Partida Rol por web

Mientras la otra enfermera entra en la sala, te llama la atención uno de los muchos pósters de anatomía que hay en la habitación.
En la descripción de lo que debería ser el glóbulo ocular leer: "¡Mírala bien! ¿Qué es....?".
Ciertamente te quedas desconcertada y vuelves a mirar a ambas mujeres.

La chica que te ha cosido sigue ahí, a tu lado, con sus propios papeles.
Pero la que se acerca a ti, ella... Tiene un aspecto horripilante, cuesta creer lo que estás viendo y sin embargo ahí está.
Sus ojos sin pupilas y sin vida te ponen los pelos de punta, mientras su piel cenicienta y putrefacta se te antoja lo más asqueroso que has visto en mucho tiempo...

Empiezas a rellenar un poco tu informe, más que nada los productos empleados, en qué cantidad y el motivo pro el cuál los has usado.
Firmas y demás, el resto de información hace referencia a la paciente, así que te dispones a preguntarle pero de repente algo ha pasado con la mujer que acaba de entrar... ¿o acaso no te habías fijado antes?

Tiene un aspecto horripilante, cuesta creer lo que estás viendo y sin embargo ahí está.
Sus ojos sin pupilas y sin vida te ponen los pelos de punta, mientras su piel cenicienta y putrefacta se te antoja lo más asqueroso que has visto en mucho tiempo...

cuando la gasa me roza la piel doy un pequeño respingo. está fría a causa del suero, noto como se me erizan los pelitos de los brazos debajo de las mangas de la camisa. no seas boba, compórtate o la chica esta pensará que eres tonta. presiono la gasa tal y como me indica, abro los ojos a tiempo para ver como se me acerca con una inyección. lo que me faltaba. de nuevo cierro los ojos y dejo escapar un pequeño ¡ay! apenas audible cuando la aguja traspasa mi piel y mi carne, rozando el hueso de la mandíbula. que piense lo que quiera. parece que en mi mente haya una disputa sobre el ser y el parecer. no pasan ni dos segundos cuando empiezo a notar un ligero hormigueo en esa zona, parece que se me vaya a caer el labio. gracias a la anestesia apenas noto la aguja con la que me cose el corte. la chica demuestra bastante destreza en lo que hace, lo confirma contándome que hace esto casi a diario. culmina su trabajo, colocando una nueva gasa y espradrapo. gracias. digo aunque con una parte de la cara inmovilizada suena algo raro. unos golpes en la puerta nos hacen desviar la mirada. entra la mujer de la recepción par entregarme unos papeles. cuando la veo acercarse a mi retrocedo presa del pánico. intento arrastrarme hacia atrás por la camilla. dios, no te acerques, no te acerques!! grito aterrada por esa visión. mi mano topa con algo frío, giro la cabeza un segundo. a mi lado hay un palo de aquellos de los que cuelgan las bolsas de suero al lado de las camas. lo cojo y apunto a la mujer que acaba de entrar. fuera de aquí!!

La chica no se ha quejado casi cuando le he puesto la inyección asi que sonrio amablemente, cuando termino me traen los papeles, pero mi mirada se desvia de los datos para posarse en la enfermera... pero ¿que demonios me ocurre hoy?, la mujer presenta un aspecto asqueroso, su piel casi desprendida en algunas partes de su cuerpo indican que llevan putrefactos mas de unos meses. Sus pupilas recorren la sala posandose en mi, es escalofriante, la chica presa de un ataque de pánico coje el gotero e intenta amenzar a esa criatura que ha sustituido a la enfermera...durante unos largos segundos que me parecen minutos no puedo mover ni un musculo de mi cuerpo, mi voluntad parece haberme abandonado.

Con todo el aplomo que puedo reunir dejo la carpeta y el boli en una mesa cercana y con cuidado me acerco a la chica, la cual de momento sigue igual de aterrada pero con la piel saludable. Me giro para apartar la vista de la criatura que tengo a mis espaldas y mis manos temblorosas intentan desarmar a la joven con paciencia Tranquila no pasa nada, estas afectada por la anestesia y el sock, seguro que todo va bien ahora. Esta claro que ella esta viendo lo mismo que yo ¿la enfermera nos vera tambien como cadaveres andantes?.

Con paciencia y tenacidad intento soltar las manos de la joven de la barra metalica, miro directamente a sus ojos y muevo la cabeza de forma afirmativa... todo va a ir bien.

Permanezco dandole la espalda a la criatura pero tensa y atenta a sus movimientos, solo deseo que se gire y vuelva a su puesto de trabajo. Tranquila puede retirarse enfermera, todo esta bajo control. mi tono de voz ha sonodo lo mas seguro que he podido.

la enfermera que me ha atendido hasta el momento, parece no percatarse de la situación, no ve al monstruo situado a su lado. sigo con el gotero agarrado con ambas manos, blandiendolo de vez en cuando, aunque el monstruo no se mueve, no intenta nada. la enfermera deja lo que está haciendo y poco a poco se acerca a mi. la miro alarmada, su aspecto es normal, pero no sé si debo fiarme de ella. me habla suave y pausadamente, le habla al monstruo, le dice que se me pasará y yo no tengo ni idea de qué es lo que se me tiene que pasar. pone una mano sobre el gotero y me pide que lo suelte. la miro a los ojos, algo me dice que debo hacerle caso. y si está con ella? dice una voz en mi cabeza. pero..., parece sincera. la enfermera se gira hacia el monstruo, le dice que se vaya, que todo está controlado. con los ojos muy abiertos miro a esa cosa y asiento con leves y rápidos movimientos de cabeza. sí, sí, que se vaya.

La chica parece no fiarse mucho de mi y la situación se esta poniendo un poco tensa pero poco a poco consigo que me atienda. Giro mi rostro bruscamente hacia la criatura mi voz resuena autoritaria en la pequeña habitacion ¡vayase no ve que la esta alterando!

Aunque la paciente parece confiar en mi mis manos no han soltado la barra de acero, y no piensan hacerlo hasta que "eso" salga de la habitación. En caso de necesitad solo tengo que volverme y asestarle un buen golpe eso es, cuando mis ojos se posan de nuevo en la enfermera me estremezco ligeramente, mi respiración comienza a ser algo mas agitada y un sudor frio me recorre la espalda y humedece las palmas de mis manos. es todo tan confuso...¿serán imaginaciones mias? ¿tendra una causa externa? parece que solo somos conscientes la paciente y yo asi que puede deberse a un farmaco en mal estado... todo tiene que tener una explicación.

La enfermera, o lo que diablos sea esa cosa, parece algo aturdida al ver vuestras reacciones, tanto que sus papeles resbalan de sus manos, produciendo un ruido seco al caer sobre el suelo.

-De qué coño estáis hablando, porqué me miráis así...- frunce mucho el ceño, al parecer el "ser" está muy molesto pues vuestra actitud es del todo hostil hacia él, así que sin más preámbulo ataca, abalanzandose sobre la espalda de Ayira que está más desprotegida, pero aún así ésta no recibe daño alguna de momento, al parecer la enfermera es algo torpe... Pero ha dejado claro que intentará dañaros.

Sara, tienes el delgado "bastón" de metal entre las manos, y sientes que podrías hacerle bastante daño a ése monstruo, al fin y al cabo es lo que se merece ya que quiere atacaros... El arma improvisada empieza a adquirir un brillo sobrenatural que desprende algo de calor infundiéndote más valor y seguridad en ti misma.

el ser espantoso sigue ahí, aunque la enfermera le ha pedido que se vaya. sigo agarrada al gotero, temblando de puro pánico. el monstruo deja caer unos papeles y acto seguido abandona su pasividad, lanzándose encima de la enfermera, aunque afortunadamente no es muy hábil y no le hace daño. me quedo algo paralizada, pues aunque soy consciente de que debería hacer algo, no me siento capaz. de repente, la barra metálica se ilumina, la miro sorprendida con los ojos muy abiertos, el brillo que desprende me da calor, me da fuerzas. a través de las palmas de las manos, fluye la energía, la noto como se va extendiendo por todo mi cuerpo, dándome el valor suficiente para atacar. levanto el gotero por encima de mi cabeza y descargo sobre el monstruo todo mi miedo convertido en una mezcla de ira y energía.

Todo transcurre en un breve parpadeo, no se porque razón la enfermera no ha querido marcharse y se ha abalanzado sobre mi. Durante su ataque no he recivido daño alguno pero me ha quedado suficientemente claro que no es muy amistosa y que pretende hacernos daño. No puedo permitirlo es un ser abominable

Antes de que pueda reaccionar la joven paciente se ha lanzado contra la "cosa", la barra que sostenia entre las manos ha comenzado a brillar lo he visto claramente, era palpable el calor que desprendía y la furia con la que ha atacado al monstruo. Muy a mi pesar la criatura no se ha desplomado en el acto ¿qué puedo hacer? .

Con el golpe de la criatura he ido a parar cerca de la mesa en la que reposan los utiles de curas sin pensarlo mucho cojo una de las agujas preparadas con anestesico he intento apartar al ser de la chica.

El golpe de Sara no resulta demasiado letal, pero si lo suficiente para que la criatura dé un traspiés y Ayira aproveche para inyectarle con precisión la aguja en el cuello.

Por muy hondo que ésta penetra, no sale sangre alguna de la herida pero de todos modos le inyecta el contenido y la supuesta enfermera cae al suelo inmóvil... pero tan sólo por unos segundos, enseguida empieza a tener espasmos que dan a entender que su recuperación del sedante será sobrenaturalmente rápida.

Horrorizada por lo que he hecho durante un momento no puedo hacer otra cosa que contar los espasmos que recorren a la criatura... es horrible no ha salido sangre de ella. Los pensamientos escapan poco a poco de mis labios sin que pueda hacer nada para retenerlos.

Mis ojos oscuros abiertos de par en par se dirigen hacia la joven que ha derribado a la criatura, tenemos que salir de aqui antes de que se levante rápido!

Mis pasos se encaminan hacia la puerta esperando que la chica piense como yo, pero mis ojos no dejan de vigilar ni un instante ninguno de los movimientos de la criatura, por si acaso antes de salir de la habitación cojo un bisturi rapida y lo mantengo firme en mi mano.

mi golpe no ha resultado demasiado afortunado, pero la enfermera ha aprovechado el poco aturdimiento del monstruo para inyectarle algo que la ha dejado cao y que le provoca un efecto del todo raro. la miro algo absorta, mi reaccion es algo que no esperaba, pues es la primera vez en mi vida que uso la violencia. la voz de la enfermera gritando que tenemos que salir me saca de mi aturdimiento. hay algo aquí que podamos usar como arma por si nos sigue? le pregunto, saltando de la camilla y esquivando el cuerpo que sigue convulsionando en el suelo.

La pregunta de Sara queda en el aire mientras ambas decidís salir de la sala de urgencias "menores", cerrando detrás de vosotros e intentando recuperar el aliento y la compostura después de tal acontecimiento.

Os alejáis por el pasillo, ya que por suerte Sara ya tiene su cura hecha y conseguís llegar hasta dónde os proponéis sin demasiados problemas, al parecer la criatura no os ha seguido...

Entonces sois interrumpidas por un enfermero que pasaba por ahí y parece algo alterado.
-¡Ayira! Qué suerte encontrarte pro aquí, vamos acaba de llegar alguien con múltiples heridas de bala y te necesitamos en quirófano- sin daros tiempo ni siquiera a despediros, el muchacho estira de a enfermera arrastrándola a otro pasillo, quedando separadas.

salimos del box, cerrando la puerta a nuestras espaldas, aunque no nos garantiza nada. andamos rápido por el pasillo pero sin correr, para no llamar la atención de las personas con las que nos cruzamos. a mitad de camino un chico nos intercepta y se lleva a la enfermera hacia el quirófano. de repente me encuentro sola en medio del pasillo, completamente desemparada, pues la situación es completamente nueva para mi. miro hacia todas direcciones y al final decido salir a la calle. el cielo está completamente nublado y cae un aguacero considerable. echo a correr por la calle, en direccion a casa.

Sales del hospital a pesar de la intensa lluvia y empiezas a correr hacia tu casa, parándote de vez en cuando bajo algún escaparate para poder cruzar las calles sin problemas, sintiéndote nerviosa e inquieta cómo si alguien te observa o te siguiera... Lo cierto es que estar empapada hasta los huesos no ayuda en absoluto a intentar reconfortarse y no puedes evitar pensar en ésa enfermera-zombie o lo que diablos fuera.

Después de varias calles, cuando te detienes bajo un balcón para esperar que tu semáforo se ponga en verde y puedas cruzar, distingues a escasos metros y bajo otro de los balcones del mismo edificio a un hombre alto y moreno.
Viste una chaqueta de cuero y unos tejanos realmente desgastados e incluso con algún que otro agujero.
Debajo puede entreverse una camisa estampada que denota su posible mal gusto para vestir, pero en realidad ahora eso es lo menos.
Te observa de arriba a abajo inquisitivamente y ni siquiera se toma la molestia de intentar disimular que te está siguiendo.

en un acto inútil, intento protejerme la cabeza con mi bolso vacío. al cabo de un rato voy empapada de pies a cabeza, dejo de correr para evitar caerme. me meto en tiendas y debajo de balcones mientras espero que los semáforos se pongan en verde. hay más gente en la calle resguardándose de la lluvia, pero me llama la atención un tio la mar de raro que me mira como si temiera perderme de vista. le miro un rato hasta que el semáforo cambia de color y sigo caminando, si tiene algo que decirme, ya me lo dirá...

Andas a paso ligero para cruzar la calle, lo cierto es que ya empieza a resultar algo inútil intentar esquivar los charcos con lo mojados que llevas los zapatos y el bajo de los pantalones pero en fin, ya falta poco para llegar a tu casa, tan sólo una calle, aunque algo larga.

-Hmm... acabas de salir del hospital, ¿no es así...?- parece que el tipo se ha decidido a hablar, y pro su pregunta es probable que te lleve siguiendo más rato del que eras consciente.
Su voz resulta algo grave, con un tono que denota que está muy seguro de sí mismo.

Mira alrededor un instante y después, te hayas detenido o sigas andando, se acerca un poco más a ti. Guardando las distancias claro.

el tio, ni corto ni perezoso, se acaba acercando a mi y me pregunta si acabo de salir del hospital. me paro, la lluvia me corre por la cara, le miro fijamente, algo sorprendida. pues sí, como lo sabes? sigo andando hacia mi casa, no sé quien es ese tio, ni que quiere de mi, pero no se me ocuerre prengutar nada más coherente que como lo sabe. aunque anda un par o tres de pasos por detrás de mi, me siento bastante cohibida con su presencia. cuando llegamos al portal de mi casa me paro, subo el escalon para quedarme más a la altura de sus ojos. ya hemos llegado a mi casa..., aunque puede que ya lo sepas. digo con una sonrisa. me llamo sara, aunque puede que eso también lo sepas ya. quieres subir a casa? no tengo ropa de tu talla, pero te puedes secar con alguna toalla.

-Lo cierto es que ha sido un chivatazo... me lo dijo una amiga- ríe despreocupadamente mientras continúa siguiéndote ya que pareces reacia a detenerte hasta que llegáis al portal.

Él apoya una mano en la barandilla y te mira algo por debajo de ti.
-No sabía nada de eso, y no deberías invitar a extraños a tu casa, ¿no te lo enseñaron en la escuela? -vuelve a reír él sólo, aunque enseguida se reprime.

-Creo que en ésta ocasión tengo que aceptar la oferta, pero tranquila sólo serán un par de minutos- deja que tomes la iniciativa de empezar a subir escaleras y entonces te sigue. Siempre manteniendo algo de distancia, cómo si pretendiera incomodarte menos con ello aunque la situación resulta algo tensa de todos modos.

Entráis en tu pequeño apartamento, él se encarga de cerrar la puerta pero se queda junto a ella, dejando que tú te alejas todo lo que creas oportuno.
-Sé que esto resulta violento y además no se me da bien ser sutil, así que iré directo al grano, ¿de acuerdo?- es una de esas preguntas retóricas que no precisan respuesta, ya que prosigue -Según mi amiga, os vio salir a ti y a otra chica de una sala de urgencias y dentro había un zombie...- y tras ésa afirmación con la cuál cualquiera pensaría que está completamente loco, él sonríe cómo si pudiera comprenderte y fuera algo habitual.

acepta mi invitación, aunque no estoy muy segura de que sea eso lo que quería que hiciera. subo las escaleras y cojo las llaves de mi desértico bolso. entramos en el mini apartamento. nada más entrar se encuentra la cocina comedor, con una pequeña mesa y una barra donde suelo comer, a la derecha una puerta, que da a la única habitación, y en ella se encuentra el baño. me agacho para abrir la puerta del armario de debajo del fregadero, cojo un par de toallas grandes. salgo, sigue apoyado en la puerta de la entrada. sin esperarlo me espeta que sabe lo que ha pasado en el hospital, el encontronazo que hemos tenido con la mujer esa. me deja bastante sorprendida que sepa lo que ha pasado, le tiendo la toalla y me dejo caer en una de las sillas. es cierto, nos hemos encontrado con..., con..., una amiga? no recuerdo que hubiera nadie que pudiera haber visto a la mujer esa. tu crees en todo esto? sabes qué ha pasado?