Partida Rol por web

La situación se volvía más bizarra y más siniestra a cada momento. Jamal se había volado los sesos él mismo, no había sido atacado ni sacrificado por ninguna de las criaturas que habíamos visto. O sí... esas criaturas eran las que lo habían empujado al suicidio. Otra vez el Doctor. El muy cabrón estaba ganando la partida, no podíamos permitírselo.

Miré a Cole con una mezcla de odio y compasión. Aún me acusaba, a pesar de que sabíamos que teníamos un enemigo en común y que debíamos unirnos si queríamos sobrevivir. Sin embargo su razón estaba ida. El tío seguía hablando con el negro, tratándolo como si tan solo estuviera gastándonos una broma mientras jugaba a hacerse el muerto. Cole se había quebrado.

-No me guardo nada Cole, ¡reacciona de una vez!- exclamé irritada. -Estamos todos del mismo lado, ¿no lo ves? Eso es lo que quiere el Doctor, que nos separemos y desconfiemos los unos de los otros para matarnos facilmente. Deja a Jamal aquí... él ya hizo mucho por el grupo.- Cole estaba ido, en estado de shock, pero pronto volvería en sí. Mientras estuviera en ese estado, no podía hacer otra cosa que seguirle el juego. -Nosotras iremos contigo- mi última afirmación fue en tono que no admitía discusión.

Sonrió a la histérica [1] y furibunda ejecutiva, de forma triste y compasiva. -Todavía no te has dignado a contarnos que paso en la playa.
-Pienso aunque renuncio a empezar una discusión en tal momento.

No me gusta dejar solo a Jamal, que podría volver a intentar suicidarse.
-Esta bien. Jamal contamos contigo para cubrirnos la retirada -Afirmo enfaticamente con la esperanza de darle algo mejor en lo que pensar. -Rachel ¿Vienes?

Cole ha acabado por volverse loco de verdad. Su mente no ha sido capaz de reaccionar ante lo que han visto sus ojos y no quiere reconocer la muerte de Jamal. Pero por mucho que quieran hacerle entrar en razón, no lo van a conseguir y sólo harán que Cole piense que las locas son ellas.

-Debemos... debemos encontrar aquello que hemos venido a buscar.

Intenta que su voz no tiemble al ver la escena. Sus ojos se desvían hacia el cuerpo sin vida de Jamal... como si fuese un imán. 

Cole seguía actuando raro. El shock había sido profundo. Sólo esperaba que no se le ocurriera volverse contra nosotras ahí mismo. Para no provocarlo, me guardé mis comentarios acerca de su sarcasmo y condescendencia. A fin de cuentas, lo único que me importaba era salir viva de allí.

Al escuchar las palabras de Rachel me quedé en blanco. ¿De qué hablaba esta mujer? Ellos evidentemente sabían cosas que yo no... Y el poli tenía el descaro de acusarme a mí de guardarme cosas. -¿De que hablas Rachel? ¿Qué es lo que tenemos que encontrar?- pregunté en tono calmado. Por dentro, hervía de rabia, pero no les iba dar el gusto a aquella pareja de hacérselos saber.

Cita:

Cita:

-Vale Rachel. En la biblioteca era el cuento. Supongo que en la playa también encontrasteis algo, un concha,... -Comienzo dirigiéndome a Jamal pero continuo con Sanders reconociendo el estado casi catatonico en el que parece encontrarse. -Una piedra, un mensaje en una botella...

-Jodeeer. ¿Pero para que pierdo el tiempo?

-Sabes ya que tenemos que buscar? -Pregunto con la misma fe, e incluso puede que fascinación, con la que otros antes que yo interrogaban los oráculos.

Al escuchar las palabras de Cole, mi rostro palideció y por un momento me volví de piedra. La muñeca! La jodida muñeca que tenía Kim! Como pude, me recompuse y recuperé la voz.

-Hubo algo en la playa... una muñeca, un maldito fetiche de trapo... pero no lo tengo, lo dejamos allí a cambio de salir con vida y así... así y todo... algo pasó con Kim. No sé si ella habrá vuelto de la playa con la muñeca, ustedes fueron en su búsqueda... ¿la encontraron? ¿les dijo algo?- esa no era Kim... no podía ser Kim!!!

Sonrió, agradecimiento el primer gesto de buena voluntad de la ejecutiva.

-No la encontramos, ni parecía muy probable que hubiese abandonado el pueblo en autobús. Además su coche seguía frente a la posada.
Cuando acabemos quizás Jamal y yo podamos abrirlo y echarle un vistazo. -Al oír su nombre me parece que el pandillero hace un infructuoso intento de levantarse. Solo entonces me fijo en su demacrado aspecto. -Como no nos demos prisa se nos muere aquí.

-Sera mejor que nos movamos. No se separen mucho y abran bien los ojos.
Al primer amago de problemas se dan la vuelta y escapan con Jamal. ¿De acuerdo?

Se acerca a Tiffany mientras mira con preocupación a Cole. Se le ha ido bien la pinza y quizá es peligroso para él ir en una misión como la que están a punto de comenzar. Internarse en ese sitio, con unos obreros que seguramente no lo son y con un compañero al que se le ha ido la olla puede ser más bien mortal.

-Crees que recuperará la cordura? - le susurra para que solo ella le oiga.

Cole deja el cuerpo de Jamal aparcado en una de las paredes, la sangre de su cabeza empieza a coagularse y la melena larga del enorme pandillero ahora tapa el agujero que tiene, lo cual es casi misericordioso, comparado con la sopa en la que se ha convertido su cara.
A vuestro pesar avanzais hacía el sonido lejano de las maquinas, al menos ya no hay más voces, ni el sonido de ruedecitas que parece haber desaparecido después de que Jamal terminase con sus penas, aunque Cole sigue mirando de vez en cuando hacía atrás esperando que vuestro compañero se levante, lo que parece que no va a pasar. Traspasais varias habitaciones hacía donde os llega el sonido, cuando llevais ya seis habitaciones similares a las ya traspadas, hacía la misma direción os dais cuenta de que es imposible que este lugar sea tan ancho...

-No vamos a ningún sitio si seguimos así.

Se detiene al ver que están dentro de un bucle espacio temporal o algo por el estilo porque ese lugar no es tan grande y ya tendrían que haber llegado a los "trabajadores" del lugar. Sin duda alguien está jugando con ellos y los está perdiendo... es muy seguro que aunque vuelvan atrás no encontrarán el cuerpo sin de Jamal.

Deben guiarse por su instinto para lograr salir de allí. Al fin y al cabo, están en un juego.

Abre el libro por la última página escrita.

Rachel se detuvo y expresó en voz alta lo mismo que venía intuyendo desde hacía unos instantes. Estábamos atrapados en alguna clase de laberinto onírico, uno de esos sueños que no te permitían alcanzar tu objetivo por más que pusieras todo tu empeño por lograrlo.

-Fuck! Hemos vuelto a caer en uno de los jueguecitos del doctor...ahora resulta que somos cobayos intentando alcanzar la salida. ¿Qué es eso que tienes allí?- la otra mujer había sacado un libro y se había puesto a leer justo en ese momento. Aunque me pareció una actitud totalmente ajena a lo que nos ocurría, me guardé mis opiniones. Allí nada era lo que parecía y tal vez su compañera había entendido la lógica para jugar este juego.

Mientras Rachel me respondía miré al poli. Desde que habíamos dejado a Jamal no había vuelto a hablarnos* y me preocupaba que pudiera seguir en shock-Cole, te sientes bien? hace rato que no hablas-

-Cuanto mas hablemos mas posibilidades damos para que nos descubran. -Respondo en voz baja. -Prefiero tener la iniciativa.

-Además... -Prosigo intentando atajar el enfado de la ejecutiva. -...estoy preocupado por Jamal, y por mi. No entiendo como ha sobrevivido a pegarse un tiro en la cabeza.

-Rachel. ¿El libro pone algo? [1]

Mientrás que sus compañeros conversan, Rachel mira el cuento para niños, en la última pagina sale un dibujo de un extraño personajillo con apariencia monstruosa y un cruce de caminos y un texto a su pie de pagina:" Y entonces el monstruo del este dijo:- Dudas y preocupaciones da lo mismo, mientrás escoja el camino que yo he elegido- y siguio el camino de la derecha donde encontro una gran bosque donde un gran hombre esta cortando un arbol..."

Levanta la vista del libro. Mira hacia la derecha para ver si hay algún camino, aunque supone que sí ya que parece que ese libro les está indicando el camino correcto a seguir.

-A la derecha.

Se encamina a la derecha para pasar a la siguiente sala... que parece ser que será un gran bosque... o eso dice el libro.

Cansados de traspasar habitaciones similares en una caminata que ya ha durado cerca de media hora hacía el origen del ruido industrial, habeis decidido dar un palo al aire y buscar una noción en el único objeto que habeis sacado en claro de vuestro periplo por la biblioteca. Trás leer en voz alta la última pagina del libro, sin tener otra noción para orientaros decidis seguir el consejo del libro y avanzar por el camino de la derecha.
Al traspasar el plastico que hace de puerta no podeis más que sorprenderos al encontraros en una gran nave de la cual no se ve el techo, aunque unos focos iluminan con una tenue luz roja el lugar, grandes maquinas sin función aparente mueven sus engranajes y cintas de forma ininterrumpida, comprendiendo de donde viene el ruido que os ha traido hasta aqui. A lo lejos podeis ver unas figuras que están alrededor de una maquina que parece despedir algo que cae en la cinta y que es tratado por las figuras que parecen estar vestidas con chubasqueros amarillos.

-¿Y ahora qué?- la irritación se dejó traslucir en mi voz. Seguíamos dando vueltas y vueltas. El libro, objeto que debía darnos alguna pista en algún sentido, sólo nos había llevado hasta otra habitación, de dimensiones totalmente imposibles de caber en aquella Lonja donde habíamos entrado minutos, horas o días antes. Si las distancias podían variar de aquella forma, nada nos garantizaba que el tiempo no se comportara caprichosamente también.

-¿Creen que es buena idea ver qué se trae aquella gente?- apenas un susurro. Todavía no habíamos sido descubiertos por los ocupantes de aquella nave y por mi parte prefería que, hasta que no tuviéramos en claro que hacer, siguieran sin saber de nosotros.

Sin duda, ese libro es la clave de todo y ha hecho bien en seguir sus indicaciones. Al menos ahora ya no están dando vueltas y vueltas sin sentido y están en una nueva habitación aunque parece que a sus acompañantes no acaba de gustarles la idea de estar ahí.

-No dejemos que nos vean.

Se esconde en un lugar donde no pueda ser vista por los "obreros" y se dispone a leer lo que continua en el libro, quizá haya escrito algo más ahora que han cruzado la puerta de la derecha.

Cole asiente a lo de que no debeis poneros al descubierto, trás mirar unos momentos os poneis detrás de unas cajas de embalaje que al parecer han sido llenadas por esos extraños operarios. Cole esta atento con su arma preparada en el caso de que deba disparar en caso de que seais descubiertos y el sujeto se comporte de forma violenta. Rachel mira el libro y en el no hay texto solo la imagen de una casa al lado de un hombre que esta cortando madera con un hacha. Pero hay algo raro en el interior de la casa, pues mientrás el resto es un dibujo de niño lo que se puede ver por la ventana dibujada es la imagen de una oficina normal...

De repente escuchais el repicar de unos pasos acercandose pesadamente, uno de esos sujetos viene a dejar una caja y al parecer ha decidido hacerlo al lado vuestro, por un momento al dejar la caja podeis ver su rostro. Si lo hubieseis visto en una pescaderia envuelto en hielo os pareceria normal, pero el rostro del hombre es la cara de un pescado de las profundidades abisales que croquea por el esfuerzo de haber llevado la caja...

Inquietantes imagenes de siniestros buques factoría mas propias un programa de Discovery Channel me retienen hasta que nuestra posición es descubierta.

-Corred. Buscad a Jamal y salid de aquí! -Exclamo mientras saco la hasta entonces oculta XD de Jamal y me arrojo disparando contra el monstruo.

Rápidamente nos escondimos entre unas cajas al ver que uno de los operarios se acercaba hasta donde nos encontrábamos los tres.

Al tenerlo casi frente a frente, pudimos ver que en lugar de cara, tenía cabeza de pez. Lo que faltaba!!! si la cosa no era lo suficientemente bizarra, ahora tenemos un tío que parece sacado de una caricatura. En fin, no hay duda, otra vez el laberinto nos lleva a otro jueguito del doctor... a ver como escapamos esta vez. Las circunstancias eran tan absurdas que ya nada podía sorprenderme. No fue así con Cole, que en un acto demente delató nuestra posición gritando y disparando contra el hombre-pez. -Cole, maldito idiota!!! íbamos a permanecer ocultos!- sin esperar a la reacción del operario, comencé a reptar entre las cajas, alejándome de allí. Cuando esos tíos se nos vinieran encima, quería encontrarme lo más lejos posible de ese lugar.