Partida Rol por web

     Cuando Gonzalo se acercó a Irina y comenzó a agitarla pasaron dos cosa de forma casi simultánea, Gregorio gritó como no podíais creer que fuera posible en una garganta humana y se lanzó contra Gonzalo con toda su fuerza para apartarle de la mujer pero tan solo fue capaz de quedarse pegado a su cintura sin llegar a moverle. Fuera del salón se oyó un grito que parecía decir NOOOOOOOO!!! y esta vez claramente no era una voz humana, las ventanas estallaron y una lluvia de cristales voló por toda la zona con un impresionante chasquido. Fuera apareció una figura que parecía salida de una película de Tim Burton, una figura humanoide, de una mujer, cerca de los 3 metros de altura, con la boca erizada de colmillos llenando toda su cara de oreja a oreja tal y como habíais visto en Ruth pero esta criatura parecía soltar oleadas de terror, sus brazos tenían una articulación de más y las piernas, negras y nervudas, habían cambiado las rodillas por una doble uve en los huesos que hacían que pareciera patas de algún tipo de ave.

Artai estaba bastante alejado de los ventanales, pero aún así cuando estos explotaron, una lluvia de cristales salió proyectada hacia todos los presentes en la sala y, a él en particular, le hizo cortes en el brazo derecho y mejilla derecha…

No eran profundos, pero sí muy dolorosos.

-    AAAAAHHHHHHH….!!!! – Chilló Artai.

El dolor quedó en segundo plano cuando vió la criatura que se dejaba ver a través del hueco donde hasta hacía unos instantes estaban los ventanales. 
Era algo dantesco, proveniente del mismísimo averno y a Artai le provocó un horror tan interno que se quedó totalmente inmovilizado.
El terror atenazaba sus músculos y sus nervios estaban tensos como las cuerdas de un arpa…

No podía creer lo que verían sus ojos…. ¿Cómo vamos a salir vivos de aquí….?

Gonzalo seguía obsesionado con Irina, como lo había estado desde la noche anterior. ¿Sería que estaba enamorado de ella y quería llamar su atención? ¿O de Gregorio y se comportaba así con Irina por celos? Como fuera, no estaban en situaciones de esas idioteces.

_¡A ver si ustedes dos ya dejan de hacer eso! ¡Gonzalo, por favor, tenemos cosas más importantes de qué ocuparnos que Irina!

Como si fuera una respuesta a su comentario, un grito atronador se escuchó en el pazo y las ventanas estallaron. Nacho como por reflejo se agachó, pero no antes de que un vidrio le lastimara la espalda. Por fortuna para él la ropa amortiguó el golpe y no pasó a mayores.

_¡Cuidado los ojos!

Tras el estallido se hizo la calma, o más bien el silencio. Cuando se asomaron vieron a un monstruo, incluso mucho más grande y atemorizante que Ruth. Nacho no se permitió entrar en pánico. Generó pensamientos alternativos a todos los pensamientos catastróficos que lo invadían. El principal fue que, contra toda esperanza, ya habían podido acabar con Ruth y esa bestia era la última que quedaba. Entre todos podían contenerla. Por otro lado aceptación: gritaran o patalearan, estaban metidos y eso y no podían hacer nada para evitarlo. Era lo que les tocaba vivir.

_¿Qué hacemos?

Gonzalo esperaba la resistencia de Gregorio, pero el patético grito que lanzó al intentar evitar que se acercara a su jefa fue casi hilarante. También Nacho soltó un refunfuño al ver la situación, pero lo preocupante de veras fue que la criatura que estaba fuera también parecía afectada con que intentara espabilar a la mujer, reaccionando con una negación gutural que reventó todos los cristales de la sala. Los cristales cayeron sobre el grupo en general, lacerando la mano y la pierna de Gonzalo.

Entonces se vio la terrorífica imagen del ser a través del ventanal. Aquello era todavía más desagradable que en lo que se había convertido Ruth. - ¡​​​​​​¡ES LA SIRENA!! - Gritó Gonzalo de forma obvia pero desencajada. Nacho preguntaba qué hacer ahora con una calma insólita, pero el no estaba ahora mismo para pensar en nada. 

     Fue fácil comprobar cómo la criatura, en la que observáis que aún le quedan algunos vestigios de lo que parece ser un vestido de flores, fijaba su mirada en Gonzalo. La lengua, larga, roja, hinchada, jugueteaba entre los dientes sin que le aparecieran cortes, cosa que parecía imposible por el amenazador aspecto que tenían.

    - Noohhhgg laghh touqueshhhh una extraña pronunciación salió de la boca de la ¿mujer? o ser infernal que ahora caminaba hacia el interior del salón moviendo su cuerpo para hacerle entrar por uno de los grandes ventanales mientras señalaba con un largo dedo terminado en una amenazadora garra hacia Gonzalo, Gregorio e Irina.

     Anne gritó y estáis convencidos que si los cristales no estuvieran rotos habrían saltado en pedazos, Iago se apartó de ella y cortó el paso de la criatura extendiendo los brazos mientras la miraba desafiante. Ana se colocó al lado de Nacho en el momento en que la criatura, ignorando a Iago giró de repente su cabeza hacia Nacho en el que clavó sus ojos, rojos, oscuros y profundos y soltó un siseo de desagrado.

     Pepe os gritó cuando ya salía hacia el otro extremo del salón: no os quedéis quietos!!! vámonos!!!

Con los ojos abiertos como platos Gonzalo se alejó de la señora Irina, que a todo esto seguía metida en su trance catatónico.

Fue dando pequeños pasos hacia atrás sin quitarle la vista de encima al gigantesco bicho de las mandíbulas abiertas, que parecía una mantis religiosa con mejor control de sus miembros delanteros y varios colacaos de ventaja con respecto a su homólogo insectil.

El vestido de flores le daba un toque de color que no hacía desmerecer el verdadero terror que inspiraba el nauseabundo ser. Por no decir el olor. Si no hubiera estado tan radicalmente centrado en sentir pánico, seguro que se habría visto asqueado por el olor a menta podrida reconcentrada que de seguro constituía la colonia favorita de la sirena-mantis-vampira sin la cual no acudía a ningún evento social como el que llevaban entre manos esta noche este variopinto grupo.

Pensó bien en contestar al bicho, pero lo desestimó porque por un lado ya le había obedecido y eso contaba a todas luces como una respuesta, y por otro se sentía algo incómodo hablándole a una cosa así.

Agarró en su retroceso a Iago y Anne tirando de ellos hacia atrás para que retrocedieran con él hacia el pasillo, y aprovechando el momento en el que la criatura se giró hacia Nacho les indicó con un tirón fuerte que era el momento de salir por patas siguiendo la idea del bombero.

Mientras corría sus ojos se cruzaron con los de Artai y le indicó con la mirada hacia Daniel para que ayudara en la huída al informático si podía. A Gregorio lo daba por perdido, y estaba seguro que los bichos cuidarían bien de la señora Irina, o se la comerían preferencialmente, le era indiferente, pero al resto de mataos que quedaban en el pazo era mejor no dejarlos atrás con la sirena, cuyas intenciones, aunque desconocidas, no parecían del todo limpias.

De no haber sido por la desesperante situación que estaban viviendo, Nacho se habría sonreído al escuchar la pronunciación de la sirena, que le recordó a la de Tyler.

Más sorprendente aún que su pronunciación fue su comportamiento. Nacho imaginaba que en dos movimientos acabaría con todos, pero por algún extraño motivo no parecía interesada en eso, no al menos en lo inmediato. Su atención parecía estar puesta en Irina. ¿Qué conexión tendría la loca esa con la sirena?

_Tampoco me gustas -dijo en voz muy baja Nacho cuando la criatura siseó mientras lo miraba. Se preguntaba por qué se había fijado particularmente en él-.

La voz de Pepe fue lo que ayudó a poner a todos en movimiento.

_¡Vamos! Iago, Ana, Anne, vamos. Irina, Gregorio, también ustedes.

Y comenzó a avanzar en dirección a Pepe, aunque mirando por encima del otro para que nadie quedara atrás.

     Salís en tropel hacia la puerta, con Pepe abriendo la marcha, Nacho junto a Ana pisándole los pies y un poco más atrás Gonzalo arrastrando a la señora Irina que se deja llevar y a la vez es empujada por Gregorio que ha preferido soltar a Gonzalo para ayudarla a ella a avanzar. Tyler cierra el grupo mirando hacia atrás de forma nerviosa.

     Un chillido histérico suena en la puerta del salón, Anne se ha quedado parada en la puerta incapaz de seguir al resto porque Iago se ha mantenido en su posición de brazos abiertos intentando impedir que la criatura avance. Daniel y Artai tampoco parecen haberse movido del sitio en el que se quedaron.

Divide y vencerás….

Artai fue corriendo hacia la chimenea, cogió el atizador y comenzó a pegar golpes en las mesas y en las paredes. Derribando cuadros, elementos de decoración y todo lo que veía a su alcance… Su objetivo era hacer mucho ruido y crear una distracción para concederles una oportunidad al grupo que estaban casi ya fuera del pazo…. 

-    Ehhhhhhhhhhhhh, gusano asqueroso….. estoy aquuuuiiiiii…..

Con un ojo puesto en la puerta de salida para comprobar que salían todos y otro en la bestia para ver si conseguía llamar la atención, Artai se fue moviendo hacia el ala de las habitaciones… Confiaba en que el bicho ese no cupiese por la puerta, o al menos que le costara un poco…

-    Vamos hija de puta, ven a por mí….

Nacho salió disparado con Ana, que parecía un poco más repuesta, y con satisfacción vio de reojo que el trío de locos había dejado de pelearse para también emprender la huida.

Si alguien se iba a quedar paralizado en el lugar, habría apostado por Irina y Gregorio, no por los que se terminaron quedando, exceptuando quizás a Daniel.

_Iago, Anne, Artai, Daniel, vamos, vengan corriendo. Las puertas quizás la detengan, es demasiado grande. ¡No es momento de hacerse los héroes! Si los atrapa y los convierte como a Ruth tendremos más problemas, no menos. ¡Vamos, por aquí!

Se quedó quieto. No pensaba volver atrás por ellos, pero intentaría sacarlos de esa parálisis y sabía que el escuchar sus propios nombres era algo que podía volver a anclarlos al presente.

_¡ANNE, IAGO, ARTAI, DANIEL, VAMOS!

Si ni siquiera al grito respondían, huiría junto a quienes sí escogieran el escape.

Gonzalo estaba aterrado por la situación. Había intentado alejarse de Irina, de veras que lo había intentado, pero la Señora se había aferrado a su mano como un koala bebé cuando Iago se había soltado de él para encarar a la sirena y ahora no había forma de soltarla mientras corría hacia la puerta.
No sabía cómo le iba a sentar eso a la sirena. Al fin y al cabo había sido clara con sus indicaciones. "Noohhhgg laghh touqueshhhh", había dicho. ¿Llevarla anclada a la mano contaba como tocarla?. Él no lo sabía. Pero lo iba a descubrir pronto.
¿Por qué leches le interesaba al bicho que no tocara a esa señora aleatoria, de toda la gente que había en la casa? - ¿¡Gregorio, tú sabes por qué el bicho no quiere que toque a la señora Irina!?

Mientras tanto el resto de la gente andaba casi tan enloquecida como él. Artai y Iago haciéndose los héroes contra ESO como si tuvieran alguna posibilidad de no ser destripados como lo había sido Pablo. Daniel como siempre sin hacer absolutamente nada, y Anne tratando de meter algo de sentido a su marido. Nacho lo que temía es que los "convirtiera" como había hecho con Ruth. - Me cago en la leche, ¿funcionará eso así?. - Si era así se podían dar por jodidos. Porque una cosa es escapar de un bicho, y otra escapar de dos, o tres, o cuatro. Habían necesitado MUCHAS balas de Tyler para matar a Ruth. Y Ruth había sido una chica tímida antes de ser bicho, no se quería ni imaginar en el tamaño que adquirirían un Iago o un Artai sirenos.

Sólo se le ocurría una forma de espabilar a Iago; hablándole en su idioma materno quizá escuchara. - Iago move o cu e foxe con todos, que te matan a ti primeiro e despois a túa muller, carallo! E tamén ti, Artai, este non é o momento de xogar ao heroe, colle a Daniel e imos saír de aquí!!

     Las palabras de Gonzalo parecieron hacer efecto en Iago que entendió que el pazo ya era historia y debía pensar en su vida y la de su mujer. Salió corriendo aprovechando que la criatura miraba a Artai que hacía ruido llamando su atención y cogió a Anne de la mano para seguir al resto que ya estaban en el exterior del edificio.

     Daniel permaneció inmóvil, demasiado inmóvil. eshtgtooo eghsss lho qulee oshh eghspehera ignorando a Artai y sus ruidos la criatura avanzó hasta donde estaba Daniel que parecía tener los ojos en blanco y llevó su boca hasta su cuello con un sonido de borboteo y un estallido de sangre que salpicó por igual su cara y la camisa del informático que seguía sin mostrar ningún movimiento.

¿Y ahora? Pepe se había detenido al poco de salir por la puerta y miraba a su alrededor buscando opciones cuando el resto del grupo salía también por la puerta.

_¡Artai, vamos!

Las cartas estaban echadas. Por un momento Nacho había pensado que la criatura no estaba en realidad interesada en todos ellos pero no, simplemente era un juego para ella.

La pregunta de Pepe era tan esperable como difícil de responder. Sin dudas Anne e Iago eran los más indicados para responderla, si conseguían sobreponerse a la situación.

_Iago, Anne. Ustedes conocen el pazo y la isla mejor que nadie. ¿Hacia dónde?

Se acaba de comer el cuello de Daniel. - Gonzalo observó con la parálisis del horror la escena que estaba ocurriendo en la habitación a pocos metros de donde antes había estado Iago plantado como un pasmarote. Menos mal que esta vez la inmovilidad le duró poco tiempo, y reaccionó a la conversación que estaba teniendo lugar entre Pepe y Nacho. - La isla es pequeña, está la dirección del embarcadero, la del faro y la zona de la estatua, hacia la que si nos dirigimos podemos llegar a toda la zona norte.

¿Dónde podremos ocultarnos mejor?. El barco estaba semihundido la última vez que fuimos, y si las sirenas son listas, que parece que lo son, lo pueden haber hundido del todo; si nos dirigimos al embarcadero y es así estaremos atrapados sin salida. El faro es la madriguera de la sirena así que queda descartado. Por mi vamos hacia la estatua.