Partida Rol por web

-Ni mucho menos. No voy a parar hasta destrozarle...a él y a quién sea que le ha ayudado. Así que dime que piensas.

Me siento. En ningún momento he dejado de apretar el puño.

-Localizarle no ha sido muy difícil. De hecho me da la sensación de que quería eso. Se encuentra muy alejado de nuestra posición. En una isla a varios kilómetros de la casa Shihöin y el resto de casas de la nobleza. Se suponía desierta, pero al parecer no es así. Imaginé que no habría podido lograr crear tal agujero negro que tragase a todos y crease esos extraños lugares, y como no había sido yo ni Kurotsuchi, solo imaginé que sería Aizen. Estoy seguro de que él tiene que ver. Pero se nos plantea un dilema, Reena-san. No nos hace falta utilizarle para llegar a tu tío. Pero quizás nos vendría bien para... intentar recuperar a los perdidos. Si es que es posible.

-Eso no depende de mi. El sotaicho será quién lo decida. Eso sí, no pretendo esperar mucho...no quiero que escape.

Aunque si quería que lo locarizáramos, dudo que lo haga.

-¿Qué puede querer? La posición en la familia no, desde luego...no atacando al Gotei 13.

- Creo que la palabra correcta es venganza, Reena-san. Recuerda los últimos acontecimientos ocurridos en tu familia.

Hisagi:- ¿Esperamos entonces?

-¿Vengarse? No creo que perder su vida, como poco, sea una buena venganza. No, no esperamos. Vamos a buscarl al sotaicho ahora.

-Y Urahara nos explicará exactamente por que necesitaríamos a Aizen.

Sujeta con más fuerza el sombrero que, desde que se ha dado cuenta de que Yoruichi no ha vuelto, ha permanecido sin él en la cabeza.

- Pero si yo no sé mucho más, Reena-san. Te he contado todo.

Y aún así te siguen. El cuartel de la cuarta está trabajando a destajo. Algunos ya han despertado, otros lloran sin poder parar. Gritos y lloros desgarrados de aquellos que van dándose cuenta de la cruda realidad.

Te guían hasta donde está Yamamoto y eso que lo hacen con odio y rabia. Porque no has salvado a su capitana. Porque preferiste dejarla morir antes que traerla de vuelta.

El capitán comandante está aún inconsciente. Es mayor y está herido. 

Te recuerdan que si estuviese la capitana Unohana todos estarían bien.

Hisagi y Urahara se te quedan mirando. En estos momentos eres quien manda.

Al que me "recuerda" que he dejado morir a Unohana estoy a punto, a puntito, de incinerarlo ahí mismo. Y se nota.

Pero no lo hago, a cambio me acero al comandante y extiendo mis manos sobre él. Es de tipo fuego como yo...así que doblemente bien. Libero mis llamas verdes, las del fénix. Eso debería ayudar.

-Reune al resto de capitanes Hisagi. Si no despierta el capitán comandante, no es algo que deba decidir yo sola.

Las llamas ayudan mucho. Es una suerte que compartais elemento. Se remueve un poco mientras Hisagi va buscando a los demás capitanes, aunque algunos estarán aún hechos polvo.

Yamamoto abre los ojos.

-Shihöin, taicho.

Va recuperando una vitalidad que creía perdida. A los pocos minutos se atreve a sentarse en la camilla

- ¿Dónde están todos mis capitanes y subordinados?

-Algunos muertos, la mayoría echos polvo.

Le explico lo que ha ocurrido, sin dejarme nada. Y sin dejar de usar las llamas verdes, también añado las azules para su reiatsu.

-He...tratado de reducir los daños al mínimo. Capitanes antes que tenientes, tenientes de una division sin capitan antes que otros de los que ya hubiera rescatado al capitán. Por desgracia una de las decisiones fue uno de entre Byakuya, Shinji y Kurostuchi. Ya había rescatado a Renji por lo que opté por Shinji, ya que tenemos a Urahara en lugar de Kurostuchi. Otra elección fue o Unohana...o Kenpachi y Ukitake. Abandoné a Unohana me temo...Aunque no había elección correcta.

-Es decir, la primera están ambos. La segunda division no tiene teniente. La tercera división no tiene teniente. La cuarta faltan ambos. La quinta sin teniente. La sexta sin capitán. La séptima están ambos. La octava sin capitán ni teniente. La novena están ambos. La décima sin teniente. La onceava sin teniente. La doceava sin capitán. La treceava sin teniente.

-Hemos perdido a cuatro capitanes y ocho tenientes. Sin contar terceros oficiales o inferiores...que no sabría decir, no se me dieron apenas opciones. No sé si es que no fueron...tan solo puedo afirmar Issin, de la novena. Ikkaku y Yumichika de la onceva. También cayó el Ryoka Ichigo Kurosaki. Y los vizards Rose, Kensei, Hiyori, Mashiro.

-Y mi hermana Yoruichi Shihöin

-El responsable de esto...soy yo. Yo tomé las decisiones de a quién salvar. Y quién lo organizó: mi tío. * Shihóin. Ayudado por alguien...desconocido de momento.

Mis llamas cesan por que me requiere mucho autocontrol no tornarlas peligrosas. Respiro.

-Urahara tiene algo que exponerle, señor.

- Es posible que haya una manera de recuperar a los perdidos. Pero mi rango de seguridad es del 10%. Aizen puede saberlo y ayudarnos, pero para ello habría que liberarlo y debería ir con Reena Shihöin, ya que su tío, Kotse Shihöin, es el que ha montado todo esto. Está claro que la codicia destruye al ser humano. 

Yamamoto lo mira mientras se levanta.

Yamamoto:- Reunamos a todos los capitanes de inmediato. A los que has rescatado

Vais los tres. Hisagi ya los ha reunido en una de las habitaciones más amplias del lugar. Yamamoto les pone al día, aunque muchas caras parecen ausentes. Soi Fong mira hacia abajo, apretando con fuerza la mandíbula mientras hace tremendos esfuerzos por no llorar, Shinji intenta controlar su estado de ánimo pero las pérdias de Hiyori, Kensei, Mashiro y Love duelen profundamente, Komamura es el que parece más entero, Hitsugaya intenta mantener su expresión gélida, pero el grito de Matsumoto, ese desgarrador grito, le está persiguiendo con cada segundo que pasa, Kempachi te mira con odio, un profundo odio que sientes en tu interior. Has dejado morir a Yachiru. Has dejado morir a tantos... Ukitake evita tu mirada.

Shinji:- ¿Por qué deberíamos comentar algo si es la propia Shihöin taicho la que ha ido tomando todas las decisiones?

Parece muy dolido

Kempachi:-Debería haber muerto ella antes que todos los demás. Pero eso aún tiene solución.

Hitsugaya suspira.

Komamura:- Ha hecho lo que ha podido. ¿Qué habríais hecho en su lugar?

Soi Fong evita levantar la cara. El dolor es tan intenso...

Mi rostro es impasible...una armadura de desprecio hacia todo y todos. ¿Qué otra cosa puedo hacer?

-Dejad de llorar y votad. Ya le vencí una vez, puedo hacerlo de nuevo. Confío en Urahara.

Y antes de que los demás, pues todos excepto Yamamoto, Ukitake, Urahara y Komamura, se han lanzado hacia ti, Soi Fong llega. Te tira al suelo, se coloca encima de ti, te coge de la solapa, te levanta un poco y te vuelve a lanzar al suelo, zarandeándote en un mar de agresividad y dolor.

-¡¿DE QUÉ COÑO VAS?! ¡¿CÓMO PUEDES ESTAR TAN TRANQUILA?! ¡¿CÓMO PUEDES HABLAR DE NO LLORAR Y VOTAR ALGO SOLO PARA QUE TÚ TE VENGUES DE TU PROPIA ESTUPIDEZ! ¡¿CÓMO?! ¡¿CÓMO?!

Los demás han parado a medio camino, pero no intentan separarla de ti.

- ¡HAS DEJADO MORIR A TU HERMANA Y NO DERRAMAS NI UNA LÁGRIMA! ¡TE LIMITAS A MIRARNOS ASÍ, COMO SI FUÉSEMOS LOS CULPABLES Y NO TUVIÉSEMOS DERECHO A LLORAR POR LOS QUE AMAMOS!

Sus palabras son desgarradoras, sus gritos son dolorosos, sus lágrimas caen sobre tu cara...

¿Quién puede parar al dolor? ¿Cómo hacer menguar tal sufrimiento?

Miro a Soi Fong unos instantes. Parpadeo.

-Sotaicho, Komamura, Ukitake. Los demás parecen indispuestos para ejercer su posición ahora mismo. Así pues serán cuatro votos...ya he dado el mío. ¿Qué decís?

Mi voz es calmada y fría.

Dejo que Soi Fong y los demás hagan o que quieran...esí sí...si intentan golpearme de verdad, lo esquivo o bloqueo. Yo a ellos no les hago nada.

Soi Fong lo flipa. No se levanta, pero ya no sabe qué más hacer. No entiende nada. No entiende que no puedas sentir dolor

Ukitake:- Si hay una mínima esperanza de recuperarles, no hay elección. Además, Reena sabe defenderse y ya venció a Aizen con la mutación.

Komamura:- Yo me abstengo. No me fío de Aizen, pero entiendo el sufrimiento de los demás

Yamamoto:- Ninguna opción me hace gracia. Pero sin los que faltan el Gotei 13 está muy debilitado en estos instantes. Reena taicho, tienes permiso para hacer lo que quieras

Urahara:- Otra cosa es que Aizen quiera cooperar.

Aparto a Soi Fong, sin ser brusca pero firmemente y comienzo a andar hacia fuera.

-Urahara, vamos.

Paso entre los demás.

Me dirijo a la prisión de Aizen. También con Hisagi.

Lo encontrais en la prisión de nivel más bajo de todo lo que constituye el Seireitei. Habéis pasado al lado de locos y encerrados y ahora estáis en una sala en la que Aizen está atado por completo. 

Os mira, y sonríe.

- ¿A qué debo tal visita?

Indico a Urahara que responda, él es quien sabe en que puede ayudarnos Aizen.

- ¿Te suena algo relacionado con agujeros negros, elecciones, y control sobre todo lo que desees en dicha dimensión?

Sonríe, parece divertido.

Aizen:- Me suena.

Urahara:- ¿Cómo lo solucionamos? Mucha gente ha muerto

Aizen: - ¿Y a mí qué? Yo estoy aquí encerrado.

Urahara:- ¿Se puede solucionar?

Aizen:- Quizás.

Urahara:- ¿Qué podemos hacer para que colabores?

Aizen:- Liberarme.

Urahara te mira. Aquí tu eres la que tiene más poder de decisión. Él ni siquiera pertenece al Seireitei.

Con un gesto sus ataduras arden.

-No me des nuevas razones para encerrarte. Lo hice una vez y lo haré de nuevo, si es necesario. Ahora, habla.

Se toca las muñecas, contento. Y se levanta, acercándose a vosotros todo lo que puede.

- No estoy seguro. Pero el creador del monstruo siempre tiene un plan B. Llévame contigo y veré lo que puedo hacer. No sé si podré salvar a todos, porque en sí, están muertos... pero quizás solo lo estén en esa dimensión... no sé. Habría que recapacitar para ello. ¿Y bien?