Partida Rol por web

Fuck!!! mi mano resbaló, por un momento creí que mi cuerpo se iría abajo y caería en las garras de aquellos monstruos. Pero la desesperación te da fuerzas allí donde lo crees posible y haciendo un esfuerzo sobrehumano para mí, me sostuve con el otro brazo el tiempo suficiente para poder calzar los pies y aguantar, hasta recuperar el equilibrio y seguir.

Rachel parecía un poco más afianzada, Cole se iba retrasando para darnos margen a las dos. Al final, ese hombre estaba resultando ser mejor persona de lo que parecía. Tal vez, cuando todo aquello pasara, podría invitarlo a tomar un café. Nah, sabes que en cuanto puedas poner pies en polvorosa de aquí no querrás saber nada con ellos dos... esto es circunstancial, los tres queremos sobrevivir, es todo..

Intentando convencerme de que los demás no eran altruistas, volví a impulsar mi cuerpo hacia arriba para intentar alcanzar, una vez mas, la ansiada pasarela.

Esperar por las chicas me retrasa lo bastante para tener que acabar trepando. Por desgracia mis desgastadas botas de campaña no me facilitan la tarea.

Trás una ardua escalada entre los  restos de la pasarela que se esta destrozando según dais cada pasos sujetos a la pasarela. En tanto avanzais a trancas y barrancas, la pasarela empieza a dar bandazos porque la criatura que esta en la base sigue en sus intentos de destruirla. Uno de ellos es más fuerte que el resto, Rachel por suerte estaba en la primera posición y cae en la plataforma, Tiffany consigue mantenerse agarrada. Pero Cole cae desde la plataforma hacía la jauria de criaturas gigantescas que gruñen con satisfación, con sus garras estiradas dispuesta a empezar una carnicería con el mercenario. Por suerte las criaturas no le alcanzan, pero al caer desde una altura tan grande su pierna cruje con un doloroso chasquido que le hace aullar un grito de dolor.

Ahora Rachel y Tiffany estan en la plataforma y pueden entrar en la oficina, aunque no saben que es lo que están buscando...

Tengo que recurrir a toda mi fuerza de voluntad para buscar ansiosamente un lugar donde refugiarme. Aunque con la pierna rota no alcanzo a imaginarme como voy a sobrevivir.

Mientras utilizo la izquierda para ayudarme a moverme, saco el arma con la derecha dispuesto a vender caro mi pellejo.

Se gira a tiempo para ver como Cole cae hacia las criaturas esas, por suerte parece que no lo han atrapado, pero seguramente ese estado no durará mucho y si ha caído desde tan alto seguro que se ha hecho daño. Se levanta y se dirige corriendo a la puerta de la oficina. Si encuentran lo que tienen que encontrar, seguro que todo se detiene, como en la biblioteca.

Mira a su alrededor, buscando algo que pueda ser una pista.

Con mucho esfuerzo, Rachel y yo alcanzamos la cima, pero Cole resbaló en el último momento y terminó cayendo. -Mierda!- teníamos que ayudarlo de alguna manera.

Mientras Rachel corría a la oficina en busca de la pista que necesitábamos, yo la seguí pero con intenciones totalmente diferentes. Sacaría todo lo que pudiera cargar de allí y lo arrojaría contra esos monstruos para tratar de darle tiempo a Cole.

Una vez te levantas te tambaleas hacia un montón de cajas para tener algo de cobertura, estas rodeado de cuatro de esos gigantes que se giran hacía a ti, en tanto que la pasarela termina de caer, para suerte tuya termina aplastando a dos de ellos que no han sido suficientemente ágiles para esquivarla, ahora solo tienes dos de los que preocuparte. Disparas un poco al azar para darles a entender que eres alguien peligroso, pero las bestias que no son capaces inteligentes para ayudar a sus compañeros, no parecen captar la idea a pesar de que consigues inutilizar uno de los brazos de uno de ellos que cae a pocos metros de ti al tropezar al intentar atraparte. Otro tiene más suerte y te lanza contra las cajas, haciendo que te crujan los huesos.

No sabes que encontraran en ese lugar las dos mujeres, pero no podras contener a estas criaturas mucho tiempo...

Entráis en el cubículo, Rachel buscando algo indeterminado que pueda ser lo que quiera el doctor y termine con la pesadilla. Tiffany buscando algo que lanzar a las criaturas para distraerlas de su caza de Cole. Entonces notáis un temblor y al girar vuestra cabeza veis como la pasarela ha sido cortada de su acceso a las escaleras, ahora estáis a muchos metros de altura colgando, ahora salir es otro problema que tener en cuenta.

El cubículo tiene en su interior un despacho en su interior, pero el olor no es a fabrica o ambientador, sino a antiséptico como la de un médico. Un montón de cuadros con títulos universitarios con el nombre emborronado, como si quisieran olvidarse de ellos, también se encuentran carteles típicos de un despacho médico, pequeños chistes médicos, esquemas de cuerpo, carteles de no fumar y un esqueleto anatómico. En la pared más lejana al lado de la mesa se encuentran dos grandes ficheros que parecen rebosar de contenido, también una gran camilla y sus biombos. En la mesa hay un ordenador que esta desconectado, una foto familiar de un hombre con su niña pequeña, varias recetas sin terminar y un teléfono descolgado.

El dolor apagándose en mi pierna [1] me alienta. Sigo retirándome rodeando las cajas, intentando que se interpongan entre mi y las criaturas. Preparado para volver a disparar al tiempo que busco alguna forma de alcanzar el nivel superior.

-Realmente ahora me vendría bien un FAL como el del "Mexicano"

Se acerca a los grandes ficheros del despacho médico e intenta abrirlos para buscar alguna pista o algo que les guíe en la búsqueda que tienen que hacer o quizá lo que hayan ido a buscar a ese lugar. Es la única forma de salvar a Cole de esos gigantes empalmados que seguro que no le hacen nada bueno.

Mira hacia Tiffany que parece que está muy parada.

-¡Vamos Tiffany! Hay que encontrar lo que hemos venido a buscar!

Mientras intentaba decidir si era capaz de arrastrar un fichero y arrojarlo a través del sitio donde antes estaba la plataforma, Rachel me urgió a ayudarla. Tal vez la mujer tuviera razón y la clave para acabar con aquella escena surrealista y poder ayudar a Cole era encontrar la dichosa pista, aunque no teníamos idea de como se veía.

-Ok, voy con aquel, y luego sigo por el escritorio, ¿te parece?- corrí al fichero señalado y comencé a revisar con celeridad en busca de ¿que? no lo sabía, pero intuía que si lo hallaba sabría que era eso lo que buscaba.

-¡¡¡AGUANTA COLE!!! YA CASI LO TENEMOS!-

Mientras el hombretón se debatía por seguir con vida frente a los gigantes aquellos, nosotras con Rachel intentábamos hallar la maldita pista. Mientras buscábamos, intenté darle ánimos. No podríamos ayudarlo desde acá arriba, pero al menos que supiera que no lo habíamos olvidado.

-¡¡¡AGUANTA COLE!!! YA CASI LO TENEMOS!-

Consigues llegar a un parapeto, poco más que un soporte de metal tan grande como tú, que te permite ocultarte y  darte algo de protección de los golpes pues la criatura que esta en activo te anda siguiendo los pasos por los sonoros olisqueos y el temblor del piso al avanzar. Un golpe a la superficie(que es combada ante la fuerza de la bestia) te produce una ligera contusión en la cabeza, en tanto escuchas la voz de Tiffany a lo lejos. Tendrás que librarte de esta criatura antes de que puedas buscar otra forma de subir...

En tanto abajo se escuchan disparos y los bramidos de las bestias, empezáis a buscar entre los ficheros que se abren con facilidad, pero por desgracia en cuanto miráis entre las carpetas ordenadas alfabéticamente os dais cuenta de una cosa, en todas ellas solo pone la palabra "difunto" con el nombre tachado, hay centenares de de ficheros y tras un minuto solo podéis pensar que todos ellos están igual.

El pesado soporte parecía ser una insuficiente protección y amenazaba con ceder ante los embates del monstruo. Incluso la fría ejecutiva parecía olvidar por mi culpa que tenían sobrevivir. Tenia que acabar con esto antes de que alguna de ellas también muriera.

-Maldita sea. ¡Tiffany escapar!
Solo quedaba un monstruo. Grande y terrible como un matón de patio de colegio, e igual de brillante. Si estaba dispuesto a derribar el puntal para alcanzarme no se lo iba a impedir. Con cuidado me aparte un paso y empece a girar en torno al soporte manteniendolo entre el y yo. Antes o después se lo tiraría encima y si eso no me daba tiempo para ponerme a salvo rezaría para que quedaran suficientes balas.

Los ficheros no son una buena pista. Todas las personas que allí figuran están muertas, o eso pone en los papeles... y tampoco es que sea lo que están buscando pues cuando tocó el libro, la persecución terminó, pero aun se escuchan los disparos en la zona de la fábrica.

Deja los ficheros y se acerca a la mesa... tienen un libro infantil, una muñeca... debe de haber algo que haga referencia a un niño en ese lugar... ve la foto del padre con la niña y la coge.

El gigante golpea con un poderoso golpe la plancha abollándola, pero inteligéntemente te has movido lo suficiente para que no te alcance, pero ahora el monstruo te mira desde arriba de la plancha (o eso crees pues tiene tapados los ojos por el extraño casco) y aulla de furia volviendo a cargar con todo su peso...

Cierras los ojos ante la evidencia de una muerte segura, pero tras unos segundos nada ocurre. Cuando abres los ojos te encuentras en una habitación polvorienta como las primeras por las que habíais entrado hace una hora, en un rincón se encuentra el cadáver de Jamal que tiene la cabeza reventada. A tu lado esta una puerta que lleva a otra habitación, por debajo se ve  la luz del exterior, aunque el brillo recuerda al de un amanecer...

En cuanto Rachel recoge el pequeño cuadro, la habitación se vuelve borrosa como si se desdibujara, vuestros ojos no soportan este extraño efecto y se cierran automáticamente. Cuando los abrís de nuevo os encontráis  en una habitación polvorienta como las primeras por las que habíais entrado hace una hora, enfrente vuestra esta una ventana que esta semi-abierta por la que se ve el sol, pero el brillo os recuerda al de un amanecer, cuando miráis vuestros relojes os dais cuenta de que son las 8 de la mañana del día siguiente...

La desesperación me invadió cuando revisé el fichero. Allí no había nada. Todos expedientes de gente muerta, ninguna pista. ¿Qué nos quería decir el doctor?

Cole se debatía entre la vida y la muerte allá abajo y nosotras no podíamos encontrar la clave para deshacer aquel entuerto. La situación me estaba superando.

Dejé el fichero y me dirigía hacia el escritorio cuando Rachel tomó el porta retratos que descansaba en él. La foto mostraba una imagen feliz, un padre con su hija, retratados para la inmortalidad. De pronto, el sitio a nuestro alrededor comenzó a temblar, a desdibujarse.

-Qué coños pasa???- sin embargo mi pregunta no obtuvo respuesta. En un abrir y cerrar de ojos, la habitación desapareció y las dos nos encontramos en una estancia igual a la que habíamos visto al entrar en la Lonja. Una cálida luz se filtraba por una ventana semi abierta, pero esa iluminación no concordaba con mi percepción del tiempo. Es que acaso está amaneciendo o que? Al mirar el reloj, el desconcierto fue mayúsculo.

-Rachel... hemos pasado todo el día acá... ¿Como es posible?... ¡¡¡Cole!!! ¡¡¡Tenemos que encontrarlo!!!

-Esto es cosa... del medico ese... seguro...

Está realmente cansada pues han pasado todo el día sin dormir y huyendo de todo lo que se les está echando encima... y parece que la cosa no va a acabar ahí. 

-Sí... debemos buscar a Cole.

Mira a su alrededor y busca con la mirada a Cole... aunque no cree que haya tenido muchas opciones de salir con vida.