Partida Rol por web

La sheriff pareció escuchar tus palabras con bastante parsimonia, como si fuera algo normal. Pero cuando le enseñaste la nota con la firma, nada más verla la sheriff te la arrebató de las manos para verla más de cerca. Tras un buen rato investigándola, apartó la mirada del papel para mirarte a ti.

-¿Dices que se encontraba en la mansión?- Tras confirmarselo, ella simplemente dejó el papel y la pluma encima de un mueble y te hizo un gesto.- Venga, dime dónde.

La sheriff y tú regresasteis sin más remedio a la mansión, recorriendo de nuevo el camino hacia la carreta y luego a la finca. La puerta estaba abierta con la trampa ensangrentada. Tras eso fuisteis directamente al salón donde se encontraba y la sheriff se paró en seco. Al ver al hombre, parecía completamente sorprendida. Incluso se acercó a él para observarlo, sin decir nada.

Me sorprendo cuando la sheriff me arrebata el documento. Empiezo a sonreír como un cabrón cuando pienso que igual me he metido en un lío muy gordo. ¿Me va a encerrar por tráfico de menta? ¿O por apropiación indebida? ¿O por abusar de ancianos que chochean? Pero no, ella parece interesada en el anciano en sí por algún motivo.

Suspiro aliviado al ver que por ahora no acabaré entre rejas. Le indico a Naldda dónde encontramos al anciano y la acompaño de nuevo a la mansión. No entiendo por qué puede interesarle, y me empieza a intrigar. Pienso en algunas posibilidades y mi imaginación empieza a volar, pero dudo que le mole tan viejo e incapaz. ¿Un criminal buscado? ¿Alguien conocido? ¿Un antiguo ligue suyo de cuando aún no se le caía la baba por la comisura? ¿Acaso es... su profesor de mates o biología? Hum... sí, no me importaría repasar biología con ella, la verdad...

Llegamos finalmente a la mansión y a la trampa ensangrentada. Menos mal que decidí ocultar mi cadáver, pues la sheriff lo habría flipado un montón de verlo y habría hecho muchas preguntas incómodas.

Al llegar al salón donde se encuentra el anciano, ella lo observa en silencio, sorprendida. Es evidente que esto le interesa mucho.

- ¿Alguien de interés, sheriff? - le pregunto sin dudarlo un momento y con absoluto descaro. ¡La curiosidad me está matando y quiero saber qué está pasando, maldita sea!

Tras reuniros finalmente en la iglesia junto a la presa de Kromi, algo olía mal, y no era Arnolfus. El ladrón todavía parecía algo atontado por el golpe y la persuasión de Kromi, a pesar de no imponer mucho, pareció funcionar. Más que nada porque con el golpe, su cerebro le hacía verla como si fuera un gigante de dos metros. Y eso acojona un poco...

-¡Sí, sí! ¡Lo siento! ¡Robé esas cosas, sí! ¡Pero es que se iban a desperdiciar! ¡Como el jefe no para de matar a...!

Y de pronto, ¡puff! El hombre se convirtió en una nube de polvo, desapareciendo. Parecía que Kromi se había equivocado de persona y solo había perseguido a uno de los clones. Pero al menos... parecía que antes de desaparecer había dicho algo interesante...

¡Plof!... el efecto, todo sea dicho, era bonito... tenía que acordarse para añadirlo a algún conjuro...

-Vaya... voló... pero al menos sabemos ahora que no era más que un esbirro... Dijo que "el jefe no deja de matar"... Leches... que rabia...

Miró alrededor... era de suponer que los otros "clones" habían desaparecido también... y que solo quedaría el original...

-Al menos, nos hemos quedado con su careto... Emmm... oye...Kromi... ¿tienes un conjuro para hacer retratos en base al recuerdo que tienes de la cara del membrillo ese?... Estaba pensando en combinar dos conjuros, uno tuyo, el que te comento, y otro mío, el de los buscadores óseos..., para buscarle, porque no habrá huido demasiado lejos.

Esbocé una gran sonrisa al ver que aquel hombre parecía dispuesto a sincerarse, atenta para escuchar cada una de sus palabras cuando de pronto me vi dándome contra el suelo... es lo que tiene usar una copia de sofá...

-Mierda...- me quejé dolorida mientras me ponía en pie escuchando a Arnolfus creando planes -sinceramente, tener no tengo ningún conjuro, la parte buena es que puedo intentarlo de todos modos- expresé mientras me encogía de hombros -veamos... dije cerrando los ojos para generar una imagen en mi mente del ladrón mientras comenzaba a mover mis brazos tratando de canalizar la magia correcta...

Ya estaban sus compañeros conspirando algo de hacer magia. Pero Tony no quería volver a sufrir los efectos de sus caóticas artes.

Con disimulo, procuró alejarse de los dos conjuradores antes de que hiciera efecto la magia y se dirigió de nuevo hacia la plaza del pueblo a ver si encontraba a alguien que le pudiera decir a qué otros sitios había ido alguno de los clones.

La sheriff tardó incluso en contestar a aquella pregunta. Todavía seguía observando al anciano. Pero finalmente lo hizo y asintió, todavía sin quitarle la vista de encima.

-Así es. Parece que se trata del dueño de la finca. Hacía unos meses que no se sabía mucho de él y se rumoreaba que se hubiera aislado en su casa por algún mal de amores.- Entonces levantó la mirada para mirarte.- Personalmente hacía un tiempo que no le veía acercarse al pueblo. Casi un año. Sin embargo, me ha sorprendido verlo en este estado. No sabía que llevar la plantación de la familia le supusiera tal desgaste como para encontrarse de esta forma...

Y como Kromi no parecía aprender a no depender completamente de la magia para todo, de nuevo se equivocó de hechizo. De pronto, un carraspeo a su espalda les hizo volverse. Una mujer, armada con una sartén se encontraba detrás de ellos. Pero parecía que andaba acompañada. Sin embargo, como el hechizo no le salió muy bien, en un principio iría acompañada de otras mujeres. Sin embargo, en su lugar, había cuatro hombres cachas, con rodillos en sus manos y vestidos de mujer.

-¡Ese es el pervertido!¡Y seguro que esos son sus amigos!

Tony, que ya se las veía venir, parecía haber sido el más listo y ya parecía alejarse de ellos. Sin embargo, pocas esperanzas había en que pudiera escapar sin ningún rasguño.

Medito sobre lo que explica la sheriff. No me importa que lleve un año casi desaparecido por un mal de amores o lo que sea, pero tengo una cosa clara: si está harto del negocio yo se lo puedo quitar de encima y nadar en monedas de oro relucientes.

- Si tan mal le sienta, entonces es bueno que le traspase el negocio a otro. ¿No?

Entonces se me ilumina la bombilla. Podría quitarme de encima a la sheriff y yo podría regresar a esa sala con ta jugoso botín, sin molestias ni interrupciones.

- Parece que hay que ocuparse de ese hombre, yo no lo veo muy en condiciones como para dejarlo así. Supongo que querrás ocuparte de él, no te preocupes que yo me encargo del inventario. Y descuida, no dibujaré nada inapropiado en los documentos, lo prometo.

"Eso siempre y cuando no me fastidie a distancia algún conjuro de Kromi".

-ooooh mierdaaaa!  Corred insensatos!!!

Un par de aspamientos, el aviso antes reseñado.. y echó a correr por donde antes lo hiciese Tony, el que había sido más espabilado de los tres... tomó nota mental... fallo de conjuto, implica salir por patas cagandpo leches...

-Kromi, no te quedes parada, corre que nos abollan!!!!

Por un momento, pensó en echar mano de las artes arcanas para conseguir algún tipo de ventaja en la fuga... pero quita, quita,... que lo mismo era peor el remedio que la enfermedad...

Tony había puesto cierta distancia con los dos conjuradores, pero al ver que volvía la mujer armada con la sarten y sus hijos granjeros, obreros o cualquier otra profesión que provocaba fuertes brazos, y estos armados con rodillos, no dudó en echar a correr de nuevo.

Oh, no. Otra vez no.

Al menos, al tener unos metros de ventaja, sabía que recibiría menos palos... O eso esperaba.

-¿Correr? ¡¿Otra vez?!- Me quejé -¿porque debería correr ahora?- pregunté antes de darme la vuelta y contemplar un grupo de hombres "travestidos" que parecían tener ganas de pelea -¡¿se puede sabes que les habéis hecho para que quieran golpearnos?!- expresé comenzando a correr tras mis compañeros, nada consciente del efecto que mi magia había causado en nuestros agresores en potencia.

La sheriff pareció ignorar cualquier cosa de lo que dijiste, pues ni siquiera te estaba mirando. Pero finalmente apartó la mirada del anciano y cruzó sus brazos.

-Si solo el mal de amores fuera lo que ha provocado esto, la verdad estaría sorprendida. Debemos dar parte de esto. Esto es mucho más importante que el inventario e incluso lo de las muertes. Parece finalmente una buena pista.- La sheriff comenzó a alejarse del anciano y se cruzó contigo para dirigirse hacia la puerta.- Después de todo, él solo tiene 23 años.

Después de recibir unos cuantos más sartenazos todos vosotros, finalmente parecía que la marabunta de personas se despejaba y vosotros estabais a salvo. Sin embargo, el ladrón podría estar ya muy lejos. Por no decir que podría haber utilizado otro de esos portales para marcharse. Se había perdido el rastro por completo. Sin nada más que hacer, solo os quedaba reuniros de nuevo. Aunque claro... A ver como volvíais a la hacienda. Posiblemente lo mejor sería esperar al regreso de la sheriff y Barret. Por lo que tendríais un tiempo para descansar.

Me quedé impactado al escuchar aquello. ¿23 años? Gente que se muere sin más, personas que envejecen demasiado pronto. ¿Qué diablos está pasando aquí?

- ¿Me estás tomando el pelo? ¿Solo tiene 23 años? - observo al anciano incrédulo, y por primera vez en mucho tiempo siento miedo de verdad. Miedo de que aquí no voy a obtener beneficio alguno. Hago un esfuerzo por recuperar la compostura, recuerda que tienes que quedar bien ante ella - Es evidente que está ocurriendo aquí algo muy grave, más de lo que esperaba. Y definitivamente tenemos que tomar cartas en el asunto.

A la mierda. Está claro que al final no voy a lograr rascar nada si no se arregla este tema y no colaboro al 100% con las fuerzas de orden. Maldita sea, al final voy a tener que actuar como uno de esos tipos buenos, y mira que detesto eso. ¡Va en contra de mi naturaleza! ¡Estúpido paladín de sonrisa reluciente, me has gafado de por vida! Ah, no, que eso era cosa de Tony...

- En fin, ¿qué propones que hagamos ahora? Parece que tienes en tu brillante mente algo de lo que yo no me he percatado. Espero que mis compañeros hayan atrapado a ese ladrón para avanzar más en este caso.

"Lo siento, compañero de fechorías, pero tu desgracia será mi beneficio".

Tras la carrera por las calles de la ciudad intentando dar esquinazo a la turba ciudadana y cuando esta se cansó de pegarles, Tony se apolló en una pared.

Dioses. Que mala leche tienen algunos.

Creo que lo mejor será esperar a que regresen Hector y la sheriff en algún banco a la sombra- propuso el hombrecillo lleno de moratones y chichones.

Se dejó caer en el suelo, con la espalda apoyada en una pared, quedando sentado; tenía que descansar... que se supone que un hechicero que tiene poder sobre los muertos, no tendría que verse en estos apuros... maldita sea... seguía diendo un jodido becario, después de todo, pensó.

-Si, lo mismo es lo mejor, aunque nos duela; sabemos que el tipo este,... puede trabajar para otro que realmente es el que no tiene escrúpulos; debe ser un mago poderoso, eso sí, y conocemos su residencia principal... Mmmmm.... ¿E ir al Ayuntamiento a ver que nos pueden decir de la finca en que estábamos?...

Parecía que esta vez de verdad tendríamos un respiro -Lo de descansar me parece bien- dije sobre la propuesta de Tony antes de meditar en la de Arnolfus -No sé si preguntar por la finca va a ayudar demasiado, no creo que el jefe sea el dueño legal del lugar ni tampoco aquel mago...- pronuncié recordando los cuerpos sin vida que encontré en el campo junto a la Sheriff -pero...- seguí -quizá sí podríamos preguntar por una escuela o agrupación de magos en la zona...- propuse.

Tony accedió a las propuestas de sus compañeros

Está bien. Vayamos al ayuntamiento o a la escuela de magos. Pero sin más carreras...- gira la cabeza y les mira amenazante- y sin magia.