Partida Rol por web

Rudoka entendía muy bien el porqué de su asignación, su sola presencia causaba pánico a algunos incluso en aquellos que desconocian su labor clan, su rostro esbozo una leve sonrisa ante esto mientras hacia la reverencia que indicaba que iba a cumplir a cabalidad.

Ahora quedaba el hecho de las consecuencias del invierno.

Señor creo que deberíamos empezar a hacer un censo sobre lo que poseemos después del invierno, así sabremos con que fuerza y recursos contamos para lo que se avecina, además de comenzar a buscar posibles rutas de comercio alternas.  

El Daimyo contempla largamente el tablero, ahora vacío, sólo la primera ficha negra en el centro de la cuadrícula.

- Bien, bien. Os he escuchado. Ahora, acudid a atender vuestras obligaciones. Mantenedme informado de cualquier progreso. Escribiré cartas de presentación para vosotros. Volved en una semana y todo estará dispuesto para la partida.

Con un gesto de la mano os despide. Los sirvientes os acompañan hasta el patio del castillo.

La niebla ya se a ha abierto, y el cielo es azul como un zafiro. La hierba es gris por la escarcha que aún se ve en las zonas sombrías. Aquí abajo, los caminos ya están surcados de pisadas y el barro salpica los bajos de las hakamas de los Samurais que guardan el castillo-palacio.

Un grupo de jóvenes campesinas os hacen una reverencia al pasar, cargadas con cestos de ropa, y se alejan por un callejón, riéndose disimuladamente. 

La reunión con el Daimyo ha dejado inquieto a Tetsu. Pese al tiempo que lleva sirviendole, su serenidad y su poderosa calma siguen afectando al alma inquieta del joven, ya que es en momentos como este que recuerda el verdadero motivo por el cual está en el valle del Narayama.

Sin embargo, no puede hacer nada al respecto, salvo seguir adelante y esperar que los kami o la suerte estén con él. Si algún día tiene la posibilidad de vengar a su tío (a su padre), llegará. Entre tanto solo puede esperar estar a la altura cuando llegue ese momento.

Miró a sus compañeros, que observaban el pacífico nuevo día con la misma expresión distraída que él. Tenían una semana para prepararse para aquel viaje, y todos debían estar meditando cómo prepararse. Él, por suerte o por desgracia, no tenia que despedirse de nadie, a lo sumo disponer los servicios de espionaje en su ausencia debidamente.

-Debo ocuparme de mis asuntos, compañeros. Si vamos a marcharnos, será mejor que lo deje todo dispuesto debidamente.

Takashi echó un vistazo de reojo a las muchachas que se alejaban sonriendo. Por suerte o por desgracia, no tenía una esposa de la que despedirse, pero si debía ir a ver a su padre adoptivo y contarle sobre su viaje y su futura ausencia. Además, debía dejar organizados los asuntos de la corte antes de partir.

Cuando Tetsu dijo que debía marcharse, Takashi aprovechó también para despedirse de los demás:

- Yo debo irme también, nos veremos dentro de una semana!

Daraku avanzaba con la mano en su fajín, se sentía seguro al abrigar el mango de su catana, la nueva misión no le causaba problema alguno por el contrario le gustaba tener que apartarse por un tiempo, lejos de las miradas inquisidoras de algunos;escucho la despedida de Tetsu y Takashi y les respondió con una leve reverencia, Daraku también debería preparar el viaje.

Hasta pronto Tetsu-san, Takashi-san ,Yuto- san , yo también iré a arreglar los preparativos y dar las indicaciones en mi ausencia.Que tengan largas noches y felices días,nos veremos en unos cuantos amaneceres.

y partió por una de las calles enlodadas de la aldea.

Con paso silencioso, los caminos se separan.