Partida Rol por web

     La muerte de Rufus hace que el mundo se le caiga encima a Iago, habían trabajado juntos los últimos años y en el pazo no solía haber mucha más gente con la que conversar de forma continua. Pregunta a Nacho primero y después a Gonzalo y Artai los detalles porque ya asume que tendrá que dar muchas explicaciones y empieza a asumir la mala fama que ganará la isla con un psicópata suelto, porque los animales más grandes que la habitan son los pájaros de la costa. Para él Amador sigue siendo el culpable de todo y está convencido que cuando la Guardia investigue sacará sus trapos sucios.

     Cuando Artai le pide un caldo le mira con ojos entristecidos. - Creo que vas a tener que prepararlo tú. Anne no parece que vaya a estar disponible hasta mañana y Ruth... dios, que esté bien la zagala... que esté bien... mejor que yo no me acerque a un fuego, no sabría ni por donde empezar.

     A Nacho le da buenas noticias de Daniel. Ha despertado y está débil pero mejorando. Sigue con sed y una tos fea, pero no tiene fiebre. Eso si, cae en duermevela continuamente.-Eso de las puertas secretas me suena a cuentos medievales, responde Iago a Nacho cuando comenta la existencia de una en el faro.Lo que tenemos en esta isla son muchas cuevas y un pasado de traficantes... bueno, de algo había que vivir. Ha sido refugio de piratas de la época, comerciantes, comerciantes de lo ajeno, contrabandistas...

     Cuando Gonzalo pasa a ver a Daniel le encuentra despierto intentando colocarse. Aprovecha para preguntarle dónde están sus cosas y qué día es. Tras conversar un rato vuelve a quedarse adormilado. Cuando Gonzalo comenta la posibilidad de que alguien salga en busca de Ruth, éste mira a su alrededor y sacude la cabeza. Anne no va a estar disponible posiblemente hasta el día siguiente, la Señora Irina no ha abierto la boca desde que empezaron las muertes, Gregorio no parece tener intención de apartarse más de unos centímetros de ella. Iago no va a dejar el pazo, su hogar. Ana se ha encerrado en su habitación, Roberto ... nadie sabe dónde está Roberto. Tyler ya ha dicho que mejor esperar al día siguiente, Artai y Gonzalo no van a ir a la calle salvo que quieran complicar, aún más, su estado de salud. No parece que Nacho quiera salir solo ni que le dejéis hacerlo.

    Al comentar Tyler las leyendas de las que hablaba Rufus vuelve a tener el gesto triste y apesumbrado, quizá si hubiera aprendido a llorar siendo joven ahora podría hacerlo pero pertecene a la generación donde mostrar los sentimientos era una señal de debilidad y tan solo aprieta los puños y aguanta. Ojalá hubiéramos podido hablar con él de esas leyendas en su momento... ahora ya... es tarde... muy tarde...

     Gonzalo ayudado por Nacho recuerdan que Daniel tenía botes de medicinas en su habitación y allí encuentran desde paracetamol a varios antivirales. Cualquiera de ellos servirá para ayudar a pasar el catarro de Gonzalo y Artai.

Una cosa era ver a Iago preocupado como todos por la situación que estaban viviendo. Otra muy distinta era verlo tan apesadumbrado por la muerte de su compañero. Ya de por sí Iago transmitía un dejo de tristeza incluso estando bien. En ese momento hasta daban ganas de ir a abrazarlo, aunque Nacho sabía que eso solo lo incomodaría.

_Lo lamento de verdad, Iago. Rufus parecía un buen hombre, más allá del pasado que haya tenido. Si quieres hablar, o tomar una copa y contar viejas anécdotas... pues aquí estoy. No es que haya mucho más para hacer.

También se dirigió a Gonzalo.

_Si necesitas mi ayuda en cuestiones médicas, quizás de algo pueda servir. Si bien no soy médico sí he trabajado en hospitales y por simple curiosidad he aprendido algunas cosas por mi cuenta. No podría hacerme cargo quizás de un enfermo más que para unos primeros auxilios pero quizás pueda auxiliarte a ti.

Recordó entonces a Ana.

_Ahora si me disculpan quiero saber cómo siguió Ana.

Fue caminando hasta la puerta de la habitación y la golpeó suavemente.

_Soy Nacho. ¿Se puede?

Oye, Iago, ¿en qué momento del día ha desaparecido Roberto? Artai y yo lo hemos visto cavando por la mañana, y prácticamente había terminado el hoyo... ¿Alguno le habéis ayudado a llevar el cadáver de su mujer a enterrar?
Si no lo habéis hecho quizá habría que planteárselo antes de que el hoyo se vuelva a enterrar con la lluvia. Sólo nos falta un cadáver pudriéndose en la habitación...

Después de tantas aventuras, ahora lo único que quería Gonzalo era algo de familiaridad. Arrebujarse todos junto al fuego, y que Tyler le contara esas historias de los dioses de sangre. Como si fuese una vida normal, en la que no se asesinaban personas en cuanto te dabas la vuelta, sino que se contaban historias de campamento y se reía. - Tyler, ¿cómo son esas historias de los dioses de la sangre? - Dijo tomando un sorbo del caldo caliente que había preparado Artai para ambos.

Una vez hubo escuchado a su compañero se decidió a organizar al grupo.

Vamos a avisar a todo el mundo de que venga al salón, y a estar todos juntos en el mismo sitio. Incluso Daniel, que ya está más recuperado debería venir. Está claro con lo que le pasó a Estela que las habitaciones no son un lugar seguro. Despierta a Anne, por favor Iago, y que venga con todos... Yo iré a avisar a Irina y Gregorio, y de paso pasaré por la habitación de Roberto a ver si está velando a su mujer...

     Gregorio lleva cogida del codo a la Señora Irina hasta el salón, la sienta en la misma silla donde cenó y donde ha pasado la mayor parte de estas horas. Allí bebe agua de forma mecánica cuando el chico le llena el vaso y después se queda mirando hacia el fondo con los ojos entornados.

     Daniel se presenta junto a Gonzalo caminando lentamente, con su pijama y una manta echada por encima, os da las gracias en voz muy baja y busca un hueco cerca de la chimenea, que sigue ardiendo lentamente alimentada por Iago cuando es necesario. Allí se acurruca y tarda poco en cerrar los ojos.

     Ana llega con Nacho, se ha cambiado y ahora ha dejado la ropa más deportiva, pero aún asi se nota que lo suyo es la comodidad, lleva unos pantalones anchos y largos y una camisa de manga larga de color blanco que hacen contraste con su piel morena a pesar de estar en Diciembre.

     De Roberto no sabéis nada. No está en su habitación, no está en el exterior. El cuerpo de su mujer, calcinado, no está. La tumba que estaba cavando parece terminada y vuelta a rellenar de tierra. Sobre ella descansa la pala que ha estado usando Roberto y enredado en el mango un colgante de plata con un crucifijo que recordáis que ella llevaba al cuello.

     Iago disculpa la presencia de Anne... no está para ponerse en pie. La ha dejado con las ventanas bien cerradas por dentro y la llave de la habitación echada para evitar sustos. De todas maneras la puerta de esa habitación está al lado y solo se puede acceder desde el propio salón por lo que no es posible que esté en peligro.

     Fuera, la lluvia sigue su repiqueteo constante, suave, como una cantinela que os lleva acompañando desde el día anterior casi sin descanso. Notáis también que la temperatura, tras la puesta de sol, comienza a bajar en cuando os acercáis a alguna de las ventanas o pasillos, solo dentro del salón, gracias a los que estáis reunidos y al fuego, se mantiene una temperatura cálida y agradable que los enfermos especialmente agradecen.

     Ana os pide ayuda para preparar algo de cena, ella no es especialmente buena pero para una sopa de sobre y algo de picar seguro que se podrá apañar.  ¿Algún voluntario?

La reunión se había vuelto todo lo cálida que podía ser en un contexto en el cual había habido asesinatos y desaparecidos hasta hacía minutos atrás.

Los tres enfermos no se veían tan mal, Irina y Gregorio habían bajado el perfil, Anne estaba descansando y a salvo... ¿Qué podía salir mal, además de la comida un poco pasada?

En cuanto Ana se ofreció para preparar la cena y pidió ayuda, Nacho no dudó en dar un paso al frente. Había que intentar llevar adelante la vida esos días de la manera más normal posible.

_Yo voy. Solo lo lamento por Anne, que una vez que prueben nuestra comida se quedará sin trabajo.

Definitivamente no había ninguna chance de ello, pero se necesitaba buen humor mientras se pudiese. Que Nacho no sabía cuánto le había contado Gonzalo a Daniel. Si no estaba al tanto de lo ocurrido, una vez que preguntara y se enterara de los hechos recientes sería difícil evitar una nueva crisis.

De repente Irina había bajado el perfil, pareciendo más humana, incluso una pobre mujer, al ser conducida a la habitación por Gregorio. Gonzalo casi sentía lástima por ella. Sólo le importaba el dinero, y pocos ingresos iba a sacar este fin de semana. Al fin y al cabo el sospechoso principal de todo lo que estaba ocurriendo era uno de sus clientes, sus otras dos clientas estaban muertas y... Roberto desaparecido.  Se sentía culpable por no haberle ayudado a  cavar; probablemente se hubiera sentido tan sólo enterrando a su mujer que se habría marchado a dar un paseo por la isla... Y a saber si no había acabado emboscado por el asesino. O el animal, lo que fuera aquello.

- ¿Quién vio por última vez a Roberto? ¿Y quién le ayudó a enterrar a su mujer? - Estaba claro que no podría haber arrastrado el cuerpo calcinado de al menos 40kg por su propia mano de forma decente. Alguien le habría ayudado a transportarla con unas mantas hacia el agujero, y esa persona tenía que saber hacia dónde había ido el corredor de bolsa tras el entierro. Se acercó a Nacho con cuidado para susurrarle. - ¿Sigues teniendo la llave del lugar donde guardaba la pistola? Tengo miedo de que haya salido a tomarse la venganza por su cuenta y riesgo... Y no sepa como nosotros que el autor de esto es un animal...

Por su parte, se iba a centrar en descansar para recuperarse lo mejor posible, y dejarse cuidar. - Gracias Nacho y Ana por vuestra iniciativa, tengo ganas ya de probar esa comida, ¡si rivaliza con la de Anne tiene que ser estupenda!
- Trató de desviar de su mente, y de la de los demás, la cantidad de personas desaparecidas. Cuentos de campamento ayudarían a ello. - Cuéntanos entonces esas historias de dioses de la sangre, Tyler.

_Sí, la tengo.

_¡No vayas a contar esa historia mientras yo no estoy, Tyler! Si empiezas a contarla ahora la comida se demorará o se quemará.

     Cuando preguntáis quién ayudó a Roberto, es Gregorio quien levanta la mano. Vino dice con una voz más aguda de lo que daría a entender su cuerpo y ...y...y... me dijo, me dijo que tenía que ayudarle. Yo no quería, pero  pero pero pero...claro, me lo dijo así que, claro, le ayudé. Olía tan mal... Después... bueno... después mira a un lado y a otro sin decidirse a hablar despuésescupióenlatumbaserióyseseguíariendomientrasechábamostierrasobrelapobremujer. Coge aire. Se fué sin despedirse y sin limpiarse. Él también olía mal.

Parece un caso... De es... Estrés postraumático, ¿Verdad Nacho? - En el hospital había visto casos de reacciones extrañas tras acontecimientos muy duros de muerte de familiares. Aunque es verdad que esto era algo bastante extremo. - ¿A qué te refieres con que olía mal? A sudor de haber estado cavando, o... ¿Algo diferente?.

En el faro, olía a menta. Menta rancia. Un olor muy animal. Pero Roberto no podría oler a eso; no es un animal... ¿No?

y... ¿Hacia dónde se marchó?

Tyler saco la nariz del libro que leia, despistado, dejo el ejemplar encima de otro abierto con garabatos. Se habia pasado todo el dia leyendo y buscando libros por el lugar, dandole vueltas a esa leyenda.

Al menos asi mantenia la cabeza ocupada y la liberaba de malos pensamientos.

-Sure! Los dioses de la san... -Se recolocó las gafas para enfocar a Gonzalo pero entonces Nacho le interrumpió.- Well, Nacho, lo dejare para contarlo en esa rica cena que nos habeis prometido .- Volvio a coger el libro y hundir la nariz.- Espero que te parezca bien Gonzalo, asi me da tiempo a tomar mas notas...

Todo iba bien, el caldo le había hecho efecto y, después de las pastillas antigripales, Artai se sentía mucho mejor.... hasta que escuchó a Gregorio lo de que Roberto no paraba de reirse mientras estaba cavando, finalmente escupió a la tumba y que él también olía fatal...

- Gregorio, ¿cómo defininirías el olor?. Como bien dice Gonzalo, es importante este punto....

Dios, que no diga a menta, que no diga a menta por la madre que me parió....

Nacho sintió mucho malestar al escuchar el relato del comportamiento de Roberto. Al pobre se le había salido un tornillo, y no era para menos.

_No cumple criterios para estrés postraumático, Gonzalo, y la etiqueta diagnóstica es lo de menos. Es solo un pobre hombre que fue testigo de cómo moría violentamente la esposa, con la cual para colmo las cosas no estaban bien. Solo vamos a decir que se desreguló emocionalmente tras una situación de extremo estrés.

Luego no comprendió por qué tanto interés en el olor. Roberto no había matado a Cecilia. Tampoco había matado a los otros hombres. Todo el tiempo había estado allí, con el resto, incluso ayudando a Daniel. Nacho y Ana lo habían visto antes de salir. Definitivamente no podía estar en dos lugares al mismo tiempo y tampoco podía transformarse en un puto hombre lobo o algo por el estilo.

_Gracias, Tyler.

Comenzó a dirigirse hacia la cocina pero esperó la respuesta de Gregorio, a ver a qué conclusiones llevaba a Gonzalo y Artai.

     A... olía a... puso cara de asco a hombre sudado... agh! ¿cómo iba a oler a menta? o...ojalá! No, a sudor. A mucho sudor. Insoportable de verdad. Volvió a poner cara de asco y después agitó la cabeza intentando apartar ese recuerdo. Después se fue, por ahí.. no, por allí... aunque espera, si yo estaba allí pues entonces ... no se. Yo diría que entró al pazo a ducharse, pero no se... no se. Yo habría ido directo claro.

     No eres capaz de encontrar ninguna referencia a los dioses de sangre de los que habló Rufus porque las tradiciones africanas apenas las habéis estudiado. Casi todas las leyendas, mitologías, cosmología... son de origen occidental o sudamericano y en el caso de las primeras están muy diluidas y en el segundo siguen existiendo demasiadas variables e interpretaciones según corrientes de estudio. Lo único que hay en común es la idea de la existencia de ¿seres? ¿entidades? ¿dioses? cuyos conocimientos fueron robados por los humanos para destruirles. Esa idea si está relacionada con lo poco que pudiste hablar con Rufus, también que eran seres de escaso número y a los que el ser humano individualmente no podría soñar enfrentarse. El uso de la sangre como ofrenda, tributo... aparece también en las tradiciones más antiguas mientras que ha desaparecido de las de la época clásica griega o romana. Es difícil darle credibilidad o saber con exactitud a qué se podían referir.

La respuesta de Gregorio seguramente aportaría tranquilidad al resto, al menos en lo referido al tema de la menta.

_Bueno, vamos a cocinar. Tyler, no se te ocurra comenzar sin mí o no comes.

Sonrió al muchacho y luego entró a la cocina.

Gonzalo se sentía un poco idiota. No sabía qué tontería le había dado, ni por qué iba a oler Roberto a menta, así que las palabras de Gregorio le devolvieron a la realidad. En el faro anidaba un animal muy turbio que olía a menta rancia, y probablemente se hubiera cargado a toda esa gente. Probablemente un jabalí que se hubiera revolcado por las plantas equivocadas.

Mientras cavilaba le echó un vistazo a Irina, para ver cómo le habían afectado los acontecimientos que les habían ocurrido a las parejas a las que trataba.

Ojalá pudieran hablar de algo diferente para desviar un poco la mente. - Tyler ¿nos vas contando el principio de la historia mientras vienen Nacho y Ana. Sólo un poquito....? - Se rió - Es broma jajaja. - De verdad necesitaba hacer algo para matar el tiempo - Mientras que vienen voy a ver si consigo alguna noticia más a través de la radio; ¿venís?

Irina está abatida, es una mujer que lleva mucho tiempo teniendo razón y siendo el centro de atención. En sus charlas ella es reina y señora, ahora no es nadie y no tiene nada que ofrecer.