Partida Rol por web

Ha trabajado tan duro estos días para preparar lo de Soyu que Kuchiki se encuentra durmiendo, recuperando horas de sueño. Renji te lo dice y te comenta que le dirá que has venido cuando despierte y ordene su desayuno.

- Por cierto taicho...- se rasca la nuca y mira a otro lado.- ... gracias. Ya sabes, por ayudarme.

-No te preocupes Renji. Aunque tampoco sé por qué...después de todo golpear a un debilucho como Byakuya no es un logro...cuando me venzas a mi te consideraré fuerte.- bromeo.

-Y no pasa nada, no tienes que darle ningún mensaje a tu capitán.

Paso por su lado y voy a la habitación de Byakuya.

-¡OI OI OI OI AAAARRIBAAA!

Y como si te hubiera visto venir... ¡te atrapa, te tira y se coloca encima de ti, tapándote la boca.

- Eres demasiado escandalosa, Shihöin. Déjame dormir.

Y sin más deja caer todo su peso sobre ti para volver a dormirse.

Me libero de su mano.

-Oi, Byakuya. Tendrás que emborracharme primero.

Le pincho en el pecho con un dedo que se va calentando más y más.

-Mejor que te levantes. La carne derretida huele mal...además quiero hablar contigo, te traigo una cosa.

Sin quejarse, pero claramente quemado, se gira de inmediato colocándose a tu lado. Tiene una cara de sueño adorable. Pocos han tenido el privilegio de verle despertarse. Bosteza de forma elegante. Todo lo que hace es elegante. Y te mira.

- ¿Qué quieres? ¿Ya ha vuelto Soyu?

Me siento.

-No.

Saco el anillo y lo hago girar sobre la punta de mi dedo índice.

-Pero he recuperado algo. Y ¿sabes? Tiene parte del reiatsu del primer Kuchiki en su interior. Se parece muchísimo a ti. O tú a él en realidad. He pensado en regalarle este anillo a Soyu, ya que es una Kuchiki también...pero háblame de ese antepasado tuyo. ¿cómo era? ¿Le haría daño a Soyu?

Se incorpora también, sin apartar la vista del anillo. Luego te mira y piensa que te abrazaría ahora mismo, pero mejor que no sea así no vaya a ser que le tomes por alguien menos frío de lo que ya se piensa la gente.

- ¿Regalárselo a Soyu? Es solo una niña. Quizás no sepa valorar lo que lleva e incluso me rechace y no sienta la sangre Kuchiki. En cuanto al antepasado... solo sé las historias que me han contado. Un hombre fuerte, amable y cercano. Sabio al mismo tiempo que algo impulsivo. Pero esto último fue desapareciendo conforme pasaban los años. En cuanto a la inteligencia... ya ves. Para no crear conflictos lanzó el anillo, a pesar de tener parte de él en él, a saberse a donde. Bueno, tú ya lo sabes. No creo que sea peligroso. ¿Pero estás segura de que quieres que Soyu lo lleve?

-Sí, quiero que lo lleve. Y tu antepasado está de acuerdo. La protegerá y ayudará. Si dices que fue una buena persona, estoy convencida de ello. Aunque, eres su padre. Si crees que no será cuidadosa con él...quizá debas hablarlo con ella, y que Soyu decida. Y...bueno, es divertido verte angustiado, pero...Soyu no te va a rechazar. Ella es muy buena por naturaleza. Quizá al principio te tenga algo de miedo o respeto...pero le es imposible no ser amable y buena. Te la ganarás con poco.

Te mantiene la mirada y no se cree lo que va a decir ahora. Ya sacó sus miedos aquella noche de borrachera contigo, y se alegra de que no lo recuerdes. No obstante, ésta será la segunda vez que muestre sus pensamientos y preocupaciones.

- Quiero ser un buen padre, Reena. En serio. Seré, si Soyu me acepta como tú dices, alguien muy cercano en el que siempre pueda confiar. No permitiré que nadie le haga daño.

-Bueno bueno...para eso estoy yo. ¿Qué pasa si el sotaicho decide atacarla? Tú no puedes pararlo..- le quito hierro al asunto con la broma, pero se lo agradezco con la mirada, un instante.

Me guardo el anilo de nuevo.

-Bueno, voy a firmar algunas cosas y a entrenar.

Me marcho.

- No me has visto enfadado. No permitiré que nadie toque a mi familia.-y aunque sabe que te sabes defender tú sola, te incluye en su familia.

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El día del regreso de Soyu ha llegado y os reunís toda la familia para recibirla. Yoruichi y Soi Fong a un lado, la primera de ellas con cara de mala leche, a tu derecha, y Byakuya a tu izquierda, super nervioso, aunque solo tú puedes notarlo. ¿Está medio temblando?

La puerta se abre y Soyu aparece agarrada de la mano de Ichigo Kurosaki, que ha crecido mucho y se le notan los años, aunque, a pesar de haber pasado 20 años, sigue pareciendo un adolescente. Será algo de su sangre shinigami.

Soyu va hablando tan tranquilamente con Kurosaki que también le responde igual, hasta que te ven y Soyu sonríe ampliamente. Ha crecido bastante. Ya no solo en altura sino también en mente.

Suelta a Kurosaki y corre hacia ti, saltando para que la cojas al vuelo.

Soyu:- ¡Oka-san!

-¡Chibi-chan!

Giro al atraparla, sin soltarla.

-¿Me has hechado de menos? T.T Yo a tí sí. ¿Te ha tratado bien Ichigo? Si quieres que le de una paliza solo tienes que decir que no ^^.

Sonrío a Ichigo.

-Se te nota adulto. ¿Cómo estás? ¿Cómo se ha portado?

Deliberadamente dejo a Byakuya esperando.

- Se ha portado muy bien. Mejor que su madre cuando vino a visitarme hace ya muchos años.

Soyu:- ¡Me ha comprado chuches y me ha hecho el desayuno!

- Inoue tenía que trabajar.

Soyu:- Y por la noche me ha contado cuentos.

- Calla ya, baka.

Soyu te abraza con fuerza y te demuestra que te ha echado mucho de menos y que se siente muy feliz de estar ahí. Yoruichi le hace cosquillas mientras te sigue abrazando y Byakuya no sabe qué hacer ni donde meterse.

Ichigo saluda al capitán y le pregunta por Rukia.

-Espero que a ella le hayas dejado cama.- río.

Hablo con ella y Yoruichi, que me cuente cosas del mundo humano, lo que mñas le haya gustado o sorprendido. Después, empezamos a andar. Le doy su mochila a Yoruichi.

-¿Sabes? Creo que te vas a poner mala de tantas chucherías. Ya verás por qué. Ahora, vamos a hablar con el taicho Kuchiki. Mira. ¿Vas a tener que correr mucho ¿Eh? ¡Kurosaki! Quédate hasta mañana, cenemos juntos. Hace mucho que no se nada de los ryoka.

Le coy una colleja a Byakuya, sin fuerza.

-¡Tú la llevas! ¡Corre Soyu! ¡Que no te pille!

Y corro hasta la sexta división. Allí, en el cuidado jardíncito del capitan, me paro y me siento.

-Soyu, tenemos que hablar contigo. Sobre todo Byakuya.

Acaricio la cara a mi hija antes de girarla para que mire a su padre.

-¿Algo que decir taicho?

Soyu se pone seria, sentada apoyada en tu brazo. Mira a ambos, preocupada.

Byakuya te mira unos segundos. ¿Por qué dejas todo el marrón?

Soyu:- ¿Qué ocurre?

Byakuya la mira y decide ponerse a hablar, quizás en un tono más amable de lo que suele hablar.

- Soyu... no es malo, así que no te preocupes. - y de alguna manera, su tono seguro la tranquiliza. Lo notas.- ¿Recuerdas que siempre has estado con oka-san y que nunca has conocido a tu padre? Bueno, no sé si alguna vez lo habéis hablado y ella te habrá dicho que no sabe quien es. Bueno, pues... lo hemos averiguado.- Soyu se pone más recta, quitando su apoyo de tu brazo.-Yo soy tu otto-san, Soyu-san.

Silencio. Soyu no dice nada. Solo te mira para ver qué dices. Te creerá le digas lo que le digas.

Asiento levemente.

-Así es. Está comprobado. ¿Qué te parece?

La animo, con un pequeño empujoncito suave, a que no se quede callada.

Soyu tiene la misma expresión. Te mira mientras le dices eso y luego mira a Byakuya, que está más que expectante.

Y...

Soyu sonríe y tiene los ojos humedecidos por la alegría.

- Otto-san

Se levanta. De pie la cabeza le llega algo más abajo que el cuello de Byakuya, y lo abraza, sorprendiéndole.

Byakuya te mira algo asombrado pero pronto te sonríe con felicidad y le devuelve el abrazo.

Al parecer todo ha salido mejor de lo esperado. Aunque tú ya sabías cómo iba a reaccionar.

Sonrío.

-Soyu.- señalo una puerta -Ahí tienes preparada una sorpresa. Pero antes creo que tienes que hablar de algo con tu padre.

Saco el anillo, al cual le he puesto una cadena para que se lo pueda colgar ya que su mano es demasiado pequeña, y se lo doy a Byakuya.

-Voy a buscar a Yoruichi mientras habláis.

Y busco al gato espía que, sin duda, no estará lejos.

Y en efecto. La encuentras en el tejado de la casa de Byakuya en forma de gatuno. En cuanto te ve intenta huir pero se resbala con las tejas y queda colgando de una sola pata.

La escuchas con su voz masculina murmurar:

- Shimatta...

-Deja de esconderte y únete, eres su tía favorita ya lo sabes.

La cojo del cogote y salto al jardín antes de dejarla en el suelo. Le paso mi haorí.

-Además, cuanto más tiempo pases con Byakuya más te podrás meter con él.- le guiño.

Vamos andando hacia ellos.