Rimi le replica tranquilo.
Shh!.. Hemos venido a salvarle.. Con quien no desea ser llevado?..
El pequeño comienza a mirar la puerta tal vez pueda ser abierta. Comenzo estudiando la cerradura con calma.
Miro, sorprendido, el hallazgo que tenemos ante nosotros. No dudo en acercarme hasta la puerta, prestando atención a aquella quejumbrosa y sufrida voz que rogaba por no seguir sufriendo. Me volteo hacia Vened y le digo -Hay que sacarlo inmediatamente de ahí. Me niego a continuar nuestro camino sabiendo que esa persona sigue sufriendo.- luego me dirijo a Rimi -Vamos pequeño! Abre esa puerta o tendré que hacerlo con el poder de mi hacha- y sin vacilar, tomo mi hacha y me coloco en posición de golpear esa puerta, por si nadie puede abrirla.
Jormund tomalo con calma. Le sacaremos de aqui. Ahora dejame trabajar. No tenemos que hacer tanto ruido.
Le dijo el mediano con voz calmada y sin absoluta tension.
Master avisame si puedo abrirla.
La puerta es completamente lisa con excepción de la abertura con barrotes, no tiene ni picaporte ni cerradura y no hay espacio entre la pared y la puerta, por lo que no consiguen ver si hay un pestillo u otro mecanismo.
Oh, qué alivio - dice el hombre ante las palabras de los aventureros y su expresión pasa a ser una de completa felicidad, aunque el miedo sigue allí presente, quién sabe por que cosas ha pasado este ser - Rápido, la palanca en la pared abre la puerta - dice ahora y se pone de pie con cierta dificultad estrujándose las manos una con la otra en señal de nerviosismo -
El primer párrafo indica que no puedes abrir la puerta Rimi, está fuera de tus conocimientos el cómo funciona la puerta en cuestión.
Observó extrañado la puerta y la persona que se encontraba tras ella. No sabia por que, pero algo lo escamaba, y la celeridad que se estaban dando sus compañeros para liberarlo le parecía algo inconsciente.
- ¡¡Esperad!! – espetó el elfo cuando Rimi intentaba buscar la manera de abrir la puerta. – No olvidemos donde estamos. Quien sabe quien demonios es este hombre y por que está encarcelado. Puede ser una trampa!!. – Su semblante pasó a ser muy serio mientras hablaba con ellos. – Creo que deberíamos ceñirnos al plan, y hacer lo que hemos venido a hacer. Esto es la guarida de un mago, no lo olvidéis, y éste hará cualquier cosa por defenderla. No deberíamos fiarnos de nada de lo que podamos ver u oír aquí dentro.-
Quizás se estaba equivocando, pero alguien tenía que poner un poco de cordura a la situación, y darle la libertad a este hombre podría ser peligroso para ellos y la misión.
Sin importame la altura, saco pecho y me acerco al elfo en tono desafiante -Mira elfo, esa criatura de allí puede matar a este sufrido hombre y no voy a tomarme la molestia de pensar en si es una trampa o no, por más que sepa que los magos son todos locos! - Me acerco a la palanca para jalarla, pero está un poco más alta que yo y no puedo alcanzarla -Bien! Lo que me faltaba!- me vuelvo a Vened -O abrimos la puerta de este hombre o no me moveré de aquí, aún con esa cosa en el medio- y cruzo los brazos reforzando mi decisión.
Maldito enano inconsciente, esto nos traerá problemas, seguro… Pensó para si mismo al escuchar la reprimenda de Jormund. Sabía de la cabezonería de los enanos y que no era una burda estrategia la del enano para que abriera la puerta. – Esta bien, parece que queréis jugar a los héroes. No me hago responsable de ese hombre, y juro que como entorpezca nuestra misión, seré yo y no esa criatura de fuego quien ponga fin a su vida. – El gesto del elfo se volvió serio y sombrío al pronunciar esta última frase.
Observó con detenimiento la palanca y sus alrededores, por si ésta accionara alguna trampa y, cuando se vio seguro de que no hubiera problema, tiró de la palanca.
Si veo algo antes de tirar que pueda interpretar como un peligro no tiro...
Esperando a que el enano haga de las suyas. Simplemente se quedo ahi expectante.
Vened tira de la palanca y un chasquido metálico resuena por el silencioso pasillo. El hombre, desesperado, se lanza contra la puerta y la abre con energía, una vez verifica que está fuera de su prisión, soríe mostrando una horrible dentadura amarillenta.
Gracias - dice y se pone de rodillas, aunque quizás lo hace por el cansancio - Aunque no se donde está la salida - agrega y mira hacia los lados -
Vendrás con nosotros hasta que terminemos con nuestra tarea- le digo al hombre mientras le doy una palmada en la espalda- Hasta entonces...Cómo es que terminaste allí dentro?- indago serio y sin expresión el rostro. Si era alguna clase de trampa, debía asegurarme que ese hombre fuese castigado; por otro lado, tal vez era un pobre infeliz que ligó el problema de otro o que cometió algún error o crimen que lo hizo terminar allí.
Observó con detenimiento al hombre con tez seria y gesto de claro cabreo. Al menos el cabezota del enano parece que lo mantendría bien sujeto de la correa. Iba a continuar el camino cuando escuchó al enano preguntarle por su llegada a este lugar, así que detuvo sus pasos y se limitó a escuchar lo que contaba el humano intentando ver si sus palabras eran verdaderas o les estaba mintiendo.
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Averiguar Intenciones
Resultado: 20(+2)=22
Tiro Averiguar intenciones. Casi nah.
El hombre se pone de pie con dificultad y, nuevamente, mira en ambas direcciones, como asustado.
Pues no recuerdo - dice y pone una expresión de confusión - Llevo mucho tiempo aquí pero es imposible llevar la cuenta, no podría deciros si han sido años o meses - agrega con una mirada triste -
Notas que el hombre, a pesar de sus bien actuadas expresiones, no dice la verdad, en su voz hay algo que te dice que está mintiendo.
Pues no te preocupes seguro que habran pasado. Segun le veo yo como esta con la barba y eso.. Que se yo.. 40 años, no hay mucha diferencia. Ya que usted es elfo verdad?.. Exclamo el pequeño con calma sonriendole. Entonces comenzo a mirarle las orejas.. A no! claro.. usted es enano... Entonces miro la estatura del "humano". Claro.. Es.. un.. un.. em.. Enano alto(?)!!....... o esos eran los elfos altos?.. Oye Jormund existen los enanos altos? dijo con inquietud.
Al escuchar las palabras del humano, el elfo enarboló la espada y se dirigió hacia él con los ojos inyectados en sangre. Aquel hombre mentía, y no podían permitirse llevar un traidor con ellos. – ¡Mientes! – espetó el elfo mientras colocaba la espada larga en el cuello del humano. Las llamas espectrales que emanaban de la espada casi podían rozar su yugular. – Más te vale que nos digas la verdad, porque mi paciencia está a punto de acabarse. – Su reprimenda sonó dura y firme para que aquel personaje no pensara que podría jugar con él.
- ¡Habla!. -
Si es necesaria la tirada de Intimidar dimelo.
El hombre parece no entender el comentario de Rimi y está a punto de decir algo cuando Vened coloca su espada en su cuello, la expresión del prisionero es primero de sorpresa, pero luego, para sorpresa de los aventureros, el hombre sonríe como si la situación no le incomodara en lo absoluto, su antiguo dolor y sufrimiento ya no eran visibles en el rostro del hombre, que desaparece en un pestañeo de la visión de los tres.
Todos pueden oir el sonido como de un aleteo mientras que Jormund y Rimi sienten como una pequeña ráfaga de aire les llega desde arriba de sus cabezas.
Una palabra se hace escuchar, aunque la voz ya no es la del prisionero, y retumba en el silencioso pasillo
Imbéciles
Luego hay quietud, el ambiente pasa a estar sólo habitado por ustedes.
No logro mantener cerrada la boca luego de tal sorpresa. No entendía cómo ese hombre me había tomado tan a la ligera, y ahora no se lo perdonaría. Los enanos cometemos errores debido a nuestro orgullo, y era que el mío se encontraba herido por tal engaño; entonces, sólo me limito a empuñar mi hacha y a gritar a la nada -Cómo pudiste?? Luego que te sacamos de ese lugar!!!!- miro a los alrededores y continúo, con más disgusto en mi voz- Ya verás, malvado!!
Perdón por la demora, Master. Se llevaron a arreglar mi gabinete y no he podido avisar antes, pero ya me puse al día.
- No te molestes en hablarle Jormund, se ha evaporado. – responde el elfo con cara de circunstancias… Os lo avisé… Nunca debimos fiarnos de él... Buscó con detenimiento de donde venia el aleteo para estar alerta de lo que se les pudiera echar encima mientras desenvainaba su espada corta con la mano izquierda.
- Ya no nos lamentemos y continuemos. Rimi, mira si podemos continuar por el pasillo sin problemas. Jormund, atento junto a él por lo que pueda ocurrir, yo cubriré la retaguardia. - En ningún momento lo habían proclamado líder de la expedición, pero los últimos acontecimientos le habían obligado a ejercer de tal, como lo hubiera hecho en el pasado con sus hombres. La sangre real aun corría por sus venas, y aunque intentara huir en muchas ocasiones de ella, siempre estaba presente.
- No perdamos el tiempo, continuemos!!. – concluyó Vened con voz firme y esperando que no saliera a relucir la cabezonería del enano y si la sensatez.
Si. Exclamo el mediano mientras observaba su entorno en busqueda de trampas y avanzaba sigilosamente.