Partida Rol por web

Los enemigos iban cayendo uno tras otro, la en apariencia debil e insignificante humana era un torrente de destrucción del cual emanaba pura energía, en mi tribu respetabamos la fuerza y esa humana las estaba demostrando.
Avanzo hacia detras de unos matojos algo altos que me ofrecen cobertura y allí con mayor visión del campo veo al lider enemigo. Una sonrisa cruza mi rostro, ¡ahora te voy a devolver tus traicioneros ataques maldito enano!
Con calma tenso mi arco y descargo un potente ataque que impacta en el enano con precisión y brutalidad dejandole aturdido y sangrante.
¡Vamos Kohebe!, ¡ya son nuestros!

Kohebe destroza las esperanzas de vida del bandido derrotándolo con facilidad y Kilthas dispara su flecha aturdiendo levemente al líder enano de los bandidos. 

El bandido que tiene apresado a Hall-khad no pierde la moral y aprovechando que tiene al psionico apresada utiliza su daga para abrirlo en canal como a un cerdo y dejar que se desangre dolorosamente.

Obediente, Krunos iba transformando la fuerza de la piedra bajo sus pies en un claro propósito de muerte hacia sus atacantes. Ese fin se manifestó con un tremendo martillazo en la rodilla del asaltante, haciéndolo hincarse en el suelo, dónde su sangre y la de Hall-Khad se mezclaban. Con las costillas rotas y la rótula destruida, el bandido tuvo la oportunidad de aprender una lección antes de morir.

Los ojos del antes esclavo lo miraron, con una furia fría, al tiempo que su musculoso brazo se levantaba para el golpe final. Haz aprendido a prestarme atención, y tu premio es la muerte. No así para tu amo, el sufrirá algo mucho peor. La frase fue coronada con un golpe descendente que aplastó el cráneo del cazador, ahora presa. El cuerpo inherte quedó decorando el árido suelo, con los ojos desencajados y rodeados de un asqueroso pudín de sangre y sesos.

Sin detenerse a pensar, casi sin respirar, Krunhos dejó atrás el cadáver y se adelantó hasta el síquico mediano. A tí te conservaré vivo, muñequito de carne. Le dijo con una ausencia total de sentimientos y una seguridad espantosa. Quizá el mediano podría aplicar la lección dada a su secuaz.

Kava sonrie ante la mosntruosa eficiencia de Krunhos en cunto marcha contra el siguiente en su racha el lo sigye de cerca con rapidas pisadas, y que al estar a la distancia libera un mosntruoso rugido ROOOOOOAARRRGG llenando de corazon enemigo de panico, viendo como este moja sus pantalones ante el aterrador panorama.

el dray gira trinkal sobre su dorso y hace un lance al costado del aterrorizado enemigo mientras sonriendo cruelmente, ahora, es tuyo dando la apertura al Mull.

La cara del pobre halfling le dió gusto al mul, el grito que para él era un canto de victoria, para el pobre y fracasado bandido era lo que indicaba el fin... o el comienzo de una larga agonía. Nuevamente, el warden obedeció, haciendo una rápida finta con el escudo y blandiendo su martillo de tal forma que el brazo izquierdo del pequeñajo se rompió en tres lugares y quedó colgando inherte y deforme. Parecía una morcilla sanguinolenta. El grito de dolor que lanzó hizo que los ojitos del enorme guerrero brillaran un momento.

Segundo a segundo mas bandidos van cayendo en la inconsciencia, cuando el enano puede actuar se limita a levantar sus manos y proferir un lastimero -Me rindo! Me rindo!-

Veía claro que no tenia las de salir vivo, no creía que nadie fuera a tener piedad de el ... pero menos probabilidades tenia si intentaba enarbolar su arma contra 6 oponentes que demostraban tener una gran fiereza.

Me rindo! Me rindo!

Krunhos se irguió, mirándolo desde arriba al halfling Vacía tus bolsas y coloca tus manos en la espalda. El mul esperó pacientemente que obedeciese antes de sacar una cuerda de su mochila y atar sus manos con dureza. Bien pensado, ahora podremos saber dónde vivían y que guardaban allí. Además, son la prueba perfecta para recibir la recompensa por vuestra muerte. Llevarlos vivos quizá sea mucho mejor. Terminó con una extraña sonrisa, mientras terminaba de atar las manos del bandido y llevarlo junto al cobarde enano.

Como un jarrón de agua fría, las palabras rompen mi meditación de forma inesperada. Sacudo ligeramente la cabeza como si necesitase confirmar que no lo he imaginado ... pero no es así.

Dando un rodeo por la roca me acerco cautelosa al enano, sin mediar palabra alguna. Temiendo que no fuese alguna treta y lista para reaccionar si hace algún gesto sospechoso. Me detengo a un par de metros, donde se que sus armas no podrían alcanzarme a mi, pero mis puños si a el. - Al suelo. - Insto finalmente, en un tono de voz que bien seguro no sería muy intimidador, salvo para aquellos que me acaban de ver romperle varios huesos de sus ex-compañeros. - Ambas manos al suelo, las rodillas sobre las manos y la punta de tu nariz besando la arena.

Suponiendo que obedece, me acerco mas para despojarle de sus armas, prestando un cierto cuidado a la posibilidad de que tuviese alguna meticulosamente escondida.

¿ Donde acampáis ?

Bueno, otro combate mas que habia salido con vida, herido, pero con vida que era lo importante. Esta vez su papel habia sido menor, aunque como escudo humano no se le podia negar.

Bien... por fin alguien civilizado que se rinde ante la evidencia. Mejor que os esteis quietecitos y haced lo que os dicen, pues la verdad que los ultimos  no salieron mal parados.

Se sento cerca del agua, bajo una sombra y miro al elfo.

Crees que se podra beber?

Después de un tiempo la battalla había terminado, los adversarios que qquedaban en pie se rendían ante la evidencia de una cruel derrota, dos de sus compañeros se adelantaron para que los enemigos avandonaran las armas y se echaran al suelo para que no se les ocurriera ninguna tontería y así interrogarles por algo de información.

le - kugath comenzó a recorrer a los caídos para comprobar si alguno seguía con vida y comprobar sus pertenencias, yacse encargaría los demas de sonsacar la información pertinente.

En la mente del draconiano sonaban las palabras del extraño que los abordo con el trabajo, mostrar pruebas de la muerte de los bandidos del oasis así que no pudo evitar mostrar su interés en que quedaran bien atados.

una vez amarrado el mediano busca en sus menesteres un saco y le cubre la cabeza y le pide el favor a mull,

Spoiler (marca el texto para leerlo):

una sonrisa cruel si dibuja en su rostro mientras le hace una seña al maltrecho compañero.

da avanza con pasos largos apoyado por su trinkal, mmm enano, ¿cual ess tu nombre, puess todoss lo de tu raza tienen uno verdad? dice mientras enseña sus dientes en un gesto parecido a una grotesca sonrisa mientras levanta sus hombros en un gesto de inocencia fingida.

La escaramuza habia llegado a su fin, y como siempre, habiamos salido victoriosos, un nuevo lazo de hermandad que nos unira, habia combatido bien y sin duda hoy muchos se lo pensaran dos veces antes de denostar a un elfo.
Me acerco al lider bandido y siento deseos de rematarlo, pero no se si mis compañeros querran hacer algo con el antes.
Y bien? que vais a hacer con el?, digo acariciando mi cuchillo...

Ambos hombres se rinden y someten a vuestra voluntad, quedando maniatados. Para cuando vuestra caravana llega ya los tenéis mas que inmovilizados y han empezado a hablar sobre quienes son.

Los prisioneros se hacen llamar las Áspides Carmesí y son un grupo de bandidos que acechaba en el oasis carmesí, que es este pozo de lodazal que apenas se puede considerar lugar de descanso. Básicamente se dedicaban a asaltar cualquier grupo de viajeros que fuera lo suficientemente pequeño para ser vencido, robado y enterrado en el desierto.

A los grupos grandes lo dejaban en paz y todo lo que robaban lo mandaban lejos hacia otra ciudad.

Donde están sus cosas, escondidas detrás de grandes rocas a los lejos, hay poco que sea de utilidad ... Pero encontráis dos odres con un brebaje de frutas extraño, 40 piezas de cerámica y 8 raciones diarias. Aparte de sus propios utensilios como clavas, armaduras de pieles, mazas y lanzas con púas.

Rothan aparca su caravana y sus hombres calman a las bestias mientras con cuidado recogen lentamente agua del "oasis", pues con paciencia y calma se puede ir extrayendo agua limpia del suelo. El enano mira a los bandidos con cierto desprecio ... atacar a la gente en un oasis es de lo mas ruin, pero no interfiere en vuestras acciones.

Y bien? que vais a hacer con el?

Les llevamos al pueblo(*) y allí que se encarguen de ellos. - Respondo casi con naturalidad, como si fuese la respuesta obvia y elemental. - Durante el viaje pueden alimentarse de sus propias raciones. Si no son suficientes, será un viaje duro para ellos. Si hay de sobra, servirán para compensar las molestias.

Rothan aparca su caravana y sus hombres calman a las bestias mientras con cuidado recogen lentamente agua del "oasis", pues con paciencia y calma se puede ir extrayendo agua limpia del suelo.

Observo todo el proceso con la curiosidad de quien aun es demasiado joven y le queda mucho por ver. Si es necesario me presto a echar una mano, para compensar las esporádicas preguntas incordiosas que hago respecto algunas obviedades que desconozco.

(*) = Donde nos dirigimos.

Les llevamos al pueblo(*) y allí que se encarguen de ellos.

Me parece bien. Ya que son bandidos, que se encargue las autoridades, y si hay recompensa, pues bien esta el buen trabajo hecho. 

El Dray se encargaba de limpiar su arma a la sombra de unos de los arbustos, en cuanto comenzaron a decir que los llevarían a las autoridades solo deseo que la recompensa fuese mas jugosa, pero no pudo evitar aportar sus ideas, si les parece bien considero prudente que lleven las ataduras todo el tiempo, y la boca bien amordazada, no sea que se les ocurra el brillante plan de tratar de escapar en un descanso, lo que supone que se deberán hacer guardias para cuidarlos, y en caso de algún incidente dar por terminadas sus vidas las palabras del monstruoso lagarto eran crueles pero cargadas de verdad, los prisioneros serian una carga si el viaje debía ser prolongado, por lo que quizá hubiese sido mejor matares desde un principio.

¿cuantos estarán enterrados en la arena por ellos?, necesitamos llevar evidencias de su muerte, ¿alguna idea? el señor de la guerra revisaba los cuerpos de los bandidos, buscando algun tatuaje o marca que emplearan para recocerse del resto de viajantes del desierto.