Partida Rol por web

Entonces tenemos que ... - Mentalmente hago un pequeño ejercicio para recupilar la información.

Estos reptiles en realidad son "personas" o seres convertidas voluntariamente a la forma reptil.
Los que no aceptaban la conversión eran brutalmente eliminados.
Parece que tenían un rencor especial por los dracónidos.
Donde fuese que esto ha ocurrido, había muchos y posiblemente se remonte en el tiempo, mas allá de los libros de historia convencionales.
Este lugar podria ser muy lejano a juzgar por la situación de las estrellas (eso si es que las estrellas no estan pintadas al azar y sin ningún sentido, que también podría ser).

¿ Esto es todo lo que tenemos por ahora ? ... Creo que si necesitamos un poco mas de información. Vámonos.

Bueno supongo que habrá que hacer algo de memoria-dijo Sílex- Hagamos esto bien,Alaís, ¿podrias intentar memorizar ésa parte?-dijo señalando una zona- Malark, tendrás que ayudarnos, intenta memorizar esta otra zona. Herulomë ¿puedes ayudarme con esta zona, compañero?-Sílex habia tomado la iniciativa, no tanto por que quisiera organizar al grupo, que no quería, si no más bien para poder salir de alli cuanto antes. Sílex sabía que no serviría de mucho intentar memorizar aquellos murales, pero no les quedaba otra opción...

-Por cierto, necesitaremos un libro como tributo si queremos entrar en Candelero.-dijo de pronto- recordad las palabras del Lord Kennegan...

Si hay material de escritura, nos tomamos un buen ratito para apuntarlo todo. No quiero que una vez en la biblioteca tengamos que volver aquí para mirar alguna chorradilla ;).

La impaciencia de Malark empieza a causar mella en sus nervios y decide tomar la iniciativa para acelerar los acontecimientos:

No hace falta que vayamos todos a por uno poco de papel. Quedaros aquí y dadle otro repaso a todo, por favor, tal y como si fuera la primera vez que lo vierais, y mientras tanto yo me acerco a buscar el material de dibujo para hacer una copia de todo esto. 

Venga, vuelvo en un momento.

Malark sale del lugar (pasando de nuevo por el agua) a buscar material de escritura.

Unas horas mas tarde ...

Ya lleváis un buen rato copiando y escribiendo la mayoría de cosas que os parecen relevantes del lugar. Es un trabajo bastante tedioso y pesado, aunque útil.

Al terminar os sentáis para descansar un poco mientras contempláis con satisfacción el fardo de pergaminos que habéis acumulado entre todos.

Pffff... Escribir me agota. - Protesto mientras sacudo un poco la mano al aire. - Vamos ahora a por otra labor mas interesante, leer.

Dejando tras de mi una estela de lo que podría ser sarcasmo o sentido del humor, me dirijo a la entrada por el agua.

Vamos.

Estaba pensando yo... - dice Malark mientras pone los papeles a buen recaudo para que no se mojen cuando pasen por el agua - Si necesitamos un libro para entrar en esa biblioteca, ¿no podríamos intentar hacer el trato de donar estos dibujos cuando hayamos terminado de investigarlos?

No se, quizá sea una tontería, pero no dejan de ser una copia de una información muy antigua. A lo mejor hay allí algún estudioso que le resultan interesantes...

Herulomë ya estaba harto de tanto escribir mientras miraba los dibujos, bostezando cada tanto por el aburrimiento y al final contemplando los pergaminos mientras se acostaba en el suelo.

-Si podríamos ofrecer la donación de los dibujos, y buscar información, este sitio nos ha dado todo lo que podía por ahora, vámonos de acá tan pronto nos sea posible, quiero hacer algo un poco más entretenido...-

Ríe suavemente y suspira, señalando la entrada y luego saltando para pararse, y encaminarse detrás de Alaís.

Sílex sonríe de medio lado a Alaís tras el comentario sobre la lectura, la verdad es que hasta él se empezaba a cansar de estar rodeado de papeles e información.

Malark propone donar los dibujos y Sílex simplemente asiente convencido de que puede ser una buena idea. Se pone a andar en dirección al agua en último lugar poniendo los papeles a buen recaudo imitando a Malark para que no se mojen.

Salís de las ruinas y os presentáis ante Robb que pasaba el tiempo en la única taberna del pueblo pasándolo bien riendo con los demás parroquianos del local.

Antes de salir, Robb os invita a una ronda de bebidas y luego partís con el carruaje hacia el torreón del gremio.

Unas horas mas tarde (tardáis mas por que ahora el camino es de subida) llegáis al torreón, donde parece que los demás aventureros están enfrascados en sesiones de entrenamiento bajo la supervisión del sobrecogedor Sabieur.

Finalmente estáis en la sala de reuniones con Lord Kennegan.

Lord Kennegan examina un poco los escritos que le habéis llevado y se muestra un poco confundido.

Os percatáis que se lleva la mano en el pecho, como si algo le doliera. Luego se aparta de la mesa y se pone ante una de las ventanas que está abierta y mira hacia el horizonte. Esa vista tan bonita que las montañas otorgan al gremio.

La plaga de los conjuros ... - Musita como recordando tiempos pasados, su mirada perdida en el tiempo.

 El Eladrin mira al Tiefling con curiosidad, no se habían presentado con todo el protocolo pero ya le había visto en algunas ocasiones. Su reacción le incitó curiosidad a Herulome, realmente era algo atípica, lo que le lleva a hablar con tono más calmado y algo serio de lo normal

-Mi lord... ¿Sucede algo? ¿Tiene alguna información?-

Le mira con atención, esperando una respuesta de parte del líder del gremio

Sílex calla. Es obvio que pasa algo y no va a interrumpir el momento con palabras, él espera pacientemente a que Lord Kennegan hable sobre esa tal..."plaga de los conjuros"

La plaga de los conjuros ... cuando la diosa de la magia murió y oleadas de magia en estado puro laceraron el mundo con violencia.

Lord Kennegan se desabrocha el cuello de su camisa y os muestra el inicio de una larga cicatriz que comienza en su cuello y baja hacia el pecho. La cicatriz es fea como la de una quemada y brilla con un fulgor azul propio.

Fue lo que me quitó mis poderes y lo que destruyó reinos enteros. - El tiflin se encaró de nuevo a la ventana. - Mulhorand, por nombrar a uno, se hundió en la tierra para desaparecer para siempre, matando a miles sin perdón.

Durante siglos, incluso milenios, Faerûn solo tuvo a Toril ... el gran continente en el que residen nuestras naciones como único lugar. Pero según los historiadores, antaño hubieron dos continentes. Abeir y Toril. Uno desapareció, no se sabe por que.

Y ahora volvió arrancado de su lugar en la edad de la plaga de los conjuros. Partes de su mundo se fusionaron sobre el nuestro y viceversa. Fue aquí cuando los draconidos aparecieron, habitantes desconocidos hasta el momento, pero dominantes en las tierras de Abeir.

Lord Kennegan se acerca de nuevo a las ilustraciones.

Desconozco a estas constelaciones y estos paisajes. Pero con la plaga tan reciente ... - Su mano vuelve a postrarse en su pecho. - ... reconozco la mano del caos en ello. Y la abundancia de draconidos en los murales solo pueden significar una cosa.

 -Abeir...-

Dice en un susurro para luego asentir con la cabeza, lo que decía Lord Kennegan tenía sentido, y ahora los murales y la existencia de los dracónidos cobraban sentido también

-Esa cripta es una de las antiguas zonas de Abeir que se fusionó con Toril... Por eso el mapa estelar extraño y la abundancia de dracónidos y figuras extrañas en los murales...-

El Eladrin se queda mirando pensativamente al Tiefling mientras espera algún último dato

Malark escuchaba asombrado todo aquello. Era la primera vez que oía hablar de otros continentes, cataclismos mágicos, realidades superpuestas y un montón de cosas más que quedaban muy lejos de donde se había criado. Lo que se contaba allí le infundía respeto, mucho respeto, pero a la vez algo en su interior se despertaba y le empujaba a querer saber más. El perfume del riesgo y la aventura se percibía en lo que allí se decía.

Cuando el tiflin terminó con las aclaraciones, el joven guerrero se adelantó:

Bien, Lord Kennegan, ¿cuál considera que debería ser nuestro siguiente paso en esta andanza? ¿Es el momento de dirigirse a esa biblioteca de la que nos hablaba?

Al ver a Lord Kennegan "sufrir", casi se me corta la respiración. Mi fuerte empatía para todos los seres vivos me golpea con dureza, pero creo que ahora no necesita consuelo. Me obligo a no moverme, a pesar de que me cuesta.

Eso que cuenta me resulta bagamente familiar. Había oído hablar de ello, pero siempre sonara a albo tan lejano que ya se consideraba como agua pasada. Algo que solo era para recordar, pero no para tener en cuenta.

Pero entonces el continente de Abeir no se destruyo, mas bien se separó de nuestro continente. Quedando ambos relegados en planos de existencia distintos. ¿ Cierto ?.