Partida Rol por web

El barco coge velocidad arrastrado por la corriente del rio hacia el sur, al cabo de un rato os desviais y remontais el Elsir, los marineros se esfuerzan a los remos. Notais a Casei (el joven militar que os ha solicitado ayuda) entre impaciente por llegar y contento de volver a su ciudad. Sin duda pensando en los dias que ha pasado buscando ayuda de Lord Markelhay infructuosamente, pero el viaje no ha sido en balde, pues ahora lo acompañan unos buscavidas que no son solo fanfarrones, lo ha visto con sus propios ojos.

Sin embargo según os aproximáis véis que algo no anda del todo bien en la ciudad. Cuando estáis mas cerca véis casas derruidas y gente que se afana en hacer reparaciones de urgencia. Mucho más cerca veis la cara de Casei que se ha vuelto pálida igual que los nudillos de las manos que aferran la madera del barco tan fuerte que parece que la va a arrancar.

Al llegar a puerto se dirige disparado al primer guardia que ve, desde donde estáis le véis con cara de preocupación. Al volver os informa de lo que para vosotros ya es evidente: la banda de la mano roja que hace unos días se dedicaba a asaltar caminos y pequeños golpes se ha vuelto más osada de lo que habían previsto y ha atacado la ciudad.

- He de presentarme en seguida al comandante - parece dispuesto a partir dejándoos ahí mismo, después como pensándoselo mejor pide que le acompañéis. Por el camino veis los destrozos todavía recientes, las piras funerarias de hombres, mujeres... ¡niños!

A la elfa y al semielfo la vision de los pequeños les llena de rabia... tanta maldad...

Morgran mira con disgusto la escena.

Eso no tiene pinta de haber sido un combate justo...

Y por dentro le recorre una indignación monumental. Sin embargo calla y reza a Kord de forma silenciosa por las almas de los fallecidos.

Esto es horrible... dice el mediano por primera vez con una pizca de procupación sincera en su voz. Los responsables de esto deben de ser unos bárbaros. Menos mal que pronto nos ocuparemos de ellos, ¿verdad? Pregunta a sus compañeros con un amago de sonrisa, esperando que le ayuden a recuperar al ánimo.

Aunque pensándolo bien, si han hecho estos destrozos en una ciudad tan grande, ¿no serán demasiados incluso para nosotros...? Neblin queda pensativo un momento, algo más sombrío de lo habitual, después añade intentando aparentar normalidad: Bueno, en realidad no importa cuantos sean, siempre puedo ocuparme de ellos mientras duermen, jeje. Aunque sus bromas siguen sonando algo "frías".

Hummm…- Galid observa la escena, con la mano acariciando la casi inexistente barba. Tal vez Neblin tenga razón, y sea una tarea demasiado arriesgada, pues parece que la banda tenga que ser numerosa.

Bueno, esperemos a hablar con el consejo, y escuchar lo que nos tengan que decir sobre esta banda. Tal vez sea numerosa para un enfrentamiento directo, pero en cambio algo podamos hacer con ataques esporádicos y selectivos…

Mialee mira las piras con cara triste y ausente incluso está a punto de soltar una lágrima por las vidas perdidas.

- No hay duda que debemos aceptar esa misión, hay que acabar con esos asesinos.

Roerkas permanece con su mismo gesto serio habitual ante la terrible escena pero mucho más callado de lo habitual, sus manos se mueven con un nerviosismo poco común en él. Ninguno de sus recientes compañeros le había visto sentir una tristeza tan profunda aún en el ya habitualmente melancólico guerrero.

Las palabras de sus compañeros parecen animarle hasta que se decide finalmente a romper su silencio:

No me habría atrevido a pediros vuestra ayuda en empresa tan arriesgada pero me alegro de poder contar con vosotros. Le daremos su merecido a esas bestias.

Casei anda a paso raudo por la ciudad, esquiva a los transeuntes y gira por las esquinas andando a paso ligero y con la naturalidad de quien conoce bien el camino. Vosotros apresuráis la marcha para no perderle de vista. Por fin, después de callejear un rato llega a un edificio custodiado por dos guardias que en seguida le abren paso. Ahora los pasos resuenan en la piedra del pasillo hasta que llega a lo que parece ser su destino, pide permiso al soldado de la puerta y al rato estáis dentro.

- Lord Warden - se dirige al comandante haciendo un breve resumen de su viaje en busca de ayuda, las noticias de que no van a mandar refuerzos no sientan bien. Tampoco parece muy animado el otro personaje de la sala un semielfo que por las ropas y ademanes parece noble o adinerado.

- ¿Tu que opinas Troyas?

- Creo que hay que machacar a la banda antes de que llegue a hacerse más fuerte

- Primero habré de calmar a la ciudad, el ataque está reciente y todavía huelo el miedo de la gente en el aire

Casei interviene sugiriendo que tal vez podríais ser utiles (se incluye el mismo)

- ¿Quizas puedan dar con los desaparecidos? - dice Troyas con expresión calculadora

- Seguramente estarán muertos - comenta Lord Warden

- No es la primera vez que raptan. En cualquier caso el consejo querrá hacer un intento de rescate... lo que no se es si podemos confiar en su capacidad para este trabajo....

¿Que si seremos capaces...? Pero señor, esto, Troyas, si está usted hablando con los mayores héroes que ha habido en Cima del Salto... Dice Neblin dándose aires de importancia y sañalándose el pecho con el pulgar mientras lo hincha.

Mire, justo antes de embarcarnos hacia su ciudad acabábamos de librar a Cima del Salto de una numerosa banda de kobolds que poco tendría que envidiar a la que les molesta a ustedes en estos momentos. Incluso un dragón tenían para ayudarles, blanco y enorme, que helaba los huesos de solo mirarle... bueno, a todos menos a nosotros claro. Nosotros nos enfrentamos a todos ellos y no dejamos ni uno con vida, y en su propia guarida, ja, un puñado de trasgos no son nada para Neblin el matadragones y sus compañeros... aquí el mediano se da cuenta de que os podeis molestar por lo que dice y cambia rápidamente de tema.

Tenían a la ciudad en jaque hasta que nosotros nos ofrecimos a librarlos de ellos a cambio de unas míseras monedas, para cubrir gastos más que otra cosa. Somos así, que le vamos a hacer... esto último ya lo dice para intentar apaciguar la furia de Roerkas, que después de sus exageraciones y de colgarse tantos méritos debe de estar a punto de darle un buen pescozón.

La mirada de Roerkas está fija en Neblin desde que entraron y cuando abre la boca el semielfo permanece aún más atento, ha aprendido a temer la lengua del mediano tanto como los enemigos temen su espada.

Parece tolerar el discurso de buen ánimo hasta llegar a la última frase. Sin duda a su parecer el mediano se ha extralimitado con las exageraciones y posiblemente al guerrero también le preocupe pasar por mercenario delante de los desconocidos. En ese momento Roerkas avanza un par de pasos carraspeando más por la falta de costumbre de hablar en público que por llamar la atención y mientras tira ligeramente y de forma imperceptible de la camisa de Neblin habla, dirigiéndose directamente al llamado Troyas:

Buenas tardes, mi buen Señor esta última palabra Roerkas la pronuncia en élfico, con un apelativo que en su idioma se refiere a los nobles, como tal parece el semielfo. Tras eso, demostrando que no tiene la tosca educación habitual de un guerrero, dirige su atención al comandante.

Mi nombre es Roerkas, estos son Morgran, sacerdote de Kord, Mialee y Galid. Ya conoceis a Neblin el matadragones... el sobrio semielfo pronuncia el apelativo con tanta seriedad y naturalidad que Neblin tiene que controlar la risa.

Como suponía, ya sabeis que cuanto antes se plante cara a este tipo de problemas mejor, la banda crecerá a base de saqueos y extorsiones y pronto serán un enemigo temible.

Sin embargo debeis tener también en cuenta que si hay rehenes el tiempo corre en contra. Dejadnos intentarlo antes de plantearos pagar a esas bestias, eso no haría más que reforzarlos.

Aunque reparte educadamente sus miradas entre los dos nobles, Roerkas se centra en el semielfo, tanto por afinidad racial como por que siente que el peso de la decisión está en manos del adinerado mestizo.

Si dudais de nuestra valía o de las palabras del mediano, creo recordar que nuestro mago aún conserva la cabeza u otro recuerdo de la sierpe blanca...

termina, sin dar mucha importancia a las palabras y sin mirar más que por un instante al jóven hechicero.

Galid escucha la palabrería de Neblin, y la siguiente intervención de Roerkas, a lo que asiente con la cabeza. Mira a Lord Warden, con la cabeza alta, sin pararse en ningún tipo de saludo ceremonial.

En efecto. Aquí Casei, presente, vio con sus propios ojos la cabeza del dragón que eliminamos, sin demasiado esfuerzo, todo hay que decirlo. Limpiamos una fortaleza de kobolds… y de aquel dragón del infierno. ¿Y sabes lo mejor de todo? Que nosotros entramos cinco, y salimos cinco. No sé si esta empresa será mucho más difícil, cosa que se me permitirá dudar, y hasta puede que alguno de nosotros pierda la vida, pero estamos dispuestos a correr el riesgo- desde luego, esa afirmación era falsa. Galid no tenía la intención de arriesgar su vida tontamente por aquella gente, y si en algún momento viese que su vida corriese peligro, huiría sin remordimiento alguno. Pero eso era un pequeño detalle que no tenía por qué explicar…-. En cambio vosotros no tenéis nada que perder confiando en nosotros. Si no salimos airosos de la misión, si morimos en el intento, no tendréis que pagarnos la recompensa- Galid dejó caer el tema de la recompensa con disimulo-, y en cambio si conseguimos dicha tarea, saldréis ganando…

El tono de voz de Galid era altivo, presuntuoso, como siempre. Tenía facilidad de palabra, pero esa actitud arrogante, ese modo de mirar a la gente por encima del hombro, solía tener repercusiones negativas a la hora de relacionarse con gente desconocida. Si no fuese por su tono, por su actitud, hasta podría ser un buen diplomático...

Notais como Troyas parece un poco esceptico al oir las palabras del mediano, pero pone tanta energia, moviendo las manos y subiendo la voz en los momentos cumbres (Neblin matadragones) que acaba convencido, ciertamente lo de....

Cita :

suena bien, pues temía que unos grupo capaz de matar dragones (él se los imagina creciditos) pensara cobrar mucho más de lo que son capaces de pagar. No obstante, se queda un poco con la mosca detrás de la oreja, asi que no parece muy sensato volver a intentarsela colar otra vez.

Galid emplea argumentos contundentes, pero el tono arrogante le pierde, el noble no acaba de comprender como alguien a primera vista tan debilucho puede ser tan arrogante, ciertamente no empatizáis... ¿quizas si supierais como piensa podríais presentar argumentos que le convencieran?

Mialee observa el transcurso de la conversación. Parece no estar muy cómoda ya que es una elfa de acción, acostumbrada a pasar días sola en el bosque siguiendo patrullas de intrusos y cazando para alimentar a su familia.

...todo esto es una pérdida de tiempo...parece que quiere que alguien resuelva el problema pero hay algo que no le acaba de encajar...

Sigue mirando al semielfo en sus gestos, su cara al escuchar el dinero, ..... pero no consigue atravesar su apariencia de indiferencia hacia el grupo hasta que nota un tic...

...ajá eso es...

En un momento que no la miran le susurra al mago.