Partida Rol por web

El enano saltó hacia atrás en la silla, sorprendido por el remolino de criaturas desconocidas para él correteando.

Los pequeños seres se ponen a dar vueltas por la mesa revolviendolo todo aún más. Uno de ellos se dirige hacia una estanteria y comienza a tirar los libros de la biblioteca al suelo...

El enano, sin soltar la pipa de su boca, se agacho a soltar el hacha de su mochila y lanzó un golpe contra el ser que estaba encima de la mesa todavía mientras exclamaba.

¡Por el mismísimo Martillo! ¡¿Qué son estas criaturas?

El semiorco descuelga el espadón de su espalda y dando un pequeño paso intenta descargarlo sobre uno de los perros bípedos. El golpe falla en el último momento.

- Rendíos o acabaremos con vosotros

Tinuviel contempla como empiezan a destrozar la biblioteca... pero descuelga su arco del hombro y se dispone a impedírselo... pero no quiere acabar atravesando a algún compañero por error, así que echa mano de un conjuro.

Deben ser criaturas invocadas... no pasará nada si mueren...

Las palabras de poder empiezan tibuteantes, pero se hacen firmes por momentos y un haz de luz, una flecha de pura fuerza aparece en su arco y golpea sin fallar a la criatura herida.

El ataque de Opik da en el blanco, pero apenas causa daño debido al duro pelaje de la criatura. Por su parte, Karash falla su propio ataque, destrozando uno de los brazos de una bella silla en el proceso. Finalmente, la saeta de pura energía mágica del elfo impacta en uno de los pequeños seres, haciéndolo desaparecer.

Erik duda sin saber muy bien que hacer, finalmente decide hacer lo mismo que sus compañeros y lanza su rapier sobre uno de los bichos. Desgraciadamente, contra todo pronostico el trozo de silla que ha arrancado Karash golpea su arma, haciendole fallar el golpe.

- Una mala suerte increíble - comenta perpejo.

El rapier de Erik atraviesa el respaldo de otra de las sillas, contribuyendo al destrozo. Por su parte, el gremlin intenta clvar su diminuta daga en el brazo de su oponente, pero Erik lo esquiva con facilidad.

¡Cuidado con las sillas! - gritó el enano justo cuando lanzaba otro golpe contra la criatura que quedaba en pie pero su hacha fue a clavarse contra la mesa, haciéndole un enorme desgarro de lado a lado.

- Malditas criaturas, dice Karash golpeando de nuevo la silla y destrozándola con el segundo golpe, luchad noblemente

El poder arcano del proyecil había acabado con el primero de los engendrillos, así que Tinúviel invocó otro proyectil mágico... que salió disparado contra el segundo... para desvanecerse a pocos centímetros de la criatura.

-¡Vamos, golpead a esta... cosa! ¿Que vamos a decirle a Sheila? ¿Que fueron los Pugwampis los que destruyeron su biblioteca?.

El elfo movió la cabeza de un lado para otro. Si no supiera que las míticas criaturas así llamadas no existían... diría que las tiene delante.

Erik intenta desclavar con un grácil giro de la muñeca su estilete de la silla. Desgraciadamente esta demasiado clavado. Espera un momento a que no mire nadie, y agarrando el mango con ambas manos, y poniendo los pies en los restos de la silla logra desclavarlo.

Sin poder librarse de la sensación de ridículo intenta clavar, esta vez con más cuidado que fuerza, su rapier en el cuerpo de la criatura.

Erik consigue impactar al gremlin, pero... este no sangra. Parece que la hoja no tuveise fuerza para penetrar su piel... Por su parte, pincha con la daga al pícaro en la mano.