Partida Rol por web

Se apoya en el mismo sitio que tú, o más bien lo parece porque mucho hueco no hay. Te mira de forma intensa y recuerda cuando aún eras una shinigami rasa perteneciente a su división. Cómo han cambiado las cosas.

- No es ningún problema. Estaba buscando algo. Un objeto perdido de la familia Kuchiki. Eso es todo.

Te mira serio y entonces Senbonsakura entra como si nada y empieza a colocar una pancarta en la que da la bienvenida a Soyu.

- Ignóralo.

-¿Y encontraste eso?- veo a Senbonsakura.

-¿Aún no habéis solucionado nada?-

Suspiro.

-¿Qué os pasa? Ya he ayudado a medio gotei 13, no creo que por uno más...

- No. No lo encontré. Después de la noche en la que... ya sabes, tú eres más directa que yo, me marché del lugar, porque estabas tú y no quería que me vieses de nuevo.

Mira a Senbonsakura.

- Se ha empeñado en ayudarme a preparar la habitación. Vicios extraños. ¿Nos ayudas?

-¿Por qué sigue aquí y no en su mundo Byakuya?

No me muevo del sitio.

-Deja las medias tintas y sueltalo todo de una buena vez. Te averguenzas demasiado de las cosas.

Te mira unos instantes y termina por sonreír un poco. ¡Le has hecho sonreír mínimamente!

- Quiere quedarse aquí hasta que encuentre eso. Cre que no seré capaz de hacerlo yo solo. Zampakûto cazota...

Senbonsakura termina de colgar la pancarta y para ahora a hinchar globos sentado en el suelo.

-Probablemente tenga razón...después de todo empzaste a buscarla hace 11 años, que yo sepa, y aún no la has encontrado...¿De qué se trata? ¿Algo que ver con el chalado ese...como era....Kouga?

-Por cierto, sabéis que aún tardará cuatro dás en regresar ¿No? ¿Y cómo se lo vas a decir? "Soyu, soy tu padre" Eso sería copiar a una película humana, creo.

- Esperaba que me ayudases un poco, pero algo me dice que Shihöin taicho está disfrutando con esto. - Senbonsakura lleva veinte globos hinchados.- Te pareces demasiado a tu hermana, y no es un halago.- coge de la percha de al lado el haorí y se lo coloca nuevamente.- Buscaba... una joya que pertenecía a la familia. Nadie la ha encontrado desde que se perdió y por fin yo iba a conseguirlo. No me cabe ninguna de que se encuentra allí, en la zona del lago.

-Y si estás tan seguro...¿Por qué no la has recuperado aún? Háblame de esa joya. ¿Cómo es? ¿Por qué se perdió? ¿Por qué crees que está allí?

-Y...creeme, mi hermana no está disfrutando nada con que tú seas el padre. No es que os llevéis muy bien...

- Te veo muy interesada en la joya. Que sepas que no es para ti. Es para el museo. Y... se dice que era del primer Kuchiki que hubo en el Seireitei. Esa joya no tiene superpoderes, aunque muchas leyendas le adjudican ciertas habilidades sobrenaturales. No me lo creo mucho, pero para algo servirá. Otros dicen que es una llave para un gran tesoro. Supongo que ya sería pensarlo cuando la tuviese. No he ido porque estabas tú allí y cuando has vuelto ocurrió lo de Soyu y no era momento de ausentarme tanto tiempo. Y lo sé, tu hermana siempre ha sido muy bromista.

Esto último lo dice como con sarcasmo.

Se está extrañando hasta él de estar teniendo una conversación tan larga contigo.

-Bueno...nos vemos, Byakuya. Sigue pensando que le dirás a Soyu.- río.

Tras despedirme de Senbonsakura, marcho. Y voy a la biblioteca de la primera, a informarme sobre esa joya.

Bueno, él me ayudó, no dijo donde estaba a nadie. Y no ha ido por mi causa en 11 años...puedo conseguírsela yo.

Se trata de un anillo hecho de platino. Algo nunca visto. Tiene el sello de los Kuchiki y data de hace más de 2000 años. Hay varias leyendas, entre ellas las que te ha contado Byakuya, y se dice que se perdió debido a que el primer Kuchiki, para no crear conflicto entre el resto de su rama lo lanzó a gran distancia. Y nunca más se supo de él.

Obviamente hablamos de un valor incalculable de dinero.

Bien...Kâryu, ¿Se te ocurre como localizar eso? Por que encontrar eso sencillamente mirando debajo de cada piedra...no es viable.

Cierro el libro y me voy marchando hacia mi división, pensativa y esperando su respuesta.

El calor será nuestro aliado. Calienta toda la zona a ver qué es lo que más brilla. Y si no lo vemos... es que está bajo tierra. Entonces abrirás la tierra con tu rugido y volverás a intentarlo. A no ser que tengas una idea mejor.

Más o menos, por ahí iba lo que pensaba. Pero mi idea además mosqueará a Kurotsuchi.

Río y enfilo hacia la doceava división, indico a alguien que me lleve a la parte de geología.

-Necesito un trozo de platino para realizar una prueba.

Y te llevan sin avisarle siquiera. Como se entere, el subordinado que te está ayudando estará perdido.

Por suerte tienen un mini trozo de platino. Casi nada. Es prácticamente escaso y que exista esta muestra ya es algo inusual.

El subordinado te mira, expectante. ¿Qué harás con eso tan valioso?

Lo pongo en la palma de mi mano, cierro los ojos concentrándome, y lo caliento muchísimo. Muchísimo. Hasta que se derrita. Para dos cosas, 1º saber cuando se derrite y por tanto no calentar tanto. Y 2º reconocer el patrón de calentamiento del material.

-Bien, muchas gracias.

Dejo caer el metal derretido sobre la mano del ayudante...pero lo atrapo con la otra.

-Es broma hombre, esto a ti te haría un agujero en la mano.- sonrío.

Lo enfrío y entonces sí se lo doy.

-Gracias.

Al marcharme me despido con la mano de Nemu.

-Adios kotaicho ^^-

Nemu te saluda como si nada mientras el shinigami al que le has devuelto el trozo de platino se lo queda mirando alucinando. ¡Lo has derretido! Y lo peor no es eso, porque total, el platino sigue siendo platino tenga la forma que tenga... lo peor es que Kurotsuchi se dará cuenta de que has sido tú la que ha entrado y derretido ese trozo de platino.

¿Quién estará en más peligro? ¿El shinigami que te ha dejado pasar sin prevenir la ira de Kurotsuchi o Nemu por saludarte tan tranquila?

Mientras me voy no comprendo la consternación del shinigami. Como si no fuera lo más común del mundo derretir metales para comprobar sus propiedades...ni que se quedara líquido...al enfriarse se solidifica de nuevo.

-Dí que te obligué si tanto te afecta...

Regreso a mi división tras saludar a Nemu, y llamo a Mizu.

-Mizu, me voy de viaje...tardaré un día, espero. Avísame si surge algo, y te daré instrucciones.

Salgo  hacia el lago a veloces shunpos.

Mizu asiente con la cabeza y no pregunta nada. Supone que aprovechas que Soyu está en el mundo humano para irte un día a descansar a donde sea.

Gracias a tu rapidez consigues llegar cuando se está dando el crepúsculo en la zona y no recordabas que el lugar fuera tan insólito y fabuloso.

Un sitio de tranquilidad, belleza y paz.

Al fondo puedes observar las montañas que dan a las cuatro casa más importantes de la Sociedad de Almas y donde ya en una ocasión tuviste que luchar por tu puesto como máxima jefa Shihöin después del bisabuelo, lo que luego trajo todos aquellos problemas.

Tengo que traer a Soyu algún día. Le encantará.

De un salto me coloco en la pequeña islita en el centro del lago, y allí me siento y concentro. No será secillo...aumento el calor en la zona, muchísimo. Eso no me es dificil, lo complicado es centrarme en no dañar las plantas y animales...y a la vez sentir cualquier cosa que se caliente con el mismo patrón que el platino, sin llegar a derretirlo ni un poco.

Me tomo mi tiempo para hacerlo bien y con calma.