Partida Rol por web

Mierda! - tras maldecirme por inútil, guardo la pistola en su funda y me acerco a la mujer (Sara) con gesto de derrotado.

Menuda semanita, entre aquella mujer y este tipejo...

¿Se encuentra bien señorita? - Mi tono de voz es paternal y preocupado.

el ladron consigue escapar y mi movil permanece en el suelo, despedazado por completo. el policía resresa hasta donde estoy y pregunta por mi salud. asiento con la cabeza mientras sonrío, aunque me duele un poco al hacerlo. sí, gracias, y gracias por el intento.

Mientras estáis hablando, un trueno resuena mientras el cielo empieza a oscurecerse con nubarrones grisáceos.
La herida de Sara continua sangrando.

¿Conocías a ese tipo? - pregunto mientras me agacho para recoger lo que queda del telefono.

Que preguntas... seguramente seria un ladronzuelo cualquiera...

sí, somos íntimos..., sonrío para enfatizar la ironía. me pidió que le echara una mano para llegar a ser un ladrón de renombre. observo que los pañuelos ya han hecho por mi todo lo que podían. los tiro al contenedor y cojo un par nuevos. vaya, creo que esto es más serio de lo que pensaba. quizás debería ir al hospital a que le echaran un vistazo, me puedes acompañar si quieres. ah, y debería llamar al trabajo para avisarles. miro con una mueca lo que antes era mi teléfono y que ahora parece un rompe cabezas. me puedes prestar tu movil? digo con una sonrisa que denota un poco de culpabilidad por abusar de la amabilidad del chico. aix! se me olvidaba! me llamo sara. digo tendiéndole la mano que me queda libre.

Solo intentaba ser amable - saco el móvil del bolsillo y se lo tiendo a Sara - Encantado, soy Samuel. Voy a parar un taxi para que la lleve a que le vea un médico.

Salgo del callejón sin apartar la vista de la mujer, pego un grito de Taxi! y levanto la mano.

Tras unos minutos algo incómodos, un taxi pasa por la calle y se detiene junto a los dos. El conductor mira a ambos con curiosidad mientras las primeras gotas de lluvia empiezan a llenar el suelo, mojándolo y produciendo poco a poco un ambiente más frío y oscuro que el de hace apenas unos momentos.

Le ago una señal a Sara para llamar su atención y que venga, abro la puerta del taxi esperando caballerosamente a que entre, una vez dentro *, le digo al taxista - Al hospital más cercano por favor, y dese prisa.

cojo el movil y me aparto unos metros. hablo con el encargado que me dice que no me preocupe y que me recupere. he tenido suerte de no pillarle en mal dia, claro que entre semana tampoco hay mucho trabajo, con lo que soy prescindible. le tiendo el teléfono. muchas gracias, suerte que has aparecido, aunque supongo que me habría dejado ir..., tarde o temprano. al rato llega el taxi que amablemente me ha pedido, justo en el momento más oportuno, pues empieza a llover y parece que va a ser una buena tormenta. gracias por todo! pasa algun dia por el cine, trabajo allí y te invitaré a una peli. le digo con una sonrisa, antes de subri y cerrar la puerta. al hospital, por favor. digo al conductor.

Por favor, venga a la comisaria después o - saco mi libreta y un bolígrafo, escribo mi numero de teléfono - llameme e intentaremos atrapar a ese delincuente.

Si más gente denunciase a todos estos pillos los tendríamos a todos entre rejas hace tiempo....

Samuel te tiende un papel que recoges antes de cerrar la puerta, aunque sea por simple educación. Resulta ser su número de teléfono al parecer.
El conductor arranca ante vuestra insistencia de querer ir a hospital sin darte tiempo de responder al policía, si es que realmente pretendías hacerlo.

-¿Se encuentra bien señorita? Oh, Dios mío, sabía que tarde o temprano tenía que pasar, ¡un accidentado!- el taxista parece haberse puesto algo nervioso de repente, y empieza a acelerar pitando a los demás coches, cruzando las calles a gran velocidad y llegando al Hospital General de Des Moines antes de lo que podrías haber imaginado.

mientras consulto y guardo el papel con el numero de teléfono de samuel, el conductor se percata de que necesito asistencia médica, con lo que empieza a conducir temerariamente rápido y haciendo sonar el cláxon insitentemente. dios, a ver si por un corte, vamos a tener un accidente y acabaré en la sala de autopsias. en un plis llegamos al hospital, me acerco a los agujeros de la mampara de separación para que me oiga. el tio que me ha hecho esto me ha quitado el dinero, pero no la tarjeta, si se espera un momento voy al cajero que hay en la planta baja y le traigo el dinero, cuanto es?

-¡Pero qué barbaridades dice! No pierda el tiempo en sacar el dinero y volver hasta aquí, al fin y al cabo sólo eran 5 dólares... Corre a mi cuenta, ¡dése prisa!- la verdad es que el tipo parece muy alarmado, en realidad más de lo que debería... Quizá es el típico que le tiene fobia al hecho de ver sangre, quien sabe.

De todos modos cuando bajas del vehículo te observa unos segundos y después se marcha, dejándote frente a las puertas del Hospital.

ante mi sorpresa, el hombre me invita a la carrera. plantada en la puerta del hospital, observo como sale pitando. vaya, la próxima vez que quiera coger un taxi gratis solo tengo que aparentar que me han atracado..., digo con una sonrisa. me doy la vuelta y entro en el hospital, dirigiéndome a urgencias. hola. digo a la mujer que se encuentra detrás del mostrador, a la espera que me mire y me tome los datos.

-¡Oh! Vaya tiene mal aspecto pero no se preocupe, es el típico corte que sangra mucho y sólo requiere unos cuántos puntos... Vaya por ahí, enseguida la atenderán, cuando salga rellenará los papeles- te señala el pasillo en cuestión, en realidad vacío, y ella empieza a sacar varios papeles de debajo del mostrador.

Te encaminas por dónde te ha dicho la enfermera y acabas en una pequeña habitación, con varios cajones y armarios provistos de utensilios y medicinas y en medio una escueta camilla cubierta con papel renovable.

Bajo a la planta de urgencias menores, al principio mi paso era tranquilo pero cuando veo a la pobre chica con los pañuelos sanguinolentos en la cara acelero mi paso hacia ella, por el camino me voy poniendo unos guantes de latex que guardaba en el bolsillos derecho.

Madre mia! pero ¿que te has hecho?, con cuidado retiro los pañuelos de la cara un poco para ver la gravedad de la herida. La sangre y la tela no me dejan ver con claridad. Con cuidado dirijo a la joven hacia una sala pequeña con una camilla. Alli la dejo tranquilamente instalada en la camilla, pero la hago permanevcer sentada no tumbada. Bueno veamos que tienes ahi.

Mojo unas gasas en suero y me dispongo a limpiar la zona afectada.

Puedes observar que el corte no es demasiado profundo ni grave, pero parece haber pasado cerca de alguna vena que hace que sangre algo descontroladamente, nada que unos pequeños puntos no puedan solucionar.

El suero contiene un poco mejor la hemorragia y no parece que vaya a llevarte más de 5 minutos acabar con ello.

muy amable la señora de la recepción me indica un box en el que permanezco a la espera de alguien que me cure. no pasa mucho tiempo hasta que aparece una chica joven que empieza a correr en mi dirección cuando se percata de mi situación. vaya, la gente de aquí es muy simpática..., me indica que me siente en la camilla y así lo hago. un chico me ha robado el monedero, y me ha dejado un recuerdo. digo, cuando la chica me pregunta por lo acontecido. cierro los ojos y me pongo un poco tensa cuando me acerca una gasa. que no escueza, que no escueza!

Cuando mi mano se dispone a tocar la barbilla de la chica sentada frente a mi veo como sus ojos se entrecierran pensando en la sensacion que le producirá la gasa sobre la herida. La gasa se desliza suave por su rostro intentando limpiar la sangre acumulada al rededor, su tacto es frio y humedo, pero no desagradable. Con una nueva gasa retengo un poco la emorragia, si eres tan amable sujeta un momento la gasa asi, presionando

Me giro hacia los muebles que contienen los útiles medicos y preparo una aguja hilo y unas inzas quirurjicas. Bueno con unos pequeños puntos todo habrá terminado, el rostro de la chica me mira un poco asustado, no te preocupes no creo que te duela, todos los dias me llegan niños con rodillas abiertas, cejas y en fin un monton de cortes y anecdotas que contar a sus amigos en la escuela. Con mi charla animada intento que la chica se distraiga un poco de la aguja para facilitar la cura.

Cuando termino de coserla me retiro un momento y cojo mas gasas para limpiar los puntos de nuevo evitando asi posibles infecciones, le recubro la herida con un aposito Bueno pues parece que ya hemos terminado, no ha sido tan horrible verdad? despues de eso cojo la carpeta con los papeles que tengo que rellenar.

Ayira inyecta un tranquilizante cerca de la mandíbula de Sara, el pinchazo resulta algo doloroso dado que tiene que hacerse cerca del hueso, pero después ya no te enteras de nada más, la enfermera cose con profesionalidad y rapidez la herida, limpiándola y vendándola después.
Sara nota la boca algo dormida, así que le costará vocalizar.

Llaman a la puerta, entra la mujer que estaba en el mostrador de urgencias, tendiéndole unos papeles a Sara que debe rellenar y....