Jabu se lo tomó con calma, Tatsumi no iba a amargarle su primer desayuno pacifico. Realmente ya había terminado de desayunar, pero una buena sobremesa siempre sentaba bien. Cuando hubo pasado un buen rato se levantó con calma si se dirigió a la puerta.
Estaba todo delicioso, dejaría propina pero tu lo has dicho, es gratis.
Despues Jabu subió a su habitacion y se dispuso a cambiarse tomandoselo con igual calma. Saori no le preocupaba demasiado pero si lo que traía con ella.
En silencio agradezco a mi maestro el entrenamiento al que he sido sometido, ya que tras las impertinentes y cáusticas palabras de Tatsumi, habria saltado en el pasado, pero ahora ya no era así, el tiempo pone a cada uno en su lugar.
Sin siquiera dedicar una mirada al súbdito, me dirijo a mis aposentos y me visto
Despues de correr por la playa y hacerme unos largos me siento lo bastante relajado para volver a la casa a seguir aguantando tonterias. Bien , veamos que sorpresas nos depara el nuevo dia.Entro en la casa sin hacer demasiado caso a los demas me dirijo a las duchas pasando del desayuno.
El sueño había sido reparador. Y había logrado quitarle todo el malestar del viaje. Un buen desayuno completó la sensación de estar por fin en un lugar al que podía llamar casa.
Lastima que apareciese Tatsumi y lo fastidiara todo. Prefirió no prestarle atención, y seguir desyunando. Pero hubo una frase que le llamó la atención.
¿Princesa Saori? ¿Desde cuando la nieta del señor Kido es una princesa? Se le ha acabado por subirsele la riqueza a la cabeza al parecer.
EDITA MASTER:
Jeje, buen punto. Como en la serie, los criados siempre se han referido a ella así, mucho más Tatsumi :P
Poco tiempo después, todos los jóvenes coincidieron elegantemente vestidos con trajes negros y camisas blancas, encorbatados e incluso perfumados.
Cada uno de ellos había encontrado junto a sus nuevas ropas un pequeño broche con el símbolo de su propio rango como caballero, con las formas típicas de sus armaduras: un dragón de jade, un cisne nacarado, un oso de obsidiana, una espiral galáctica con pequeños rubíes, una tortuga de titanio, un unicornio de marfil y un lobo de ónice.
Mitsumasa Kido ya se hallaba presente en el Hall de la gigantesca mansión, flanqueado por el fiel Tatsumi, que siempre se las apañaba para encontrar algún defecto en los criados que subsanaba radicalmente, siempre sin molestar a su patrón.
El señor Kido parecía realmente ansioso por ver a su joven nieta, o quizá se trataba de ver cumplido su sueño de albergar la famosa Armadura de Oro de Sagitario. Pronto dignatarios de varias de las más importantes ciudades estado acudirían a Japón, y él sería uno de los ohmbres más importantes de su era.
Tatsumi susurró algo al oído del señor Kido, y este alzó la vista para vislumbrar una pequeña nube de polvo primero, que se convirtió poco después en un imponente RollsRoyce recatado de la época anterior a la gran guerra.
El carísimo vehículo franqueó las puertas de entrada del complejo, y se dirigió directamente hacia la comitiva de recepción, deteniendose suave y silenciosamente. Un chofer salió enseguida para abrir la puerta trasera del automóvil, de cuyo interior surgió un elegante zapato de tacón de color malva, que estaba unido a una esbelta y kilométrica pierna de mujer.
Con porte elegante, la joven más hermosa que los huérfanos habían visto jamás descendió del vehículo, y sonriente, realizó una reverencia al señor Kido.
Querido abuelo, he regresado...
Cuando veo a la mujer bajar del coche, contengo la respiración. Ni de lejos puede compararse con Sunrey, pero su sóla presencia imponia un respetuoso silencio.
Sin más, espero a que nos expliquen para que estamos aqui.
Habemus papa pienso mientras recorro centimetro a centimetro con la mirada la pierna de esa mujer... Al mismo tiempo hago un esfuerzo por mantener la compostura.
Nachi se encontraba agobiadísimo con el atuendo que lelvaba puesto. Cada dos por tres se estirba el cuello que le molestaba, y la corbata le ahogaba. Si se ponía a ello seguramente recordaría algún momento de su entrenamiento donde sufriera más, pero tmapoco había muchos.
Por fin llegó el coche, y de él salió la "princesa" Saori. Era una joven muy guapa, pero lo poco que recordaba de ella era lo airada y creida que era. Las personas cambiaban, pero no estaba seguro de que Saori lo hiciera. Seguramente lo había tenido todo muy facil y sería una niña rica mimada.
Aunque podría equivocarse claro.
Bueno. A ver si ahora acaba esto rápido y me pudeo quitar esta ropa.
Jabu se puso el traje por el simple hecho de no discutir, pero tenía claro que no iba a hacer la pantomima de actuar como un señorito rico. El sabía de donde venía y sabía lo que era. Al ver bajar a Saori del coche sonrió. no le importaba lo guapa que se hubiera vuelto, o si seguía siendo tan arrogante. Solo podía pensar en que ella era la que traía su nuevo reto y puede que su destino.
A ver que tal se porta la princesita...
¿Cuanto tiempo habrán practicado esta pantomima?
Sigo repasando mi entrenamiento y tratando de recordar datos sobre mis compañeros que me puedan servir de cara al futuro
A ver si se va rapido la niña y puedo seguir con las cosas serias
La hermosa joven me trae recuerdos de otra mujer ya fallecida haciendo que las tripas se me revuelvan y una sabor acido me llegue hasta la boca.Juno, maestra.Me mantengo en un discreto segundo plano para evitar que los demas vean como una lagrima rueda por mi mejilla
La hermosa jovencita, al ver las evidentes reacciones de los que habrían de ser sus campeones, intentó mostrarse serena, de acuerdo a lo que se esperaba de ella.
No puedo permitir que me vean nerviosa... debo estar a la altura...
Fue en ese mismo instante cuando observó el rostro dolido de Ichino, y la muchacha, sin saber muy bien porqué, se acercó hasta el curtido joven, y pasó una delicada mano por su mejilla, recogiendo con un dedo la lágrima que caía por la cara del caballero.
Ichino sintió de pronto una verdadera paz, una tranquilidad de espíritu que no había tenido desde que su maestra, Juno, pereciera.
Saori miró a los ojos al joven huérfano, mostrando su comprensió, y después retiró su mano algo avergonzada. No sabía porqué había sentido el impulso de consolar al caballero de la tortuga, poer ya no había vuelta atrás. Debía recomponerse.
El señor Kido sonreía, enigmáticamente, pero del todo complacido.
Mi amada nieta, me alegras sólo con tu presencia. En realidad todos vosotros añadió sonriendo a los caballeros presentes lo haceis. Venid, pasemos al salón y festejemos este reencuentro...
Pobre Saori, trata de parecer una roca y ni siquiera es arcilla - pienso mientras sigo al Señor Kido hacia el salón
Desde el lugar donde se encontraba Nachi no pudo ver bien la escena. Pero parecia que a Saori le había emocionado algo que le pasaba a Ichino.
Tampoco prestó demasiada atención, aunque se alegró de que terminaran de una vez y entraran. Eso quería decir que faltaba poco para que se pudiera quitar el ridiculo traje que llevaba.
Se dirigió junto a los demás y con el señor Kido al salón.
Magnifica "actuacion"...
Sigo a los demas, pensando en el momento de volver a ponerme ropa mas comoda
Jabu, quedo un momento atonito, no esperaba que Saori se acercara a uno de ellos y mucho menos que tratara de consolarlos. Acto seguido cambio de nuevo su rostro y se giró junto con el resto.
Al fin y al cabo que importa lo que haga ella. A mi me importa lo que trae.
El odio y el sentimiento de injusticia que me envenena el corazón parece apaciguarse en el preciso momento que que la mano de la joven me roza.Por un instante, la cara sonriente de Juno remplaza a la ultima visión que tuve de ella.Una gran sonrisa se me dibuja en la cara al recordar algunos de los momentos pasados con mi maestra.Con un espíritu nuevo sigo les sigo al salón.
Que cabron el Ichino....a mi cuando lloraba por cualquier chorrada no me daban caricias...
Y pensando en lo injusta que es la vida para aquel que busca tener el pelo perfecto, paso al salón.
Una vez acomodados en el salón, los criados sirvieron un refrigerio para todos, mienstras el señor Kido pedía a Saori que relatara el transcurso de su viaje.
Oh, todo ha ido de maravilla, abuelo respondía la joven sonriente, encandilando a todos por su belleza, a pesar de que varios de los caballeros detestaban quedar tan abrumados por ello.
La transferencia se realizó sin problemas, los Americanos no pusieron ninguna pega. Casi dudó un instante se diría que estaban deseando deshacerse de la armadura de oro por un buen fajo de dinero. Creo que no entienden lo que han dejado escapar.
En todo caso, la armadura ya ha sido depositada en la caja fuerte de la Fundación, de modo que eestá a buen recaudo. En cuanto nuestros técnicos verifiquen su autenticidad y buen estado, se completará el pago a la República de Estados Americanos Unidos.