Partida Rol por web

Genial, soy tonta, no pude pensar que podia haber dos levanto las manos despacio sujetando el arma levemente esperando a que el otro la coja Cuando la cojas te vas a llevar una sorpresa que no te esperas miro de reojo a ver si puedo ver al que tengo detras y tener mas o menos una disposicion de su lugar para poder poner a prueba mi plan. Miro al que esta en la nevera Menos mal que no compre mucho sino se estaria dando un festin esto me hace sonreir aunque no me doy cuenta Tranquilos, no queremos tener ningun problema. Mi compañero esta fuera esperando a que regrese en cinco minutos, si no lo hago entrara y no podre detenerlo

-Sí, claro, y por eso hay tantos coches ahí fuera, ¿verdad listilla?- dice el tipo que tienes detrás mientras el otro recibe tu pistola.

Momento que aprovechas y, con un gesto rápido y realmente preciso, sujetas el brazo del tipo que te apunta, lanzándolo por encima de ti con una llave del tipo judo.
Él emite un quejido al caer sobre el suelo, pero su arma ha salido disparada e sus manos Dios sabrá dónde.

-Uh, qué buen intento. Creo que por lista los chicos se van a dar un festín contigo...- afirma la figura que estaba cercana a la nevera y te apunta con tu propio revólver. Se trata de una mujer, en realidad algo bajita y delgada, pero su expresión fría cómo el hielo te atemoriza más que la del tipo que empieza a incorporarse, el cual, furioso, coge la propia tostadora de la encimera y te asesta un terrible y brutal golpe en la cabeza dejándote semi inconsciente....

Sientes que eres transportada de un sitio a otro, a veces sobe un hombro, a veces en la parte trasera de un coche, quién sabe, no eres capaz de pensar con lucidez, la sien te arde del terrible golpe que te han dado y finalmente te desmayas del todo.

Cuando por fin vuelves a despertar, la sangre que te resbalaba pro la cara ya se ha resecado.
Te encuentras en una sala amplia pero totalmente vacía y sucia. Más bien parece un almacén de una vieja fábrica abandonada o algo pro el estilo.
Las ventanas mugrientas cercanas al alto techo de pro lo menos 5 metros, dejan distinguir que todavía es de noche.
Tu cuello se encuentra rodeado por un grueso "collar" metálico unido a una cadena que a su vez acaba unido a una argolla de hierro anclada en el propio suelo.

Mi plan es un exito, al menos en parte, no contaba con que el otro, bueno la otra cogiera mi arma. Noto el golpe de la tostadora en la cabeza y un unico pensamiento se cruza en mi mente Le tuve que decir mi verdadera direccion... la mirada se me nubla, el cuerpo no responde mientras caigo al suelo, no opongo resistencia soy un muñeco.
Durante todo el viaje voy entre la consciencia y la inconsciencia sin saber muy bien donde voy solo resuenan en mi mente las palabras

Cita:

no se a que se referia, pero no me gusto el tono en el que lo dijo.
Cuando despierto y mis ojos se habituan veo ese lugar, intento dar un paso pero no puedo algo me sostiene, me apresa. Tengo algo al cuello, parece un collar, lo palpo con la yema de los dedos para buscar la manera de quitarmelo. Parece que esta sujeto a algo en el suelo con una cadena, una argolla muy solida, no podria arrancarla del suelo.
Arde mi cabeza, me llevo la mano y noto la herida, ha dejado de sangrar pero aun asi me duele y he tenido que perder mucha sangre, tengo el rostro manchado por ella al menos en parte y esta reseca, llevo mucho alli, hace mucho que me raptaron, que me secuestraron.

Tus movimientos, por escasos que sean, resuenan de forma tétrica propagándose por la amplia sala abandonada.
Hace un frío considerable, seguramente acentuado pro el hecho de haber estado inconsciente en el suelo.

Tanto la cadena cómo las demás piezas son lo suficientemente gruesas y resistentes cómo para que te resulte imposible moverlas un ápice, de hecho incluso su peso resulta algo molesto, aunque seguramente no tanto cómo la desesperación de la situación.

Una pequeña puerta del fondo se abre con un chirrido sonoro y entonces se oyen voces algo alborotadas y animadas.
Se trata de 2 hombres y una mujer, uno de ellos le "conoces", es el que te golpeó con la tostadora... Pero de la otra muchacha parece que no hay ni rastro de momento.

-Así que esta es la juguetona... Pues me parece que ahora te has convertido en nuestra muñequita- comenta el otro tío entre risas.
No puedes evitar que te llame la atención la longitud exagerada de los colmillos de todos ellos.
Un escalofrío recorre todo tu cuerpo.

Sola y el sonido no ayuda mucho, parece que todo esta en demasiado silencio.
Al escuchar la puerta giro mi cabeza y miro hacia alli, las figuras que entran, el escalofrio que recorre mi espalda al ver sus grotescos colmillos mas que las palabras que salen de su boca
Asi que muñequita? pues si tanto quieres jugar sueltame y asi jugaremos los dos en igualdad de condiciones mi voz es firme, no tiembla pero es mas para darme seguridad a mi que para asustarlos a ellos Deberiais soltarme y dejarme ir, hay alguien que cuando llegue a mi casa se preocupara y llamara a la comisaria, le diran que no estoy alli y me buscara hasta encontrarme

-Mira cómo tiemblo... sobretodo porque dudo que vuelvas- dice el mismo de antes riendo sonoramente y, antes de que puedas ser capaz si quiera de reaccionar, él mismo se abalanza sobre ti con un gruñido y te muerde dolorosamente en el cuello.

La mujer que los acompaña ríe y se sienta a tu lado, sujetándote con firmeza un brazo que también muerde con violencia.
Apenas eres capaz de oponer resistencia ante el brutal ataque, sientes que la vida se te escapa por momentos mientras el vampiro que te atacó en tu casa se limita a observar con expresión burlona por si tuviera que echar una mano, lo cuál parece que no va a ocurrir.

A pesar de que sientes que se te escapa la vida, cuando llevan unos segundos absorviéndotela no puedes evitar sentir algo de placer, aunque no del todo debido a la incomodidad de la situación...

De repente y sin haberte enterado del porque, notas que lamen tus heridas, las cuáles se cierran al instante y se separan de ti, con la cabeza gacha en posición de sumisión e incluso humildad ante un tipo al que ni siquiera habías visto aparecer.

-Ya veo... ¿acaso no os he dicho mil veces que con la comida no se juega?- pregunta malhumorado al resto, los cuáles se encogen todavía más, completamente atemorizados, puesto que su sola presencia y voz impone más que cualquier arma.

-Marchaos antes de que me arrepienta y decida castigaros...- hace un gesto con su mano derecha, la cuál está protegida con un guante de cuero negro.
Los demás no se lo piensas ni un segundo y se marchan corriendo del almacén, dejandoos a ti y al extraño sujeto a solas.

-¿Y bien? ¿Eres consciente de lo que acabas de vivir, pequeña necia?- te pregunta de forma directa y expresión impasible.

Lo cierto es que te sientes bastante mareada y débil a causa del golpe y la pérdida de sangre, pero aún así eres consciente de su imponente presencia.

Al ver como se abalanza sobre mi intento pararle, pero no puedo, intento separarle de mi y tampoco puedo es mas fuerte que yo. Noto un pinchazo en el cuello, duele, noto como que voy quedando sin fuerzas como mis piernas no me sostienen haciendome caer en el suelo. No noto como entra alguien hasta que se separa de mi me ha gustado, el dolor no era tan fuerte, dios estoy enferma tal vez? escucho la voz y entonces si levanto la mirada. Es imponente, incluso podia decir que guapo ¿quien es este hombre? ¿por que me siento asi en su presencia?
Escucho sus palabras una a una con calma mientras no puedo separar mis ojos de los suyos
¿Comida? ¿que sois realmente? al recordar lo que me han echo en el cuello mi mente comienza a rememorar cosas ¿Vampiros? solo son cuentos para asustar niego intentando cerrar los ojos pero no puedo, tal vez sea por la falta de sangre, el dolor o solo por él.
Soy consciente de que habeis secuestrado a una policia y que cuando os cojan vais a pasarlo muy mal, la gente me echara de menos. ¿De que mas quiere que sea consciente señor...? dejo la pregunta en el aire
Asi como en un interrogatorio, hazle que hable. Es guapisimo, Nat, ¡No! comienzas a tener sentimientos por tus captores y eso es malo

-Cuentos... Oh sí, cómo el mordisco que acaba de darte Frank en el cuello, ¿no es así?- se pone en cuclillas algo más cerca de ti, de hecho podrías intentar avalanzarte para atacarle, pero algo en tu interior te dice que no sería muy buena idea, y menos en tu estado actual de debilidad.

Empiezas a hablar intentando resultar mínimamente amenazante y él se limita a mirarte con un atisbo de media sonrisa enigmática en los labios, así que no parece muy alarmado.
-No serías la primera policía que cae aplastada bajo mis pies, y tampoco la última... Pero no suelo hacerlo sin un motivo así que cálmate- estira su brazo y con un movimiento preciso y rápido mete la mano en uno de tus bolsillos, donde por desgracia aún llevabas tu cartera con la placa identificativa, la cuál mira con interés antes de cerrarla y devolverla a tu bolsillo.

-¿Quieres sobrevivir a esta noche, Natalie Owen?- te pregunta mientras sujeta la cadena con una mano y te observa de una forma tan penetrante que debes armarte de toda tu fuerza de voluntad para no caer rendida a sus pies.

Mordisco? me mordio un perro de pequeña, lo de tu amigo no es un mordisco le miro mientras se arrodilla ante mi pudiendole ver mas de cerca, todos y cada uno de los rasgos de su cara Dios, es guapisimo. Podria...tan cerca y tan... mi respiracion se acelera un poco, le noto cerca y sopeso la situacion para derribarle, maniatarle y obligarle a desatarme pero en mi estado no podria, estoy muy cansada y debil tal vez en otra situacion. Alarga su brazo, su mano hasta mi me pongo tensa un segundo y la mete en el bolsillo de mi chaqueta sacando mi cartera, su voz dice mi nombre y le vuelvo a mirar a los ojos mientras sujeta la cadena con su mano acercandome mas a el, mientras siento como pierdo la voluntad pero algo en mi me obliga a no caer a ser fuerte, a ser valiente
Sabes mi nombre y yo no se el tuyo. Es mas no creo que me dejes sobrevivir a esta noche aunque aceptara tu proposicionesbozo una sonrisa leve, la misma que enamoro a Walter, sin mostrar uno solo de mis blancos dientes solo mis carnosos labios. Claro que quiero sobrevivir a esta noche pero no a cualquier precio le miro a los ojos acercandome mas Pero mis amigos y mi familia me llaman Nat, pero tu puedes llamarme señorita o detective Owen ya que no eres ni lo uno ni lo otro

-Mi nombre es Sven, y es todo lo que necesitas saber de momento- coge tu grueso collar metálico con ambas manos, ejerce algo de fuerza y lo despedaza cómo si de simple mantequilla se tratara, lo cuál te da una ligera idea de su fuerza.

Toses un par de veces al poder gozar de más aire circulando hacia tus pulmones pero enseguida te recompones, aunque a penas te sientes capaz de levantarte.
Él sonríe ante tu última frase, cómo si le resultaras tremendamente graciosa.

-Eres toda una valkyria... No te vas a acobardar aunque apenas parezcas un gusano revolviéndose en el anzuelo...- afirma casi para sí mismo para seguidamente abalanzarse sobre ti.
Rápido e imprevisible cómo el ataque de una auténtica serpiente, cuando tus cansados músculos reaccionas ya lo tienes encima sujetándote con tal fuerza que podría hundirte en el propio suelo de cemento.

-Vamos, defiéndase, ¿por qué no me aparta, srta.Owen?- te pregunta mientras te observa con seriedad, y aún así su rostro no expresa regocijo.

Veo sus manos acercandose a mi cuello, la respiracion se acelera pero luego noto como rompe el collar. Es mas fuerte de lo que pensaba, el aire consigue entrar con toda su fuerza en mis pulmones que se quejan mientras toso por volver a mantener la respiracion normal.
Le miro de reojo cuando noto como me tira al suelo y se pone encima, su cuerpo contra mi cuerpo, este contra el cemento del suelo, demasiada fuerza, se que no podre apartarle por mucho que me revuelva pero tengo que intentarlo Dios es guapisimo, si fuera otra circunstancia
Sven, ese no es un nombre muy comun en America digo sin apartar la vista de sus ojos sin perder la calma y la sonrisa Valquiria? no se yo, tal vez y tienes razon yo no me rindo nunca muevo mis brazos poniendo mis manos contra su pecho como si fuera a apartarle ¿De verdad vas a dejarme escapar tal facilmente Sven? o solo estas jugando conmigo? mantengo las manos ahi, apartandolas luego y flexiono una de las piernas despacio y con cuidado
Tal vez no me dejes levantarme o tal vez tus amigos esten esperando fuera para matarme. Hay muchas posibilidades pero solo me gustaria si saliera viva de aqui Lo acompaño con un puñetazo en su cara mientras uso la pierna para impulsar mi cuerpo y apartarle de mi Si sobrevivo a esto dare mas clases de defensa personal, y aprendere un nuevo arte marcial.

-Soy de la lejana Europa... Aunque quizá no sepas dónde está siendo americana- compone una sonrisa ladeada burlona mientras empiezas a revolverte todo lo enérgicamente que puedes.

-Nunca juego, cómo mucho te pondría a prueba...- le golpeas en la cara, que apenas gira en realidad, y le apartas con un impulso de tu pierna previamente doblada.
Te levantas todo lo rápido posible y empiezas a correr hacia la puerta... de repente chocas contra algo, y es el propio Sven que hace apenas un segundo no estaba ahí.

Te sujeta de la muñeca levantándotela.
-Preciosa, se me agota la paciencia y no querrías verme enfadado, así que pórtate bien y estáte quieta... ¿Acaso crees que llegarías muy lejos en tu estado? ¿Qué alternativas tienes? Te doy una última oportunidad de comportate con dignidad- tras lo cuál espera tu respuesta sin soltar tu brazo ni hacerte daño, al menos de momento.

Europa, eso esta al otro lado del oceano, mi abuelo era gales, de ahi el apellidodigo al escucharlo y antes de conseguir levantarme. Muy bien al final no era tan fuerte como parecia sonrio para mi mientras corro todo lo deprisa que puedo hacia la puerta a pesar de mi debilidad¿Ponerme a prueba? no me gusta eso tampoco es lo ultimo que pasa por mi mente antes de chocar con algo, al alzar la mirada le veo alli frente a mi. Intento que no me coja y que me deje pero atrapa mi muñeca y levanta el brazo con fuerza No me culpes por querer marcharme, es mi vena galesa. Y ¿tu que sabes de dignidad? Preciosa, en otro momento me hubiera sentido halagada pero en este momento no se yo que pensar respiro hondo mirandole a traves de mi pelo que me cubre la cara Alternativas? no lo se, todo se puede improvisar, tal vez sea un poco Mcguiver o tal vez sea un caso perdido. Nunca se han puesto de acuerdo

Sven arquea un poco una de sus cejas.
-¿Eres de las que no sabe callar o de las que habla cómo una loca cuando está nerviosa?- pregunta de forma retórica, puesto que sigue hablando con la misma firmeza y seguridad de siempre, volviendo su ceja a la postura normal.

-Vamos a hacer un trato. Nosotros no volveremos a buscarte y tú harás lo mismo. Podríamos decir que ésta noche no ha sucedido nunca... Bien, ¿aceptas?- te pregunta con tono que no admite discusión ni negociación alguna. Parece que tus únicas opciones se limitan a "lo tomas o lo dejas", y las piernas te tiemblan tanto que probablemente sea lo último que podrás decir antes de caer rendida.

Pues ni lo uno, ni lo otro digo con mucha calma sin dejar de mirarle, sin dejar de escucharle, de...No Nat, es un secuestrador, encima quiere negociar tu liberacion y no saldras muy beneficiada
Me quedo pensativa con la oferta, cayo para que crea que lo estoy meditando si acepto, luego cuando me pregunten por la herida de la cabeza ¿que les respondere?. Es que me di yo misma un golpe en la cabeza, sonrio un poco mas Veras Sven, yo aceptaria pero claro hay cosas en las que no puedo mentir y si me preguntan yo no podria mentir por que se darian cuenta los demas me encojo de hombros un segundo sin apartar la mira
Esta noche no ha pasado nada, pero si en un futuro volveis a cruzaros en mi caminoy ojala ocurrra solo para poder volver a verteno prometo nada.
Extiendo la mano libre para chocarsela pero aun asi sigo siendo la señorita Owen y no respondere a otro nombre
Ya las piernas no me sostienen y dudo que lo hagan mas y podrias ayudarme con la brecha que tu amigo me hizo en la cabeza, ahi no puedo mentir

Sven te observa, analizando cada palabra, cada mínimo gesto que realizas, cómo si ello pudiera decirle cosas de ti que ni siquiera pretenderías transmitir.
-Lleva una coraza demasiado grande y oxidada para un cuerpo tan pequeño- dice de repente, casi sin sentido a simple vista.

-Un placer hacer tratos con usted- te estrecha la mano y entonces te estira hacia él -Ahora srta. Owen...Duerma- tus párpados empiezan a cerrarse casi de inmediato tras su "orden". Parece cómo si te hubiera hipnotizado y aún así no puedes hacer nada para oponerte. Tus músculos ya no responden y lo último que sientes son unos brazos que te rodean y transportan...

Despiertas... Esta vez mucho más cómoda, limpia, sin sangre en la cara y con la herida cubierta con gasas bien vendada.
La cama es amplia y de un blanco impoluto además de mullida.
No tienes ni idea de cuánto tiempo debes haberte pasado durmiendo en ése sitio, pero quizá lo peor sea darte cuenta de que te encuentras en ropa interior.

A un lado hay un armario igual de blanco que la cama y una pequeña silla con lo que parece un vestido algo viejo pero en perfectas condiciones.
Al otro lado hay una ventana a través de la cuál oyes la lluvia golpeando los cristales, pero las cortinas están corridas y no puedes ver a través.
También hay una cómodo gruesa, de cajones blancos, sobre a cuál reposa un enorme espejo.
Lo único que consigue que no te vuelvas loca ante tanta blancura, es el tono azulado de las paredes. En cierto modo transmite calma, pero tampoco parece una habitación normal y corriente, al fin y al cabo no es la tuya.

Después de examinar la habitación a simple vista, empiezas a apreciar de fondo, a través de la puerta entreabierta, sonidos metálicos y murmullos suaves. Está claro que no estás sola.

¿Coraza? es lo que pienso extrañada cuando lo dice, su mano contra la mia, como tira de mi hacia el dejandome mas cerca de su cuerpo Dios si intenta algo no podria resitirme... una palabra y antes de que pueda responderle estoy dormida, mi cuerpo se mueve posiblemente me este transportando lo que me recuerda a mi infancia, a mi padre.
No se cuanto he dormido solo que estoy descansada, la herida no me duele, al menos no mucho. La toco esa vendada entonces abro los ojos, estoy en una cama y al levantarme me doy cuenta de que estoy en ropa interior lo que provoca que me sonroje un poco, el unico hombre que me ha visto desnudo hasta ahora habia sido Walter y no se si me gusta que un desconocido por muy guapo que sea me vea desnuda.
Miro la habitacion, todo es blanco menos las paredes. Veo el vestido sobre la silla Sera para mi? o tal vez solo este ahi por otra cosa camino con cuidado y sigilo hacia el armario para abrirlo pero me paro y cojo el que hay en la silla poniendomelo. Es mi talla y me queda bastante bien, como si lo hubieran echo para mi, sobre la comoda hay un espejo ademas esta lloviendo. Voy hacia la ventana descalza ya que no veo zapatos por ningun lado y descorro un poco las cortinas para ver el exterior si se puede, luego la dejo como esta. Me encamino a la comoda y me miro al espejo, veo la venda, si no la tuviera estaria muy guapa. Voy a tener que pensar al final que no era tan malo y que tenia corazon sonrio para mi acariciando el vestido. Entonces escucho algo que llega a traves de la puerta, murmullos y sonidos metalicos, busco algo para recogerme el pelo esta muy revuelto, lo engancho en una trenza y camino hacia la puerta descalza. La abro y miro a ver que hay saliendo siguiendo los sonidos para ver de donde son y quien los provocan aunque en mi interior pido que sea el, debo de estar loca.

Cuando te acercas a la ventana y apartas la pequeña cortina, puedes ver en el exterior un amplio jardín bien cuidado que incluso posee un pequeño camino de piedras aplanadas que conducen a la carratera.
Desde ahí puedes ver también buena parte de la extraña casa en la que te encuentras, de tipo modernista al parecer.
Compuesta por cristal, madera y algunas planchas de cemento.
Sigue lloviendo y a pesar de que eso provoca que esté algo oscuro, aprecias que ya es de día.

Sales de tu ensimismamiento cuando empiezas a distinguir voces cerca de tu habitación, así que te pones el vestido y todo lo demás y decides salir.
Ahí hay una amplia sala que parece albergar cocina, comedor y parte de sala de estar.
Una de las paredes es totalmente de cristal, permitiendo ver el jardín exterior, no hay ningún tipo de decoración y los muebles, en su gran mayoría, son de formas geométricas rectas, lo cuál da un ambiente "moderno" pero algo frío.

Frente a ti hay una gran mesa metálica rodeada de varias sillas, sobre una de las cuáles una niña de apenas 11 años sigue comiendo sus cereales mientras te observa de arriba a abajo con una sonrisa.
Detrás de ella aprecias la típica "barra americana" con unos pocos taburetes y los diferentes cajones, nevera y demás utensilios de la cocina.
La niña se gira, observando el lado que queda a tu derecha y está mejor iluminado por el ventanal/pared.
Ahí se encuentra Sven, sentado en una butaca negra mullida y concentrado en lo que parece un ordenador portátil algo extraño.

-Sven, ¿es ella?- pregunta la pequeña con una inocencia tan sólo comparable a la de su rostro.

Entonces él levanta la cara mirándote, baja la pantalla del ordenador y sale del sillón.
-Claro que es ella, ¿a cuantas mujeres traigo yo en mitad de la noche?- le dice a la niña con una sonrisa que ella le devuelve, pero sin embargo el rostro de Sven enseguida vuelve a su seriedad habitual.

-¿Has descansado bien? Deberías comer algo y entonces marcharte...- te mira de arriba a abajo asintiendo y vuelve la vista hacia la niña.
-Susan, ¿y los zapatos? Anda, ve- le dice con un tono menos autoritario del que sabes que puede llegar a emplear.