Partida Rol por web

Le alegra, y a la vez le aterroriza la presencia de Lyvia, en en su belleza también está su imponente fuerza que había olvidado, y su amor por el alcohol. Hace cómo dos o tres años, cuándo Grajo todavía era un poco pichón, en una celebración por haber ayudado a capturar un botín, ella estando en un estado de embriaguez, se le acercó, tocando las plumas del brazo.

"¡Qué suave y lindo es tu plumaje Grajo!...Hic... Me gustaría hacerme una... Hic... Almhoada con el... " 

Su padre le había dicho que siempre tenía que estar bien acicalado, no era su culpa que sus plumas brillaran cómo el ébano, y fueran tan suaves cómo la seda, además, había aprendido a la fuerza que los borrachos y los niños son los únicos que dicen la verdad. Esto le causó pavor, pasando gran parte de los siguientes días evitando la. 

-Ah... Hola Lyvi, ¿que tal estás? 

Mantuvo la distancia un poco, no quería que volviera a tocarle, y devolverle esa extraña memoria, el regalo estaba dentro del cofre, no era el, así que si pretendía desplumarle cómo un pollo, desaparecería de la vista de todos. 

Buenas tardes señora Livvia.  Felicidades por su compromiso.  -dijo Annie muy formal, ocultando las chanclas en la arena para que no se notaran, y acomodando el vestido para que no estuviera tan corto que se le viera el tatuaje de brújula que tan artísticamente le había sido diseñado por la mejor tatuadora de Puerto Tinta, si señora. 

¿Será parte de la buena costumbre que un tripulante de cada embarcación se ponga con ella a "las vencidas"?  -Así decían en su tierra a lo que aquí llamaban "pulsos". 

 Podría medirse con nuestro rey de chocolate. 

Se paró a un lado, dejando que los demás se presentaran. 

El aura que emanaba livya era muy parecido al de la Capitana Elizza, por lo que Bronz entendio porque tando la capitana como el resto de la tripulacion se llevaban tan bien con ella, y es que parece un miembro mas de la tripulacion. Pero por alguna razon a Bronz se le hacia dificil hablar con ella y no es como si solo pudiera hacer un ademan con la cabeza o darle un silencioso pero cortes saludo con la mano desde detras de los chicos, Audrey ya había llamado su atencio hacia ellos dos cuando la saludo de primera. por lo que espero paciente a que los demas la saludara, asi podria pensar muy bien lo que le diria.

Buenas Señorita Lynn, felicitaciones por su Boda, tenga — dijo mientras le mostraba la bandeja con los dulces que preparo — son unos dulces que he preparado, es un placer  conocerla. Yo soy Bronz he viajado con la capitana Elizza y los demas desde hace 3 meses*

Finalizo el Hombre de Bronze, manteniendo la bandeja frente a la Novia a la espera de que tomara un dulce o la bandeja entera. con una extraña mezcla de emocion y temor de que rechazara los dulces

-¡Y es estupendo! ¿Verdad, capitana?-apoyó a Bronz con entusiasmo y buscó apoyo en su capitana viendo que el resto parecía casi indispuesto en presencia de la novia-¡prueba uno! ¡O dos! Bronz es el mejor cocinero del mundo-Qué raros están todos, ¡¡ni que se les fuese a comer a ellos!! La presencia de Lyvia Lynn era arrolladora, tanto era así, que había consumido la imponente energía que habitualmente emanaba de Khalan, Grajo parecía más un gato a punto de agarrarse a una viga de un techo que al taimado pese a que su expresión facial se mantenía neutral en cuanto a sus emociones y Annie seguía demasiado preocupada por la imagen que daba.

Y la causante de tanta tensión extraña era una chica de piel azulada vestida con unos pantalones piratas no mucho mejores que los que Elizza llevaba y una sencilla camiseta de tirantes como cualquier otra mujer en cualquier parte del mundo en la que tuviese que mantenerse fresquita y diese prioridad a los movimientos.

A lo mejor es medio bruja y yo soy inmune. ¿Será que ellos no se han tomado vitaminas?

-¿Cuántos de los pastelitos de Bronz te entran en la boca? ¡Con eso puedo competir yo!-como si nada llenó el breve silencio después de buscar el apoyo de la tripulación en presumir de Bronz mostrando una sonrisa amplia e ingenua.

Tras un abrazo grupal inicial entre gritos de alegría, la pirata híbrida fue recorriendo dando su afecto a todos los miembros de la tripulación. Uno por uno.

La primera fue Audrey, que con sus puros instintos gatunos se había abalanzado hacia Lyvia para abrazarla, cosa que Lyvua aprovechó para arrancarla del hombro de Bronz y achucharla como si fuera un peluche. ¡Y eso que era la primera vez que la veía!

- ¡AAAAH! ¡PERO SI AHORA TENÉIS A UNA PELUCHINA EN LA TRIPULACIÓN! ¡Qué blandita y suave es! ¡Me pasaría el día abrazándola!

Una vez Audrey incluso está mareada de tanto achuchón, le responde.

- ¡No te preocupes que lo mejor de la boda no ha empezado todavía! ¡Queda la fiesta!

Luego fue Elizza. La abraza, le revuelve el pelo, le pellizca los mofletes.

- ¡ME HABRÍA VUELTO LOCA SI NO OS VEO! AAAAAH

También le tantea el brazo y la pierna mecánicos.

- ¡PERO MIRA ESE BRAZO ROJO! ¿Y la pierna!? ¡¿LOS HAS MEJORADO! ¡La última vez que te vi no estaban así!? ¡TENEMOS QUE PROBARLOS! ¡QUE VAYAN TRAYENDO UN CAJÓN GRANDE PARA UN PULSO COMO DIOS MANDA!
¡SIRVIENTE! ¡CAJÓN! ¡BEBIDA!

El pirata al que Lyvia había ganado en el pulso empieza a moverse para traer un cajón grande de madera.

Luego fue Khalan. Obviamente lo abraza, pero luego le soba los músculos del brazo coqueteando de forma amistosa.

- ¡Pero miren todos eso! Si era imposible que estuviese más fortachón y mírenlo ahora. ¡Lo tímido que es y los bombazos que se gasta! Dime que piensas sacarles algo de partido en la boda… 

Dijo de forma picaruela.

- Si decides ligarte a alguna invitada o invitado y vais a derrochar algo de pasión con esos musculitos espero que me avises eh! Como minimo quiero mirar! Jajajajajajaja!

Dice, mientras ultima la jarra de bebida que estaba tomando y la tira al suelo mientras va a pos su siguiente objetivo: Grajo. Lo achucha cuasiviolentamente, como a Audrey, para exprimir al máximo la suavidad de sus plumas.

- ¡GRAJOOOO! MI PEQUEÑO LADRONZUELO-ALMOHADA-VIVIENTE. ¡Acabas de llegar a la boda y ya has robado algo! ¡MI CORAZÓN! ¡No sabes las noches que he echado de menos acurrucarme junto a toda esta suavidad… O ROBAR COMO SI NO HUBIESE MAÑANA! JAJAJAJAJAJA.

Luego responde a lo que Grajo a penas tuvo tiempo de decir, mientras se aproximaba a Annie.

- ¡Estoy perfectamente! ¡En mi salsa!

Dijo, mientras a medida que llegaba a Annie tomaba otra jarra de bebida. Tener bebida en la mano no le impidió en absoluto abrazar a la navegante.

- ¡Pero si está aquí la única mujer capaz de rivalizar con mi belleza! ¡NO IRÁS A ROBARME A MI FUTURO MARIDO! 

Y se percata del tatuaje, con lo que se abalanza a la pierna de Annie.

- ¡PERO QUÉ ME DICES! AL FINAL TE TATUASTE ¡ME HICISTE CASO! ¡PODRÍA CASARME SOLO CON TU PIERNA! ¡Mikele se podría ir despidiendo de mi con tanta mujerona por aquí!

Dice mientras se reincorpora y va volteándose hacia Bronz.

- PERO Y ESTE QUIÉN ES! SI ESTÁ HECHO DE METAL. ¡Si es que no se qué hago que no estoy formando parte de la mejor tripulación del mundo!

Pero su atención fue a parar inmediatamente a los pasteles de Bronz, tan bien presentados por Audrey.
La pirata no dudó un segundo en abrir la enorme boca llena de dientes serrados (otro de los regalitos productos de la hibridación genética) y devoró toda la bandeja, mientras se le hinchaban las mejillas como si fuesen las de un roedor mientras abrazaba a Bronz entre lagrimones.

- ¡Qfé ricu---! ¡Gcias pr el orgammo culin.rio! 

Dijo como pudo, con la boca llena.

Mientras tanto, os habían preparado, por orden de la pirata, una cajonera enorme y os traían jarras de bebida y bandejas de comida.

Sonreí ampliamente cuando vi a Lyvia saludando a todos. ¡Ay! ¡Cuánto la había echado de menos!

—¿Te gustan? —le dije, dejándole que tocara el brazo y la pierna si quería—. ¡Son brutales, ¿verdad?! Y no has visto de lo que son capaces de hacer todavía... Mira, mira.

Y para mostrárselo, apreté un poquito el puño haciendo salir las llamas de detrás del codo. Sentí el impulso, que casi me hace levantarme unos centímetros del suelo si no fuera porque dejé de propulsarme rápidamente.

—Con esto meto unas piñas que flipas, ¡juas!

Por supuesto, nada más ver la jarra de bebidas y la comida que fueron trayendo, yo aproveché para coger. ¡Era gratis! ¡Había que aprovechar!

—Cuentfáme —añadí, hablando con la boca llena—. ¿Cfómo ef tfú pfometido? —me tomé un segundo para tragar y continué—. ¿Muy guapete? ¿Rico? ¿Tiene un buen barco? ¡Y desde cuándo estás con él! Pillina, no tenía ni idea hasta que llegó el loro con la carta y la invitación de boda en su pico hasta mi barco. ¡Qué callado te lo tenías!

Annie se sentó junto a la cajonera, dispuesta a ... lo que fuera que se hace en ellas.   Mientras tanto le preguntaba a la novia:

Si, ahora bien, dinnos.  ¿Qué tiene ese hombre que finalmente convenció a la pirata más salsa del mundo a comenzar familia?   -Porque por eso se casaba una, ¿no? para comenzar con hijos.  Si no, todo lo demás se podía ir viviendo con tan sólo embarcarse juntos, o montar guarida juntos en cualquiera de estos barcos e islas. 

Yo lo veía pasar pero dentro de unos 3-4 huracanes o más (así medía el tiempo Annie), ¡no tan pronto!  Que mira que que sorpresa Livvi, ¡qué suertudo que es él!

¿O es como elegir barco?, que una vez que ves uno que te llama, te llama. 

Cuándo dijo aquello, las plumas se le crisparon, solo los dioses del mar sabían que otras cosas hizo ella con su cuerpo mientras dormía.

Estaba claro que el no había robado su corazón y que ella solo quería molestarle, pero si disfrutaba de robar cuándo estaba en su presencia, ella causaba más jaleo que Khalan, y esos segundos o minutos vitales para el siempre fueron de gran ayuda.

Pesé a sentirse avergonzado, expresó una sonrisa sincera.

-Si fuera cierto que robé tu corazón, sería yo quién se casara contigo-

Bromeó con una risa melodiosa, casi costaba creer que el muchacho era un pirata. Se coloca al lado de Bronz, comiendo bocado a bocado, sin atiboorar la boca con comida, error que ya había cometido su jefa, por eso se llevan también, si es cómo se miraran en un espejo. 

Ñaaaaaaaaaa.

La cabeza de Audrey se bamboleó en movimientos circulares en un reflejo de cómo el mundo entero daba vueltas a su alrededor mientras Lyvia le aplicaba una presa mortal  estrujándola entre sus brazos (momento en que Audrey comprendió al 10000000% cómo había sido capaz de derrotar al rufián cachas y grandote que había perdido cuando llegaron) y cuando la novia soltó a la felina doctora se quedó temblorosa en el sitio un poco desorientada. Moverse hacia Bronz, la criatura más inamovible de los presentes, fue como caminar por la cubierta del barco un día de tormenta, trastabilló y se meció con pasos inseguros hasta volver a tocarlo y usarlo como ancla y que el mundo dejase de darle vueltas.

-No, gracias, me estoy quitando-rechazó la comida y la bebida. Si a la queridaLyvia le daba por estrujarla de nuevo sería como pisar un cartón de leche lleno y le saldría la comida y la bebida por todos los orificios del cuerpo a chorro.

Un sentimiento caliente se comenzo a generar en el pecho de Bronz luego de escuchar las palabras de Lyvia, aquellas amables palabras casi hacen que el gigante se ruborisada, y quizas lo hizo, pero solo un poco.

Poco despues comenzaron las celebraciones piratescas, la bebida y la comida corrian de un lado a otro, Bonz no solia comer nada y tecnicamente no necesitaba beber licor pero siempre acompañaba a sus amigos, ademas le era muy gracioso ver como los piratas competian con él para ver quien se emborrachaba primero. Durante los festejos vio a Grajo a su lado comiendo tan calladamente como siempre, y con un golpesito en la espalda lo animo a que bailara con una de las camareras que traian la bebida que llevaba rato mirando. 

Justo despues llego a el Audrey en lo que se podria decir que es un estado de ebriedad pero no causado por alcohol, si no por lo que parecian ser unos apapuches de otro mundo.

JAJAJAJA, por lo que veo tu ya estas fuera de combate — le dijo antes de tomarla con las manos y tomarla entre brazos para que pudiera descansar hasta ue se recupere del ataque de la terrible Lyvia.

— Pienso hacerlo — Dijo Khalan sonriendo — Pero antes, disfrutemos de ese pulso y de un buen barril de ron —

Khalan, siempre disfrutaba de la compañía de buenos amigos y ahora mismo no podía estar en mejor compañía. Todavía tenían pendiente saludar al novio y encontrar su tienda, pero habría tiempo para todo. Por ahora... era momento de disfrutar.

Os sentáis en pequeños cajones y toneles que os colocan cerca mientras termináis de saludaros, para que charleis cómodamente mientras Lyvia os pone al día.

- ¡AAAAAh! Chicos. Ojalá poder contaros las cosas que he hecho durante horas. ¡Pero realmente es difícil mantener el contacto!
Mi prometido se llama Mikele. Es el médico de la Familia Cannoli. ¡Más mono!
Es un solete. El barco que tienen además también le roba el corazón a cualquiera ¡Una auténtica fortaleza flotante! Eso sí que es amor a primera vista.

Cuando se percató de que estaba hablando más del barco que de su prometido, se corrigió.

- Pero bueno, ¡os lo presentaré directamente! Por cierto, ¿Habéis saludado a madre? Seguro que también se alegra de veros!

Se levanta rauda.

- ¡Venga, sin pensárselo! Hay mucho que hacer y mucha gente que ver!

¡Lo sabía! ¡Tenía un buen barco! ¡Juas! ¡Cómo conocía a Lyvia!

No pude evitar sonreír con picardía cuando empezó a hablar y hablar y hablar del barco de su futuro esposo. Tal vez fue por eso, por percatarse de mi sonrisa de «te «pillé», que mi preciosa amiga cambió de tema repentinamente.

—¡Qué va! No nos ha dado tiempo aún —le contesté—. ¿Está por aquí cerca? ¡Estoy deseando de verla!

En cuanto se levantó de su asiento, yo la imité no sin antes darle un último trago a mi jarra, bebiendo hasta la gota más pequeñita y escuchimizada de todas.

—¡Vamos!

El regalo no se lo quise dar aún. Era un regalo para la pareja, así que esperaría hasta que nos presentara a Mikele.

-¿Médico?--no pensaba abandonar la protección que Bronz le brindaba aunque había resultado de poco éxito ante wl ímpetu de la queridaLyvia y sus garras estrujadoras de Audreys-¿hay una historia romántica de esas que hacen que el mundo se pare detrás de todo?-quiso saber. Tenía más preguntas, como por ejemplo qué lugares había visitado el futuro novio y si había recopilado algún conocimiento, alguna técnica que ella aún no tuviese entre sus almohadilladas manitas.

No había descanso para los piratas casi decentes y apenas se habían puesto cómodos cuando saltó la protocolaria visita a la madre de la novia que, sinceramente, esperaba que fuese un poco menos efusiva físicamente que Lyvia. Miró al resto buscando algún signo de alarma pero al menos Elizza estaba completamente a favor de ver a la señora madre así que compuso su sonrisa más segura y apretó afectuosa la superficie bruñida de Bronz.

-¡Vamos a conocer a un montón de gente nueva, ñaaaa!

Bueno, compis, parece que la sospecha de un matrimonio a la fuerza se ha desvanecido; a ver qué otra sorpresa nos trae el destino.  -concluyó, susurrando de manera la más discreta pero no por eso menos cotillosa posible.   "Un solete", me encantó la frase, jeje; pa´conocer ya al novio así descrito. 

Aunque es cierta y válida la opinión neo-romántica de que hay que ver a los hombres como algo más que la suma de su proa y su popa. 

¡Os alcanzo!

Annie gritó y se lanzó a acompañar a la comitiva.  Saludaría obviamente a la matriarca lo primero, faltaba más.   Pero luego buscaría entre su tripulación a las y los navegantes.  Para empezar a comparar notas.   

¿Sabrán de nuevos núcleos de ciclones?  ¿Han cambiado las corrientes en los pasos usuales?  ¿Hay alguna magia nueva para zurcar los mares con témpanos?  - Llena de preguntas, la mujer con tatuaje de brújula se fue cual imán detrás de Livvy y su entourage. 

Asi parece — respondio Bronz con una emocion parecida a la de su compañera felina mientras escuchaba a Annie. Toda aquella informacion era almacenada por Bronz en busca de encontrar su propia definicion de lo que sus compañeros llaman Amor, que si nos ponemos sinceros al gigante de bronce le parecia el sentimiento mas complicado que se podia tener, demasiados matices demasiados pequeños cambios que llevaban a muchos tipos de amor.

Con todo estos pensamientos camino en silencio siguiendo al grupo mientras cargaba a Audrey

Grajo por su parte, recibió un manotazo suave en la espalda por parte de Bronz, había una chica linda con la que el joven cuervo quería hablar, pero primero quería terminar todas las formalidades pertinentes antes de acercarse a ella y charlar un poco. 

Notó qué sus compañeros pasaban un poco de él, algo que realmente no le importó, ya que acostumbraba a pasar desapercibido, un don/maldición que tuvo desde siempre. ¿Sería parte de su naturaleza? O simplemente la gente lo evitaba, de todas maneras, fue detrás del grupo para presentar sus respetos a la reina pirata y conocer al prometido barco de Lyvia.

-Vamos entonces

Khalan apuró la bebida que le habían traído y siguió al resto de su tripulación. Veríamos primero a la madre de Lyvia y finalmente conoceríamos al prometido.

Lyvia os seguía respondiendo conforme ibais recorriendo el enorme campamento pirata en dirección hacia el gigantesco buque de guerra que iba a hacer de sala de ceremonias.

- Mikele me salvó la vida en una ocasión!

Se levanta levemente la camisa de tirantes y os enseña una cicatriz enorme en un costado de la cadera.

- Un monstruo marino me arrancó un riñón de cuajo ¡De un solo mordisco! ¡No lo iba a contar! Pero él logró salvarme. ¡Le debo la vida!

Era curioso como incluso esa enorme marca, que en otros prácticamente sería una deformidad, había logrado convertirse en otro elemento más de la belleza corporal de Lyvia.

Sintió el leve complejo de Grajo mientras andaban.

- A qué viene esa cara tan larga! ¿Quieres que te presente a alguien para que tu también pases un buen rato como Khalan? jajaja