí como una famosa saliendo a escena, sabía que lo último que querían estos fulanos era una buena historia. De todas maneras, iban a decir cosas de nosotros que no serían verdad. Como no quise darles el gusto de nada, ni creí que Bobby tampoco, habíamos terminado almorzando apartados de todos. La compañía de Bobby no me molestaba para nada, era callado y muy educado, al menos conmigo.

- Menudos niños -gruñí mientras daba un sonoro mordisco a mi manzana-. Bueno y... ¿cuál es tu historia? -sonreí denotando un poco de broma-. No te preocupes si no me lo quieres contar. Puedo averiguarlo de todas maneras -le guiñé el ojo y me recliné para apoyar los codos en un escalón más arriba mientras esperaba una respuesta.

-Bueno, mi historia no es muy interesante... -afirmé, con nerviosismo.

Era demasiado pronto para hablar de mis sueños y de cuál era mi principal y extraño hobbie a una de las dos únicas personas con las que había hecho buenas migas aquella mañana. Si lo hacía, intuía que Carah me tomaría por un loco y se marcharía rápidamente. Y no quería que pasara eso, teniendo en cuenta que era la única amiga que había conseguido.

-Mi padre se empeñó en traerme a este pueblucho -me sinceré, respirando hondo-. Es donde él creció, al parecer. Supongo que pensaría que un cambio de aires me sentaría bien, según él. No sé... Es un tío raro. Siempre está metiendo las narices en mis cosas. No nos llevamos demasiado bien. ¿Y tú? ¿Qué te trajo a Riverdale?

Mhhh... Tras cierto tipo de silencio me percaté de que Bobby estaba filtrando información. Cuando eres la hija de quien yo soy hija, este tipo de cosas casi que te vienen en la sangre y ya te das cuenta al momento.

- Meh, padres e hijos están destinados a llevarse mal en algún momento -medité mientras daba otro mordisco a mi manzana-. Yo no estoy muy lejos de ti, con la diferencia de que mi padre y yo mantenemos los buenos términos -aunque no necesariamente podía afirmar que nuestra relación era la mejor del mundo-. Mi padre decidió que estaba interfiriendo en su negocio así que me mandó una temporada aquí. Esperaba vacaciones y me mandaron a la escuela. Peeeero... -me incorporé de un respingo-. Dime, ¿tú padre te ha hablado acerca de Riverdale? ¿Es interesante o moriremos de aburrimiento antes de terminar las clases?

-Pues... Mi padre y yo no solemos hablar mucho -me encogí de hombros, sin saber darle una respuesta coherente a mi amiga-. Él tiene buenos recuerdos de este pueblo, pero sabiendo lo aburrido que es mi padre, no sé si eso sería una buena o una noticia. -sonreí divertido al recordar el episodio que habíamos visto hacía unas horas con aquellos dos matones a los que humillamos en el pasillo-. Aunque, bueno, creo que con ese Ricki Manson no nos vamos aburrir...

Uriel se acerca, le extrañaba ver a uno de los hijos de los Estados Unidos de América interesarse por la literatura. Observó por encima del hombro. Estaría huyendo de algún matón, Marmaduke o quizás el capullo de Regie. Al final su curiosidad venció su prudéncia y se acercó. Situándose a dos sillas de el en las enormes mesas de madera blanca.

- Supongo que no has venido por el ambiente. ¿Que te trae por la biblioteca?

Dijo con tono lúgubre y sarcástico a la vez. Sin dejar de teclear en el ordenador con sus uñas pintadas de negro.

- jajaja, en verdad no. y aunque suene increible bine por un libro. ¿tu pasas mucho tiempo aqui no? ¿No sabes si hay libros sobre fantasmas o algo por el estilo?

Cuando Jim termino de hablar se alejo un poco del chico, rebuscando en las estanterias el libro que estaba buscando, pero, ¿porque? ¿porque le daba tanta importancia a aquella alucinacion

- Interesante, de hecho uno de mis temas favoritos. Almas atrapadas en este mundo por algo que los encadena, un ser querido, una tarea pendiente, una venganza...

Uriel sonrió de forma tétrica y pasó por las estanterías buscando algo que fuera de utilidad.

- Aunque la biblioteca dejada de la mano de Dios, pagada con presupuesto público .. bueno si encuentras algo de utilidad si que se tratará de un hecho sobrenatural. Sin embargo podemos buscar información en la red.

Dice señalando su ordenador.