Partida Rol por web

     Iago mira a Nacho y también mueve la cabeza de forma negativa

     No hay pasadizos mágicos ni salidas más allá de las que conocéis. De la cocina hay una pequeña puerta que da al patio y de ahí al cobertizo y aquí en el salón tenemos la salida de emergencia, ahí detrás de esas cortinas. Esto no es un castillo.

- Ana tiene problemas.!!!.- chilló Artai a los presentes en la sala...
 

Corrió hasta donde estaba Ana y repitió de nuevo la misma postura que instantes atrás había estado utilizando para asegurar la puerta principal...

- Tyler, Pepe, venid a darnos cobertura por si no podemos contener al bicho. Uno de los 2 podrá dispararle o reventarlo con el hacha...

Mientras corría hacia el pasillo de habitaciones simples Gonzalo escuchó tangencialmente al bombero relatar una historia que parecía el resumen del argumento de una película de serie B de los domingos en la tele. Pero él mismo había visto al tío del sombrero destripado en el suelo. Su cerebro inmerso en el subidón de adrenalina aceptó inmediatamente la nueva realidad enmarcada por una mujer con articulaciones antinaturales que salía del agua transformando a las chicas tímidas en monstruos; ya tendría tiempo de flipar cuando... Tuviera tiempo.

Por delante suyo pasó Artai que con todo su peso ayudó a Ana a asegurar la puerta que temblaba tras los envites de la asaltante aún invisible, y al llegar cerca la parte más primitiva de su cerebro animal se activó al reconocer el... Puto olor a menta. Que venía del otro lado de la puerta donde una risa femenina enloquecida se acompasaba con las embestidas hacia la puerta. Ese olor le puso aún más si cabe en alerta, como el hurón que ha olisqueado al zorro y se prepara para poner a sus crías a salvo antes de la llegada del depredador.

Cogió las llaves que se encontraban tiradas en el suelo y pasó el cerrojo a la puerta por un hueco que le dejaron sus compañeros. Luego revisó la sala por si hubiera algo para atrancarla, pero no vio nada a simple vista, por lo que continuó echando los cerrojos de las distintas habitaciones. Por suerte Iago era una persona ordenada y cada llave llevaba el número de la habitación correspondiente. Tras esto, se echó una nueva carrera para hacer lo mismo con las habitaciones del otro lado. El cerrojo no les aseguraba nada, pero les daría un tiempo para resistir antes de que tiraran la puerta abajo, como lo estaban haciendo Ana y Artai ahora.

Ni Pepe ni Iago habían podido colaborar con información útil y salir del pazo parecía una locura. Si esa criatura era tan fuerte como parecía probablemente también los superaría en rapidez. Bah, algo sí había dicho Pepe que Nacho quería confirmar.

_Entonces estamos lidiando con al menos dos monstruos, ¿verdad? Ruth y la sirena esa.

Sin esperar respuesta, al menos quieto en ese lugar, Nacho tomó otra mesa y la llevó hasta donde estaban todos resistiendo. La puso de costado, de manera que las patas quedaran contra la pared opuesta del pasillo y el tablón quedara apoyado contra la puerta.

_¡Pepe, ayúdame con otra!

Quizás dos mesas cubrieran el ancho del pasillo, o incluso quizás poniendo la tabla de manera lateral podrían conseguirlo, de manera que para abrir la puerta de la habitación la criatura no tendría otro remedio que romperla... cosa que parecía ser capaz de hacer.

_Si conseguimos colocar las mesas de manera que se pueda abrir la puerta dejando apenas una pequeña rendija, quizás no pueda entrar pero por esa rendija podamos dispararle o darle con el hacha. Es arriesgado, pero quizás si podemos lastimarla se vaya. ¿Lo intentamos? Véanlo, yo intentaré ganar tiempo.

Levantó nuevamente la voz, apuntando más allá de la puerta.

_¿Eres Ruth o eres la sirena? Deja de reírte y dinos algo, que no sé ni siquiera si puedes entenderme o estoy hablando solo.

     En el pasillo os juntáis intentando colocar una de las mesas del salón para que haga de contrapeso cuando la cerradura de la habitación salta por los aires a la vez que oís como la puerta de la entrada cruje con un sonido que os llena de malas sensaciones, no parece que aguante mucho más tiempo si es capaz de seguir golpeando, lo que sea que esté al otro lado, con esa fuerza.

     Vuestras sombras se difuminan con la tenue luz de las señales de emergencia y el tiempo se detiene cuando estalla la cerradura y una mano de tez pálida asoma entre las astillas. Sin dar tiempo a Nacho a terminar de colocar la mesa como quería se da cuenta que de nada hubiera servido ya que la puerta se abre hacia dentro de la habitación y ésta poco a poco va dejando un hueco de negra oscuridad cada vez más amplio.

    El led del pasillo iluminó un rostro deforme, con una boca espantosa, varias veces más grande que cualquier boca que hubiese visto jamás. Empezaba bajo la oreja izquierda y terminaba en la oreja opuesta, y allí despuntaba en una hilera imposible de dientes enormes. Sus ojos eran dos fuegos fatuos en una cara manifiestamente animal. Y había sangre. Sangre en sus facciones, sangre alrededor de la boca y sangre en la ropa.

Cuando la puerta se abrió dejando entrever la oscuridad Gonzalo se quedó paralizado en lo que le parecieron años, pero que probablemente fueran sólo unas milésimas de segundo. Lo que apareció allí no era desde luego Ruth. No era ni siquiera humano, con esa mandíbula desencajada imposiblemente grande. Durante los momentos siguientes se encontró preguntándose si sería la famosa sirena que le había hecho "algo" a la camarera; el bicho parecía de género femenino, ya que tenía pechos.

Esos instantes de cavilación ocurrieron sin que se diera cuenta, retrasando un poco su innata capacidad de reacción rápida, pero entonces se dio cuenta de que, o bien hacían algo, o bien ese animal les iba a destrozar vivos como había hecho con Pablo. Así que se dispuso a actuar.

Esos momentos de desesperación pueden hacer a uno perder la cabeza, por más racional que se considere. No fue hasta que llegó junto a la puerta que Nacho vio que era inútil querer bloquear una puerta que se abre hacia adentro. Y ni hablar una puera que se habre hacia adentro y muestra del otro lado lo que mostraba esa.

Solo lo que quedaba de la ropa podía permitir pensar que esa criatura había sido Ruth. Lo cual quizás fuera algo positivo. Quizás fuera menos peligrosa que la original que la había convertido en aquello.

Te he enviado 2 mensajes privados con una duda... Ya me dices cuando puedas...

Gracias Dire.

Artai no podía creer lo que veían sus ojos, esa cara, esa boca anormalmente deformada…

Le recordaba a una película de dibujos que había visto hacía años en el que aparecía un tiburón y sonreía con una hilera de dientes afilados desmesuradamente grandes…

Recordaba que aquello le hizo gracia.

Esto que veía ahora no le hacía tanta….

Con toda la furia de su interior cogió el cuchillo que tenía en el cinto y avanzó hasta la criatura con el objetivo de hacerle el máximo daño posible. 

"Te voy a reventar grandísima hija de Satán...."...

Los instantes pasaban con una velocidad vertiginosa desde que había aparecido la sirena por la puerta, con esa boca imposible que había dejado pasmado a Gonzalo. De repente escuchó a Artai pasar por delante suyo y vio cómo hundía su cuchillo en la carne de la criatura con una habilidad impresionante, para luego retirarse hacia atrás. Se dio cuenta de que el bombero tenía razón, y él no sabía qué hacer con el cuchillo que llevaba transportando durante toda la tarde de un lado para otro como si le fuera a proteger; si lo blandía contra el bicho lo más seguro es que él mismo se cortara. Así que decidió coger una silla de madera de las que habían traído para tratar de bloquear la puerta empujando a la criatura con las patas de la misma hacia atrás y bloqueando su movimiento, aprovechando que aún se encontraba molesta por la cuchillada de Artai.

Mucho daño no le haría, pero probablemente ganara tiempo para que Tyler disparara. Eso era lo único que podía salvarles en ese momento. Tras esto, se preparó para recibir un ataque, dedicando un momento a pensar hacia qué lado podría escapar con más facilidad si el bicho decidía ir tras él.

     El pasillo era una confusión de gritos y sombras, la luz de emergencia permitía ver pero provocaba largas sombras y parecía que por momentos cambiara la propia velocidad del paso del tiempo. Tyler cogió con maestría la pistola colocando una mano debajo de la empuñadura y fue cruzando el pasillo con calma buscando un hueco por el que poder disparar a la criatura que recordaba a Ruth.

     Artai aprovechó uno de los violentos empujones de la puerta para colar por ahí su brazo extendido clavando el cuchillo profundamente en el cuello haciendo que un borbotón de sangre espesa le cubriera la mano y provocando un chillido de dolor que hizo abrir aún más la boca erizada de colmillos. Pudo retirarse a tiempo antes de ver como una mano acabada en duras y alargadas uñas se clavara en el quicio de la puerta donde antes estaba su cuerpo. A su lado Gonzalo empujó con una silla haciendo que la puerta volviera a cerrarse, abrirse, cerrarse provocando un sonido de golpeteo constante que se sumaba al caos de gritos y luces.

Nacho no podía saber si todos estaban tan cagados como él, pero cagados o no estaban haciendo frente al monstruo como si fueran grandes héroes de la literatura.

Artai había hecho un tajo importante a quien fuera Ruth. Gonzalo no había atacado pero de alguna manera estaba allí molestando, atento a ver a quién podía asistir. Tyler estaba esperando el momento para disparar, por lo cual era su turno.

Viendo que la puerta trabada como estaba era útil, decidió ir junto a Gonzalo para también molestar al monstruo y poder ayudar en la coordinación con Tyler.

_Gonzalo, a las 3 aflojamos la presión un poco de la puerta para que Tyler tenga más espacio para disparar. 1, 2, 3. ¡Ahora, Tyler!

     Vuestra coordinación permite que Tyler haga un cómodo disparo y el olor a pólvora junto a la detonación retumba en el pasillo haciendo que los oídos comiencen a pitar (tirada de FOR 9 o -1 a las acciones, se tira cada turno hasta lograr el exito)

     En el cuerpo de Ruth aparece una salpicadura escarlata de la que apenas brota sangre, como si se hubiera cauterizado en el momento, su hombro gira hacia atrás pero rápidamente vuelve a embestir hacia la puerta alargando las manos y agarrando los brazos de Gonzalo en los que deja unas profundas heridas con sus uñas e intenta atraerlo hacia si pero los esfuerzos combinados de Gonzalo y Nacho lo impiden.

Tyler se lleva una mano a la oreja y cierra los ojos para intentar superar el dolor pero no parece que lo que hace sea suficiente, desde donde está no es capaz de ver a Ruth y busca la mejor posición para poder dispararla sin tener delante al resto y evitar un accidente.

Llega al otro lado de la puerta dejándola a su izquierda y preparado para volver a disparar si vuelve a abrirse.

A Artai le retumbaban los oidos... Dios, no se hubiera imaginado en la vida el ruido tan espantoso que producía un disparo...

- Gonzalo/Nacho, voy a intentar acuchillar de nuevo a esa mala bestia...De nuevo, a la de tres, abris lo suficiente para que pueda tener visibilidad y pueda acertar el golpe. 

- Tyler, aprovecha también tú para dispararle en cuanto puedas....

Dicho esto, Artai se colocó junto a Nacho y Gonzalo, con su cuchillo en alto y preparado para volver a ensartar a Ruth...

- Uno, dos... y tres!!!!