Partida Rol por web

Pero eso no fue lo peor su Oscura Malignidad comento levantando la mano para llamar la atención de la señora oscura mientras un humillo blanco salía de mi cabeza y un leve olor a barbacoa se extendía por toda la habitación.

Cuando la sombra hiperdesarrollada le comento al vagon… digo al barón lo de que le contaríamos su cobardía empezó a reírse como un demente, bueno como lo que es, y dijo que no nos iba a permitir que os lo contáramos. Así que pulso uno de los muchos botones que tiene en ese ridículo traje e invoco a un portero de discoteca que se interpuso en nuestro camino y nos decía que con calcetines blancos no nos dejaba pasar, ni a hablarle de su cobardía ni a por el libro.

Se hubiera podido imaginar mil cosas, pero eso de que Barón estuviera tan asustado que no quisiera ni moverse le parecía un poco raro, pues a pesar de ser como una lata, no parecía un cobarde, pero claro, las apariencias siempre engañan y sino que se lo dijeran a ella que no acertaba con los esbirros ni con suerte.

Lo de la invocación hubiera resultado una grandísima idea, sin duda, si eso no interrumpiera de manera brusca os planes de vuestra señora, lo que no la hacía especialmente gracia, más que nada, porque daba la casualidad de que habíais vuelto sin su libro.

- Baron... por tu bien..

No quiso decir nada más para no enfadarse más, porque sino pasaría a ser una lata de coca-cola no tardando mucho, total, ya tenía esos colores..

HUrrm hurmmm -Carraspea sonoramente antes de comenzar a hablar mientras centra sus ideas-

Mi señorra oscura…esto serr humillante…es lo que ocurre cuando te acompañan gente no prrrofesional en el arrte de la aniliquilación. Si me perrrmitiss yo os aclarrare cual fue la situación..

El Baron teclea en la consola de su ciberpuño multiusos, un pequeño compartimento se abre y un fuerte haz de luz sale de su puño, entonces extiende el brazo de forma marcial hacia su derecha  y señala con el dedo a la par que deslumbra al rey sombra –

Por una parte…lo que él que se dice Rey...llama “espanzurrarse como un oso en el suelo” es en realidad, como mi señorra sabe bien la conocida técnica de combate mental denominada como BAJONEN OUCHFRICHLAND!!!………. –mira a todos los “compañeros” y al ver que ni cristo conoce la técnica  extiende ambos brazos hacia arriba a la par que niega con la cabeza -  BAvabarian JOde NEuronas Ni!!!!. Una  antiquísima técnica de ataque mental a base del Ni.

Por otra parte…los perrrros arrañas se sienten atrraidos por el blanco y.... –Señala a igor de forma acusadora- lo que tu llamas "Portero de discoteca" yo lo llamo WURSTMAN!!! es decirr... ser demoniaco superrior creado a base de Frikadelle del averrrno capaz de espachurrar cualquierrr cosa como si fuerra una salchichen, tal vez mi querrrida cucharacha de negro...deberria documentarrse un poco más....

EL plan sencillo… yo aturdir con mi ataque BAJONEN y mi WURSTMAN despejar el camino –Alza el puño en señal de poder – Hasta que……. – baja la voz de forma temblorosa -  hasta que…. el que se hace llamar rey se le ocurrió la estupidezz de realizar un conjurrro de oscuridad, porque según él así estaba más comodo.  Mina sin luz…. perros arraña negros…cucaracha negrrra....desastre..perro... mejor que os cuente el si a vuestra maldad le parrece.. - se cuadra e inclina la cabeza en señal de respeto, mientras se le pone la piel de gallina ante otro posible socarramiento, burrote, burrote, burrote. -

Las palabras de Barón tenían el suficiente, que no mucho tampoco, sentido para que a su ama se le aplacara el mal humor un poco, incluso encontró sentido a eso de mandar a alguien para que hiciera su trabajo pues aunque sólo fuera un pensamiento que pasó por su cabeza, ella llevaba haciéndolo mucho tiempo, pero había cosas que requerían sus atención más que otras y se suponía que sus esbirros no eran unos tremendos incompetentes, cosa que al final no era así.

- Rey, eso de hacer oscuridad en un lugar oscuro cuando hay gente que no ve ya ni habiendo antorchas o linternas...

No le acababa de entrar en la cabeza a vuestra ama, pero le daba la oportunidad de explicárselo o morir intentándolo.

Mi señora eso tiene su explicación – La voz del Rey Sombra denotaba cierto alteración debido a que no esperaba un ataque tan rastrero y mezquino proveniente del Kartoffen – El conjuro de oscuridad aparte de hacerme sentir como en casa, todo sea dicho, fue para evitar a… [EL ANGEL] - el Rey Sombra mira hacia los lados mientras se oye un CHINU-NINUM que no se sabe de donde proviene - Ya sabe, la mano derecha del señor Claro, que venia derecho a por nosotros.
Parece que el señor Claro estaba al tanto de sus maquiavélicos planes y lo había enviado a acabar con nosotros, pero gracias una vez más a mi sagaz movimiento conseguimos dejarle mas perdido que al tal Marco el día de la madre, mientras nosotros seguíamos con la búsqueda que nos encomendó.

Por algún motivo que desconoceís y aunque lo fuerais a conocer daría exactamente igual, a la mujer no le fue suficiente la excusa de su oscurito esbirro así que con un gesto de su mano, hizo que le apareciera un foco enorme sobre su cabeza, que daba tanta luz y tanto calor que todos tuvisteis que cerrar los ojos. Al volver a abrirlos, al desaparecer aquello, pudisteis observar como la sombra era medio morada debido a todo lo que se había quemado con el sol y aunque había aguntado estóicamente sin gritar, aún echaba humo.

El chamuscar a un esbirro le hizo acordarse del mono y giró la cabeza hacia él.

- Bueno, estabais a oscuras en mitad del bosque.. ¿ os dio por acordaros de una vez de mi libro?

Empezaba a estar harta de tanto marear la perdiz para nada y eso podía suponer que al mono le podía tocar de nuevo la lotería.

Las cosas iban de mal en peor. La señora estaba claramente más enojada que de costumbre y Chistery se encontraba en el punto de mira.

Avanzó. Tengo que acordarme de todo lo que ocurrió, se recordó a sí mismo.

Pero las palabras de la señora no habían sido correctas. Empezó su relato, intentando que su ama no se diera cuenta que la estaba corrigiendo.

Si, estábamos a oscuras en la mina de luz. Íbamos directos a la cámara secreta donde el señor Claro había escondido el libro. Nos conseguimos librar del ángel gracias al rey Sombra, por lo que seguimos adelante.

El mono alado recordaba aquel instante, iban casi corriendo, con la esperanza de conseguir de una vez el libro. Lamentablemente, no fue tan fácil.

Una gran puerta nos impedía seguir avanzando. Nos lanzamos contra ella, intentamos conjuros básicos para intentar abrirla, incluso probamos con la manilla de la puerta, ¡pero no hubo forma!

El mono levantó sus manos. Las cuatro. Quedándose volando momentáneamente. Los nudillos estaban enrojecidos.

De repente bajo unos focos morados, y con el sonido de unos aplausos de fondo, aparecieron de la nada unos bichos feísimos. Y dijeron esto: "Nunca encontrareis el libro, cuando lleguéis a relatar vuestras peripecias a vuestra señora oscura, ésta os ira torturando uno a uno, hasta que solo uno quede vivo. Si no volvéis, sobreviviréis" Terminó Chistery con una voz chillona, emulando a las hormigas.

De repente desaparecieron y algunos de mis compañeros empezaron a discutir, las habían creído y querían huir. Yo les convencí de seguir adelante y descubrí un pasillo escondido por el que pudimos seguir.

No quería dar los nombres de quiénes habían querido abortar la misión. Quería seguir vivo, pero no a costa de otros...

Tras las palabras del mono ( o lo que fuera ) ninguno de sus compañeros dijo absolutamente nada, así que la mujer no se distrajo lo más mínimo de sus expresiones y se quedó unos instantes esperando, como para que siguiera contándole lo sucedido. Al ver que no decía nada más, se percató de que quizás estuviera esperando a que ella dijera algo.

- Claro, tiene que estar esperando mi permiso para seguir hablando..

- Continua. - Dijo al fin haciendo un gesto condescendiente con la mano.

Ahora la cosa era que así no había forma de que consiguieran el libro, pero les sacaría su paradero aunque fuera a latigazos y sobretodo, descubriría de cual fue la verdadera culpa para que ahora no estuviera en sus manos.

El mono miró a sus compañeros esbirros, ninguno le interrumpió, estaba claro que se estaba acordando bien de todo lo que ocurrió, sin olvidarse de nada, de nada importante, claro esta...

Eh, si, si, pues lo que ocurrió a continuación casi frustra nuestros planes. Escuche pues majestad lo que le voy a relatar.

Tomo aire, dispuesto a contar lo que ocurrió.

Vera, vuesa merced. Seguimos por el pasillo, caminamos rápido hasta el final, deseosos de encontrar el libro. Quién iba a imaginar lo que nos encontramos allí. ¡Salimos a una Iglesia de la oscuridad! Por la puerta trasera llegamos y escuchamos a escondidas como el novio que ahí se iba a casar hablaba para sí solo, diciendo algo así como. "Ahora que haré con el Libro de hechizos, se lo iba a regalar a mi futura mujer, pero no se ha presentado, ni siquiera el cura o los padrinos, ahora tendré que quemar el libro..."

Recordó con una sonrisa el maravilloso plan que se le había ocurrido pero que lamentablemente le chafó Lin...

Así que decidí que montaríamos una boda, con Igor vestido de novia, la sombra como cura, el barón como padrino y Lin como madrina. De esta forma conseguiríamos de una vez por todas el libro que fuimos a buscar.

Cuando llegamos a la parte de: ¿Alguien se opone a que esta boda se realice? que recitó tan convenientemente el Rey Sombra, pues ya sabemos que sin esa frase, una boda no es una boda real y el novio se daría cuenta... Apareció Lin vestida de Novia!! Decía que ella era más guapa que Igor, y que ella se merecía ser la novia. ¡¡¡Nos chafó el plan!!! Apuntó con su mano inferior derecha a la muñeca Tendríamos ahora el libro si no fuese por su culpa.

El plan sin duda estaba bien ideado, al menos, habían sabido sacarse las castañas del fuego ellos solos y eso agradó a la mujer, haciendo que sus instintos homicidas desaparecieran al menos, una fracción de segundo, pero cuando escuchó de la boca del mono eso de que Lin había interrumpido aquello porque se creía más guapa, la cara de la ama de vuestra señora se volvió un gesto de pura ira y posó su malévola mirada en la pequeña muñeca.

- No te voy a quitar la razón en eso de que seas más guapa que Igor, pues sería mentir... ¿ pero me puedes explicar por qué frustraste la boda cuando obtendrías mi libro con ella?

Aquellos golpecitos del pie de vuestra impaciente señora resonaban de nuevo en la sala como unod e esos despertadores que sacan de quicio al hacer " tic tac " por la noche.

Flota hasta quedarse ante su Señora... aunque sea cierto lo que cuenta el mono alado, ella tiene un motivo para haber hecho lo que hizo, y no tiene ningún miedo en contarlo... bueno... si lo tiene, pero lo tenga o no, tiene que dar explicaciones de sus actos... así que es mejor parecer segura.

-Veréis, Vuestra Majestad Oscura. Lo que cuenta el mono alado - señala hacia Chistery - puede ser verdad, pero he de matizar muchas cosas en esa versión de los acontecimientos. Es verdad que interrumpí la boda pero no sólo por el motivo que el plumoso cuenta... 

Se aclara la garganta para que su voz llegue más clara a su Señora Oscurisima.

-El novio en realidad trabajaba para un enemigo vuestro... el señor Claro había pedido ayuda al señor Brillaes Trillita, y el novio era uno de los secuaces de este último... si bien es verdad que con anterioridad había tenido vuestro Libro Oscuro, este había hecho entrega de dicho libro a la supuesta novia fugada... para evitar que se comentiera una tontería y uno de vuestros vasallos no se uniese en matrimonio a un secuaz de la luz, yo me interpuse con la excusa esa, pero realmente lo que quería era cortar por lo sano y ponernos en marcha inmediatamente...

Hizo una pausa pues es mucha información de golpe.

-Después de torturar al novio, descubrimos que vuestro Libro tenía su destino en el Castillo de "pallí parriba", lugar de residencia de Brillaes Trellita... que disimula su lealtad camuflandolo como si perteneciera a uno de vuestros aliados.

Mi señora - El Rey Sombra arrastra las palabras después de su ultimo baño de luz- Aquí la Lin-focita, ya que su inteligencia no llega ni a la de un organismo unicelular, tendría ese plan en mente, lo que no entiendo es por que después de jorobar toda la boda, dijo que quería seguirla para casar al príncipe con el [El cerdo " besador " ]. - el Rey Sombra adquiere algo mas de solidez mientras su color vuelve a su estado originario lentamente.
- Dijo que ella ya estaba cansada de hacerse cargo de el animal y darle su ración de besos diaria, y que el príncipe podía ser un buen sustituto y ya que estábamos vestidos para la ocasión yo debía unirlos en sagrado matrimonio mientras los demás hacian de testigos... total que nos tuvo haciendo allí el paripe hasta que quiso. - el Rey Sombra vuelve a su sitio en el grupo expectante.

Vuestra ama no sabía qué era eso del cerdo besador, bueno, lo que era el animal sí, pero ni sabía que la muñequita tenía uno ni que ello pudiera influir en la misión que les había encomendado, así que no se tomó demasiado bien que los temas personales de sus esbirros interrumpiera lo que ella les había ordenado hacer.

Lin en especial, se pudo percatar de cómo los músculos de su ama se contraian ligeramente durante unos segundos, lo que no era bueno.

- ¿ Qué es eso del cerco y el príncipe? - Sonaba a cuento infantil o algo similar. - Y sobretodo... ¿ Por qué estabas liada con eso cuando yo te había mandado ir a por el libro?

La pequeña muñeca se quedó callada con aquello del cerdo besucón ese y la mujer, dio por supuesto que no había sido capaz de responder porque en realidad no estaba haciendo lo que ella la había ordenado, sino que estaba con sus cosas personales, lo que a vuestra ama, le daba absolutamente igual, pues lo primero era servirla a ella y lo segundo, también, servirla a ella.

Sin ningún miramiento unos grilletes aparecieron de la nada, agarrando sus muñecas y sus tobillos de plástico y comenzaron a tirar de ella estirándole como si de un chicle se tratara, mientras la suave voz de la muñeca dejaba de serlo tanto para convertirse en un tremendo alarido. Para cuando aquellas cadenas desaparecieron, la muñeca parecía ya un pulpo, incapaz de volver a adoptar su forma original.

Tenía que elegir a otro de aquellos esbirros para que continuara narrando lo de aquella maldita boda, y sobretodo dónde estaba su libro y el elegido fue Baron.

- Venga hombre de hojalata... continua y sin chorradas que no está el horno para bollos.

Baron parecía que después de lo que le había sucedido a la muñequita se había quedado un poco asustado, pues pensó que si no decía lo correcto, la mujer lo convertiría en una lata de sardinas y eso le dejó sin que no le viniera ninguna palabra a la boca.

Lo que no se imaginaba, o sí, pero para el caso era lo mismo, que pocos instantes después un enorme abrelatas aparecería a sus espaldas y en cuando se escuchó el primer sonido, todos sabían ya que aquello iba a salpicar y así fue, pues cada cacho de lata que abría aquello era un chorro seguro que salía.

Cuando todo terminó al fin Baron estaba de un rojo sangre tremendo y su amadura salía ya más bien de entre su carne.

El último que había abierto la bocaza, aunque sólo hubiera sido para hablar de aquel cerdo había sido Rey Sombra, así que la ama lo miró directamente.

- Como tú también te quedes mudo lo lamentareis todos...

Rey tampoco habló y entonces la mujer se dio cuenta de lo que pasaba pues por algo no era tonta y tenía unos esbirros dispuestos a morir por ella.

- Así que antes de responder a tu señora prefieres que os castigue a todos porque tú estás en mejores condiciones que ellos ¿ no?

La risa maléfica de vuestra ama resonó por toda la sala, diciémdole que la cosa sólo funcionaba así cuando ella quería que así sucediera.

- Me subestimas y eso... no lo puedo consentir!

En aquel momento la señora cumplió lo que aquella risa ya demostraba antes de incluso suceder y lentamente su negrura corporal fue dando paso a la luz hasta que se convirtió en una especie de roco que lo iluminaba todo, que para otro esbirro más normal hubiera venido a ser algo así como que le clavaran agujas de cardar lana, al menos, gritaba como si así debiera ser.

- Mono! Sigo esperando que alguno de vosotros hable.. y me estoy aburriendo ya..

El gran problema fue que le había tocado un grupo de esbirros incompetentes. Quizás si le hubieran destinado al Grupo 2, las cosas hubieran sido distintas. Pero allí estaba con la lacra del palacio oscuro, lo peorcito de las cloacas y claramente él no había sido capaz de cumplir el encargo de la señora. Como ser más inteligente de la manada, se consideraba a sí mismo culpable por no ser capaz de guiar al grupo en la consecución del libro. Lo único a lo que podía aspirar era librarse de todos ellos y demostrar a su señora que con otros esbirros más adecuados, era capaz de conseguir cualquier sueño que su maligna cabeza albergase.

Por ello, debía seguir contando la verdad. Las vergüenzas de sus compañeros saldrían a la luz.

Cuando conseguimos librarnos de ese deseo tan irritante de la muñeca Lin respecto a esa boda que no aportaba nada en la búsqueda del libro, llamé al orden y les dije que debíamos dirigirnos al castillo de "pallí arriba". Pero mal momento fue, pues siendo el final de una boda, llegó el banquete.

Chistery resopló con fuerza, sabiendo que lo que seguía no iba a gustarle a su maquiavélica dueña.

Longanizas y butifarras que ese no paró de comer, señaló al Baron. Vino y sidra que ese no paró de beber, aunque tras acabar borracho acabó dejando todo el suelo echo un asco, dijo levantando un dedo hacia el Rey Sombra. Mantecaos, polvorones y demás dulces que Rogelia se dedicó a zampar. El cerdo que había sido el que se había casado acabó horneado en una bandeja, donde la muñeca se dedicó a pegarle mordiscos.

Un autentico desmadre fue la velada, un caos.

Me impuse, grité, incluso intenté razonar con ellos. No hubo forma, tuve que esperar a que acabasen para que pudiéramos ponernos en camino. Y ni aún así. Estaban llenos y además borrachos, se decidieron echar una cabezadita

El mono estaba realmente enfadado. Recordaba el momento en que impotente intentó seguir adelante. Había pensado seguir el solo, pero sabía que su señora lo hubiera visto mal. Solo pudo hacer una cosa, esperar a que se despertasen...